domingo, 11 de julio de 2021

Raffaella Carrà, el icono televisivo perfecto

Raffaella, actriz con ocho años

Es difícil reconocerla pero ahí está su mirada curiosa y esa sonrisa que, años después, se haría famosa en media Europa y buena parte de Hispanoamérica. Es Raffaella Maria Roberta Pelloni, conocida desde los años sesenta como Raffaella Carrà. Había cumplido los 78 años hace menos de un mes, el 18 de junio, y llevaba un tiempo enferma aunque no trascendió públicamente. Nos enteramos el día en que murió, el 5 de julio. Primero a través del diario "Reppublica" en un anuncio que parecía un error, un obituario adelantado, tenía que ser una noticia falsa pero al poco tiempo, tanto "I Corriere della Sera" como la RAI lo confirmaron. Sus sobrinos y Sergio Japino, que había sido su pareja sentimental y profesional muchos años, corroboraron el tristísimo hecho. La imagen de su primer trabajo como actriz, siendo una niña, está muy alejada de la que después la convertiría en un icono, el icono perfecto de la televisión. 

Una Raffaella adolescente durante su período de actriz a principios de los sesenta

Boloñesa de nacimiento, sus padres se separaron muy pronto y a los ocho años se trasladó a Roma para comenzar sus estudios artísticos, primero en la Accademia Nazionale di Danza y luego en Centro Sperimentale di Cinematografia. A pesar de no tener antecedentes artísticos en su familia, Raffaella mostró bien pronto un talento innato que su madre supo alentar pero siempre desde la cultura del esfuerzo, algo que formaría su carácter y que sería una de sus señas de identidad. Era siempre la primera en llegar a la redacción y la última en irse, se involucraba a fondo en cada proyecto y exigía a sus colaboradores tanto como a sí misma, era una organizadora nata, podía estar atenta al desarrollo del guión, a la coreografía y a los problemas de producción. Tenía carácter pero siempre era justa, por eso sus colegas laborales pasaban a formar parte de su "famiglia". 

Sinatra y Carrà, una película malucha que sirvió para que Raffaella se hiciera consciente de que Hollywood no era lo suyo

Comenzó como actriz y no como cantante o bailarina. Con ocho años tuvo un importante papel en la película "Tormento del passato" (1952). Desde 1958, ya adolescente, obtiene diversos papelitos en películas de todo tipo y en 1960 se licencia en el Centro Sperimentale. En esa década prueba diversos géneros: romántico, thriller, peplum e incluso participó en un western coproducido con España ("Cabalgando hacia la muerte" de 1962, emitido recientemente en "Cine de Barrio") y se prueba a sí misma en el teatro. También inicia su carrera de comunicadora pero en la radio, de la mano de Luciano Rispoli, haciendo entrevistas por la calle. En 1964 se produce su primer encuentro con el medio del que sería reina indiscutible, la televisión. Fue en un capítulo de la serie "Vivere insieme" de 1964. Especialmente reseñable entre esas primeras intervenciones como actriz televisiva es su participación en la comedia musical "Scaramouche" protagonizada por Domenico Modugno y de la que hemos hablado aquí. Fue en el mismo año en el que coprotagoniza junto a Frank Sinatra y Trevor Howard "El coronel Von Ryan", 1965. Sí, con tan solo 22 años había conseguido un contrato con Hollywood y de esa misma época data el capítulo de la entonces popularísima serie "Yo, espía" en la que (como ya hemos contado aquí) hacía de hija de Bill Cosby en un sorprendente giro de guión. Atentos a esta serie porque, seguramente, fue la primera vez que la vimos en TVE, allá por 1968. 

Con Nino Ferrar en 1969 en "Io, Agata e tu", el programa que cambió su imagen

A finales de los sesenta se había asentado de nuevo en Italia, despreciando un futuro prometedor en la meca del cine porque, simplemente, no se adaptaba al modo de vida hollywoodiense y echaba de menos su país, su gente. Era ya un claro indicativo de su independencia, de su valentía a la hora de tomar decisiones importantes sin tener en cuenta lo que sus agentes aconsejaban. Y muy pronto volvería a dejar clara su fortaleza en una época en la que una mujer de poco más de veinte años no tenía capacidad resolutiva real sobre su carrera. Determina dejar progresivamente la actuación para concentrarse en lo que, más adelante, se confirmaría como su rol de show woman. Acepta ser la secundona de Nino Ferrer en "Io, Agata e tu" (1969/70), una serie de cuatro programas espectáculo, con sketches y música, a cambio de hacer lo que ella quiera durante cinco minutos de cada emisión. Dedica ese valioso tiempo para ofrecer unos números musicales coreografiados por ella misma que sorprenden a la audiencia... y a los jefes. Y a partir de ahí cambia su historia y la de la TV italiana. 


En otoño de 1970 el poderoso Corrado, personalidad radiofónica y televisiva de peso (cuyo programa "La Corrida", primero en radio y luego en TV, se alargaría años y años e inspiraría "El semáforo" de Chicho) la ficha como su acompañante en el popular "Canzonissima", gran musical en antena desde 1956 en la RAI. Carrà impacta por ser la primera en mostrar su ombligo ("mi madre lo hizo perfecto" decía ella) ante las cámaras con unos sugerentes modelitos pero, sobre todo, por ser una artista polivalente, la réplica perfecta para las inteligentes palabras de su maestro Corrado. La pareja se compenetra a la perfección y la admiración mutua deviene en eterna amistad. Repiten en la temporada siguiente que es cuando se produce el escandalazo del "Tuca Tuca", la canción cuyo baile el Vaticano se empeñó en censurar por excesivamente "audaz y provocador". Sin embargo y gracias a la intervención de un grande del cinema italiano, Alberto Sordi, se superó la prohibición. El famoso actor cómico pidió en directo bailarlo con ella y el número pasó de "sensualísimo" a "divertidísimo" venciendo a la censura a partir de la siguiente semana. En esa misma temporada, por si el "Tuca, Tuca" fuera poca cosa, Raffaella se transmuta en una maga de pequeñísimas dimensiones que hace las delicias de la chavalada, "Maga Maghella" con una canción (con voz apitufada por mor de la técnica) que es tarareada aún hoy por los italianos que frisan los cincuenta y pico. En 1974 afrontaría el reto de presentar en solitario el programa... con la compañía en algunos segmentos de Topo Gigio, imposible de olvidar. Es en esa tercera edición en la que la canción de la cabecera "Felicità tà tà" alcanza auténtico éxito discográfico y será la sintonía también de "La hora de... Raffaella Carrà" en España un par de años más tarde. 

Raffaella y Mina, un mito en construcción junto a una leyenda asentada

Tenemos que detenernos en aquel 1974 porque es entonces cuando intervino en el que es considerado uno de los mejores programas musicales de la historia de la RAI, "Milleluci". Y no estaba sola, su compañera en las labores de presentación era la inconmesurable Mina en su último proyecto televisivo antes de retirarse de la vida pública y dedicarse a lanzar discos (casi anualmente) desde su refugio convirtiéndose (si es que no lo era ya) en una auténtica leyenda. A priori era una pareja extraña, descompensada, de la que Carrà podría salir perdiendo, quedando como una simple "ballerina" que se defendía cantando al lado de una figura tan inabarcable como la de Mina pero... "empastaron" perfectamente y los directores aprovecharon al límite el talento de ambas respetando sus virtudes y combinándolas sin que una estuviera por encima de la otra. Los egos, si los había, si diluyeron y ese repaso semanal por la música popular del último siglo fue uno de los mayores éxitos de la historia de la pantalla italiana. Raffaella recordaba siempre las animadísimas partidas de cartas que jugaba con la Tigresa de Cremona en las eternas pausas de grabación (necesarias para los cambios de escenografía, vestuario e iluminación). 

Con Roberto Carlos en "La hora de... Raffaella Carrà" en TVE, 1976

Al año siguiente debuta en TVE como cantante y bailarina, invitada estelar de "Señoras y señores" en una de las ediciones dirigida por José María Quero y presentada por Fiorella Faltoyano (Quero se turnaba con Lazarov). Raffaella es consciente de que gracias a la música puede atravesar fronteras, ya ha demostrado en su país que es una actriz solvente y una gran show woman pero sabe que puede dar más de sí y logra llevar sus alegres canciones y su estética fiestera a media Europa y es ahí cuando comienza su transformación en icono. Sus estilismos, sus coreografías, su música... se entienden allá donde va y es en un símbolo sexual en países mucho más fríos que el suyo. España es una pica en Flandes porque aquí consigue que los gerifaltes de TVE le ofrezcan algo totalmente inusual, cuatro ediciones del programa estrella "La hora de...". Era la primera vez que a un artista se le permitía presentar más de una emisión y hubo críticas iniciales... hasta que sus múltiples talentos fueron evidentes y arrasó. Esos programas se vendieron a buena parte de Hispanoamérica y la Carrà fue solicitada por Argentina y Chile. Nuevo romance con un público ajeno a su origen, tal que en 1980 protagonizó una película argentina de enorme éxito, "Bárbara". 

El final de la cabecera de presentación del sabatino nocturno "Ma che sera" 

A finales de los setenta regresa a la televisión italiana con "Ma che sera" (sábado por la noche) y comienza una etapa en la que compatibiliza su carrera musical con la presentación de grandes espectáculos en la RAI. En 1977 es invitada por José María Íñigo a su "Esta noche fiesta" y, como hemos contado aquí, el estreno de su canción "Fiesta", que quería ser un homenaje a la alegría del flamenco. termina en comisaría porque el hermano de una folklórica se lo toma como un insulto y se empeña en tirarle un vaso de cristal durante su actuación (sin conseguirlo). Fue ese el primero de sus múltiples regresos a nuestro país como invitada durante década y media hasta su retorno como presentadora en 1992. Mientras tanto, se afianza como "conduttrice" en la tele italiana con formatos espectaculares pero distintos entre sí: "Millemilioni" (coproducción con Buenos Aires, México, Londres, Roma y Moscú), "Fantastico 3" (que la reúne de nuevo con su querido Corrado) y, sobre todo, "Pronto, Raffaella?". 

Junto a la actriz, cantante y bailarina Delia Scala en "Pronto, Raffaella?" en 1983

Entre 1983 y 1985 estuvo al frente de ese espacio que podría haber sido un regalo envenenado: inaugurar la franja de mediodía en la pantalla de Italia, un horario en el que todavía se emitía la carta de ajuste. Raffaella asume el reto y pasa del prime-time con grandes presupuestos a un programa modesto, en un decorado pequeño y con medios limitados... pero con ballet y pequeña orquesta, eso sí. Su título hacía referencia a un elemento fundamental del formato que, además, la acompañaría a partir de ese momento en el resto de su carrera: el teléfono. Eso de "pronto?" es algo así como el "¿dígame?" español y al aparatito era la única forma posible de interacción directa con la audiencia y eso era, precisamente, lo que faltaba en la tele. Por primera vez su público podía hablar con ella directamente y participar en juegos tan simples que cualquiera podía concursar, desde niños a ancianos. Especialmente recordado es el juego de las judías, un clásico de las ferias desde el siglo anterior, ¿cuántas judías hay en un tarro de cristal? Esta fórmula la repitió en su programa de la tarde de TVE de 1994, "A las 8 con Raffaella" donde la pregunta que trajo de cabeza a sus espectadores fue "¿Por qué te digo azul?" (la bandera de Suazilandia, por cierto). Es en esta época cuando Raffaella deja claro que se involucra al extremo en sus proyectos. Según han comentado estos días sus viejos compañeros, quería tener todo controlado cuando las cámaras se encendieran y este será ya un modo de trabajar que no abandonará nunca.

Charles Aznavour, uno de los invitados de renombre de "Pronto, Raffaella?"

El formato, sencillo pero muy eficaz, combinando pequeños concursos, entrevistas, música, temas de interés de social, es imitado en otras televisiones y consigue alcanzar una media diaria de cuatro millones de espectadores. Ningún directivo de la RAI se planteaba una cifra así ni en la mejor de las previsiones, se hubieran contentado con un millón, así que blindaron con un contrato millonario a la diva (que fue muy criticado por el Primer Ministro italiano, Bettino Craxi) que la convirtió en la presentadora mejor pagada de Europa... y teniendo en cuenta que era una de las pocas mujeres al frente de su emisión en aquellos años podríamos decir que estaba entre las cinco mejor asalariadas del mundo sin temor a equivocarnos. Era cara, quizás, pero muy rentable. En 1985 abandonó el programa de mediodía para afrontar otro megaespectáculo nocturno que, en realidad, era una versión con presupuesto de su exitoso espacio matinal. Pero antes de eso dejó bien atado su "Pronto" y cuando se anunció su sucesora, Enrica Bonaccorti, la apoyó en público y en privado. Estos días Enrica ha declarado en la RAI que se convirtieron en amigas para siempre, lo cual dice mucho de su generosidad profesional pero también de la personal. 

El paseo con Nueva York con su ballet en las ediciones desde EEUU de "Buonasera Raffaella"

"Buonasera Raffaella" tiene el honor de ser el primer programa italiano de variedades emitido en directo desde Nueva York, en concreto las últimas cinco entregas. Las diez primeras se realizaron desde los estudios de la vía Teulada, 66 de Roma (una de las paradas del cortejo fúnebre). En aquellas ediciones especiales e históricas Raffaella entrevistó a estadistas políticos como Henry Kissinger, a viejas estrellas del Hollywood dorado como Ginger Rogers y a figuras de la música internacional como Stevie Wonder o Joe Cocker y ella, sólo ella, podía combinar personajes dispares, juegos intrascendentes (en los que también participaban estrellas como Ursula Andress) y solidaridad. Nuevo éxito y más polémicas políticas por el gasto "desmesurado" de dinero público, sin embargo, el "Buonasera" fue una verdadera campaña de publicidad para la cadena, se pudo ver en EEUU y Canadá y nuestra protagonista fue invitada al late night de David Letterman en la CBS donde evidenció una vez más su carácter entre sonrisas y superó el paternalismo y la condescendencia del cómico que, quizás, pensaba que se iba a encontrar con una vedette insulsa de la que reírse en su cara... pero salió trasquilado. 


En la siguiente temporada es requerida para hacerse cargo de "Domenica in" creado por su amigo y eterno compañero Corrado una década antes, y que aquí conocimos mucho después como "De domingo a domingo". Raffaella deja patente, una vez más, su dominio del plató incluso en espacios de larga duración pero la presión política y la de las revistas sensacionalistas era cada vez mayor. Unos por su contrato millonario, los otros porque era una figura jugosa. Ella aguantaba como podía hasta que un semanal aseguró que había abandonado a su madre enferma en una residencia, respondió desde su púlpito televisivo anunciando medidas legales por esa agresión vergonzosa a su vida privada. Una agitadísima Raffaella, visiblemente indignada pero también al borde las lágrimas, finalizó su intervención con un emocionante "mi madre no se toca". Juicios severos por haber usado la tele pública para un asunto privado por parte de algunos políticos dejaron tocada a la diva y aventuro la teoría de que todo esto unido sirvió para aceptar una propuesta de Berlusconi. Se unió al elenco estelar de Canale 5 en diciembre de 1987, allí ya no podrían examinarla por sueldos estratosféricos, era una empresa privada. 

"Raffaella Carrà Show", primer acercamiento a la TV privada. En la imagen con Jerry Lewis

"Raffaella Carrà Show" estaba dirigido por su compañero sentimental Sergio Japino, que también era el coreógrafo, labor que ya había ejercido en otros proyectos. El programa no aportaba nada nuevo a la carrera de la diva, música, humor y grandes estrellas internacionales: Jerry Lewis, Michael York, Joan Collins, Harry Belafonte, Omar Sharif... combinados con artistas italianos. Las dos novedades de este formato eran una sección en la que visitaba la casa de los famosos norteamericanos (lo contamos en este post) y que varias autonómicas españolas intervinieron en la producción. Eso suponía que se podía ver en Cataluña o Galicia doblado a sus respectivas lenguas y que famosos cantantes catalanes (se ve que eran los que más dinero aportaban) también acudían como invitados aunque sus actuaciones no se veían en Italia. La que sí se vio fue la de la gran Lola Flores a la que Raffaella tenía un cariño especial desde que en 1976 la apoyara públicamente durante su primer fichaje por TVE. No podemos olvidar, además, que su hija Lolita debutó en su programa. 

"Cuando calienta el sol", coproducción entre la RAI y TVE para el verano de 1990

La etapa en Finnivest (la corporación berlusconiana) apenas duró dos años y volvió a la pública con un trisemanal para los fines de semana en la RAI 2. Tenemos que detenernos en una serie de especiales veraniegos de 1990 porque supondrían su retorno a nuestro país. "Cuando calienta el sol" era una coproducción hispano-italiana pensada para celebrar el lanzamiento del canal Eutelsat que permitía la emisión en directo desde ambos países. Ella presentaría desde Saint Vincent, en pleno Valle de Aosta, con Ricardo Fernández Deu y Miriam Díaz Aroca con Gigi Sabani desde la localidad catalana de Tossa de Mar. Al día siguiente de su muerte, el periodista Fernández Deu recordó en el programa de TVE Catalunya y Ràdio 4 "Cafè d'idees" (dirigido y presentado por Gemma Nierga) la sorpresa que supuso descubrir a una mujer totalmente alejada de la imagen de diva. Recordaba su implicación absoluta en el trabajo y, sobre todo, su preocupación por el equipo español desplazado a Italia, los acogió como una auténtica "mamma". Esta colaboración fue la que decidió su contrato español. No pudo ser hasta 1992 porque ya tenía firmado para la temporada de otoño el programa del sábado para la RAI, "Fantastico 12". 

Suena el teléfono, hay que responder "¡Hola, Raffaella!"

"¡Hola Raffaella!" es el inicio de una nueva y gratificante fase en su carrera. Desde 1992 a 1995 se asienta en España, primero como estrella de TVE y la última temporada, de Tele 5. Iba a ser un relevo veraniego para suplir el hueco de los viernes del "Un, dos, tres", de hecho se grababa en el mismo plató de los Estudios Buñuel y reaprovecharon sus famosas gradas, pero el éxito fue tal que renovó temporadas y se ganó su propio lugar en el Estudio 1 de Prado del Rey cuando el macro-concurso de Chicho regresó a la programación. Como hemos hablado aquí de él no me extenderé pero sí quiero incidir en que se convirtió en un verdadero fenómeno popular, que el teléfono volvió a ser su aliado como lo había sido casi diez años antes en "Pronto, Rafaella?", que el tándem Japino ("il diavolo" por sus continuas travesuras en directo)- Carrà funciona mejor que nunca y encuentran en España un país amigo. En 1994 compatibiliza el show semanal con un programa vespertino de lunes a jueves, "A las 8 con Raffaella". Su paso a Tele 5, tras unos meses de descanso, sorprende a todo el mundo y su "En casa con Raffaella" a la hora de la siesta no consigue despegar aunque hay que tener en cuenta que la cadena estaba sufriendo una profunda crisis y que apenas hubo tiempo de asentar el formato. Posiblemente, la evidente humildad de medios en comparación con lo que nos había ofrecido hasta ese momento tampoco ayudó pero para la temporada siguiente el dúo presentadora-director tenía preparado un revulsivo para la RAI.


"Carràmba! Che sorpresa" supone la reaparición de la boloñesa a la pantalla italiana después de su mayor período de ausencia y lo hace con un espectáculo a lo grande. No hace falta que explique de qué iba porque Antena 3 lo importó como "¡Sorpresa, sorpresa!". Siete años en antena (con el cambio de nombre a "Carràmba! Che fortuna" cuando se alió con la Lotteria Italia) con una media durante toda su andadura de un 40% de share. Su increíble capacidad de trabajo y el cariño de su público se demuestra al conducir, al mismo tiempo, otros programas durante esos años, unos diarios y otros semanales e, incluso, se viene a España para presentar las Campanadas en TVE junto a Ramón García en 1998. En el 97, además, retoma su faceta de actriz y protagoniza la miniserie "Mamma per caso" para RAI 1. Raffaella es, sin discusión, un mito viviente. 

Dos iconos de la industria artística italiana unidos en una memorable conversación. "A raccontare comincia tu", último programa de Raffaella

Volvimos a ver a Raffaella en 2004 con el telemaratón de 9 horas "Contigo" que tenía como objetivo el apadrinamiento de niños de países pobres (que tendría su propia versión italiana dos años después, "Amore"), en 2008 en "Salvemos Eurovisión" y en 2016 para la gala del 60º aniversario de TVE. Aquel mismo año triunfaba en RAI 2 como coach de "The Voice of Italy". Fue en España donde anunció en una entrevista en directo para "Domenica in" que dejaría de presentar grandes shows en TV, lo que se malinterpretó como una retirada. No era tal cosa pero la conmoción aquí y allí fue una muestra de que Raffaella era mucho más que una artista querida. Era respetada y era imposible pensar en una jubilación. En 2019 estrenó en RAI 3 "A raccontare comincia tu", una adaptación del "Mi casa es la tuya" de Bertín Osborne aunque, en realidad, no necesitaba los derechos para un formato que ella ya había incluido en su "Raffaella Carrà Show" de Canale 5/Canales autonómicos españoles. Dos temporadas compuestas de cuatro entrevistas dejaron patente su innata capacidad para la conversación, para la escucha, para el diálogo inteligente y la autoironía. Supieron a poco. Y llegó la pandemia... y el obligado descanso. Su cameo en la película "Explota, explota" fue la última colaboración con el mundo artístico de nuestro país. Hoy, ese saludo rápido, sonriente, cómplice es el mejor recuerdo para la diva que conquistó varios países y que supo evolucionar, adelantándose a los demás, siendo pionera en tantas cosas e inspiración para muchos. Gracias, Raffaella, grazie mille. 


Y, como extra, algunos vídeos. Comenzamos precisamente por el principio, su primer papel en el cine, 1952: 

 

 Número cómico-musical con Nino Ferrer en "Io, Agata e tu", 1969:

 

 "Maga Maghella", sección de "Canzonissima" dedicada a los niños, 1971:

 

Raffaella a dúo con Sammy Davis Jr en "Buonasera Raffaella" desde Nueva York:

 

 El famoso discurso contra los medios sensacionalistas en "Domenica in":

 

Y parte de la entrañable conversación entre dos divas:

2 comentarios:

  1. Gracias, Raffaella, por habernos hecho felices. En España sencillamente se te quería un montón!

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