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"En buena hora" dirigido y presentado por Joaquín Arozamena (a la dcha). Marisé (segunda por la izda.) no sólo era la decoradora, también colaboraba puntualmente en pantalla |
En la anterior entrega de esta entrevista con Marisé García, así era como solía aparecer en los títulos de crédito, nos hablaba de sus inicios televisivos como actriz e incluso como azafata del Un, dos, tres (entonces denominadas "secretarias"). También recordamos a su padre, Diego García Solórzano, pionero en la producción de TVE. Hoy nos centramos en su trabajo como escenógrafa y decoradora aunque sus comienzos en el departamento fueron como figurinista. Los pioneros de los decorados televisivos, los problemas que daba el primer sistema de color y cómo los solucionaban, los paneles de doble uso para reaprovecharlos para varios programas, las grandes series... y las pequeñas. Recuerdos de una profesional de la Casa que tocó muy diversos palos y que supo disfrutar de los retos diarios de una televisión a pleno rendimiento, en la que un día te tocaba un dramático y al día siguiente te pedían que buscaras una solución práctica para un número musical de un programa de variedades.
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Marisé (segunda por la izda.) al lado del director de "Al otro lado del espejo. La vida probable de Maria Callas" en 2002. El decorado simulaba una calle griega en el exterior de los Estudios Buñuel. |
- Quizás deberíamos diferenciar entre decoración y escenografía...
Sí, efectivamente no es lo mismo, porque el Escenógrafo tiene la misión de coordinar decoración, ambientación, vestuario, peluquería y maquillaje, aunque en televisión no se coordina y tiene un nivel superior al decorador, que solo se encarga del decorado y atrezzo.
- En los primeros años trabajabas sobre todo en dramáticos, con toda aquella producción, ¿cómo os organizabais?
En los primeros años en los que estuve en ambientación de vestuario donde más disfruté y donde más aprendí fue, después de las Novelas, en la serie Divertido Siglo, que era una historia del cuplé realizada y dirigida por Fernando García de la Vega y que se empezó a emitir el 16 de septiembre de 1972. Fue uno de los primeros programas en color y tuvimos algunos problemas a los que les teníamos que ir pillando el truco hasta que fueran subsanados técnicamente, ya que el recién incorporado a la Casa, sistema PAL, estaba en pruebas. Por ejemplo, las uñas de las señoras no podían ir pintadas en tonos nacarados, porque ese brillo metalizado dejaba rastro en el movimiento de las manos; los violetas y morados viraban hasta el azul eléctrico, dependiendo de la fibra de las telas, si era sintético o no y de la temperatura que iba cogiendo por cámara, este problema todavía existe con este color; el blanco había que matarlo con gris o beige porque saturaba, igual que algunos rojos, la ropa blanca había que meterla en té por el problema de saturación, lo cual hacía que las caras se oscurecieran mucho por saturación de la ropa. Otro ejemplo, si algún invitado aparecía a entrevista con blanco se le maquillaba muy claro y se cambiaba su iluminación bajando la intensidad y el mezclador de imagen también tenía que ajustar, un problema que hacía perder tiempo. Hoy ya eso está controlado.
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Una muestra del ingenioso y colorido vestuario de "Divertido siglo" en 1972 |
Aquí era ayudante del más ingenioso y artista de los ambientadores de vestuario, un "genio muy especial", Matías Montero, que me espabiló de lo lindo en el campo creativo, primero, porque era un pedazo de artista capaz de hacer cada día un vestuario distinto para ochenta personas a base de mangas sueltas, faldas, corpiños, blusas, pamelas, canotiers, y cientos de plumas, lazos y flores todo de diferentes colores con lo que íbamos vistiendo a cada persona de figuración, incluida la bisutería y complementos, como bolsos y guantes, a toda velocidad a primera hora de la mañana y que teníamos puestas en fila. Así con lo mismo combinábamos el vestuario y parecía que teníamos cientos de trajes y sombreros, cuando en realidad trabajábamos con el mismo reducido material. También me tenía que agudizar el ingenio cuando no se presentaba y encima se le había olvidado traer algo concreto para alguna actriz y ni me lo había dicho porque, como todo genio, era un despistado, así que echaba mano de trapos y montaba un maravilloso traje adecuado al papel. Así era como nos organizábamos en esa primera etapa mía.
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Rocío Dúrcal como Cleopatra en la serie "Mujeres insólitas" de 1976 |
Finalizando esta serie, Alberto Fuertes, uno de los bailarines del ballet de Alberto Lorca, coreógrafo del programa, que me conocía de las grabaciones, me vio bailar en Pizarro 5, donde yo tomaba clases de ballet clásico por las tardes, al tiempo que ellos ensayaban en otra sala, preparándome para concluir mis años de carrera en el Conservatorio; me esperó a la salida y me ofreció ir de primera bailarina clásica en su compañía Arte de España. El plan me sedujo y harta de trapos, de no dibujar, que era lo que me gustaba, y de no ver allí panorama de continuidad estable en nuestro departamento, no me lo pensé dos veces y me enrolé en su ballet. Estuve fuera hasta el 76 al enterarme de que necesitaban ayudantes de decoración para una serie dramática, Mujeres insólitas y siendo consciente de que la vida de bailarín es corta, aproveché la oportunidad de entrar donde yo quería.
- ¿Qué recuerdas del departamento de decoración de aquellos años setenta? ¿Quiénes eran tus maestros?
En los setenta y ya con los decoradores estuve de ayudante de los mejores, la primera Rosa Germán en la serie Mujeres insólitas y después en infinidad de teatros y Estudio 1 con otra joya, como decorador y como persona, Miguel Díaz Orts.
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"Los libros" dirigido por Sotillos y Armas Marcelo. En el fondo del decorado había figuras que representaban a grandes escritores como Paco Umbral o Virginia Wolf |
- ¿Te has sentido más cómoda en programas o en dramáticos?
Me he sentido cómoda siempre, pero donde más en dramáticos, musicales y en el programa Los libros, con Fermín Peñafiel de realizador y Eduardo Sotillos y Armas Marcelo como directores. También hice dos programas muy especiales con Javier Díez Moro de la serie Al otro lado del espejo. La vida probable de María Callas y Joaquín Rodrigo; digo especiales porque sus biografías eran representadas con decorados muy fantásticos con ideas de él, pero que supe captar muy bien, porque nos entendíamos, fueron estupendamente ejecutados y el resultado fue magnífico y original porque la evolución de la vida de estos personajes era representada por unas coreografías con unos bailarines que les daban vida.
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"Esperando a Godot", un "Teatro Estudio" de 1978 que supuso una gran oportunidad para Marisé |
- Si hablamos de dramáticos,“Esperando a Godot" marcó un antes y un después en tu carrera en la Casa...
Me permitió demostrarme que tenía capacidad de crear yo sola, sin que nadie me marcase ninguna pauta, dejando libre mi imaginación y provocando una reacción en la crítica periodística, que fue muy buena, a pesar de la obra tan compleja. Sin embargo, no supieron captar el mensaje que yo quería dar a través del decorado: la creación de la civilización y la destrucción de la misma por el propio ser humano, con la eterna espera, como la de Godot, de que la humanidad fuera salvada en otro planeta, que estaba colgado de la parrilla con unos nylon invisibles, al final de una perspectiva espacial trucada, por unas líneas en pintadas en el suelo que figuraban la historia, representada desde la época egipcia hasta la hecatombe de la destrucción del planeta con elementos arquitectónicos representativos situados a los lados del decorado detrás de las líneas pintadas en el suelo que marcaban la perspectiva y el camino de la civilización. Si te fijas, premonitorio y muy relacionado con la película del 82 de Ridley Scott Blade Runner. Fue trabajando como ayudante con Miguel Diaz Orts en el espacio Estudio 1.
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Uno de los decorados interiores de "Fortunata y Jacinta" |
- En cuanto a momentos importantes en tu carrera (y en TVE), debemos hacer parada y fonda en "Fortunata y Jacinta"...
Como momentos importantes en carrera profesional desde luego uno de ellos fue en Fortunata y Jacinta, donde me incorporé al equipo en mayo del 79, ya empezada la preparación de planos de construcción de decorados y sintiéndome muy orgullosa de trabajar con ellos y con Mario Camus como director. Ayudé a terminar los planos y empezamos el montaje y rodaje. Podría decir que en esta serie y en Sábado noche, ya como decoradora, han sido en los programas que más he aprendido y donde más he disfrutado; el primero por su complejidad de escenarios, aprendí cómo se coordina en una superproducción, dirigidos por Rafael Palmero, escayolado desde su casa, Félix Murcia, que lo relevó activamente maravillosamente bien y Carlos Dorremochea, que se encargaba cuando yo entré de dibujar y organizar a los dos dibujantes contratados y luego a mí, que empezado el rodaje me fui con Félix y después de que él montara yo me encargaba de coordinar a los ambientadores de decorados con el atrezzo y al maravilloso Ángel Sevillano, de medios, que le pidiese lo que le pidiese, por imposible que fuera siempre lo traía y, casi siempre de su casa. Era un gran profesional del cine con muchísima experiencia.
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Número musical en "Sábado noche", este barco se convirtió a la semana siguiente en una nave especial. El truco consistió en ponerlo boca abajo, cambiar colores y añadir luces |
- A finales de los ochenta tienes un reto importante ante ti, el gran programa de variedades de la época, "Sábado noche”.
Sábado noche fue un reto porque yo era ayudante entonces y solo había tenido la experiencia de hacer un solo decorado sin directrices y, de repent,e me llama el Jefe de Escenografía y me dice: tengo un papelón, el decorador de Sábado noche se ha ido a Mallorca con un espectáculo de Norma Duval y ha dejado el programa, he mandado a otro y ha vuelto al día siguiente porque no sabe cómo solucionar el decorado que se graba esta tarde, lo que el anterior ha hecho no vale porque lo ha entendido mal. Si vas y lo solucionas te doy funciones y serás decoradora. Me fui, lo solucioné y me quedé en uno de los programas en los que más me he divertido, con mi trabajo y por los maravillosos artistas internacionales que pasaron por allí y que conocí. Allí realicé un trabajo de escenógrafa, porque para los números del ballet coordinaba con maquillaje y peluquería el estilo y las tonalidades que quería dar en imagen, todo azules y platas o tonos cálidos anaranjados y tierras, todo coordinado. En este programa hice, como bailarina que llevo dentro, muy buena amistad, que todavía mantengo, con Claudette Walker, la mítica coreógrafa del Folies Bergère de París, porque me explicó por teléfono los ballets que llevaba y quedó encantada por los decorados y por cómo había podido captar la idea por teléfono y es que claro, estábamos en la misma línea y tuvimos una perfecta conexión. Justo antes de empezar esta pandemia me dijo que como ahora me dedico a escribir que quería que le escribiese sus memorias, pero no ha podido ser hasta el momento, porque no he podido viajar a París a por la documentación por los confinamientos y por el riesgo. Espero que sea realizable.
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Con el equipo de "Pasa la vida". Marisé está a la derecha (de verde) en la segunda fila desde abajo |
- Durante los noventa te encargaste de los decorados de varios matinales, ¿cómo te planteabas aquellas escenografías?
Durante más de diez años, desde el 89 que volví de los estudios Roma porque fueron vendidos a Berlusconi, hice los diferentes matinales en directo, empecé con Pepe Navarro en El día por delante, con Joaquín Arozamena y su En buena hora, con Javier Vázquez en De par en par, Pasa la vida con María Teresa Campos durante cinco años y en este periodo mientras comía organizaba el decorado para la tarde en el mismo plató de otros programas que iban variando. Mi secreto para poder hacerlo, porque no daba tiempo a desmontar y montar, era hacer decorados con ruedas a dos caras, solo había que dar vuelta fácilmente a los módulos, que solían ser de tres metros por uno de fondo para su estabilidad y ya estada el cambio hecho, solo había que colocar muebles.
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De nuevo colaborando en pantalla, como ya había hecho con Arozamena, en "Pasa la vida". En la foto aparece junto a María Teresa Campos (dcha.) y Cuca García de Vinuesa (izda.) |
- En varios de esos programas también colaborabas en pantalla, ¿qué hacías?
En el programa Pasa la vida Teresa me puso un espacio de decoración donde yo solucionaba problemas diferentes de decoración. Eran consultas que me hacía el público en un apartado de correos, como por ejemplo cómo combinar muebles de madera de distinto color, como combinar unas paredes en rojo, algo aparentemente difícil de hacer, cómo hacer con una chimenea y con puertas y ventanas pequeñas para que parezcan más grandes sin obra y cosas así. También hice un pequeño papel como actriz en el último capítulo de la serie Paco y Veva, donde hacía funciones de escenógrafa, representando en la boda a la madre de Borja, uno de los protagonistas.
- Quisiste cerrar tu vida profesional en TVE de una manera especial...
Quise cerrar mi vida profesional yendo al Palacio de la Zarzuela a preparar el salón de recepciones con el nacimiento y el árbol de Navidad para el discurso del Rey emérito, nunca me había tocado y me hacía ilusión pasar allí la mañana. Un antojo como otro cualquiera, pero era lo que me faltaba y no me iba a quedar con las ganas.