domingo, 27 de noviembre de 2022

Los primeros Telediarios

David Cubedo a punto de iniciar el Telediario en 1957

El día que TVE comenzó sus emisiones regulares, el exiguo estudio del Paseo de la Habana estaba al límite de su capacidad. Entre los trabajadores, los artistas invitados, el Ministro de Información y Turismo que inauguraba el invento y sus acólitos y todos los jefecillos que no querían perderse el evento y que iban acompañados de familiares o amigos... el aforo estaba completito. Ese era un día de fiesta, la programación que se convertiría en habitual comenzaría al día siguiente, 29 de octubre de 1956 y entre todo aquel jaleo uno de los locutores pioneros, David Cubedo, se hizo consciente de que nadie había pensado en los informativos. El periodista, proveniente de RNE, lo comentó a los directivos, según el mismo contaba años después, y le respondieron que ya habría tiempo para eso. Se lo tomaron con mucha calma, un año después, en otoño de 1957, se estrenaba el TELEDIARIO. 

Jesús Álvarez presentando el Telediario a principios de los sesenta

Cubedo presumía, con o sin razón, eso parece difícil de probar hoy, de que fue él quien insistió en la necesidad de montar unos servicios informativos para la tele pero el historiador Baget-Herms aseguraba que "los hombres que ponen en marcha el proyecto son Ángel Marrero, José de las Casas, Javier Alonso, Francisco Velázquez, Manuel Díaz y Jesús Álvarez, este último como locutor aunque si se hace preciso también puede "echar una mano" en la redacción" (Historia de TVE publicado en el suplemento "Tele-Día"). A los pocos meses el Telediario tiene ya dos ediciones, la primera en torno a las 15.20 h presentada por David Cubedo y la de las 21.45 h (también hora aproximada) por Jesús Álvarez. En 1958 el propio Cubedo presentaba también los lunes justo antes del cierre de la programación "Edición Especial" que fue el primer ensayo para la tercera edición. 

El primer control del Paseo de la Habana durante la emisión de un TD en 1957

En realidad muchos tenían dudas de que fuera necesario tener unos servicios informativos, total, en plena dictadura poco se podía informar. Hablamos de una época en la que todas las cadenas de radio tenían que conectar con “El Parte” de RNE autorizado por la Censura, no se permitían boletines propios, no fuera a ser que contaran algo no permitido. De ahí que nuestros abuelos sigan diciendo eso de “voy a ver qué dice el Parte”, como si de un servicio militar se tratara. Aquel primer noticiario de la tele era más bien radiofónico porque realmente no tenía imágenes, un motorista llevaba los papeles con la información pautada desde RNE hasta el chalecito del Paseo de la Habana y los presentadores leían “a pelo” esa información. Poco a poco se fueron añadiendo fotos, mapas, algún dibujo o rótulos en el atril que servían para complementar las palabras del locutor de turno. 

¿Quién era esta buena mujer al lado del rótulo del Telediario?
Posiblemente la protagonista de una noticia que era entrevistada en directo. Foto de Bariego.

Para evitar que el programa consistiera simplemente en un señor leyendo de un papel se ofrecían entrevistas en el propio plató a alguno de los protagonistas de las noticias del día (o de la jornada anterior, que en esto no eran muy estrictos) y también "comentaristas" (todos afectos al régimen, casualmente). A esos señores, todos muy serios, se les comenzó a llamar popularmente "bustos parlantes" aunque con el tiempo eso se extendió también a los locutores... que no eran precisamente simpáticos. Es importante recalcar que esa corrección y encorsetamiento eran exigencia de la Casa y que incluso existían multas por “salirse del tiesto”. Si había una equivocación y se consideraba “falta”, multa al canto. No se andaban con chiquitas, por eso cuando vemos fragmentos conservados de aquellos telediarios nos parezcan “casi artificiales”.

Un locutor (¿Jesús Álvarez?) preparado para leer noticias "en off" (sin aparecer en pantalla). 

Al poco tiempo la Casa América les ofreció gratuitamente imágenes pero no siempre eran de actualidad así que las aprovechaban cuando podían aunque fuera con excusas peregrinas. Más tarde se suscribieron a los servicios de alguna agencia y también a los de imágenes de la poderosa CBS, cadena estadounidense que era la referencia informativa en aquella época. Eso en cuanto a lo internacional, que era lo menos controlado por la estricta censura. Lo nacional estaba absolutamente dirigido por la Dictadura así que se usaban las imágenes que mandaba el famoso NO-DO. Tardarían unos años en mandar reporteros a la calle con cámaras de cine de formato casi aficionado y eso precisaba un revelado y montaje, así que normalmente no se emitían hasta uno o dos días después. Se montaban a mano y hacían cálculos de la vieja: unos 10 metros de celuloide equivalían a un minuto de imagen. Si querían sonido tenían que llevar un aparato aparte que pesaba varios kilos y luego sincronizar la banda sonora con la de imagen. 

Una de las primeras versiones de la cabecera del Telediario animada por los Estudios Moro

Poco a poco el Telediario, a pesar de todas sus limitaciones, se iba haciendo un hueco entre la audiencia y la bola del mundo sobre la que giraba el título se hizo popular. Aquella cabecera, una de las primeras filmadas de TVE, fue animada por los Estudios Moro, famosos en toda Europa por sus anuncios y que a mediados de los sesenta conseguirían un enorme impacto con la familia Telerín. Durante varios lustros fue esta compañía la que animó todas las cabeceras del informativo, evolucionando al mismo tiempo que la tecnología lo permitía. 

   En cuanto a la puesta en escena, más simple imposible: una mesa con un micrófono y un panel de madera fue el primer decorado. Enseguida llegó el famoso mapamundi en diferentes formas, pintado, en relieve... 

Eduardo Sancho a principios de los sesenta

Enseguida se añadió una tercera edición que se emitiría a partir de las 23.30 h pero dependía de la duración del programa estrella de la noche o la serie de turno. El periodista Eduardo Sancho fue el encargado de ese último Telediario. El tele-prompter o autocue, ese aparatito que nos permite leer los textos directamente de la cámara no se incorporó a los estudios de TVE de forma generalizada hasta… ¡mediados de los ochenta! Todos los presentadores utilizaban la técnica que el propio  Sancho definía como “el bebe-patos”, es decir, leer del papel directamente y levantar la vista tanto como fuera posible para no perder el contacto visual con el espectador. En esto los había mejores y peores y algunos habían perfeccionado la técnica o bien tenían una extraordinaria memoria que les permitía aprenderse una parte del texto hasta que las “colas” decidían entrar en imagen. 

Eugenio Rubio (izda.) y Federico Gallo, los primeros presentadores del TD desde Barcelona

En 1959 se inauguran los estudios de TVE en Barcelona, Miramar, que ayudan a descongestionar la sede madrileña del Paseo de la Habana, que además era minúscula. Con ello nace la conexión con Barcelona para los informativos, gran avance. En realidad funcionaban como dos boletines diferentes, no había una comunicación fluida entre ambos estudios porque la técnica lo impedía así que se daba paso a Miramar donde Federico Gallo y Enrique Rubio esperaban pacientemente a que el enlace hertziano funcionara sin demasiadas interferencias para contar lo suyo. Parece poca cosa pero esta conexión permitía una información más plural (dentro de lo que permitía el Franquismo, claro) y una ampliación del territorio tanto en la difusión de la señal como en la propiamente periodística, ahora era posible ofrecer noticias de Cataluña y alrededores el mismo día. 

   Los primeros tiempos del Telediario fueron realmente heroícos, un pequeño grupo de periodistas luchaban (en general) por ofrecer información a pesar de la censura y los técnicos intentaban solventar con más ingenio que presupuesto todos los problemas tecnológicos que se presentaban y que limitaban enormemente su labor diaria. De todo aquello sólo nos quedan imágenes de reportajes grabados para explicar cómo se hacía un informativo. Eduardo Sancho es el único que queda vivo del trío inicial de presentadores y su testimonio es fundamental para recordar el inicio de todo. 

miércoles, 16 de noviembre de 2022

Carmen Sarmiento ya está en el Museo de RTVE

"Nunca pensé que iba a terminar en un Museo". Estas palabras de Carmen Sarmiento demuestran su buen humor pero también su sorpresa ante el homenaje que se le rindió el pasado miércoles 9 de noviembre en el Museo de RTVE situado (por ahora) en las instalaciones de TVE en Sant Cugat del Vallès. El futuro centro de exposición y referencia de la historia de la radio y televisión en nuestro país dirigido por Nicolás Albéndiz quiso rendir tributo a la primera corresponsal de guerra de la tele patria inaugurando el apartado dedicado a la mítica periodista que se completó con varios objetos cedidos por ella misma. 

Carmen Sarmiento, Nicolás Albéndiz y un servidor durante la visita al Museo de RTVE

Tres elementos muy característicos y representativos de su carrera que ahora forman parte de la exposición: "la carcasa del proyectil que lanzaron los marroquíes sobre el equipo de TVE con el que realizaba un documental sobre el pueblo saharaui" nos explicaba Carmen y enseguida nos confesaba "yo lo utilizaba de florero". El director del Museo asegura que, en su honor, también se le pondrán flores porque es un indicativo de la forma en la que esta profesional de la información se toma la vida, ante los problemas responde con ironía. 

El chaleco de Carmen ya está en el Museo de RTVE 

También ha cedido el chaleco que se convirtió en un símbolo estético de su identidad ante las cámaras. "No está blindado ni nada de eso, antes íbamos así, prácticamente sin protección" contaba Carmen sin dejar de sonreír ante la mirada atónita de los presentes. Ese chaleco servía, fundamentalmente, para cargar con cosas absolutamente necesarias para su trabajo como, por ejemplo, los carretes de su cámara fotográfica que también ha regalado al Museo. Una máquina con la que ha recorrido medio mundo y de la que salieron instantáneas que después han sido publicadas en muchos medios, incluso para promocionar programas como "Los Marginados" o "Mujeres de América Latina" y es que durante sus décadas de labor siempre ha trabajado con equipos muy reducidos así que lo de llevarse un fotofija estaba totalmente fuera de la ecuación. 

Carmen en un capítulo de "Los Marginados"

En la época en la que se rodaba en cine generalmente iba acompañada de un operador de cámara, un técnico de sonido y una productora. Cuando llegó el vídeo la cosa se limitó aún más y se prescindió del encargado de sonido, la tele reducía costes para programas como "Los Excluidos", que después se venderían a televisiones extranjeras, pero no para grandes espectáculos coproducidos por compañías privadas que, curiosamente, tenían alguna relación directa con el partido gubernamental de turno. Pero la Sarmiento no se amilanó nunca y hasta que la salud se lo impidió siguió currando en condiciones durísimas. Una hemiplejia cerebral durante una grabación en Ecuador cercenó su trabajo televisivo en pleno rendimiento y se acogió a una prejubilación. Eso no impidió que siguiera escribiendo, ofreciendo conferencias y luchando por los derechos de los más necesitados y, por supuesto, de la mujer. 

Carmen durante una presentación del espacio de gimnasia en "Buenos días", 1969

Su compromiso con el feminismo ha sido una constante en su vida personal y profesional y eso se notaba en sus obras televisivas. Durante la ruta por el Museo recordamos sus primeros pasos ante las cámaras a finales de los 60 como presentadora de un espacio de gimnasia dentro del primer intento de magazine informativo matinal, "Buenos días". Todos los pasos son necesarios para aprender y darse cuenta de hacia dónde queremos encaminar nuestra carrera y, sobre todo, de lo que no estamos dispuestos a hacer (o seguir haciendo), vino a decirnos Carmen. Hoy sonríe cuando se ve, totalmente irreconocible, en esas imágenes con el pelo cardado y dando paso a una monitora calisténica. 

Albéndiz le muestra el apartado dedicado al oficio periodístico. Carmen nos explicó cómo se trabajaba simplemente con un teléfono fijo y una máquina de escribir. Magia para producir los temas. 

Enseguida pudo incorporarse a la redacción de internacional y, más tarde, fue pionera del equipo de "Informe semanal", del que llegó a ser subdirectora. Poco a poco consiguió convencer a los jefazos para ser enviada especial y, por fin, reportera de guerra. Y en 1984 llegó la serie documental "Los Marginados" que se mantuvo en pantalla hasta los 90 en distintas etapas. Aunque no se considere como tal, este trabajo forma una trilogía con "Mujeres de América Latina" y "Los Excluidos", una obra coherente y con un mensaje claro de denuncia social. Su trabajo hizo más grande a TVE y por eso su presencia en el Museo era obligada... a pesar de que a ella misma le sorprendiera la llamada inicial del director, Nico Albéndiz. 

Sarmiento con el Director de RTVE Catalunya, Oriol Nolis. En su mano Carmen sostiene la carcasa del proyectil que podía haberla matado mientras rodaba un documental

A lo largo del paseo por las instalaciones de TVE se fueron sumando distintos profesionales que querían saludar a la Maestra. La realizadora Esther Álvarez, hija de otra pionera, Blanca Álvarez (primera presentadora periodista de TVE) o Marta Cáceres, presentadora de "Para todos La 2" y actual responsable de Comunicación de RTVE Catalunya, mostraron su admiración. Y emocionado estaba el director de RTVE Catalunya, Oriol Nolis, que recibió a la homenajeada con palabras de cariño y respeto. Lo comenté en Twitter y lo repito aquí: estaba claro que este no era un acto protocolario más para él. 

Elisenda Roca, Jordi Hurtado, Carmen Sarmiento y Nico Albéndiz, una foto para el recuerdo

Para el anecdotario queda la visita al plató de "Saber y Ganar" del que se confesó espectadora diaria. El saludo entusiasta de Jordi Hurtado y la cálida bienvenida de Elisenda Roca consiguieron que tanto Carmen como la familia que la acompañaba se sintieran acogidas en el decorado. Albéndiz es, además, el realizador del veterano concurso así que ejerció de cicerone también en esta parte de la tele. Allí, de nuevo, la homenajeada se sintió reconocida por los compañeros, desde los técnicos a la mesa de dirección la abrazaron mientras Carmen no dejaba de dar la enhorabuena por el aniversario. 

Carmen entre Oriol Nolis, director de RTVE Catalunya y Nico Albéndiz, director del Museo de RTVE

Carmen Sarmiento forma parte ya del Museo de RTVE pese a su estupor. Sin embargo, a nadie de la profesión le extraña que la primera corresponsal de guerra de nuestra televisión, una de las enviadas especiales más reconocibles de la pantalla, una periodista ética y admirada, en definitiva, reciba este reconocimiento. No es exageración, lo podéis comprobar cada miércoles en la web de Archivo RTVE. Desde hace unas semanas están colgando cronológicamente la serie "Los Marginados". Para muchos será un recuerdo de una tele difícilmente repetible y para los jóvenes un hallazgo que, casi cuarenta años después, sigue siendo una lección de periodismo. 

Las fotos (excepto la última y las correspondientes a "Los Marginados" y "Buenos días") son de Moisés Soler del Dpto. de Comunicación de RTVE Catalunya

domingo, 6 de noviembre de 2022

El color llega a la tele francesa


Eran las 14.15 del 1 de octubre de 1967 cuando la ORTF iniciaba sus emisiones en color. Apenas habían pasado tres años desde la creación de este organismo que regulaba las emisiones de la radio y televisión públicas y que era heredero de la RDF (1945, seguido por la RTF en el 49) y, en un alarde de innovación tecnológica apostaban por este importante avance.
Desde los históricos estudios de Buttes-Chaumont, en concreto desde el plató número 13, el ministro de Información acompañado de Jacques-Bernard Dupont, director de la cadena, y de Henri de France, el inventor del procedimiento Sécam para la transmisión a todo color, comparecían ante la audiencia para tan esperado anuncio, primero en la habitual señal en blanco y negro...

... que, de forma gradual, iba adquiriendo otros tonos hasta convertirse en una imagen en esos colores tan llamativos y sesenteros que hoy nos recuerdan al Technicolor de los primeros tiempos. En realidad el número de espectadores que podían comprobar ese cambio era mínimo, apenas un millar en todo el país, pero era un importante paso en el que eran pioneros junto a la inglesa BBC2 (tal y como hemos contado aquí) en Europa. 

"Le croupier amoreux" realizado por Averty, uno de los programas de la jornada inaugural del color 

Para la inauguración se ofreció un programa variado: un reportaje sobre paracaidistas que se complementaba con la primera retransmisión en directo de un salto en caída libre. A continuación el show del popular cantante y compositor Marcel Amont, la serie "Chevalier Tempête" y un especial del teleasta Jean-Christophe Averty, "Le croupier amoreux". Este director y realizador sería uno de los primeros seleccionados para experimentar con el nuevo sistema y, desde luego, exprimió la oportunidad al máximo en programas que hemos comentado en este blog. Durante los primeros tiempos, la ORTF emitiría doce horas en color a la semana, al principio sólo desde el estudio 13 y después, una vez convenientemente equipado, también desde el 14. No obstante, la emisión generalizada en Sécam no llegaría hasta los setenta. Hoy esos primeros productos televisivos "a todo color" son un divertimento visual de ingenio brutal.