El 28 de octubre de 1956 comenzaba sus emisiones regulares Televisión Española tras un período de pruebas de varios años. Aún tendrían que pasar unos cuantos más hasta que realmente se estabilizara la programación y la señal llegara a todo el país, quizás por eso los primeros aniversarios se celebraron casi de tapadillo, sin grandes alharacas ni galas musicales con estrellas de renombre. Si consultamos la hemeroteca, que es lo único que tenemos a mano junto a los valiosísimos recuerdos de los propios profesionales (quizás, eso sí, alterados por el tiempo) resulta un poco decepcionante que, en general, esta efeméride pasara casi desapercibida para el espectador.
La misa conmemorativa correspondiente a 1960 |
En realidad sí que había una pequeña celebración que se repetía invariablamente año tras año, una misa oficiada por Salvador Muñoz, un sacerdote diocesano de Madrid que por aquel entonces se asomaba bastante por la pequeña pantalla para hacer apostolado ante la escasa audiencia de finales de los cincuenta. A esa liturgia organizada en el propio plató del Paseo de la Habana (decorado para la ocasión con un pequeño altar, una estrella por aquí, unas velas por allá) acudían los gerifaltes de la Casa, es decir, el Director General de Radio Difusión y Televisión, el de TVE, el responsable de programas...
"El muy excelentísimo Sr. Salvador Muñoz" oficiando la misa aniversario en 1961 |
Habitualmente, después de la misa se organizaba un pequeño piscolabis para los trabajadores y por la noche se emitía algún programa considerado "extraordinario" pero que por lo único por lo que se ajustaba al adjetivo era porque se preparaba en el último momento y casi nunca era anunciado en prensa, ni siquiera en la revista para los suscriptores de TVE, "Tele Radio". En 1960 por ejemplo, cuarto aniversario, la Philips (una de las principales marcas de televisores y patrocinadora frecuente de programas para autopublicitarse) instaló un "simpático local con profusión de cadenetas y farolillos, en el que tampoco faltó el castizo organillo, se sirvió una copa de vino español para cuantos diariamente hacen posible la programación de Televisión Española. Y por la noche (...) ofreció a sus espectadores un resumen fílmico de las principales noticias recogidas por sus equipos de filmaciones a lo largo del pasado año. En este mismo programa se ofrecieron también filmadas una serie de interesantes entrevistas realizadas en distintos puntos de la geografía española". Vamos, un despiporre.
Al año siguiente se produjo un curioso fenómeno: se conmemoró el III aniversario y no el V, como tocaba. Los jefes decidieron que los dos primeros años no contaban porque habían sido experimentales (olvidando, por tanto, los anteriores de pruebas semanales). No era casual este birlibirloque numérico, en la revista "Tele Radio" se ofreció detallada información sobre los avances técnicos (hoy muy valiosa para los investigadores) desplegada en distintos cuadros numéricos y gráficos. De esta forma parecía que todo eso se había conseguido en apenas tres años y no cinco. Presumían en aquel 1961 de cubrir casi el 70% de la superficie de la Península. Dato curioso: hasta 1982 y gracias al Mundial de Fútbol organizado aquí no se produjo el empujón definitivo para la difusión en todo el territorio. Esos cuadros también nos hablan del aumento de receptores: de 80.000 en 1959 a 420.000 en 1961 (50.000 de ellos en lugares públicos) y, consecuentemente, de espectadores, de 1.080.000 para la programación diaria (dato muy optimista pero que tenía en cuenta a aquellos que iban a los bares o casas de familiares y vecinos) a los 2.520.000 que superaba, según sus cálculos, los ocho millones en las emisiones extraordinarias. También se aseguraba que tenía uno de los índices de producción propia más abudantes de Europa, a la altura de Francia y sólo "muy poco por debajo de Gran Bretaña e Italia".
Dos fotografías del programa especial de 1962 que dejan patente su modestia |
En las temporadas siguientes la dinámica no cambió demasiado: Misa, vino español y algún pequeño programa nocturno, como el emitido en 1962 a partir de las 22.15 h con una duración de media hora y en el que intervino el cuadro habitual de actores del Paseo de la Habana. En este caso la originalidad es que se rompía la cuarta pared y veíamos a los intérpretes también fuera de los decorados. Y es que, en realidad, los trabajadores se tenían que reservar para el esfuerzo que les tocaría al día siguiente, 29 de octubre, cuando se celebraba, esta vez sí, con todos los honores el aniversario del acto fundacional de la Falange. Un ejemplo extraído de la revista de los abonados televisivos: "TVE se unió a la conmemoración con una emisión extraordinaria en la que se dio lectura al texto íntegro del discurso pronunciado en tan histórica fecha por José Antonio. Mientras las palabras del Fundador de la Falange se dejaban oír, con toda su maravillosa vigencia, una sucesión de imágenes (...) revivieron ante los espectadores la circunstancia política española que hizo precisa la aparición de un movimiento joven -de una revolución nacional- , nacido del verbo de José Antonio Primo de Rivera. La emisión se cerró con el Caral al Sol (...). La prensa española se ha hecho eco de esta emisión especial, a la que ha dedicado palabras de elogio que el diario "Arriba" -fundado por José Antonio- expresaba así: 'Por su ajuste técnico y su profundo emoción, este tributo de Televisión a la conmemoración de la fundación de la Falange ha sido un excelente servicio a la fecha'". Con la grandilocuencia habitual en la época cuando se hablaba de estos temas nos queda claro qué era lo que TVE tenía que ensalzar. Aprovecho para recordar que dentro de dos años se cumplirán setenta del inicio de las emisiones y con un cumpleaños tan redondo debería de organizarse algo grande. ¿Se está pensando ya en los despachos?