viernes, 29 de agosto de 2014

"Siete días" con Soler Serrano


En verano de 1977, aprovechando el descanso de grabaciones de su mítico programa "A fondo", el incansable Joaquín Soler Serrano toma las riendas de un informativo semanal que ya estaba en antena bajo el nombre de "Crónica de siete días" para renovarlo y mejorarlo. No sólo dirige sino que se pone frente a las cámaras sustituyendo a José Antonio Silva y simplifica el título para hacerlo más directo: "Siete días". Su emisión es los domingos a las 14h precediendo al Telediario. Una hora y en color, lo que no era tan habitual por entonces. Si a este informativo sumamos "Informe semanal", "Los reporteros" y "Opinión pública" amén de los Telediarios comprobaremos que el espectador estaba ansioso de este género tras años de silencio y censura. "Siete días" en su etapa con S. Serrano consiguió una excelente aceptación, las valoraciones del panel que se usaba como referencia superaban siempre el 7 y en ocasiones llegaron al 8 sobre 10.


El periodista tenía muy claras las funciones del espacio y así lo contaba en agosto de 1977 en una entrevista a Belón Molinero para "Tele-Radio": "Primera: el programa que cuenta lo que pasó en la semana, de tal manera que una persona desinformada que no haya leído prensa, ni oído radio o visto TV pueda con "Siete días" estar al cabo de la calle. Y segunda: el semanario que resume, amplia y analiza la actualidad de la semana para el espectador común que está al corriente de cuanto sucede. Pero en ambos casos, operamos con muchísima más agilidad que las revistas impresas, anticipándonos a ellas, por lo menos, en una semana".
   Para conseguir estos propósitos y no aburrir al espectador dominical se usaron todos los recursos disponibles: desde el reportaje a la entrevista o el debate pasando por la interpretación de los especialistas que traducían ciertas informaciones farragosas al entender de la ciudadanía y todo eso sin perder el ritmo: "El programa, con todo su rigor informativo, debe ser también un espectáculo. El telediario, por ejemplo, en razón de su actualidad inmediata, puede ser resuelto con locutores que leen las noticias ante la cámara. Un semanario debe exponer sus contenidos en otro tipo de "show news", de revista con ritmo" decía Soler.


Como hombre viajero, Joaquín conocía muy bien los nuevos formatos que se estaban desarrollando en EEUU o en países más cercanos como Reino Unido y Francia y con la complicidad de su realizador habitual, Ricardo Arias (en el centro de la foto) usó fórmulas visuales muy innovadoras para la época: "Soy partidario de titularlas (las noticias) con rótulos sugestivos, de ponerles corondeles de música, incluso de subrayar su intencionalidad o trascendencia con llamadas, asteriscos, intermitentes, etc. Luego hay que pensar que es imposible condensar tantas cosas en tan pocos minutos sin producir empacho. Hay que seleccionar, quedarse con lo que me más importa. Diría que el estilo de "Siete días" trataría de ser una calculada fusión de noticias, personalidad y espectáculo presentado de tal forma que atraiga el interés y la atención de la audiencia". Y tanto que lo atrajo, durante sus meses al cargo de este semanal consiguió la aceptación del público y de la crítica que valoró muy positivamente esta modernización y puesta a punto. Sin embargo, Soler no se quedó mucho tiempo, la temporada siguiente tomó el mando Fernando Ónega y puso ante las cámaras a Isabel Tenaille y Jesús Álvarez (que ya estaba de redactor en la etapa anterior) con un formato mucho más clásico. Soler Serrano siguió unos cuantos años con su imprescindible "A fondo" pero no contento con eso, al término de su etapa al frente de "Siete días" comenzó "Perfiles", entrevistas a personajes en su entorno.



martes, 26 de agosto de 2014

El bosque de Tallac


En la frontera de los estados de Nevada y California discurre el lago Tahoe, en la falda de Sierra Nevada. Vigilando ese lago se encuentra la montaña de Tallac y en su bosque habitan dos oseznos, Jacky y Nuca. Ellos son los protagonistas de la serie "El bosque de Tallac", más conocida precisamente por el nombre de estas crías, producida por la Nippon Animation en 1977 y estrenada en TVE el sábado 16 de diciembre de 1978 a las 15.30h.


Basada en un relato del inglés Ernest Thompson Seton, la serie de 26 capítulos se hizo tremendamente popular en nuestro país, generando multitud de merchandising; por eso no es de extrañar que se repusiera varias veces a lo largo de la década siguiente. Esta era la quinta producción japonesa que se emitía en TVE tras "Meteoro" (dentro del ómnibus "Siempre en domingo"), "Heidi", "Marco" y "Mazinger Z" pero la primera en la que se transmitía un mensaje de concienciación sobre el respeto a los animales y la conservación de la naturaleza. 


Los pequeños plantígrados no eran las únicas estrellas de la serie, el niño indio Senda, su amiga Olga (la hija del propietario del almacén) y los padres de ambos, además del tío Dimas (empeñado en encontrar oro) y la madre de los oseznos completaban el reparto. En nuestro país, actores de primera línea doblaron a estos personajes. Jackie tenía la voz de Selica Torcal a la que muchos ubicarán en su papel de Juana en "Con el culo al aire" pero que siempre será recordada por haber dado vida a "Heidi". Matilde Conesa, habitual de los radio-teatros y famosísima por su Bruja Avería, interpretaba a la madre osa y, entre otros, intervenían también Julio Núñez ("Cyrano de Bergerac" en un cuidado "Estudio 1") y Matilde Vilariño (la voz de Pablito Calvo en "Marcelino, pan y vino").
   En la lista de personajes que se publicó en la prensa de la época para anunciar la serie se utilizaron los nombres de la traducción inglesa que después no coincidía con los usados en el doblaje, así Alice se convirtió en Olga, Ram en Senda y Jill en Nuca.


Bellísimos fondos servían de escenario para las aventuras de Jackie y Nuca por los bosques y de la entrañable amistad entre ambos y los niños, a pesar de las advertencias de la madre osa de que los humanos son los animales más crueles y es imposible relación alguna entre osos y hombres.


La amistad y el respeto por la naturaleza triunfan en esta serie que se emitió en medio mundo y que, aunque no alcanzó la enorme audiencia de "Heidi" (récord no superado después de haber sido el programa con mayor valoración de 1976) sí que hizo soñar a los niños de finales de los 70 con un mundo idílico, el bosque de Tallac y eso que no hablamos de un producto maniqueo (aunque sí sentimentaloide). De hecho, uno de los momentos más terribles vividos por los espectadores fue el de (ATENCIÓN: SPOILER) la muerte de la madre osa:



viernes, 22 de agosto de 2014

Las diez de últimas


Preguntas y respuestas, así de simple era el concurso "Las diez de últimas" que se emitió en TVE en la temporada 1969/70. La diferencia con respecto a otros programas similares era que los concursantes elegían el tema de las preguntas así que partían, aparentemente con una clara ventaja. Sólo tendrían que demostrar su sapiencia en una materia de la que fueran especialistas pero no todo iba a ser tan fácil porque tendrían que competir con otro participante que, a su vez, lo sabía todo (o casi todo) sobre otro asunto, la cuestión estribaba en quién era más sabio en su especialidad. Todo esto nos podría hacer pensar en que el estudio de Prado del Rey donde se grababa el programa se iba a llenar de catedráticos de las universidades españolas pero, muy acertadamente, los responsables del concurso supieron dar con la clave del éxito: dar la oportunidad a gente aparentemente vulgar y modesta en demostrar que no hacía falta tener una carrera para ser una eminencia en un aspecto concreto. De esta manera, los espectadores comprobaron, por ejemplo, cómo un bedel se había convertido en una enciclopedia andante sobre ornitología.


José Luis Pécker presentó "Las diez de últimas" con su rotundidad habitual, una manera de hacer muy radiofónica y deudora del espíritu verbalmente avasallador de su maestro Bobby Deglané a quien sucedió en la cadena SER. Pécker ya había presentado concursos de éxito en TVE y justo antes de éste había sustituido a Joaquín Prat en la segunda temporada de "Un millón para el mejor".


Y precisamente tal y como sucedió en su programa anterior, los concursantes saltaron a la fama. Desde el bedel al que antes mencionaba, Secundino Gallego (a la izda. en la foto) al montañero César Pérez de Tudela, los participantes se convirtieron, aunque durante breve tiempo, en pequeñas celebridades que eran entrevistadas por la prensa e invitadas a pronunciar conferencias y pregones. Sin duda fue Pérez de Tudela quien rentabilizó mejor su imprevista fama al iniciar una larga colaboración con RTVE.
   No obstante, y para que quede constancia, en la gran final no ganó ninguno de los dos sino el señor Menal, especialista en setas.

sábado, 16 de agosto de 2014

Tres en la carretera


Un fotógrafo freelance recorre EEUU a bordo de una caravana para cubrir los encargos de diferentes revistas y diarios. No recorre el país solo sino con sus dos hijos adolescentes de los que tiene que hacerse cargo tras enviudar. En sus viajes se presentan situaciones de todo tipo de las que siempre sacará una enseñanza para sus retoños. Nunca un padre tuvo tantas aventuras acompañado de unos infantes huérfanos de madre y en plena pubertad, un cocktail explosivo.


Esta era la premisa de la serie "Three for the Road" emitida en la CBS en 1975 y en TVE al año siguiente. Fue la primera producción de una hora de la MTM, la compañía de Mary Tyler Moore, la famosa actriz que lideró las listas de audiencia de los 70 con su propio show. Con ella pretendían dar un paso adelante en su forma de abordar la ficción, querían hacer una serie familiar de aventuras pero también con mayor profundidad en las tramas abordando la problemática adolescente y añadiendo un padre viudo de profesión liberal para darle mayor enjundia al asunto.


Alex Rocco, el padre, ya era conocido por sus papeles en series como "Cannon", "Kojak" o "The Rookies" y, sobre todo, por su intervención en "El Padrino". El hijo mayor, Vincent Van Patten, era hijo y hermano de actores y a pesar de su juventud había intervenido como episódico en "Cannon", "La ley del revólver", "Marcus Welby" e "Ironside" entre muchas otras. Buena parte de los capítulos se centraban en la lucha generacional entre ambos, con discusiones agrias al comienzo solventadas con abrazos y risas al final.


El hijo pequeño estaba encarnado por Leif Garrett, de tan sólo 14 años pero gran experiencia televisiva, también con hermana actriz y con series en su haber coincidentes con los otros dos actores como "Cannon" o "La ley del revólver".
   La serie fue un bluff en toda regla, ni siquiera llegó a completar temporada, 12 episodios bastaron para comprobar que no podría remontar las bajas audiencias ante la dura competencia del mundo maravilloso de Disney en la NBC y "Los Robinsones Suizos" en la ABC (ambas emitidas también por TVE, por cierto, aquí se compraba todo). En España se tuvo primera noticia de su existencia en septiembre de 1976 y se anunciaba su emisión con el título "Tres en el camino" a pesar de que ya se sabía que había fracasado en su país de origen. Entre nosotros no fue un exitazo pero tampoco un descalabro, de hecho, Leif Garrett se convirtió en un ídolo adolescente que actuó en "Aplauso" entre gritos de histeria.



martes, 12 de agosto de 2014

Pareja en el crimen / Unidos frente al delito / Matrimonio de sabuesos


"La hora de Agatha Christie", de la que hablamos en la entrada anterior, no fue la única serie que adaptaba novelas de la autora británica no protagonizadas por los omnipresentes Miss Marple y Poirot. "Partners in Crime" se basó en sus únicos personajes que tuvieron una evolución cronológica en sus libros. Desde "El misterioso señor Brown" (1922) hasta "La puerta del destino" (1973) esta peculiar pareja fue envejeciendo y la ambientación era fiel a esos cambios, al contrario que en Poirot donde las décadas saltan sin ningún sentido. Se da la curiosa circunstancia de que en nuestro país ha recibido varios títulos. Según la prensa de la época y la ficha original de doblaje fue rebautizada como "Pareja en el crimen" pero según otras fuentes y el recuerdo de muchos espectadores su título era "Unidos frente al delito". Para más confusión su edición en dvd fue nombrada "Matrimonio de sabuesos".


Francesca Annis y James Warwick protagonizaron en 1983 la película que sirvió de piloto y la serie que vino inmediatamente después. En total 11 capítulos, el primero con la duración de una tv movie y el resto de 50 minutos. A Francesca los británicos la han visto en multitud de series desde entonces como "Reckless" (1998) o "Cranford" (2007), además se hizo popular en las revistas del couché por su relación durante once años con Ralph Fiennes. Warwick ha trabajado en teatro tanto en Londres como en Nueva York, en series británicas y norteamericanas y prestado su voz a dibujos animados y videojuegos. Ambos habían trabajado juntos previamente, en 1978, en la serie "Lillie" de la BBC.


Tommy y Tuppence Beresford son pareja sentimental y profesional, ejercen de detectives aunque en sus comienzos, década de los 20, ella se hace pasar por secretaria ante el machismo imperante entre sus clientes, que no creen que una mujer tenga dotes de deducción o esté preparada para perseguir criminales.


En realidad Tuppence es valiente o, más bien, osada, no teme al peligro y se lanza a la búsqueda de pistas sin importarle demasiado las consecuencias. Habitualmente adopta otras identidades en sus pesquisas así que a lo largo de cada capítulo lucía un montón de trajes y no siempre glamourosos.


Tommy es un hombre de acción aunque bastante más consciente del peligro que su mujer. También se disfraza con frecuencia, una de sus caracterizaciones favoritas es la de mendigo lo que le permite pasar desapercibido y escuchar conversaciones en la calle sin que nadie le preste mucha atención.
   Por supuesto, acuden a fiestas, como jóvenes que son, y demuestran su finura británica al tiempo que bailan un charlestón.

   La serie no tuvo gran éxito y la London Weekend TV no encargó una segunda temporada. En TVE fue emitida al año siguiente cuando, de forma pírrica, consiguió un Emmy por su diseño gráfico.

jueves, 7 de agosto de 2014

La hora de Agatha Christie

Agatha Christie es, junto con Conan Doyle, la autora más adaptada en la pequeña pantalla británica. Sus personajes Poirot y Miss Marple han sido los más populares no sólo en literatura sino también en el cine y la televisión pero esta buena señora fue tan prolífica que dejó decenas de libros y relatos protagonizados por otros personajes y la serie de la que hoy hablamos se nutre de esos "otros textos" de la gran dama del crimen escrito.

"La hora de Agatha Christie" fue producida por la Thames Televisión aprovechando diez relatos cuyos derechos no estaban en manos de la ITV. Fundamentalmente, proceden de las antologías "El misterio de Listerdale" y "Poirot infringe la ley", la mayoría, lógicamente, con la habitual dosis de suspense característica en la obra de la británica pero también se incluyen otras historias románticas y alguna con tintes sobrenaturales, eso sí, todas con mucho humor, británico, por supuesto.

Cada capítulo duraba unos 52 minutos, una hora en emisión contando con la preceptiva publicidad. Esta serie sufrió la experimentación típica de estos primeros 80, algunos capítulos combinaban la grabación en vídeo en plató con el rodaje cinematográfico en exteriores ("El caso del soldado descontento", en la imagen superior) y otros están completamente grabados en vídeo (como "El cuarto hombre").

Todos están ambientados a finales de la década de los 20, principios de los 30 aunque ocasionalmente hay flashbacks que nos remontan a principios de siglo. La ambientación, como es habitual en el audiovisual británico, no tiene tacha. Cada pieza de atrezzo, cada prenda, cada peinado corresponde exactamente a lo que se espera de los personajes, su carácter y su tiempo.

Fue una serie cara, como cada episodio presentaba historias autoconclusivas no se aprovechaban decorados y vestuario. Además, en un solo capítulo podíamos encontrar un gran salón de baile, tres o cuatro casas, alguna taberna... Eso suponía alargar los días de grabación, construir escenografías adecuadas, coser cientos de vestidos...

La serie, vista hoy, resulta amena y bastante divertida. No ha envejecido del todo mal gracias, sobre todo, al humor que impregna todas las aventuras. Si bien hubo varios directores hay un espíritu común: la ironía y cierto sentido de la parodia.

En TVE se emitió al año siguiente y fue doblado por profesionales muy reconocibles en la época, auténticos clásicos de ese arte como Felipe Peña.
   Por cierto, entre el enorme elenco de actores británicos populares en su país que intervino en la serie, encontramos algunos en papeles más que secundarios que posteriormente alcanzarían la fama. ¿Reconocéis al joven de la izquierda? Enhorabuena a los más avezados, sí, es Rupert Everett veinte años antes de que tomara una mala decisión sometiéndose a cirugía estética.

viernes, 1 de agosto de 2014

Munich 72


Los Juegos Olímpicos de Munich en 1972 no pasaron a la historia por los logros deportivos en él conseguidos, el terrorismo fue el verdadero protagonista de una cita que pretendía superar récords en distintas disciplinas pero que, de haberlos, pasaron completamente desapercibidos.
   La ABC retransmitía el evento para EE.UU. Jim McKay, uno de sus presentadores más veteranos y especialista en deportes no mayoritarios desde que en 1961 inaugurara el veterano "Wide World of Sports", coordinaba el equipo. Sin embargo, tuvo que dedicar  su atención a un suceso tristemente célebre.


A primera hora del 5 de septiembre de 1972 ocho terroristas armados, el grupo autodenominado Black September, consiguió burlar la seguridad para entrar en dos de los apartamentos de los miembros de la delegación olímpica de Israel. El coflicto de Oriente Medio conseguía publicidad internacional pero el asunto se les fue de las manos. Dos isralies fueron asesinados y otros dos huyeron, se quedaron con nueve rehenes.
   La ABC supo reaccionar a tiempo, aprovecharon todos los medios destinados para cubrir los Juegos para retransmitir minuto a minuto lo que estaba sucediendo. Varias cámaras se colocaron en los alrededores de los apartementos y utilizaron las últimas tecnologías para ayudar al espectador a comprender qué sucedía, si es que un atentado se puede explicar...


Los terroristas exigían la liberación de más de 200 prisioneros árabes de cárceles israelíes, además de transporte seguro para ellos mismos y sus cautivos fuera de Alemania. En el caso de que sus demandas no fueran atendidas asesinarían a los atletas sin ningún miramiento.


El productor Roone Arledge, el director Don Ohlmeyer y el propio presentador y jefe de redacción Jim McKay comprendieron al instante que debían destinar su tiempo a cubrir la noticia. De hecho, el equipo de informativos destinado a Munich era mínimo y sólo se encargaba de testar el ambiente de la ciudad durante esos días. Cada cámara, cada redactor se encargó de cubrir hasta el más mínimo rincón que pudiera aportar imagen a este momento que, todavía, no se esperaba que finalizara de manera trágica. El posteriormente famosísimo Peter Jennings consiguió colarse en la zona de los atletas italianos desde donde tenía una vista privilegiada de los apartamentos israelitas. Cuando los efectivos de seguridad descubrieron el engaño él se escondió en el baño.


Hasta las 16h las autoridades Olímpicas decidieron continuar con las competiciones hasta que el sentido común hizo que se cancelaran. Hasta la noche las negociaciones con los terroristas ocuparon los titulares de todas las televisiones del mundo. Se llegó al acuerdo de trasladarlos en helicóptero hasta un aeropuerto cercano para volar hasta El Cairo. En realidad la policía alemana tenía preparada una emboscada que terminó de la peor manera, los nueve rehenes fueron asesinados, cinco de ellos con una granada y el resto con disparos. El primer informe aseguraba que todos habían sobrevivido, poco después Jim McKay tuvo que dar la noticia al mundo con estas palabras "Our worst fears have been realized tonight (...) They're all gone" (Nuestros peores temores se han cumplido esta noche. Todos se han ido).