jueves, 6 de abril de 2017

Mujeres insólitas

Teresa Rabal como Ana Bolena
Mujeres insólitas, mujeres conocidas por su fuerte personalidad, por lo indómito de su carácter, en definitiva, mujeres que habían hecho historia. Con esta premisa, el guionista José López Rubio propuso a TVE en 1976 una serie de trece capítulos con un tratamiento distinto al habitual, con las actrices hablando directamente a cámara, como si rompieran la famosa cuarta pared teatral y, en una suerte de monólogo interrumpido por la recreación de escenas clave en su vida, contaran por qué eran precisamente eso, "Mujeres insólitas". Un personaje actual, Pepe (encarnado por Luis Varela), servía de hilo conductor a toda la serie.


Rodada en el último trimestre de 1976, comenzó a emitirse el 1 de febrero del año siguiente, los martes a las 21 h, sustituyendo a la serie de Adolfo Marsillach "La señora García se confiesa" y precediendo a otra serie experimental, "Las viudas" con Lola Herrera. Fue aquella una temporada en la que ese día y esa hora parecían destinados a series lideradas por mujeres aunque eso no significa, necesariamente, que fueran obras precisamente laudatorias. Desde la Marquesa de Brinvilliers a Margarita Steinhel, dos personajes menos conocidos por el gran público como inicio y final de una serie que sí dedicó capítulos a féminas bien famosas: Ana Bolena, la Princesa de Éboli, Teresa Cabarrús, Cleopatra, Inés de Castro y Juana de Castilla.

Carmen de la Maza como Inés de Castro
Todas ellas encarnadas por grandísimas actrices de la escena, el cine y la televisión: María del Puy, Marisa de Leza, Teresa Rabal, María Massip, Rocío Durcal, Carmen de la Maza, Julia Gutiérrez Caba y María Luisa Merlo. Si de la lista alguna no merece el calificativo anterior, convengamos que el nivel general estaba alto, muy alto. Y sí, han contado bien, son ocho las féminas retratadas y no trece. El porqué no se completó el propósito inicial lo desconozco y para contribuir aún más a la confusión, la revista TeleRadio (publicación oficial de RTVE) informaba en su nº 1004 del final de la serie aludiendo al último episodio como el décimo tercero y no el octavo. 
   Sin duda uno de los mayores atractivos de la serie era el elenco conseguido para este proyecto y sus estrellas no dudaban en confesar las dificultades de este formato alejado del cánon habitual en los dramáticos de la época. Decía Carmen de la Maza entonces: "Me ha supuesto la dificultad de hablarle a una cámara, que como actriz no lo había hecho nunca. Estás hablando a una cámara, como en un aparte, y de pronto estás interpretando".


Junto a esas grandes damas del teatro se colaban en la serie otras que, siendo muy populares y, sin duda, grandes profesionales, no habían alcanzado aún ese prestigio. A pesar de eso o quizás precisamente por ello, su elección tuvo cierta publicidad. En el caso de Rocío Dúrcal, como Cleopatra, suponía el retorno a la interpretación tras unos años alejada del cine y además era la primera vez que protagonizaba un dramático televisivo. Poco después se estrenaría la película "Me siento extraña" dirigida por el televisivo Enrique Martí Maqueda y coprotagonizada por Bárbara Rey y su Cleopatra quedó olvidada. Por si alguno no lo recuerda, aquella película hablaba abiertamente de una relación entre dos mujeres y las dos actrices protagonizaban un par de escenas con castos besos y caricias que fueron todo un escándalo en la época... si bien muy efímero. 
 
Julia Gutiérrez Caba como Juana la Loca y Manuel Tejada como Felipe el Hermoso
El director y realizador de la serie, Cayetano Luca de Tena, valoraba muy postivamente el tratamiento del guionista López Rubio: "Creo que es interesante, que enfoca de una manera distinta los personajes, que los acerca al espectador y que ha permitido la exhibición de unas cuantas actrices en un trabajo total, prueba de la que han salido airosas". Teniendo en cuenta que era uno de los directores teatrales más reputados de la posguerra y que desde los 60 hasta finales de los 80 realizaría un puñado de adaptaciones para la tele, no es un halago gratuito a su escritor. La actriz María Luisa Merlo reconocía que tenía una gran complicidad con el director cuando le preguntaban cómo se trabajaba con él: "Yo, desde luego, muy bien. He trabajado mucho con él y siempre me ha ido bien. Es más, la mayor parte de mis éxitos televisivos han sido con él. Recuerdo, por ejemplo, "El baile" de Edgar Neville". El periodista J.R.Vázquez, de TR no evitaba la polémica al preguntar a don Cayetano si la visión que habían proporcionado de esas mujeres no había sido un poco retorcida: "En general López Rubio ha pretendido reunir mujeres raras. Es lógico, entonces, que haya un buen porcentaje de mujeres retorcidas. Ya se sabe que la bondad no tiene historia. Hemos tratado de conseguir que la maldad no resulte menos dramática añadiéndole una dosis de humor suficiente".
   Con todos los defectos que pudiera tener este proyecto (no perdamos de vista el contexto histórico y social) hay que valorar su carácter de experimento audiovisual, con decorados sintéticos de colores llamativos que también tenían un propósito conceptual y, sobre todo, la oportunidad ofrecida a varias actrices excepcionales para mostrar sus habilidades en un tour de force ante las cámaras.
   Ahora tenemos la ocasión de revisarla gracias a Archivo RTVE que ha decidido colgarla en su web. A tenor del primer capítulo, me temo que a pesar de que fue una de las primeras series grabadas en color en formato vídeo, se ha conservado en blanco y negro pero... al menos se conserva.



1 comentario:

  1. Yo recuerdo esta serie y creo que se suspendieron los episodios dedicados a la Monja Alférez, con Ana Maria Vidal y que Marisol (o Pepa Flores) iba a incorporar a Lucrecia Borgia.

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