Iñaki Gabilondo se retira de la radio. Lo anunció el pasado martes 21 de septiembre en "Hora 25" de la Cadena SER, programa que el mismo dirigió a finales de los ochenta. Aunque ya había manifestado varias veces su voluntad de ir abandonando la profesión poco a poco, la noticia ha sorprendido y disgustado a la mayor parte de la profesión y a su enorme cantidad de seguidores desde hace décadas pero, una vez más, nos demuestra su coherencia y su sentido común con esta despedida.
Si bien la mayor parte de su carrera ha transcurrido ante los micrófonos de la SER también ha hecho tele, bastante y, además, de calidad. La memoria es frágil... y la televisiva más aún, pero algunos de sus programas no sólo fueron un éxito de audiencia sino que además alcanzaron prestigio y buscaban nuevas fórmulas. En realidad eso no debería extrañarnos viniendo de un profesional que revolucionó la radio en distintas franjas y con diferentes formatos así que cada vez que tuvo la oportunidad de acercarse a la tele, lo hizo desde la curiosidad y la experimentación. Además, compaginó los dos medios en unas cuantas ocasiones dejando patente su enorme capacidad de trabajo. Teniendo en cuenta que su paso por el matinal "Hoy por hoy" se prolongó desde su creación en 1986 hasta su "fichaje" por Cuatro en 2005, es sorprendente que pudiera dirigir y presentar espacios semanales o realizar, incluso, intervenciones diarias en un informativo al mismo tiempo que iniciaba su jornada laboral de madrugada. Recordemos lo más destacado de su trayectoria ante las cámaras.
Su estreno en televisión se produjo en 1981 y no de la mejor manera posible precisamente. El director general de RTVE, Fernando Castedo, le contrató para dirigir los Servicios Informativos. Quería hacer de él su Walter Cronkite (según le confesó a Lorenzo Díaz para su libro "La televisión en España"), es decir, un profesional de prestigio que comandara este departamento tan sensible a las presiones políticas durante un par de décadas tal y como había hecho Cronkite en la CBS (si bien el tío Walter no era el director del área). Podría haber sido así y la SER habría tenido una historia muy distinta pero la irrupción de Tejero en el Congreso de los Diputados al grito de "¡Quieto todo el mundo!" cambió las cosas. Horas después, ya de madrugada, Gabilondo se estrenó como presentador del Telediario en una edición especial, acompañado de Victoria Prego y Rosa María Mateo. No estaba en sus planes ponerse ante las cámaras y mucho menos de ese modo pero las circunstancias y su sentido de la responsabilidad le empujaron a dar la cara en un momento tan sensible. Durante un mes siguió presentando, a su pesar, mientras la situación política se iba complicando y el gobierno de Calvo-Sotelo debilitándose a marchas forzadas. Finalmente Gabilondo tuvo que abandonar la Casa... y también el propio director general. Mal comienzo.
El espectador tuvo que esperar seis años para volver a ver a Iñaki en un plató y no como invitado. Fue en abril de 1987, en plena primera temporada de su "Hoy por hoy", cuando se estrenó "En familia". Como ya hemos hablado aquí de este programa no me quiero extender mucho pero sí hay que dejar constancia de lo novedoso de su tratamiento: era un formato sin formato, un espacio de diálogo y divulgación sobre temas de actualidad (o no) en el que cabían todos los géneros periodísticos: la entrevista, el debate, el coloquio, los reportajes e incluso las conexiones en directo. Se podía hablar sobre las tribus urbanas con representantes de cada una de ellas, retransmitir un parto, preguntarse el porqué del éxito de la moda española fuera de nuestras fronteras con un desfile en directo u organizar un Telediario comandado por niños. El decorado era cambiante, no había contertulios fijos, cada semana Gabilondo sorprendía a su numerosa audiencia y la crítica lo alabó. Consiguió el TP de Oro a mejor presentador y el Ondas a mejor programa. Se mantuvo hasta el 89 y no es difícil imaginar el esfuerzo que supuso mantener un matinal radiofónico y un semanal televisivo de estas características.
Menos de un año de descanso y nuestro protagonista vuelve a un plató, en este caso de Telemadrid desde donde coordinaba las conexiones con estudios de ETB, Canal Sur y Canal 9 en "Iñaki, los jueves", un espacio de debate y entrevistas que se emitía en las autonómicas madrileña, vasca, andaluza y valenciana. Un divulgativo ambicioso, en el que se pretendía demostrar que no había fronteras gracias a los satélites y donde se abordaban temas de interés aprovechando que los invitados podían hablar desde las instalaciones de sus propias televisiones. Iñaki dirigía desde la capital ese ir y venir de conexiones pero cada cadena aportaba su propio presentador/a para las entrevistas. Desde Canal Sur, por cierto, el encargado de ese cometido era Antonio García Ferreras, con un ritmo bastante más pausado al que nos ha acostumbrado desde La Sexta.
En la temporada 93/94 regresó a TVE con "Gente de primera" y el título daba lo prometido: invitados de primerísimo nivel para un programa de entrevistas, ni más ni menos. No había más alicientes que una conversación cara a cara y realmente no era necesario. Gabilondo en estado puro y en excelente estado de forma. De este espacio también hemos hablado aquí y no quiero redundar pero sí conviene explicar que en un momento de durísima competencia con las privadas y en plena época de contraprogramación, la pública apostó por una hora de conversaciones con personas de interés y de distintos ámbitos (política, cine, literatura, moda, economía...) en buen horario. Seis meses de emisión con audiencias considerables.
Cuando el programa ya no estaba en antena, el periodista volvió a plantarse antes las cámaras en un especial de La Primera con el título "Entrevista con...". Esa ambigüedad y sencillez quizás demuestre que fue una emisión preparada de urgencia y con motivos más que razonables. Aquella cita inesperada con el público el 9 de enero de 1995 fue, posiblemente, uno de los más momentos más difíciles de la carrera del vasco. Esa emisión se organizó para preguntar al Presidente del Gobierno si había organizado los GAL (Grupos Antiterroristas de Liberación), de hecho Gabilondo no se fue por las ramas y así inició el cuestionario, preguntando directamente a Felipe González si él era el responsable. Por supuesto, el político lo negó y lo volvió a hacer todas las veces que el periodista insistió en su posible falta. Casi ochos millones de espectadores siguieron aquel momento histórico. Ante ese éxito los jefes de la pública ofrecieron a Iñaki otras entrevistas con líderes políticos así que aquel título genérico y ese decorado provisional se convirtieron en regulares durante el curso. En aquel año 95 y en la misma cadena, el comunicador nos regaló otro momento televisivo memorable al acudir al homenaje que Julia Otero rendía a Luis del Olmo en "Un paseo por el tiempo" y recrear en un sorprendente trío las radionovelas de los años 40/50.
Telecinco quiso aprovechar el éxito que estaban teniendo las entrevistas políticas de Gabilondo y le ofreció hacer lo mismo pero en formato reducido y diario como una sección en "Las Noticias de las 20.30" de Luis Mariñas. De lunes a viernes se enfrentaba sin papeles (como era su norma), con toda la documentación en la cabeza, a personajes de actualidad. La idea era tener cada jornada al verdadero protagonista de la noticia pero eso no siempre era posible y cuando lo conseguían el tiempo destinado (unos seis minutos) era tan breve que se quedaba a medias. Fue un reto que superó gracias a su impecable profesionalidad y que, sin duda, benefició a la cadena porque prestigió sus informativos pero para Iñaki suponía un esfuerzo demasiado grande. Al finalizar la temporada se centró a fondo en su "Hoy por hoy" y decidió no volver a compatibilizar ambos medios. La sorpresa llegó en 2005 cuando se anunció que abandonaría su veterano matinal para hacerse cargo del noticiario nocturno de un canal que estaba por nacer: Cuatro. A este tema ya le hemos dedicado un largo post y a él os remito pero está claro que su fidelidad hacia Polanco fue la que le llevó a aceptar este regalo envenenado que pretendía reforzar una cadena nueva y que no salió tan bien como debería. Cuando Gestevisión compró Cuatro en 2010 Gabilondo no continuó y permaneció en PRISA. Apenas veinte días después de decir adiós a su noticiario saludó a la audiencia de CNN+ desde el programa de análisis de la actualidad "Hoy". Diez meses después la cadena desapareció. Desde entonces lo hemos visto en Canal + y #0 (de Movistar +) en programas de entrevistas en profundidad o de divulgación científica pero también ha habido algún regreso puntual a la que fue su Casa, TVE. En 2011 presentó un Especial sobre el 23F en La 2 en el que entrevistó al que era Ministro de Defensa en 1981, Alberto Oliart, (Presidente de RTVE cuando se realizó este especial) y con la Ministra del momento, Carme Chacón. Ya a finales de los noventa había participado en un documental de "La noche temática" sobre el mismo tema junto a la francesa Christine Ockrent.
Gabilondo se ha retirado de la radio definitivamente pero, quizás, aún podamos verlo en la tele de vez en cuando y será, de nuevo, una lección de periodismo.
Podéis ver el famoso informativo del 24 de febrero de 1981 aquí, un fragmento de "Iñaki, los jueves" aquí, la entrevista a Margaret Thatcher en "Gente de Primera" aquí, la tensa conversación con Felipe González a propósito de los GAL aquí y un fragmento de "Cuando ya no esté" de #0 aquí.
La conversación completa con Aimar Bretos en "Hora 25" en la que explica por qué se va a continuación:
"La víspera de nuestro tiempo" fue una de las primeras series documentales de la Segunda Cadena allá por 1967 y se mantuvo dos años en antena, su importancia en la historia de TVE justifica que ya hayamos hablado de ella aquí. Unos doce años después de su término se reutilizó su sonoro título para un nuevo programa de la misma cadena pero no podríamos decir que fuera una segunda etapa o una renovación de aquel proyecto porque en realidad este nuevo "Víspera" sólo tenía en común con el primero su afán divulgativo, el formato era bien distinto.
Comenzó su andadura el sábado 13 de junio de 1981 en la Segunda Cadena en un horario que hoy nos parece raro, las 15.30 pero que entonces era bastante habitual para este tipo de espacios. A lo largo de sus casi cuatro años cambió varias veces de ubicación, se emitió los martes a las 22, los domingos a las 17 y, de nuevo, los sábados a la hora de sus inicios. Su escaleta era simple: un debate entre expertos tras el visionado de un breve documental de unos 15-20 minutos de duración. En ocasiones se incluían las declaraciones filmadas de especialistas que no habían podido acudir al plató. Su primer presentador fue José Antonio Silva que ya había sido el conductor de "Tribuna de la historia", el verdadero referente para este programa. De aquella "Tribuna" (hubo otras: "de la economía", "internacional" y "de la cultura") también formaron parte el director y el realizador del nuevo "Víspera", Luis Ignacio Seco y Eladio Royán respectivamente.
José Antonio Silva, el primer presentador de "La víspera de nuestro tiempo"
Cada semana se hablaba de temas y personajes de la historia reciente, no sólo de nuestro país sino también de ámbito internacional como el dedicado a "Varsovia 1944". Entre los personajes protagonistas del coloquio y el reportaje encontramos a políticos como Maura, Canalejas o Largo Caballero, literatos y ensayistas del calibre de Pío Baroja, Azorín, Ortega y Gasset o Unamuno e, incluso, algún pintor como Goya. Y de los asuntos podemos destacar algunos que siguen estando de actualidad como la descolonización del Sáhara, España y el Mercado Común o el protectorado español en Marruecos. Catedráticos de todas las especialidades y expertos de reconocido prestigio en su ámbito intervenían en el coloquio en el estudio e, incluso, colaboraban en el guión del documental previo. En algunos casos se pudo contar con testigos privilegiados de los hechos que se analizaban en el programa.
Cristina García Ramos en atenta escucha de uno de sus invitados
A José Antonio Silva le sucedieron en el plató como moderadores Ana Isabel Cano (la primera corresponsal de TVE de la que ya hemos hablado aquí), Cristina García Ramos (que mucho antes de "Corazón, corazón" tenía una carrera totalmente volcada en informativos y programas de debate) y Pedro Meyer (que había iniciado su carrera como actor, luego se reconvirtió en presentador con el infantil "La Casa del Reloj" para ser, más tarde, uno de los más destacados periodistas de TVE y RNE).
Algunos de los programas de "La víspera de nuestro tiempo" se pueden ver en rtve.es, por ejempo aquí y aquí.
El 21 de abril de 1967, apenas seis meses después de la inauguración del UHF (La 2) se estrenaba la serie documental "La víspera de nuestro tiempo". Fue uno de los primeros proyectos que el director de la nueva cadena (conocida como "el canalillo" por sus pocas horas de programación y escaso alcance) puso en marcha en los bosquejos iniciales de su parrilla. Salvador Pons supo vislumbrar que la Segunda Cadena debía ser una plataforma para la cultura y la divulgación y un trampolín para jóvenes cineastas. Tanto sus ficciones como sus documentales estaban dirigidos y realizados por alumnos de la Escuela de Cine y eso marcaba una gran diferencia con respecto a su hermana mayor. Sus limitados presupuestos eran un acicate para el ingenio y, en realidad, para aquellos jóvenes que habían bregado con mayores dificultades para sus cortos y trabajos de fin de curso, aquellas pesetas eran como maná.
Jesús Fernández Santos, escritor y realizador, fue el responsable de la serie que nos ocupa que pretendía difundir la obra de autores españoles contextualizándola con los lugares donde nacieron y vivieron y también con su propia personalidad. De esta forma se presentaba una biografía audiovisual rodada en cine usando imágenes de esos territorios filmadas para el programa, combinadas con fotografías y material de archivo de los autores. Además, grandes actores y actrices de nuestra escena leían en off fragmentos de sus textos más reseñables.
El título estaba justificado porque los primeros protagonistas serían escritores del XIX, es decir, de la víspera del siglo en el que se hallaban pero, conforme se iban renovando temporadas, amplió su espectro al de autores de épocas más recientes y también a otro tipo de artistas como músicos. Además, se le permitió a la dirección que se abordara la historia de autores extranjeros pero íntimamente relacionados con nuestro país. Fernández Santos elegía a los directores y realizadores de cada episodio teniendo en cuenta, incluso, sus propias afinidades pero él mismo realizó varias entregas, entre ellas "Elogio y nostalgia de Toledo" sobre Gregorio Marañón que consiguió el primer premio del Festival Internacional de Cine y Televisión-Narración de Alghero (Cerdeña). El locutor de aquel episodio fue nada menos que Fernando Rey que también intervino en, por ejemplo, "La Granada de García Lorca" junto a Nuria Espert. "Recuerdos de Quevedo" realizado por Antonio Mercero fue el cierre de esta serie el 3 de enero de 1969. Entre los méritos de este programa, además del de divulgar la obra de los autores, está el de haber sido uno de los primeros documentales de TVE en ser vendidos a las televisiones francesa e italiana.
¿Es posible que el mítico personaje de cómic creado por Hergé tenga alguna relación con Mofli, la serie de animación ochentera? Pues sí, ambos están unidos en su emisión en España por algo que el espectador habitual reconocería enseguida. Pero antes de resolver el enigma, más de treinta años después, hagamos una breve historia. En primer lugar, aclaremos que la coincidencia se produce con la serie televisiva de Tintín producida entre 1960 y 1964 por Belvision para la RTB (la tele belga) en coproducción con la ORTF (la francesa) que, además, se encargaría de su distribución internacional. No era la primera vez que el reportero más famoso de las viñetas, en activo desde 1929, se asomaba a la tele. Ya en 1957 la propia Belvision había producido unos capítulos con una técnica muy primitiva. Esta compañía fue creada por el empresario responsable de la revista "Tintín" que pretendía aprovechar el enorme potencial de los protagonistas de sus historietas para trasladarlos a la pequeña pantalla. No fue fácil, el camino fue tortuoso pero relativamente rápido. La serie de principios de los sesenta ya cumplía los requisitos adecuados para su emisión en cualquier país. Esta, no obstante, es otra historia que contaremos en un futuro. Con respecto a Mofli, sobre la que también tendremos que explayarnos más adelante, se estrenó en TVE en 1987 y estaba dirigida por Jordi Amorós. Con un claro mensaje ecologista, contaba la historia de una niña australiana, Corina, que se hace amiga de Mofli, el último Koala que queda en el mundo en el siglo XXI.
¿Y qué es lo que tienen en común estas dos series producidas con casi treinta años de diferencia en distintos países? No me refiero a algo tan evidente como su emisión en TVE, no había muchas más cadenas para que un chaval español las viera, tan sólo tres autonómicas cuando se estrenó Mofli y ninguna cuando las aventuras de Tintín llegaron a nosotros a través de "Dabadabadá" en 1982 con "El asunto Tornasol". Desvelamos el misterio: el doblaje. Ambas series fueron dobladas en Barcelona bajo la dirección de Joaquín Díaz que, además, puso la voz al capitán Haddock y a Trombonetti respectivamente. Hay más coincidencias, Luis Posada Mendoza fue el profesor Tornasol en la producción belga y Mr. Money en la catalana y Pepe Mediavilla Iván, el cazador ruso tras el koala, y en el caso de Tintín se encargó de caracteres secundarios. Pero si una voz resalta entre las coincidencias es la de la actriz que dobla a la soprano Bianca Castafiore y a Marha O'Neill, dueña del hotel de la población australiana donde vive Mofli y madre de Bruno, amigo de Corina. Quien encarna ambos personajes, bien distintos entre sí, es la extraordinaria Elsa Fábregas, la Escarlata O'Hara de "Lo que el viento se llevó", la Doris Day de "Confidencias a medianoche", "Suave como visión" o "El hombre que sabía demasiado", la Maureen O'Hara de "El hombre tranquilo" (en el doblaje original para cine), la Faye Dunaway de "Network" y hasta la Lola Flores de "Embrujo". Elsa, fallecida en 2008, fue una de las voces más dúctiles, enérgicas y bellas de nuestro doblaje y supo aportar los matices necesarios para interpretar a la diva de la ópera, siempre solidaria con Tintín y sus apuros, y a la egoísta y manipuladora Martha.
Por cierto, una curiosidad más, Tintín fue interpretado por una mujer en aquel doblaje, María Jesús Díaz. Podéis encontrar más datos en la imprescindible web eldoblaje.com. Para rematar, un par de regalos, pinchando aquí podéis ver una entrevista en catalán a Elsa Fábregas (a partir del minuto 15 aprox.) en el programa "Àngel Casas Show" de TV3 en 1985. Y, a continuación, todos los capítulos de "El asunto Tornasol" con el doblaje español compactados: