No es extraño que a lo largo de la historia de TVE hayamos conocido a sagas enteras de artistas, tampoco ha sido excepcional que algunos padres famosos hayan sido sucedidos por sus
hijos en tareas periodísticas. Quizás es menos frecuente encontrarnos con hermanos que hayan hecho pantalla e incluso hayan coincidido en la misma época en los estudios de Prado del Rey pero conocemos, al menos, dos ejemplos. Hablemos hoy de los hermanos Vázquez, Santiago y Javier, ambos presentadores del Telediario en los 70, ambos directores de sus propios programas más tarde. Santiago, el mayor, nació en 1930 y aunque debutó en la radio fue en la tele donde consiguió el respeto y la popularidad. Ya en 1960, tan sólo cuatro años después de la inauguración oficial de TVE, estaba trabajando en el Paseo de la Habana, como locutor y reportero. A mediados de la década asciende a presentador, fundamentalmente de espacios de actualidad, y en 1968 lo podemos ver al frente del Telediario.
Aunque fue uno de los presentadores/locutores habituales hasta mediados de los 70 en los informativos fue con su paso al departamento de programas cuando realmente consiguió la fama entre los espectadores. Primero fue "Buenas tardes", en sustitución de Raúl Matas que regresaba a Chile. Allí demostró que podía ser mucho más natural en estas lides y que tenía cierta ironía que funcionaba muy bien en las entrevistas. Después en "El mundo de la televisión" intentó informar de la programación con mucha más frescura de lo habitual, este claro precedente de "625 líneas" supuso el debut ante la pantalla de Marián Flores que después sería secretaria del "Un, dos, tres" aunque hoy es más conocida por ser la hermana de Mar y exmujer de Kiko Matamoros. Fue otro divulgativo con la palabra "mundo" en su título el que supuso su mayor éxito ante las cámaras, "Un mundo para ellos". Desde 1979 y hasta 1983, primero acompañado por Isabel Baeza y luego por Adela Cantalapiedra, llevó al plató los problemas intergeneracionales desde un punto de vista profesional y no desde el religioso como había sido norma hasta aquel momento en nuestra tele. Este espacio fue uno de los más vistos a principios de la década pero eso no le aseguró un puesto en el prime-time en las siguientes temporadas, de hecho sus últimos años en la que fue su casa durante más de 30 años, fueron más bien desoladores aunque dignos, dirigiendo y presentando programas muy modestos como "La hora de la salud". Tras su jubilación se ha dedicado a escribir libros históricos.
Su hermano Javier, trece años más joven, ingresó en TVE en 1967. Allí coincidió con su hermano en los Servicios Infomativos. Además del Telediario, del que fue una de las caras habituales durante los últimos años del Franquismo y los primeros de la Transición, también presentó "Semanal Informativo", después retitulado "Informe Semanal". Más tarde enlazó como copresentador dos programas emitidos antes del TD1, "Aquí y ahora" junto a José Luis Uribarri y "Gente" primero con Isabel Tenaille y luego con Mari Cruz Soriano. Esos dos magazines, por cierto, estaban dirigidos por la recientemente fallecida Maruja Callaved. Poco después inició una nueva etapa como subdirector de uno de los debates más importantes de nuestra historia, "La clave". A principios de los 80 también se encargó de la misma tarea en "Tertulia con...", un curioso programa de charla presentado por Fernando Fernán Gómez.
Nada parecía resistírsele al Vázquez más joven, como antes había pasado con su predecesor. En 1983 acepta el encargo (no sé si de buen grado o no) de preparar un programa sobre motor. "Al mil por mil" funcionó y estuvo en antena durante dos años. Los espectadores tendrían que esperar hasta la temporada 91/92 para disfrutar de nuevo de la natural profesionalidad de Javier y sería con un matinal, "el mayor reto de mi carrera" dijo entonces a la prensa y no exageraba porque "De par en par" (del que ya hemos hablado
aquí) llegaba a la Primera en un momento de ajuste presupuestario y con la exigencia de no contratar personal externo para los programas de producción propia. A pesar de las dificultades, Vázquez y su equipo llenaron las mañanas de la mejor manera posible y él se adaptó a un público que le exigía desprenderse de la corrección a la que estaba acostumbrado en sus destinos anteriores. Después de aquel esfuerzo no vimos a Javier en otro gran formato aunque los oyentes de distintas radios sí que han tenido la oportunidad de escucharle durante años.
Estos dos hermanos cubrieron distintas etapas importantes en nuestra tele y coincidieron en varias de ellas. Demostraron que tener una cantera es básico en una emisora pública.