martes, 8 de septiembre de 2009

Jesús Álvarez, él sí que fue el gran pionero

Si a alguien tenemos que agradecer muchas cosas los que nos dedicamos a esto de la tele en España es a Jesús Álvarez, él fue el auténtico pionero, desde 1.953, 3 años antes de que iniciara sus emisiones regulares, trabajó en TVE hasta su muerte en 1.970. Fue el primero, junto con David Cubedo, en presentar el Telediario, es más, ambos le daban la paliza a los gerifaltes de la época para que les dejaran hacer el parte televisado porque los listos de la casa creían que no eran necesarias las noticias. Pero no sólo se encargaba de la información, él hacía de todo, desde presentar programas espectáculo estrella de la época como "La Hora Philips" o hacer anuncios en directo junto a Blanquita Álvarez y Laurita Valenzuela (en aquella época todas eran "ita").
Algunos de los títulos de los programas de la primera etapa de la tele provocan risa hoy, "Cotilleo al aire libre", "Desde mi butaca", "Bodega jerezana"... de todo aquello no quedan más que fotografías, algún NO-DO y sus intervenciones en películas haciendo de sí mismo, por ejemplo, "La gran familia" donde hace un llamamiento público para encontrar a Chencho, el niño perdido.
Él marco el camino que seguirían muchos presentadores españoles pero recordemos que cuando él empezó nadie había visto televisión así que Jesús lo hacía por pura intuición. Su muerte en 1.970 caúso conmoción entre los espectadores porque su sonrisa se había convertido en la más habitual de TVE desde sus inicios. Mucho se ha comentado sobre las causas de su temprano fallecimiento, son vox populi los problemas que tuvieron varios locutores provocados, supuestamente, por las irradiciones que desprendían las viejas cámaras que se abrían durante las emisiones en directo para que ventilaran.
En todo caso, Álvarez fue un pionero y se tuvo que comer muchos marrones en directo, sin duda su escuela radiofónica le ayudó a saber salir del paso. Su hijo, Jesús Álvarez el presentador de deportes del TD, es un digno sucesor.

2 comentarios:

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  2. Recuerdo mi infancia con Jesús Álvarez en blanco y negro. Fue un profesional como la copa de un pino, tal es así que cuando veo a su hijo Jesús a menudo me acuerdo del padre. Me dio mucha pena cuando murió, toda España le lloró. Su hijo también me parece una buena persona.

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