Foto de Gabriel Sendra
Las primeras horas de 1973 tuvieron en TVE un marcado sabor catalán, toda la programación especial de Nochevieja se realizaba, por primera y única vez, de forma íntegra desde Barcelona. Las campanadas eran retransmitidas de forma excepcional desde la plaza de San Jaime, en pleno barrio Gótico, donde las cámaras apuntaban al reloj del Ayuntamiento. El periodista deportivo y actor de doblaje José Félix Pons, fallecido este año, narraba el cambio de año y daba paso al espectáculo que Artur Kaps había preparado en los estudios de Miramar.
Foto de Gabriel Sendra
El por entonces célebre director y realizador, mandamás del Clan de los Vieneses que se había instalado en la Ciudad Condal años ha y que exportaron los modos del show teatral a la televisión prehistórica con programas como "Amigos del Lunes" aprovechó la oportunidad que le brindaban los gerifaltes desde Prado del Rey para montar un espectáculo a su manera, con artistas internacionales (su agenda era de envidiar), cantantes afincados en Barcelona y otros que acudían desde Madrid y una gran elegancia formal en la realización.
Foto de Gabriel Sendra
Una pareja celebérrima por entonces, Augusto Algueró y Carmen Sevilla, era uno de los grandes reclamos de la Gala. Algueró con su piano (en la primera foto) y una bellísima Carmen Sevilla mimada por las maquilladoras de los estudios de Miramar, interpretaron varios de sus temas más populares. Sería una de las últimas veces que actuaron juntos en televisión.
El actor Tony Leblanc (y sus personajes) ejercía de maestro de ceremonias aunque sin el protagonismo de otros presentadores de Galas de años anteriores.
Foto de Gabriel Sendra
No era el único humorista que animaba el cotarro aquella noche de hace exactamente 41 años. Andrés Pajares y Cassen, con dos estilos muy distintos entre sí y ambos en plena fama por sus números cómicos, también intervinieron.
En cuanto a los cantantes, como era habitual se intentaba equilibrar los gustos de los espectadores, así que tan pronto aparecía un artista de toda la vida como Antonio Machín como una estrella pop de la última hornada como Karina. Curiosamente había más presencia alemana de lo normal en estos especiales, quizás por eso de que muchos españoles emigrantes regresaban a su casa por estas fechas y así podían reconocer a algunos intérpretes muy populares en aquel país, como Roberto Blanco, aún hoy un clásico de los musicales germanos.
Cantautoras como Mari Trini también consiguieron tener su hueco en la Gala. Recientemente se le había dedicado un programa íntegro de "Luces en la noche" y aunque todavía no había conseguido su primer éxito de ventas, su nombre ya empezaba a sonar entre la progresía setentera.
Al Bano no había adquirido notoriedad en nuestro país aunque en Italia empezaba a despuntar. Se había casado con Romina Power apenas dos años antes pero no habían comenzado a cantar a dúo. Su único éxito por entonces en España era "Pensando en ti" que ya había sido popular en su patria a finales de los 60 gracias a un concurso televisivo. En este especial demostró su gran potencial de voz... y que el play-back no era su fuerte.
Y junto a triunfadores entre los más jóvenes como Los Diablos, Mike Kennedy o Camilo Sesto, hubo espacio para la nostalgia con el director de orquesta Frank Pourcel, francés pero de gran crédito en EEUU, o el cantante patrio Jorge Sepúlveda que interpretó su éxito de los 40-50 "Mirando al mar".
Además de canciones y humor se programó algún número visual, otro clásico de las galas navideñas durante las primeras dos décadas de nuestra tele, y el ballet de Gisa Geert, austríaca afincada en España muchos años cuyas coreografías eran frecuentes en programas como "Galas del Sábado".
Y he dejado para el final una imagen impactante, la de Imca Marina, alemana creadora del famosísimo "¡Que viva España!", canción que haría suya más tarde Manolo Escobar que, por cierto, también actuaba aquel día... quizás fue ahí donde se hizo consciente de que, a pesar de que no le gustaba mucho el tema, podía formar parte de su repertorio. De Marina sólo podemos decir cosas buenas, compone una canción sobre nuestro país que hacemos propia, sonreía con entusiasmo y su look era tan moderno que todavía no somos capaces de asimilarlo hoy en día.
Hasta las 3.30 de la madrugada duró este especial. Después, oración, despedida y cierre. La tele era así en la época. Esta Gala fue la última de una etapa que se había caracterizado por un cierto clasicismo, a partir del siguiente año comenzó el reinado de Lazarov en las Nocheviejas que se extendería hasta que en los 80 fue sucedido por el regente Navarrete y su consorte Concha Velasco.
Os dejo con las Campanadas que daban paso al nuevo año, 1973:
¡Feliz año!
Fotos Gabriel Sendra. Todos los derechos reservados. @arxiusendra