domingo, 28 de febrero de 2021

"A ciencia cierta"


Física, química, tecnología... ¿son disciplinas educativas fáciles de divulgar en televisión? Esteban Sánchez Ocaña estaba convencido y prueba de ello son los programas que dirigió y presentó en TVE desde principios de los ochenta. Si "Última frontera" había abierto puertas en la TVE de 1983, con "A ciencia cierta" supo encontrar la clave para interesar, como mínimo, a los programadores de la Casa que mantuvieron el programa en la parrilla entre 1984 y 1986, no es poca cosa. Cada domingo a eso de las 16 H en la Segunda Cadena, él y su equipo de colaboradores intentaban acercar conceptos como la biología molecular. Si esto puede asustar a un espectador de hoy en día, hay que destacar que en aquella década los divulgativos estaban a la orden del día y se producían por docenas. "A ciencia cierta" convivía con "Juegos de la naturaleza", "Tiempos modernos", "La duna móvil", "El mundo de las plantas" o "Candilejas" y sus contenidos iban desde el origen de la vida hasta los oficios teatrales. Entre ellos se arropaban y habían creado una legión de seguidores que sabían que a ciertas horas uno iba a encontrar cultura en general, y no solo en TVE-2. 

   Este programa no buscaba ser un informativo, no se seguía la actualidad estrictamente, sólo servía de excusa para profundizar en ciertos temas. Partiendo de la estructura científica del país, se abordaban asuntos como el cultivo marino o la fabricación de un telescopio de alta precisión para su uso en astronomía. Mensualmente se presentaba un monográfico, casi siempre sobre el trabajo que se realizaba en otros países. El director pretendía que hubiera un equilibrio entre los intereses de la audiencia y esos otros temas menos conocidos pero que era necesario tocarlos en la tele pública. Además, este fue uno de los primeros espacios en hablar de ecología  y de los esfuerzos que se realizaban en Europa para salvar fauna y flora. 

   El 29 de septiembre finalizó su primera etapa y, sorprendentemente, este título regresó a la pantalla en 2001 y de la mano, de nuevo, del propio Esteban Sánchez Ocaña (sí, hermano de Ramón, el de "Más vale prevenir") pero en el Canal 24 Horas. Allí se mantuvo hasta unos cuantos años pero con una difusión mucho más limitada y un presupuesto mínimo así que sus planteamientos, por fuerza, eran más modestos.

domingo, 14 de febrero de 2021

"Diego Valor", de la radio a la tele pasando por los tebeos

"¡Queridos niños! ¿Os ha gustado el episodio de hoy? ¡Seguro que sí! Pues ya sabéis que ahora podéis conseguir su magnífica pistola desintegradora y muchos otros regalos en nuestro estupendo concurso". Algo así era lo que, seguramente, decía cada sábado una de las locutoras pioneras de TVE, Blanquita Álvarez, al finalizar la serie infantil "Diego Valor". Corría el año 1957 y la tele no había cumplido todavía un año en nuestro país. Esta ficción fue una de las primeras pensadas específicamente para la chavalada y tiene el honor de ser considerada la primera de ciencia ficción de nuestra pantalla. 

Ignacio de Paúl con el famoso rayo desintegrador

TVE quiso apostar sobre seguro y adaptó un famosísimo serial radiofónico de la cadena SER que poco después también tuvo su propio tebeo e incluso se llevó al teatro. Cuando comenzó su andadura en las ondas en 1953 se basaba (con o sin derechos de por medio) en el héroe del cómic británico Dan Dare pero poco después sería Enrique Jarnés Bergua, "Jarber", el encargado de sus guiones. El protagonista era nada menos que Pedro Pablo Ayuso, uno de los actores más valoradoa en la radio, el Perico de la famosa "Matilde, Perico y Periquín", eterno galán de los dramones de Sautier Casaseca y ganador de tres Ondas (uno de ellos póstumo). Su hija es la actriz Marisol Ayuso, la madre de Aída. 

Pilar Arenas y, en el centro, Ricardo Tundidor

Cuando Diego Valor llegó al estudio del Paseo de la Habana era ya un tebeo de éxito. Los dibujos de Adolfo Buylla (y Bayo después) sirvieron de referencia para la imagen presentada ante las cámaras. El actor Ignacio de Paúl encarnaba al protagonista: "Era un desfacedor de entuertos espaciales. Sí, sí, teníamos problemas con Marte y todo. Éramos tres tenientes y un capitán, un servidor. Los tenientes eran Fernando Delgado, Mario Moreno y Ricardo Tundidor. Veinte capítulos de media hora de duración cada uno, todos los sábados. Un espacio totalmente enfocado para los chavales" le contaba años después a Camino Ciordia en la seminal "Historia de la TV" publicada en el diario "Ya" y coordinada por Baget-Herms. "Lo patrocinaba una firma comercial que era la que pagaba. Creo recordar que incluso algunas veces fuimos a cobrar a la casa pero normalmente nos hacían los pagos en la propia televisión. Lo que sí hacíamos era sacar los trajes y las armas espaciales que la firma quería promocionar" recordaba de Paúl en la misma charla. Intervino en otras series infantiles, todas emitidas en el mismo horario sabatino, "Robin de los bosques" (como protagonista), "Veinte mil leguas de viaje submarino", "Aventuras de David Balfour", "Aventuras del Zorro", "Marco Polo", "Los caballeros del Rey Arturo". Decenas de títulos clásicos adaptados por Fernando García de la Vega hasta 1962 y de los que ya hemos hablado aquí. De Paúl volvería a trabajar con García de la Vega cuando sucedió a Pablo Sanz como presentador de "Escala en HI-FI" (años antes que Mochi). 

Una nueva amenaza se cierne sobre Diego Valor y sus amigos

Pilar Arenas era Beatriz Fontana, la enamorada del héroe, mientras que José Manuel Martín y Urbano Doufur eran los malísimos Mekong y el general Sandor respectivamente. Carlos Suevos era el realizador, Vicente Llosá su ayudante y Valentín Andrés el productor. Curiosamente tanto la serie radiofónica como la televisiva y hasta los tebeos finalizaron en 1958 (aunque en distintos meses). Las viñetas regresarían en 1963 durante un año y en 2013 comenzó una nueva etapa. 

domingo, 7 de febrero de 2021

"Momentos", el magazine dominical desde Sant Cugat

Durante un año, desde abril de 1986 al mismo mes del año siguiente, una hora de la tarde de los domingos de TVE se emitía desde los estudios de Sant Cugat en Barcelona. "Momentos" era el título de un magazine sosegado, moderno, con los elementos habituales del género pero manteniendo distancias con respecto a sus compañeros de la época en imagen y tono. 

Fernando Martínez, antes de ser conocido como Fernandisco, era el presentador principal. Con un look bastante alejado del que le haría popularísimo en Los 40 Principales poco después, sin el engolamiento en la voz que sería su sello y con pinta de ser un canallita que se lo calla, daba paso a las distintas secciones que conformaban el programa: entrevistas, reportajes, un breve concurso y actuaciones musicales. 

Junto a él intervenían otros profesionales que estaban comenzando su andadura en la tele como Inka Martí o José Oleza, que había sido concursante del "Un, dos, tres" durante sus estudios de Periodismo. Años más tarde sería uno de los principales aliados de Julia Otero tanto en la radio como en la tele donde no sólo la acompañó en "Un paseo por el tiempo" sino que además ella llegó a dirigirle como presentador en un concurso de Antena 3 llamado "Los cinco sentidos" en el que también intervenía Paloma Lago. Inka se encargaba de un juego con preguntas sobre la actualidad y, puntualmente, realizaba entrevistas, como el citado Oleza o el propio Fernando. 

Las entrevistas solían estar centradas en el mundo de la cultura, era habitual ver a actores y actrices de promoción cinematográfica o teatral como Carmen Maura o Lola Herrera, cantantes que presentaban disco como Amaya, Javier Gurruchaga o El Fary, escritores que hacían lo propio con sus libros como Terenci Moix o Francisco Umbral y hasta un torero que reclamaba ser hijo de El Cordobés, Manuel Benítez. La música formaba parte fundamental del programa, bien a través de actuaciones en el plató, bien en forma de videoclips. 

Quizás una de las secciones que más pegó en el momento fue "La Picota", un cuestionario en la voz de Pepe Martínez, con resonancias de interrogatorio de cine negro, incluida la imagen en blanco y negro y la sombra de un ventilador de techo. Aquí no se andaban con chiquitas, las preguntas eran rápidas, incisivas y nada amables. Todo esto estaba dirigido por Juan José González y realizado por Xavier Manich. La decoración de Paco Justel y la iluminación de Aurelio G. Larraya eran casi de estilo publicitario, cada plano parecía pensado para que un modelo anunciara algo.

martes, 2 de febrero de 2021

Novela: Crimen y Castigo

González Vergel (al fondo, papeles en mano) dirigiendo a José Luis Pellicena (apoyado en la pared) y a los extras que intervienen en esta escena que incluye carruaje de caballos 

El 7 de septiembre de 1970 una nueva "Novela" comenzaba a emitirse en TVE, aquel espacio que albergaba adaptaciones literarias de todo tipo y que llevaba años en antena, asume un gran reto: resumir "Crimen y Castigo" de Dostoievsky en 15 capítulos de unos veinte minutos de duración cada uno. Y no sólo eso, tenía que ser comprensible para un público heterogéneo que incluía, no lo olvidemos, una alta tasa de analfabetismo. Pero eso no fue óbice para que Alberto González Vergel se decidiera a afrontar la apuesta. Él mismo había dirigido cinco años antes otra adaptación para el espacio "Primera Fila" pero en una única emisión de una hora y cuarto así que el poder dividirlo en capítulos le debió parecer mucho más sencillo que acortar la obra como había tenido que hacer. 

Extras en una secuencia de taberna en la versión de "Crimen y castigo" para "Novela" en 1970

Reparto de campanillas (como se decía entonces): José Luis Pellicena, Marisa Paredes, Rosario García Ortega, Lola Gaos, Manuel Díaz González, Ana Belén... Con Pellicena quedaría tan contento que lo haría protagonista de otra serie la temporada siguiente, "A través de la niebla" (interesante e incomprendida en su momento) y Ana Belén sería la estrella de otra Novela de aquel mismo 1970, "La pequeña Dorrit" dirigida por Pilar Miró, un exitazo. Fue una temporada brillante porque hay que sumar a la lista "Los miserables" de Juan Antonio Páramo. 

La grúa se prepara para un recorrido por el decorado de la taberna en la que Rodia Raskolnikov (Pellicena, extremo derecha) ahoga sus penas 

González Vergel era un veterano del teatro y la televisión, ya había mostrado su buen hacer en espacios como "Estudio 1", "Platea" o "Teatro de medianoche" así que las limitaciones de los estudios y el inconveniente del montaje en magnetoscopios de 2 pulgadas no eran problemas reales para él, estaba más que acostumbrado. En este caso, ante el gran número de figurantes y la presencia de animales como caballos obligó a que los decorados se tuvieran que construir más amplios lo que desembocó en una ventaja para la realización: Vergel pudo jugar con la profundidad de campo con los actores en primer término y los figurantes al fondo, lo que da una mayor riqueza visual

Es interesante ver las diferencias entre la adaptación de 1965 en "Primera fila" y la serie de 1970, dos adaptaciones distintas a cargo del mismo director. Ambas están disponibles en la web de Archivo RTVE.