John Chancellor durante la cobertura de la inauguración presidencial de Jimmy Carter en 1977 |
El presentador era John Chancellor. Estamos en 1974, Spielberg ha sido requerido de urgencia por los productores Richard D. Zanuck y David Brown para dirigir "Tiburón" después de unos importantes desacuerdos con el elegido inicialmente para esta tarea. No es esa película la que cambiará por la intervención del periodista sino la que estaba preparando el propio Steven escribiendo el guión, "Encuentros en la Tercera Fase", que en aquel momento todavía no tenía ese nombre sino el de "Watch the Skies". El rodaje de la exitosísima película del escualo se produce en la isla Martha's Vineyard, en el estado de Massachusetts a partir de mayo. El veterano presentador de la NBC veraneaba allí. Su prestigio como periodista le avalaba desde los 50. En aquel momento conducía el más importante informativo de la cadena, "NBC Nightly News" y en ese puesto permanecería ocho más y hasta 1992 se encargaría del comentario.
Steven Spielberg en el gigantesco set del Box Canyon |
El caso es que Spielberg y Chancellor coincidieron en aquel lugar y en un pausa del rodaje el cineasta le explicó que estaba preparando un proyecto muy personal, una película de OVNIS inspirada en el Watergate. En aquel momento la famosa investigación de Bernstein y Woodward estaba en pleno apogeo y apenas tres meses después del inicio del rodaje de "Tiburón" el presidente Nixon se vería obligado a dimitir. Por eso, Steven había pensado que unir estos acontecimientos de actualidad con las famosas teorías de ocultación de fenómenos paranormales por parte del Gobierno desde los 40 podría desembocar en una buena historia. Chancellor le respondió: "¿No crees que si el fenómeno OVNI fuera real, Nixon, en un intento desesperado por aferrarse a su cargo, no lo habría utilizado como cortina de humo para desviar la atención de la prensa del Watergate y de los crímenes que se estaban cometiendo? ¿No crees que le habría dicho al mundo que los extraterrestres estaban aquí?". El director declaró después: "¡Fue un jarro de agua fría para la película que aún no había dirigido!". Así fue como decidió enfocar el film con el estilo que después se haría habitual en su carrera, centrándose en el individuo, la familia y las implicaciones personales que un gran suceso tendría en sus vidas. El consejo de un veterano periodista modificó el tratamiento de una película a la que aún le quedaban años de producción. La anécdota, no banal precisamente, la cuenta Michael Klastorin en el libro "Encuentros en la Tercera Fase. La historia visual definitiva" que aquí ha editado Norma.