Muchos recordarán este programa como uno de los más surrealistas de los emitidos en TVE en los 90 y, posiblemente, como el más discutido del indiscutible genio Narciso Ibáñez Serrador (obviamos, lógicamente, la polémica que generó en su día "Hablemos de sexo" porque las razones fueron muy distintas). "El semáforo" se emitió en prime time entre 1995 y 1997, tras el relativo fracaso de la última temporada del "Un, dos, tres" (conducida por Josep Mª Bachs). Tras la renuncia en el último momento del presentador elegido inicialmente (del que hablaremos próximamente), Chicho recurrió a Jordi Estadella, con quien había trabajado en el concurso de la Ruperta, al que acompañó de la explosiva Marlène Mourreau y de la simpática Asunción Embuena (los adjetivos describen el rol atribuido a cada una de ellas). El maestro Quintano, director de la orquesta, ayudaba también en las introducciones y desarrolló una especial complicidad con Estadella.
El programa ofrecía la oportunidad a ciudadanos anónimos de presentar su espectáculo (fuera cual fuera y hay que reconocer que se pudo ver de todo...) al público presente en el Estudio 1 que juzgaba con fiereza y muchas veces con impaciencia a personas y personajes de muy distinta calidad artística. Posiblemente el más celebrado fue Cañita Brava, un coruñés que se convirtió en colaborador habitual tras la sorpresa inicial. Famosos se hicieron su "Merengue Caña Brava" o la canción a dos voces por no hablar de sus temas políglotas. Y he aquí donde surgió la controversia, muchos críticos acusaron a la tele pública de reirse de los concursantes mientras que Chicho defendía que ellos asumían el riesgo pero que lo que querían realmente era quitarse la espinita y presentar su show ante una audiencia que no fuera su familia o amigos.
El caso es que "El semáforo" no era un formato original de Chicho, en realidad era una mezcla de dos programas. La primera referencia era "The Gong Show", un concurso de talentos amateur emitido en la NBC entre 1976 y 78 diariamente en daytime y en sindicación unos cuantos años más. Chuck Barris, su presentador y creador, era también un aficionado ante las cámaras, en realidad tuvo que ponerse en el papel de anfitrión en el último momento ante la negativa de un presentador profesional. Un jurado de famosos era el que decidía cuando parar la actuación con el gong del título.
Pero en realidad Chicho se fijó en otro programa, del que compró los derechos, una idea original de Corrado Mantoni que inició su andadura en RAI Radio en 1968 y se mantuvo hasta 1979 con grandísimo éxito. Cuando Corrado es fichado por Mediaset a mediados de los 80, Berlusconi le convence para traspasarlo a la tele y en 1986 comienza uno de los mayores éxitos italianos de los últimos 30 años.
Corrado era uno de los mejores comunicadores del país y uno de los más queridos. Durante décadas fue considerado "el presentador radiofónico" y uno de los más grandes autores televisivos. Sus programas de variedades alcanzaban cuotas de calidad y audiencia irrepetibles y Raffaella Carrá fue su pareja preferida.
"La Corrida" era, pues, el espejo en el que se miró "El semáforo" y algunos de sus participantes podrían haber pasado por TVE sino fuera por el idioma. Revisando viejos programas podemos encontrar fácilmente Cañitas Bravas napolitanos o romanos.
En 1997 Corrado dejaría el programa tras anunciarlo en directo con una poesía de la que nadie del equipo tenía noticia. Dos años más tarde moriría pero su programa resucitó en 2002.
Veamos una de las actuaciones más recordadas del programa españo, un dúo perpetrado por dos curiosos personajes que se hicieron muy populares:
En "The Gong Show" se podían ver actuaciones de este calibre, definidas por su presentador como "zanny":
no sé qué me horroriza más del vídeo que has puesto del gong show, si la bailarina enorme o la peluca ridícula aperlada de una de las que parece que hace como jurado. madre mía...
ResponderEliminarPersonalmente me pareció bastante triste que un talento como Chicho hiciera este programa, el cuál no me interesó ni lo más mínimo. Sin embargo, ¿alguien más piensa que Asunción Embuena ha sido un talento desaprovechado en televisión? Creo que era una presentadora-cómica con un gran pontencial.
ResponderEliminarLo mejor de el Semáforo fueron los piques entre los presentadores, especialmente entre Marlene y Asunción, y algunos números musicales protagonizaron juntas.
ResponderEliminarLa gran virtud del programa era tener unos presentadores que sabían cuál era el tipo de programa y sabían muy bien situarse en él, con lo que lograban hacer un muy buen espacio de entretenimiento. Lo peor? Pues algunos de los personajes que actuaron en aquel espacio... varios de ellos inenarrables y muy torrentianos.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo. ¡Gracias por el comentario!
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