jueves, 29 de julio de 2021

50 años de la inauguración de TVE Andalucía

Un bonito chalé de la Avenida sevillana de La Palmera bullía de actividad el 29 de julio de 1971. Aquel era el día elegido para la inauguración oficial y con todos los honores del Centro Regional de TVE Andalucía. Con esto de las fechas hay cierto lío y no quiero enmendar la plana a nadie, hay quien prefiere citar el 26 de julio (Nota 1 al final del artículo) cuando se pone en funcionamiento el emisor de señal de Jaén, el único que quedaba para acometer el ansiado proyecto de la tele DESDE Andalucía. La tele se podía ver en casi todas las provincias andaluzas (pero no en todos los municipios) desde 1961 y desde finales de esa década comenzaron a montarse pequeñas delegaciones de "corresponsales" que enviaban imágenes por avión de algunas noticias importantes.  A principios de la década de los setenta se había hecho evidente que nuestra tele debía ser descentralizada y, lentamente, comenzó la puesta en marcha de varios centros de producción estratégicos; en mayo de 1971 el del País Vasco, en julio los de Galicia y Andalucía y en agosto el de Asturias que se venían a sumar a los de Barcelona y Canarias, enormes en comparación con los nuevos y, además, el caso del catalán era particular porque desde allí se emitían para todo el país grandes programas desde 1959.

José Luis Garrido Bustamante, pionero de "Telesur" en los setenta

No sería hasta tres años después que TVE Andalucía comenzó a producir de lunes a viernes su primer informativo regional, el famosísimo "Telesur". Hasta entonces se limitaban a enviar informaciones al Telediario, a ayudar a los profesionales que llegaban de Madrid cuando se realizaba una retransmisión especial desde la comunidad (deportivas o religiosas, fundamentalmente) y, sobre todo, a ir organizando poco a poco un equipo que fuera capaz de presentar al público cada día un modesto noticiario de quince minutos. El 9 de septiembre de 1974 comenzó a andar "Telesur" a las 14 H  (Nota 2) presentado cada día por uno de los locutores del centro. Sólo había una mujer, Begoña Achával. Francisco Pérez González fue el primer coordinador y en 1975 Francisco Narbona sería el primer periodista con el cargo oficial de "director". Narbona era muy conocido entonces por su larga etapa como corresponsal de RNE y TVE en Roma, con esa experiencia (y la anterior en prensa) era la persona idónea para activar al minúsculo grupo de pioneros del Centro Regional. 

Begoña Achával, primera locutora de TVE Andalucía

El decorado del "Telesur" no podía ser más sencillo: un fondo azul que a un lado tenía un panel de madera con un mapa en el que a las ocho provincias de la comunidad se añadían Ceuta, Melilla y Badajoz. En aquellos años la señal de TVE Andalucía llegaba hasta la mitad de Extremadura, norte de África y a algunas zonas de Portugal. Los locutores se sentaban frente a una mesa, también de madera, con un rótulo con el título del informativo y un reloj para demostrar a su audiencia que estaban en directo. En 1976 la plantilla estaba formada por 55 personas de los que 22 (todos hombres) eran filmadores. Las cámaras eran en blanco y negro y sólo había cuatro equipos tenía sonido. Hasta 1985 se disponía de un plató de 28,47 metros cuadrados, el más pequeño de todos los Territoriales. Ese año se agregó un anexo al chalé de dos plantas en el que se construyó un estudio de 120 m², un lujo que permitió ofrecer a los espectadores programas como "Pasaba por aquí", "Tropical Estrés", "Desde la grada", "Piedra y cielo", "Calle abierta" o "Mundo flamenco". En otoño de aquel año comenzó su emisión el magazine "Hoy mismo" que agrupaba todos los anteriores en un mismo espacio de hora y media de duración. Para entonces el equipo se había multiplicado y estaba a punto de trasladarse a una sede mucho más cómoda y amplia. 

En 1987 además del informativo diario y el magazine de mediodía por la Primera Cadena, sumaban a su producción "Andalucía Junta" en las tardes de la Segunda Cadena con reportajes y documentales. La presencia de la producción propia regional en la parrilla de los dos canales públicos era cada vez más notoria y colaboraban activamente con programas nacionales pero... eso es algo que han contado con detalle (y con mucho gusto) los compañeros del Centro Territorial en un especial emitido el pasado 25 de junio. Por ahora, la nueva aplicación de servicio a la carta de RTVE no permite embeber el vídeo así que os dejo el enlace para que lo copéis y peguéis en vuestro navegador. Por supuesto, he de finalizar este post felicitando a los trabajadores de RTVE Andalucía y deseando que todos los Centros Territoriales vuelvan a tener más horas de programación. 

https://www.rtve.es/play/videos/noticias-andalucia/25-06-2021/5957032/


(1)El Anuario RTVE 1986 asegura que la inauguración se produjo el 21 de julio y en un reportaje de TVE de los ochenta se afirma que el 26 pero yo me sumo a la tesis de Juan Francisco Gutiérrez Lozano de la Universidad de Málaga que ha investigado profusamente sobre el tema y además, tenemos la noticia sobre el estreno aparecida en el ABC el día siguiente para creer que el 29 es la fecha más acertada.

(2) También sobre esta fecha hay desacuerdo y estos días se ha publicado en varios medios que se inició el 14 de junio de 1975 pero el ABC informaba de su estreno en la fecha que aquí he preferido incluir. 

domingo, 25 de julio de 2021

50 años de la inauguración de TVE Galicia


Era domingo y no uno cualquiera, aquel 25 de julio de 1971 era Santiago Apóstol, "Patrono de todas las Españas", Día de Galicia, festivo nacional y, por si todo esto fuera poco, coincidía en año Xacobeo o, como se decía entonces, Jacobeo. TVE había trasladado unidades móviles a la plaza del Obradoiro de Santiago de Compostela para retransmitir en directo la misa en honor al Apóstol y se aprovechó tan magna ocasión para inaugurar la delegación de la Casa en Galicia. Un minúsculo piso de la rúa do Vilar, a unos centenares de metros de la Catedral, albergó la primera sede del que después sería el Centro Territorial de Galicia, por entonces se quedaba en "delegación", es decir, que desde allí se enviaban noticias para el Telediario y no por satélite precisamente, sino por avión (en el mejor de los casos). 


Pero volvamos a la retransmisión de la Misa del Apóstol. Los espectadores escucharon la estentórea voz de David Cubedo, el locutor oficial de estas lides, pionerísimo de nuestra tele y uno de los que puso en marcha los iniciales informativos. Proveniente de Radio Nacional de España, donde había ingresado en 1940, quedó marcado para siempre por ser el que daba paso a los discursos de Franco con la fórmula "¡Atención, españoles, os habla el Jefe del Estado!". Su seguridad ante el micrófono era clave en aquellas emisiones especiales pero no dejaba nada al azar, solía llevarse un montón de papelotes con toda la documentación necesaria para afrontar cualquier problema... y siempre los había. 


El realizador habitual de estas retransmisiones era Ramón Díez, de hecho era el jefe y aunque no puedo asegurar que fuera él quien se encargara de esta tarea el 25 de julio de 1971 sería muy extraño que hubiera delegado en otra persona y, además, las imágenes que he podido ver tienen su sello: el uso de largas secuencias con grúas, travelling apostado en el Pórtico de la Gloria... Varias cámaras en el exterior y otras cuantas más en el interior llevaron a todo el país las imágenes de la celebración eclesiástica, incluido el espectacular y siempre impresionante vuelo del Botafumeiro y su "captura final" por los "tiraboleiros". 


Si bien no era esta la primera retransmisión en directo desde la capital de Galicia sí que fue singular y marcaría un cambio fundamental. A partir de ese momento, periodistas y técnicos informarían a  toda España con regularidad de lo que sucedía allí. En 1958 se había instalado la antena en el monte Pedroso pero no sería hasta el 1 de septiembre de 1961 cuando se inauguraría oficialmente el Centro Emisor, con visita del Dictador incluida. Antes de eso se captaba la señal de la RTP (televisión portuguesa) y, si el tiempo era favorable y permitía que las ondas hertzianas viajaran, algo de la nacional pero eso era de pascuas a ramos. En julio de 1964 se amplió su potencia, de 60 a 145 kw, con motivo de la puesta en marcha de los Estudios de Prado del Rey (Madrid) que suponían un notable incremento de la programación, el problema era que muy pocos gallegos tenían televisor. Hasta mediados de los ochenta todavía había zonas en las que era prácticamente imposible captar la señal por culpa de una orografía complicada. 


Aquellos privilegiados que en el verano de 1971 pudieron ver, en casa propia o ajena, la retransmisión de la Misa quizás se quedara un poco más para disfrutar de las III Jornadas de Folklore Gallego a eso de las 13.40 H. Casi hora y media de emisión hasta que a las 15 H se devolvía la conexión con Prado para el Telediario. Por la tarde, el ómnibus "Siempre en domingo", seis horas en directo con multitud de mini-espacios y varias series. Y por la noche, tras la segunda edición de las noticias, "Crónicas de un pueblo", que estos días también celebra los 50 años de su estreno. Una jornada, en definitiva, muy particular para TVE. En cuanto a la delegación gallega, en 1973 trasladaría sus bártulos a un piso bastante más amplio en el Pazo de Raxoi, edificio en el que también se ubica el Ayuntamiento de la ciudad. Esas instalaciones televisivas son hoy el Consello da Cultura Galega y tienen un ascensor, algo que en los ochenta echó de menos (y lo dijo ante las cámaras) el Nobel Severo Ochoa en el programa "TeleGalicia". Un año más tarde se puso en marcha el primer informativo territorial de TVE, "Panorama de Galicia", dirigido por Luis Mariñas pero... esa es otra historia. 


Los compañeros de RTVE Galicia han realizado sus informativos desde distintos lugares emblemáticos de Santiago para conmemorar esta fecha y la "fiesta" culminó el jueves pasado con un especial de una hora de duración. La nueva aplicación de la web de RTVE, Play, no permite embeber por ahora (parece ser que están en pruebas) así que os dejo el enlace directo:

https://www.rtve.es/play/videos/telexornal-galicia/22-07-2021/6010382/

domingo, 11 de julio de 2021

Raffaella Carrà, el icono televisivo perfecto

Raffaella, actriz con ocho años

Es difícil reconocerla pero ahí está su mirada curiosa y esa sonrisa que, años después, se haría famosa en media Europa y buena parte de Hispanoamérica. Es Raffaella Maria Roberta Pelloni, conocida desde los años sesenta como Raffaella Carrà. Había cumplido los 78 años hace menos de un mes, el 18 de junio, y llevaba un tiempo enferma aunque no trascendió públicamente. Nos enteramos el día en que murió, el 5 de julio. Primero a través del diario "Reppublica" en un anuncio que parecía un error, un obituario adelantado, tenía que ser una noticia falsa pero al poco tiempo, tanto "I Corriere della Sera" como la RAI lo confirmaron. Sus sobrinos y Sergio Japino, que había sido su pareja sentimental y profesional muchos años, corroboraron el tristísimo hecho. La imagen de su primer trabajo como actriz, siendo una niña, está muy alejada de la que después la convertiría en un icono, el icono perfecto de la televisión. 

Una Raffaella adolescente durante su período de actriz a principios de los sesenta

Boloñesa de nacimiento, sus padres se separaron muy pronto y a los ocho años se trasladó a Roma para comenzar sus estudios artísticos, primero en la Accademia Nazionale di Danza y luego en Centro Sperimentale di Cinematografia. A pesar de no tener antecedentes artísticos en su familia, Raffaella mostró bien pronto un talento innato que su madre supo alentar pero siempre desde la cultura del esfuerzo, algo que formaría su carácter y que sería una de sus señas de identidad. Era siempre la primera en llegar a la redacción y la última en irse, se involucraba a fondo en cada proyecto y exigía a sus colaboradores tanto como a sí misma, era una organizadora nata, podía estar atenta al desarrollo del guión, a la coreografía y a los problemas de producción. Tenía carácter pero siempre era justa, por eso sus colegas laborales pasaban a formar parte de su "famiglia". 

Sinatra y Carrà, una película malucha que sirvió para que Raffaella se hiciera consciente de que Hollywood no era lo suyo

Comenzó como actriz y no como cantante o bailarina. Con ocho años tuvo un importante papel en la película "Tormento del passato" (1952). Desde 1958, ya adolescente, obtiene diversos papelitos en películas de todo tipo y en 1960 se licencia en el Centro Sperimentale. En esa década prueba diversos géneros: romántico, thriller, peplum e incluso participó en un western coproducido con España ("Cabalgando hacia la muerte" de 1962, emitido recientemente en "Cine de Barrio") y se prueba a sí misma en el teatro. También inicia su carrera de comunicadora pero en la radio, de la mano de Luciano Rispoli, haciendo entrevistas por la calle. En 1964 se produce su primer encuentro con el medio del que sería reina indiscutible, la televisión. Fue en un capítulo de la serie "Vivere insieme" de 1964. Especialmente reseñable entre esas primeras intervenciones como actriz televisiva es su participación en la comedia musical "Scaramouche" protagonizada por Domenico Modugno y de la que hemos hablado aquí. Fue en el mismo año en el que coprotagoniza junto a Frank Sinatra y Trevor Howard "El coronel Von Ryan", 1965. Sí, con tan solo 22 años había conseguido un contrato con Hollywood y de esa misma época data el capítulo de la entonces popularísima serie "Yo, espía" en la que (como ya hemos contado aquí) hacía de hija de Bill Cosby en un sorprendente giro de guión. Atentos a esta serie porque, seguramente, fue la primera vez que la vimos en TVE, allá por 1968. 

Con Nino Ferrar en 1969 en "Io, Agata e tu", el programa que cambió su imagen

A finales de los sesenta se había asentado de nuevo en Italia, despreciando un futuro prometedor en la meca del cine porque, simplemente, no se adaptaba al modo de vida hollywoodiense y echaba de menos su país, su gente. Era ya un claro indicativo de su independencia, de su valentía a la hora de tomar decisiones importantes sin tener en cuenta lo que sus agentes aconsejaban. Y muy pronto volvería a dejar clara su fortaleza en una época en la que una mujer de poco más de veinte años no tenía capacidad resolutiva real sobre su carrera. Determina dejar progresivamente la actuación para concentrarse en lo que, más adelante, se confirmaría como su rol de show woman. Acepta ser la secundona de Nino Ferrer en "Io, Agata e tu" (1969/70), una serie de cuatro programas espectáculo, con sketches y música, a cambio de hacer lo que ella quiera durante cinco minutos de cada emisión. Dedica ese valioso tiempo para ofrecer unos números musicales coreografiados por ella misma que sorprenden a la audiencia... y a los jefes. Y a partir de ahí cambia su historia y la de la TV italiana. 


En otoño de 1970 el poderoso Corrado, personalidad radiofónica y televisiva de peso (cuyo programa "La Corrida", primero en radio y luego en TV, se alargaría años y años e inspiraría "El semáforo" de Chicho) la ficha como su acompañante en el popular "Canzonissima", gran musical en antena desde 1956 en la RAI. Carrà impacta por ser la primera en mostrar su ombligo ("mi madre lo hizo perfecto" decía ella) ante las cámaras con unos sugerentes modelitos pero, sobre todo, por ser una artista polivalente, la réplica perfecta para las inteligentes palabras de su maestro Corrado. La pareja se compenetra a la perfección y la admiración mutua deviene en eterna amistad. Repiten en la temporada siguiente que es cuando se produce el escandalazo del "Tuca Tuca", la canción cuyo baile el Vaticano se empeñó en censurar por excesivamente "audaz y provocador". Sin embargo y gracias a la intervención de un grande del cinema italiano, Alberto Sordi, se superó la prohibición. El famoso actor cómico pidió en directo bailarlo con ella y el número pasó de "sensualísimo" a "divertidísimo" venciendo a la censura a partir de la siguiente semana. En esa misma temporada, por si el "Tuca, Tuca" fuera poca cosa, Raffaella se transmuta en una maga de pequeñísimas dimensiones que hace las delicias de la chavalada, "Maga Maghella" con una canción (con voz apitufada por mor de la técnica) que es tarareada aún hoy por los italianos que frisan los cincuenta y pico. En 1974 afrontaría el reto de presentar en solitario el programa... con la compañía en algunos segmentos de Topo Gigio, imposible de olvidar. Es en esa tercera edición en la que la canción de la cabecera "Felicità tà tà" alcanza auténtico éxito discográfico y será la sintonía también de "La hora de... Raffaella Carrà" en España un par de años más tarde. 

Raffaella y Mina, un mito en construcción junto a una leyenda asentada

Tenemos que detenernos en aquel 1974 porque es entonces cuando intervino en el que es considerado uno de los mejores programas musicales de la historia de la RAI, "Milleluci". Y no estaba sola, su compañera en las labores de presentación era la inconmesurable Mina en su último proyecto televisivo antes de retirarse de la vida pública y dedicarse a lanzar discos (casi anualmente) desde su refugio convirtiéndose (si es que no lo era ya) en una auténtica leyenda. A priori era una pareja extraña, descompensada, de la que Carrà podría salir perdiendo, quedando como una simple "ballerina" que se defendía cantando al lado de una figura tan inabarcable como la de Mina pero... "empastaron" perfectamente y los directores aprovecharon al límite el talento de ambas respetando sus virtudes y combinándolas sin que una estuviera por encima de la otra. Los egos, si los había, si diluyeron y ese repaso semanal por la música popular del último siglo fue uno de los mayores éxitos de la historia de la pantalla italiana. Raffaella recordaba siempre las animadísimas partidas de cartas que jugaba con la Tigresa de Cremona en las eternas pausas de grabación (necesarias para los cambios de escenografía, vestuario e iluminación). 

Con Roberto Carlos en "La hora de... Raffaella Carrà" en TVE, 1976

Al año siguiente debuta en TVE como cantante y bailarina, invitada estelar de "Señoras y señores" en una de las ediciones dirigida por José María Quero y presentada por Fiorella Faltoyano (Quero se turnaba con Lazarov). Raffaella es consciente de que gracias a la música puede atravesar fronteras, ya ha demostrado en su país que es una actriz solvente y una gran show woman pero sabe que puede dar más de sí y logra llevar sus alegres canciones y su estética fiestera a media Europa y es ahí cuando comienza su transformación en icono. Sus estilismos, sus coreografías, su música... se entienden allá donde va y es en un símbolo sexual en países mucho más fríos que el suyo. España es una pica en Flandes porque aquí consigue que los gerifaltes de TVE le ofrezcan algo totalmente inusual, cuatro ediciones del programa estrella "La hora de...". Era la primera vez que a un artista se le permitía presentar más de una emisión y hubo críticas iniciales... hasta que sus múltiples talentos fueron evidentes y arrasó. Esos programas se vendieron a buena parte de Hispanoamérica y la Carrà fue solicitada por Argentina y Chile. Nuevo romance con un público ajeno a su origen, tal que en 1980 protagonizó una película argentina de enorme éxito, "Bárbara". 

El final de la cabecera de presentación del sabatino nocturno "Ma che sera" 

A finales de los setenta regresa a la televisión italiana con "Ma che sera" (sábado por la noche) y comienza una etapa en la que compatibiliza su carrera musical con la presentación de grandes espectáculos en la RAI. En 1977 es invitada por José María Íñigo a su "Esta noche fiesta" y, como hemos contado aquí, el estreno de su canción "Fiesta", que quería ser un homenaje a la alegría del flamenco. termina en comisaría porque el hermano de una folklórica se lo toma como un insulto y se empeña en tirarle un vaso de cristal durante su actuación (sin conseguirlo). Fue ese el primero de sus múltiples regresos a nuestro país como invitada durante década y media hasta su retorno como presentadora en 1992. Mientras tanto, se afianza como "conduttrice" en la tele italiana con formatos espectaculares pero distintos entre sí: "Millemilioni" (coproducción con Buenos Aires, México, Londres, Roma y Moscú), "Fantastico 3" (que la reúne de nuevo con su querido Corrado) y, sobre todo, "Pronto, Raffaella?". 

Junto a la actriz, cantante y bailarina Delia Scala en "Pronto, Raffaella?" en 1983

Entre 1983 y 1985 estuvo al frente de ese espacio que podría haber sido un regalo envenenado: inaugurar la franja de mediodía en la pantalla de Italia, un horario en el que todavía se emitía la carta de ajuste. Raffaella asume el reto y pasa del prime-time con grandes presupuestos a un programa modesto, en un decorado pequeño y con medios limitados... pero con ballet y pequeña orquesta, eso sí. Su título hacía referencia a un elemento fundamental del formato que, además, la acompañaría a partir de ese momento en el resto de su carrera: el teléfono. Eso de "pronto?" es algo así como el "¿dígame?" español y al aparatito era la única forma posible de interacción directa con la audiencia y eso era, precisamente, lo que faltaba en la tele. Por primera vez su público podía hablar con ella directamente y participar en juegos tan simples que cualquiera podía concursar, desde niños a ancianos. Especialmente recordado es el juego de las judías, un clásico de las ferias desde el siglo anterior, ¿cuántas judías hay en un tarro de cristal? Esta fórmula la repitió en su programa de la tarde de TVE de 1994, "A las 8 con Raffaella" donde la pregunta que trajo de cabeza a sus espectadores fue "¿Por qué te digo azul?" (la bandera de Suazilandia, por cierto). Es en esta época cuando Raffaella deja claro que se involucra al extremo en sus proyectos. Según han comentado estos días sus viejos compañeros, quería tener todo controlado cuando las cámaras se encendieran y este será ya un modo de trabajar que no abandonará nunca.

Charles Aznavour, uno de los invitados de renombre de "Pronto, Raffaella?"

El formato, sencillo pero muy eficaz, combinando pequeños concursos, entrevistas, música, temas de interés de social, es imitado en otras televisiones y consigue alcanzar una media diaria de cuatro millones de espectadores. Ningún directivo de la RAI se planteaba una cifra así ni en la mejor de las previsiones, se hubieran contentado con un millón, así que blindaron con un contrato millonario a la diva (que fue muy criticado por el Primer Ministro italiano, Bettino Craxi) que la convirtió en la presentadora mejor pagada de Europa... y teniendo en cuenta que era una de las pocas mujeres al frente de su emisión en aquellos años podríamos decir que estaba entre las cinco mejor asalariadas del mundo sin temor a equivocarnos. Era cara, quizás, pero muy rentable. En 1985 abandonó el programa de mediodía para afrontar otro megaespectáculo nocturno que, en realidad, era una versión con presupuesto de su exitoso espacio matinal. Pero antes de eso dejó bien atado su "Pronto" y cuando se anunció su sucesora, Enrica Bonaccorti, la apoyó en público y en privado. Estos días Enrica ha declarado en la RAI que se convirtieron en amigas para siempre, lo cual dice mucho de su generosidad profesional pero también de la personal. 

El paseo con Nueva York con su ballet en las ediciones desde EEUU de "Buonasera Raffaella"

"Buonasera Raffaella" tiene el honor de ser el primer programa italiano de variedades emitido en directo desde Nueva York, en concreto las últimas cinco entregas. Las diez primeras se realizaron desde los estudios de la vía Teulada, 66 de Roma (una de las paradas del cortejo fúnebre). En aquellas ediciones especiales e históricas Raffaella entrevistó a estadistas políticos como Henry Kissinger, a viejas estrellas del Hollywood dorado como Ginger Rogers y a figuras de la música internacional como Stevie Wonder o Joe Cocker y ella, sólo ella, podía combinar personajes dispares, juegos intrascendentes (en los que también participaban estrellas como Ursula Andress) y solidaridad. Nuevo éxito y más polémicas políticas por el gasto "desmesurado" de dinero público, sin embargo, el "Buonasera" fue una verdadera campaña de publicidad para la cadena, se pudo ver en EEUU y Canadá y nuestra protagonista fue invitada al late night de David Letterman en la CBS donde evidenció una vez más su carácter entre sonrisas y superó el paternalismo y la condescendencia del cómico que, quizás, pensaba que se iba a encontrar con una vedette insulsa de la que reírse en su cara... pero salió trasquilado. 


En la siguiente temporada es requerida para hacerse cargo de "Domenica in" creado por su amigo y eterno compañero Corrado una década antes, y que aquí conocimos mucho después como "De domingo a domingo". Raffaella deja patente, una vez más, su dominio del plató incluso en espacios de larga duración pero la presión política y la de las revistas sensacionalistas era cada vez mayor. Unos por su contrato millonario, los otros porque era una figura jugosa. Ella aguantaba como podía hasta que un semanal aseguró que había abandonado a su madre enferma en una residencia, respondió desde su púlpito televisivo anunciando medidas legales por esa agresión vergonzosa a su vida privada. Una agitadísima Raffaella, visiblemente indignada pero también al borde las lágrimas, finalizó su intervención con un emocionante "mi madre no se toca". Juicios severos por haber usado la tele pública para un asunto privado por parte de algunos políticos dejaron tocada a la diva y aventuro la teoría de que todo esto unido sirvió para aceptar una propuesta de Berlusconi. Se unió al elenco estelar de Canale 5 en diciembre de 1987, allí ya no podrían examinarla por sueldos estratosféricos, era una empresa privada. 

"Raffaella Carrà Show", primer acercamiento a la TV privada. En la imagen con Jerry Lewis

"Raffaella Carrà Show" estaba dirigido por su compañero sentimental Sergio Japino, que también era el coreógrafo, labor que ya había ejercido en otros proyectos. El programa no aportaba nada nuevo a la carrera de la diva, música, humor y grandes estrellas internacionales: Jerry Lewis, Michael York, Joan Collins, Harry Belafonte, Omar Sharif... combinados con artistas italianos. Las dos novedades de este formato eran una sección en la que visitaba la casa de los famosos norteamericanos (lo contamos en este post) y que varias autonómicas españolas intervinieron en la producción. Eso suponía que se podía ver en Cataluña o Galicia doblado a sus respectivas lenguas y que famosos cantantes catalanes (se ve que eran los que más dinero aportaban) también acudían como invitados aunque sus actuaciones no se veían en Italia. La que sí se vio fue la de la gran Lola Flores a la que Raffaella tenía un cariño especial desde que en 1976 la apoyara públicamente durante su primer fichaje por TVE. No podemos olvidar, además, que su hija Lolita debutó en su programa. 

"Cuando calienta el sol", coproducción entre la RAI y TVE para el verano de 1990

La etapa en Finnivest (la corporación berlusconiana) apenas duró dos años y volvió a la pública con un trisemanal para los fines de semana en la RAI 2. Tenemos que detenernos en una serie de especiales veraniegos de 1990 porque supondrían su retorno a nuestro país. "Cuando calienta el sol" era una coproducción hispano-italiana pensada para celebrar el lanzamiento del canal Eutelsat que permitía la emisión en directo desde ambos países. Ella presentaría desde Saint Vincent, en pleno Valle de Aosta, con Ricardo Fernández Deu y Miriam Díaz Aroca con Gigi Sabani desde la localidad catalana de Tossa de Mar. Al día siguiente de su muerte, el periodista Fernández Deu recordó en el programa de TVE Catalunya y Ràdio 4 "Cafè d'idees" (dirigido y presentado por Gemma Nierga) la sorpresa que supuso descubrir a una mujer totalmente alejada de la imagen de diva. Recordaba su implicación absoluta en el trabajo y, sobre todo, su preocupación por el equipo español desplazado a Italia, los acogió como una auténtica "mamma". Esta colaboración fue la que decidió su contrato español. No pudo ser hasta 1992 porque ya tenía firmado para la temporada de otoño el programa del sábado para la RAI, "Fantastico 12". 

Suena el teléfono, hay que responder "¡Hola, Raffaella!"

"¡Hola Raffaella!" es el inicio de una nueva y gratificante fase en su carrera. Desde 1992 a 1995 se asienta en España, primero como estrella de TVE y la última temporada, de Tele 5. Iba a ser un relevo veraniego para suplir el hueco de los viernes del "Un, dos, tres", de hecho se grababa en el mismo plató de los Estudios Buñuel y reaprovecharon sus famosas gradas, pero el éxito fue tal que renovó temporadas y se ganó su propio lugar en el Estudio 1 de Prado del Rey cuando el macro-concurso de Chicho regresó a la programación. Como hemos hablado aquí de él no me extenderé pero sí quiero incidir en que se convirtió en un verdadero fenómeno popular, que el teléfono volvió a ser su aliado como lo había sido casi diez años antes en "Pronto, Rafaella?", que el tándem Japino ("il diavolo" por sus continuas travesuras en directo)- Carrà funciona mejor que nunca y encuentran en España un país amigo. En 1994 compatibiliza el show semanal con un programa vespertino de lunes a jueves, "A las 8 con Raffaella". Su paso a Tele 5, tras unos meses de descanso, sorprende a todo el mundo y su "En casa con Raffaella" a la hora de la siesta no consigue despegar aunque hay que tener en cuenta que la cadena estaba sufriendo una profunda crisis y que apenas hubo tiempo de asentar el formato. Posiblemente, la evidente humildad de medios en comparación con lo que nos había ofrecido hasta ese momento tampoco ayudó pero para la temporada siguiente el dúo presentadora-director tenía preparado un revulsivo para la RAI.


"Carràmba! Che sorpresa" supone la reaparición de la boloñesa a la pantalla italiana después de su mayor período de ausencia y lo hace con un espectáculo a lo grande. No hace falta que explique de qué iba porque Antena 3 lo importó como "¡Sorpresa, sorpresa!". Siete años en antena (con el cambio de nombre a "Carràmba! Che fortuna" cuando se alió con la Lotteria Italia) con una media durante toda su andadura de un 40% de share. Su increíble capacidad de trabajo y el cariño de su público se demuestra al conducir, al mismo tiempo, otros programas durante esos años, unos diarios y otros semanales e, incluso, se viene a España para presentar las Campanadas en TVE junto a Ramón García en 1998. En el 97, además, retoma su faceta de actriz y protagoniza la miniserie "Mamma per caso" para RAI 1. Raffaella es, sin discusión, un mito viviente. 

Dos iconos de la industria artística italiana unidos en una memorable conversación. "A raccontare comincia tu", último programa de Raffaella

Volvimos a ver a Raffaella en 2004 con el telemaratón de 9 horas "Contigo" que tenía como objetivo el apadrinamiento de niños de países pobres (que tendría su propia versión italiana dos años después, "Amore"), en 2008 en "Salvemos Eurovisión" y en 2016 para la gala del 60º aniversario de TVE. Aquel mismo año triunfaba en RAI 2 como coach de "The Voice of Italy". Fue en España donde anunció en una entrevista en directo para "Domenica in" que dejaría de presentar grandes shows en TV, lo que se malinterpretó como una retirada. No era tal cosa pero la conmoción aquí y allí fue una muestra de que Raffaella era mucho más que una artista querida. Era respetada y era imposible pensar en una jubilación. En 2019 estrenó en RAI 3 "A raccontare comincia tu", una adaptación del "Mi casa es la tuya" de Bertín Osborne aunque, en realidad, no necesitaba los derechos para un formato que ella ya había incluido en su "Raffaella Carrà Show" de Canale 5/Canales autonómicos españoles. Dos temporadas compuestas de cuatro entrevistas dejaron patente su innata capacidad para la conversación, para la escucha, para el diálogo inteligente y la autoironía. Supieron a poco. Y llegó la pandemia... y el obligado descanso. Su cameo en la película "Explota, explota" fue la última colaboración con el mundo artístico de nuestro país. Hoy, ese saludo rápido, sonriente, cómplice es el mejor recuerdo para la diva que conquistó varios países y que supo evolucionar, adelantándose a los demás, siendo pionera en tantas cosas e inspiración para muchos. Gracias, Raffaella, grazie mille. 


Y, como extra, algunos vídeos. Comenzamos precisamente por el principio, su primer papel en el cine, 1952: 

 

 Número cómico-musical con Nino Ferrer en "Io, Agata e tu", 1969:

 

 "Maga Maghella", sección de "Canzonissima" dedicada a los niños, 1971:

 

Raffaella a dúo con Sammy Davis Jr en "Buonasera Raffaella" desde Nueva York:

 

 El famoso discurso contra los medios sensacionalistas en "Domenica in":

 

Y parte de la entrañable conversación entre dos divas:

lunes, 5 de julio de 2021

Tico Medina


Fue maestro de periodistas, cultivador del reporterismo romántico, entrevistador incansable. Tenía 86 años y seguía colaborando en la COPE, ABC y Canal Sur. Escolastico Medina, "Tico", ha fallecido hoy y su desaparición ha desatado una oleada de cariño y admiración de varias generaciones de periodistas que han trabajado junto a él y es que su larguísima trayectoria profesional de más de sesenta años ha permitido que viejos camaradas se unan a recién llegados al oficio en sus condolencias. Precisamente él consideraba el periodismo un oficio, su forma de entender este trabajo se basaba en la escucha atenta, en la crónica con detalle del contexto en el que se producía la conversación, en observar con respeto y desde la cercanía todo aquello que pasaba a su alrededor. "Viejo druida", así se consideraba este granadino que hasta hace unas semanas demostraba su olfato y fina ironía en el análisis de la actualidad. 


Inició su carrera periodística en su tierra, en Radio Granada y el diario "Ideal" pero muy pronto se trasladó a Madrid para trabajar en el, entonces muy popular, periódico vespertino "Informaciones" pero sería en "Pueblo" donde su nombre comienza a sonar fuerte por un estilo directo y desenfadado. Corría el año 1957 y TVE llevaba apenas unos meses funcionando oficialmente cuando un chaval de apenas 23 años se presentó en el Paseo de la Habana para ofrecer sus servicios. Quizás era su juventud o que tenía un sexto sentido pero supo ver que aquel medio novísimo (y muy minoritario en esos días) tenía muchas perspectivas de futuro. Su entusiasmo debió convencer a los jefes porque enseguida se integró en la redacción y no tardó mucho en aparecer ante las cámaras. Nunca había visto televisión (como prácticamente todos los que trabajaban allí) pero era un comunicador natural y así lo demostró enseguida, por eso le permitían entrevistar a grandes figuras como el tenor Alfredo Kraus. 


Pero Tico era inquieto y buscaba nuevas fórmulas constantemente. En el chalé del Paseo de la Habana se encontró con un cómplice perfecto para sus travesuras ante las cámaras , Felipe Navarro, "Yale", cordobés cuatro años mayor con el que forma pareja en programas como "Tele-Madrid" o "Plaza de España". En el verano de 1958 incluso se atrevieron con un precedente de los programas veraniegos, "Sierra, mar... o nada". Su verdadero éxito llegaría con "Juicio sumarísimo", mini-espacio incluido en "Edición especial" en el que sometían a un interrogatorio nada amable a personajes famosísimos. Unos años después volvería como programa independiente con el título de "Tercer grado". Algunos de los entrevistados no se tomaban nada bien las "impertinencias" del dúo y se cuenta que Jorge Mistral estuvo a punto de llegar a las manos con esos imberbes por ahondar en sus supuestas estrecheces económicas. 


A Tico se le reprochaba todo, hasta la largura de su cabello, pero también se le envidiaba su valentía en las entrevistas. ¿Era un brindis al sol en plena dictadura? Posiblemente... porque a él no se le permitía entrevistar a los ministros pero al menos se atrevía a desprenderse del obligado encorsetamiento y por eso gustaba a la audiencia. A los dos se les tachaba de sensacionalistas pero simplemente eran buenos profesionales que sabían cómo ejercer su profesión con una mínima dignidad. Y mientras incomodaba a medio país junto a su amigo Felipe, Tico seguía probando otros formatos que, a veces, de tan novedosos no gustaban. El ejemplo perfecto es "Cuarta dimensión", un "cajón de sastre" (según definición del propio Medina) lleno de buenas ideas pero que no consiguió despegar. Sin embargo, con mimbres parecidos triunfó "Kilómetro 0" del que era guionista y copresentador. En 1961 Tico consiguió su primer premio Ondas. 


A mediados de los sesenta Tico siente la necesidad de salir de los estudios y comienza una apasionante etapa de reportero para programas como "A toda plana" o "Los reporteros". Al mismo tiempo comienza su larga colaboración con el periódico ABC. En los setenta regresa al plató en programas como "Buenas tardes" o el informativo de medianoche "24 horas" y lo combina con otros espacios itinerantes como "España en directo" en el que recorría pueblos de nuestra geografía en un precedente del género de la antropología televisiva del que más adelante sería maestro. A mediados de esa década, justo después del experimento fallido de "Todo es posible en domingo" (dirigido en la sombra por Chicho Ibáñez Serrador), es nombrado corresponsal en México y desde allí informaría sobre la zona centro de Hispanoamérica para diversos espacios. 


"Tuve que dejar la corresponsalía de México por diversas causas, entre ellas la de que mi mujer no podía aguantar los 1.300 m de altura, su tensión se descompensaba. Otro de los motivos por los que tuve que volver fueron los "cables" que llegaron hasta mí y que algunas personas habían lanzado indicando que me había desplazado hasta México con el fin de vivir de manera confortable y rehuir este momento español" le contaba a Jesús María de la Calle en 1978 en la revista "TeleRadio". Al continente americano regresaría continuamente para realizar grandes documentales como uno sobre la dificilísima situación en Nicaragua para el espacio "Dossier". En febrero de 1979 ese reportaje participó en el Festival de Montecarlo y Tico declaraba "Para mí ha sido, después de veinte años de televisión, quizás el más importante documento periodístico de toda mi vida y miren que uno ha volado bajo. Les diré que hasta se ha llegado a decir que era el canto del cisne de un buen reportero. Pues mira qué bien. Mejor es morir gritando". (TR 1096)


1978 fue un año intenso, además de ese reportaje que dio la vuelta al mundo, los jefes aceptaron un formato que había propuesto en multitud de ocasiones, "Las buenas noticias" y se emitiría los martes a las 21 H. "Nació hace diez años, tiempo en el que vengo brindando la misma idea a todos los directores de informativos, cinco minutos de buenas noticias del ser humano... con su protagonista. Una especie de "buenas noches" pero en noticias y emitido diariamente". Al final se convirtió en un semanal de media hora, probando distintas fórmula pero con el mismo espíritu: "Lo único que intento es mostrar el lado bueno de la vida, buscar la humanidad en un mundo en el que la mayoría de los hechos noticiables (paradójicamente) está cargada de de falta de humanidad" (entrevista de J.M de la Calle para TR). 


Su tan ansiado programa no duró mucho, la gente no quiere buenas noticias, es un axioma de la profesión que, una vez más, se confirmó. Pero no estuvo mucho tiempo sin aparecer ante las cámaras porque enseguida fue reclamado para "300 millones", un ambicioso proyecto que pretendía unir a toda la comunidad hispana. El espacio fue muy criticado aquí pero se mantuvo unos cuantos años en pantalla y en buena parte de Sudamérica era un exitazo. El granadino se paseó por todos los países que compartían nuestra lengua haciendo reportajes de interés humano. En la entrevista ya citada reconocía que "para mí el reportero es el hombre que se limita a contar la vida con la mayor honestidad (...) Creo que es una especia en extinción. Cada día quedan menos buenos reporteros. Hay una gran base en la formación del reportero que son los sucesos, foco de innumerables noticias y ese género está dejándose cada vez más de lado".  Sin embargo, confesaba que "la entrevista es el género periodístico más difícil" y que diga eso el hombre que acumuló en su cuaderno decenas de miles de entrevistas es una muestra más de su humildad. 


En los ochenta fue desapareciendo gradualmente de la televisión porque su labor como redactor jefe en "¡Hola" y sus múltiples colaboraciones con otros medios hacían imposible que se involucrara de pleno en la exigente dinámica de los proyectos televisivos. Ya en los noventa regresó como colaborador en programas de Antena 3 como "A toda página". Su verbo florido, sus circunloquios podían parecer anticuados a primera vista pero en realidad tenía una puntería certera así que sus "croniquillas" como él se empeñaba en minusvalorar, encerraban una gran sabiduría periodística. De forma sorprendente sustituyó a José Antonio Gavira en el remedo de "¿Quién sabe dónde?" de la cadena, "Se busca", en 1996. Al año siguiente presentó un matinal dirigido a la tercera edad (eufemismo que él no aprobaba) de título con resonancias a las viejas clasificaciones morales para las películas, "Mayores sin reparos" (en la Dictadura algunos filmes eran clasificados "para mayores con reparos", es decir, "véala pero allá usted con su conciencia"). A finales de la década lo vimos en "Las mañanas de Rosa" (con Rosa Villacastín) y en la siguiente en el "Con T de Tarde" de Terelu Campos en Telemadrid. 
En la última década seguía trabajando para "ABC", el matinal de Herrera para la COPE o el programa de Juan Y Medio en Canal Sur. Atrás quedan sus premios, sus libros y hasta sus guiones cinematográficos, el maestro se atrevía con todo. Con él muere una forma de entender el "oficio" que, desgraciadamente, se está perdiendo, la de la honestidad y la independencia.