martes, 5 de septiembre de 2023

María Teresa Campos


Poco antes de las ocho de la mañana hemos conocido la noticia a través de la radio, el medio en el que empezó y donde afianzó sus criterios profesionales. La agonía de María Teresa Campos ha sido motivo de tertulias televisivas y de la preocupación del público. Esa inquietud era lógica, desde finales de los ochenta ha sido una presencia habitual en nuestras vidas, horas y horas en la pantalla. 
Para muchos ostenta el título de Reina de las mañanas televisivas de forma honorífica a pesar de que el último programa para el que madrugó fue "La mirada crítica" hace quince años y no era líder de audiencia. Pero María Teresa era una mujer "hecha a sí misma" y acostumbrada a reinventarse. Cada tropiezo en el camino era un acicate para regresar con honores y, en muchas ocasiones, con un rol totalmente distinto al anterior. Es de las pocas periodistas de su generación que seguía siendo popular entre las nuevas generaciones... aunque precisamente fuera con un programa con un importante componente nostálgico como "¡Qué tiempo tan feliz!". 


Siempre se habla de su fuerte carácter. ¿Podría haber sobrevivido en el proceloso mundo de la televisión sin tener la capacidad de plantear sus puntos de vista con una firmeza que, quizás a algunos, podía parecer apabullante? A veces su severidad se trasladaba a sus colaboradores o, incluso, a su audiencia, inolvidable aquella coletilla "¡Vaya terminando, amiga!" dirigida a la típica espectadora que llamaba por teléfono y que se alargaba demasiado. Frase que pronunciaba mientras miraba fíjamente a cámara y movía un poco la cabeza como si fuera una madre que regañara cariñosamente a un hijo. 


Esa ha sido una de las características que la llevaron a triunfar entre "targets" muy distintos: era la madre severa pero cómplice, la compañera picona pero divertida, la jefa exigente pero justa, la periodista mordaz pero no hiriente, la amiga fiel... Todas esas personalidades cabían en una y así era la Campos. Revisar su larguísima carrera en los medios es harto difícil y además sería una enumeración de programas, personajes, anécdotas, triunfos y también, por qué no, algún fracaso que se convertiría en una enumeración falta de emociones. Pero sí que hay una serie de hitos en su trayectoria que merecen ser recordados y que no sólo jalonaron su currículum sino que, de alguna manera, cambiaron la historia de la tele. 

Su primera labor como presentadora en TVE, un Festival de Villancicos desde Pamplona en 1971

Cuando su cara comenzó a aparecer en TVE, de forma esporádica y sin gran repercusión, Maritere ya era una estrella en Málaga, su tierra, donde era locutora radiofónica desde finales de los 50, siendo aún una adolescente. En la radio se crió, allí conoció al que sería su marido, compatibilizó los micrófonos con los estudios de Filosofía y Letras (el título de Periodismo lo conseguiría décadas más tarde gracias a un examen de convalidación) y tuvo a sus dos hijas. Años intensos de discos dedicados y también de lucha social porque durante los 70 dirigió un programa rompedor titulado "Mujeres". Con la llegada de la democracia también se apuntó a la política aunque sin demasiada repercusión. Ya había aparecido en la tele en blanco y negro presentando algún festival y a finales de los setenta, ya en color, como jurado de "Aplauso" representando a la radio malagueña. España estaba cambiando y ella necesitaba revolucionar su propia vida. Deja Málaga, se separa de su marido y se va a trabajar a Madrid tras conseguir el traslado en su cadena, Radiocadena Española. A principios de los ochenta será la primera mujer en dirigir los informativos de una radio nacional. 

Con Patricia Ballesteros en el "Apueste por una" de Radiocadena Española. 

La radio es su gran pasión pero tras finalizar su etapa en informativos necesita reinventarse de nuevo. Un espacio de debate directo y lenguaraz es la primera piedra para ese camino que inicia hacia el cambio. "Apueste por una" junto a Patricia Ballestero es un éxito. Es la primera vez que dos mujeres periodistas se enfrentan en un fuego cruzado dialéctico sin cortapisas y con mucho humor. En esos primeros años ochenta ya ha comenzado a asomarse a la tele con más frecuencia pero todavía de forma puntual. Una entrevista en el popular "Esta noche" de Tola presentado por Carmen Maura, reportajes para el programa ecuestre "Al galope" y, de vez en cuando, era presentadora sustituta en "La Tarde" pero su primer programa como titular fue "Diario de sesiones".

En "Diario de sesiones", un programa que consideraba un rollo (y lo era).

Ella lo recordaba como aburrido y poco motivador. Simplemente presentaba los reportajes en plató sobre la actualidad parlamentaria. Tenía poca audiencia y no se sentía natural, no podía demostrar sus dotes comunicativas pero lo cierto es que este modesto espacio serviría para que su credibilidad ante la audiencia no se resintiera y, además, demostraba su versatilidad. María Teresa era esa mujer con pinta de profesora que un día salía entrevistando a Martes y 13 por la tarde o un sábado te explicaba qué había pasado en el Congreso. Aún no era popular pero estaba en camino. 

Teresa durante el cásting para los nuevos Telediarios de TVE a mediados de los ochenta

Por aquel entonces hizo un casting para el Telediario que era su verdadero objetivo entonces. Fue un desastre. Aquella prueba se ha conservado y es un claro ejemplo de cómo un "examen" puede pillarte en mal momento y cambiar tu carrera. No estaba cómoda, miraba con miedo a la cámara, parecía desconcertada en aquel lugar. El remate fue que leyó "el legendario Kari" en vez de "el lendakari" (presidente del Gobierno Vasco). No formó parte del nuevo y joven equipo de presentadores de los  informativos renovados de la tele pero aquel cásting no supuso su fin en la Casa. 


En 1987 Hermida inicia su brillante etapa al frente de "Por la mañana" acompañado de sus "chicas Hermida". Teresa no fue seleccionada inicialmente, se lo tuvo que buscar ella misma. Cierto día coincidió en los pasillos de Torrespaña con Don Jesús y le propuso llevar a la tele su "Apueste por una" como sección del matinal. Al excorresponsal en EE.UU. le gustó la idea y allí aparecieron Patricia y María Teresa cierto día con sus discusiones. La cosa funcionó. Funcionó muy bien sobre todo para la malagueña que en la temporada siguiente ya presentaba otras secciones y fue ganando importancia poco a poco. Cuando todo el equipo se fue a hacer la tarde con "A mi manera" ya era una de las figuras más reconocidas. 

María Teresa heredó "A mi manera" de Hermida y durante unos meses no hizo cambios, mantuvo las tertulias con intelectuales y la escenografía elegante de un hotel de lujo. 

Tanto que cuando Jesús se fue del programa para hacer el Telediario, se quedó como presentadora del espacio hasta que, en la siguiente temporada, cambió de nombre por "Ésta es su casa" y lo remozó a su estilo. Menos "elitista", más popular. Hermida quería que el programa simulara un encuentro de intelectuales en el hall de un gran hotel al estilo Ritz mientras que Teresa invitaba a la audiencia a entrar en su saloncito o, incluso, en su cocina. Ya se estaba fraguando el estilo "Campos" que estallaría (en todos los sentidos) en "Pasa la vida", primero en las tardes (sí, sí) y ya, a partir de 1993 en las mañanas. Comenzaba su reinado. 

La complicidad con Paco Valladares fue inmediata y desde "Pasa la vida" lo convirtió en su "marido televisivo". En esta imagen también aparece a la derecha Emilio Varela a quien había conocido como pianista de "Por la mañana". Tras la barra, con peluca, su hija Terelu. 

Este magazine fue el primer paso en firme en su afianzamiento como estrella popular. Ahí comenzó a ser "La Campos". Si su maestro Hermida inició las mañanas pensando "a la americana" y ofreciendo avances informativos, entrevistas de fuste y hasta información bursátil, la sucesora corrigió un error de sus predecesores (si exceptuamos a Pepe Navarro en "El día por delante"), estudió las audiencias y siendo muy consciente de cuál era el target real a esas alturas de los noventa, se dirigió directamente a él o, mejor dicho, a ella. El ama de casa era la que podía tener la tele encendida mientras hacía sus labores. Tras la curiosidad inicial, esa franja ya había asentado su perfil de espectador y era ese. María Teresa, pues, le ofreció lo que más podía interesar a esas mujeres pero sin prejuicios. 

Alonso Caparrós, un miembro de la orquesta del programa, Teresa, Concha Velasco, Parada, Terelu y Concha Galán en la parte final de "Pasa la vida" a principios de los noventa.

Había secciones de salud, belleza, moda, cocina... sí. Pero también había homenajes a grandes artistas, juegos, concursos culturales, tertulias irreverentes y mucha música. Se llevó de "Por la mañana" las parodias de los culebrones pero las convirtió en sitcoms de mercadillo con mucho morro. Y también mantuvo algo que después otros programas han copiado: la idea de que el equipo es una familia, discusiones incluidas. Era un grupo heterogéneo, había periodistas de toda la vida, intelectuales para las tertulias (que a veces se desarrollaban en un "patio de vecinos"), ex rockeros, locutoras setenteras, hijos/as de famosos, actores y jóvenes presentadoras que despuntaban. Hoy sabemos la razón por la que, de repente, parte del equipo de redacción hacía un playback de una canción o se incorporaba a los sketches. Para que se les pudiera pagar un extra que redondeara sus sueldos (no demasiado altos) se le ocurrió un truco: si hacían pantalla de vez en cuando entraban en otra categoría y cada vez que aparecían ante las cámaras recibían un pequeño sobresueldo. Mamá Campos al ataque y allí todos eran sus hijos. 

En la "serie" basada en su libro "Cómo librarse de los hijos antes de que sea demasiado tarde" adaptado para el programa "Tardes con Teresa".

Por fin era una estrella y aparece como invitada de los grandes programas de la Casa, canta en Telepasión y comienza a ser portada de revista. TVE quiere rentabilizar su éxito matinal ofreciéndole otros proyectos como el vespertino sabatino "Tardes con Teresa" o el reality de testimonios sobre desencuentros "Perdóname". El primero no fue un éxito pero tampoco un fracaso pero el segundo fue retirado enseguida tras las brutales críticas y su escasísima audiencia (si hubiera tenido 5 millones las críticas hubiera importado poco). Sin embargo, sí cuaja la edición de tarde de "Pasa la vida", creada para competir con los talk shows que comienzan a inundar las tardes televisivas. María Teresa no tiene descanso. 

Cantando con su equipo en el último día de "Pasa la vida"

Mientras tanto, las otras cadenas miran de reojo a Teresa y Telecinco, que está en plena transición de las Mamá Chicho hacia una programación menos frívola, le hace una oferta difícilmente rechazable. No sólo por la enorme cantidad económica sino porque le dan una libertad que en la pública, siempre tan rígida, no tiene. Lo más importante: le aseguran que podrá hacer una tertulia política, algo por lo que llevaba años luchando para incorporar a sus programas en TVE sin éxito. El último día de "Pasa la vida" Teresa llora mientras canta, rodeada de su equipo, "Cómo han pasado los años". Nadie entiende por qué. Ya había firmado su fichaje pero todavía no lo podía comunicar, sabía que ese iba a ser su último día en la Casa por un tiempo. 


A "Día a día" se llevó buena parte de su equipo, otros no pudieron aceptar la propuesta porque tenían contrato con TVE (como Concha Galán o Parada). Quien sí acompañó a María Teresa a su nueva casa, además de su hija Terelu entre otras, fue su "marido" en la ficción, Paco Valladares. Amigos hasta el final. Fue ella misma la que anunció, entre lágrimas, que su cómplice había fallecido. Fue durante la emisión en directo de "¡Qué tiempo tan feliz!". 


El nuevo magazine era más de lo mismo pero con el formato ya muy rodado y perfeccionado tras años de experimentación. Hasta 2004 consigue ser la líder indiscutible de las mañanas y ahí es cuando, de verdad, comienza su Reinado oficial. En su etapa en la pública había luchado mano a mano contra Pepe Navarro que, desde Antena 3, alcanzaba cuotas más altas en los ratings con contenidos más escandalosos. Cuando la Campos llega a Telecinco Navarro está en el late night de la misma cadena con su Mississippi así que la malagueña consigue superar a sus competidores directos sin grandes dificultades. De nuevo la cadena quiere aprovechar su figura e intenta que compita en prime time o por la tarde pero fallan los proyectos. Como es incansable compagina la mañana con "La tarde de COPE" un par de temporadas en un intento de la emisora radiofónica de encontrar sustituta a Encarna Sánchez. 

Concha Velasco acudió a todos sus programas, también a "Cada día" en Antena 3. Aquí en una sección "culinaria" de Paco Valladares junto a Rocío Carrasco

Aparentemente el cansancio no hace mella en la presentadora y sigue renovando su magazine con nuevos contenidos, demostrando su olfato. La tertulia política llega en la segunda temporada (parece ser que los jefes le piden que primero se afiance con contenidos similares a los de "Pasa la vida"), más tarde su famoso Corrillo, los análisis de los realities, etc. En 2004 llega otra de esas ofertas millonarias a las que es difícil negarse, esta vez de Antena 3. "Día a día" se convierte en "Cada día" con los mismos mimbres pero... esta vez no se produjo el trasvase de audiencia inmediato. Su sustituta inicial, Carolina Ferre, la supera y deja un buen colchón a la sucesora oficial, Ana Rosa Quintana que gana la batalla de la audiencia desde el primer día. Llegan los nervios de la cadena de San Sebastián y de la propia comunicadora. A finales de 2005, la noticia inesperada (aunque lógica): se cancela el magazine. Pero el fichaje ha sido carísimo y hay que capitalizarlo como sea. Se estrena enseguida (quizás demasiado rápido) "Lo que inTeresa" (¡qué gran título!, lo digo sin asomo de ironía), que comienza a media mañana y es más breve. Apenas dura cuatro meses. La Campos se encuentra, por primera vez, sin trabajo pero bajo contrato con Antena 3 hasta el verano de 2007. 

En 2008 vuelve a los informativos con "La mirada crítica"

Tras un tiempo de barbecho María Teresa regresa por partida doble, a la radio para presentar la última parte del "Protagonistas" de Luis del Olmo en Punto Radio y con un late night semanal en Telecinco, "El laberinto de la memoria". En 2008 comienza su etapa al frente del magazine informativo "La mirada crítica", una nueva reinvención que se frustra por un cáncer que la aparta de la pantalla de un día para otro. Ahí retoma las llamadas de los espectadores y en los primeros días se produce una anécdota para la historia. Redacción le pasa una nota: alguien ha llamado para quejarse de que en el icónico mapamundi del programa (fabricado con chapas) España aparece demasiado pequeña. María Teresa reacciona al instante: "Pues si con la que está cayendo usted se fija en eso...".

Ana Rosa, que le había robado el Reinado, le devolvió la visita al plató en "¡Qué tiempo tan feliz!"

Una vez recuperada, en 2009 acepta una serie de especiales para la tarde de los sábados que tocan la fibra nostálgica. Al principio no tienen título, será en marzo de 2010 cuando adquieren el definitivo "¡Qué tiempo tan feliz!", su última reencarnación televisiva de éxito. Al poco tiempo se amplía su emisión a los domingos. El formato va cambiando según las necesidades y combina el recuerdo con la actualidad. Este será el espacio por el que la conocerá la juventud. Es el relevo natural de "Cine de Barrio" e igual que los nietos de los noventa veían ese programa con los abuelos, los del nuevo milenio acompañan a la yaya mientras la Campos baila al ritmo de los Supersingles sobre unos taconazos imposibles. Compagina su programa con una colaboración con "Sálvame" que parece que le da más disgustos que alegrías pero ahí sigue, inasequible al desaliento. Parecía que se iba a convertir en nuestra Mirtha Legrand, con su propio reality acompañada de sus hijas y todo, pero no. En 2017 se cancela su programa (decisión discutible, por cierto). De su regreso en 2021 con una única entrega de "La Campos móvil" mejor ni hablar. 

María Teresa despidiéndose de "Pasa la vida"

María Teresa estuvo reclamando un trabajo hasta hace unos meses, como "terapia ocupacional" decía. Se ha ido pero las reacciones del que ha sido su público confirman que permanece en el corazón de la audiencia. Me viene a la cabeza la letra de la canción que ella eligió para despedirse de "Pasa la vida" y creo que ella la eligió por algo. Ahora cobra sentido: 

Cómo han pasado los años
Las vueltas que dio la vida
Nuestro amor siguió creciendo
Y con él, nos fue envolviendo
Habrán pasado los años
Pero el tiempo no ha podido
Hacer que pase lo nuestro