Si ayer hablábamos de "La casa del reloj" (basado en un formato británico, "Playschool") hoy lo haremos de su predecesor, "Jardilín", inspirado a su vez en otro histórico título americano, "Romper Room", que se emitió en su país de origen desde 1953 a 1994 con el sistema de sindicación y en medio mundo a través de franquicias controladas por sus creadores.
En nuestro país la aventura no fue tan longeva, comenzó en 1966 y finalizó en 1968. El esquema era muy simple, la presentadora estaba acompañada por un pequeño grupo de niños de entre 4 y 6 años que, en realidad, no participaban en un programa de televisión al uso sino que recibían una clase, vamos, que era como estar en la guardería. Durante media hora realizaban manualidades, ejercicios físicos básicos, cantaban y escuchaban la correspondiente moralina.
Durante el primer año la anfitriona fue Charo Tijero que incluso adquirió cierta notoriedad y editó un disco de música infantil. Ya había participado en producciones de TVE, posteriormente se encargaría del programa "Clarín" y aparecería en alguna película.
Detrás de ella podemos ver dos de los personajes importados de la versión original, el Señor Sí y el Señor No. Tranquilos, no les enseñaban a saber decir "NO", esa es una lección que todavía tenemos pendiente.
En la prensa de la época este programa fue recibido con buenas críticas, quizás porque venía avalado por el prestigio norteamericano y eso, queridos amigos, siempre funciona, lo de fuera es mejor cuando se trata de criticar.
El segundo y último año de emisión la animadora fue María Isabel Osorio, de la que no he podido encontrar datos de su carrera posterior.
Por cierto, os preguntaréis (o no) porque ambas aparecen en estas imágenes con un espejo sin cristal, pues bien, la cosa viene ya de "Romper Room", así se despedían cada día, primero colocaban un espejo sonriente delante de ellas, supuestamente mágico, al que le preguntaban si sus amigos espectadores habían tenido un día especial, la cámara enfocaba a una tarjeta giratoria y volvía a la presentadora que ya había cambiado de espejo (fijáos en el brazo tras la espalda) para decir algo así como "oooh sí, Pepito lo ha pasado muy bien y Zutanito está sonriendo y tú, querido amigo, también, te estoy viendo...". No me extraña que algunos chavales hablaran a la tele hasta su pubertad, normal...