viernes, 27 de septiembre de 2024

Todo lo inventó Steve Allen

 

El 27 de septiembre de 1954 se estrena a nivel nacional el "Tonight Show" en la NBC. Se cumplen, por tanto, 70 años del inicio de un programa que hizo (y sigue haciendo) historia en la televisión mundial. Fue Pat Weaver, padre de Sigourney, quien inventó esa franja, el late night, después de haber inventado también la matinal con "Today Show" un par de años antes pero fue Steve Allen quien marcó las bases del género. De hecho, todo lo que hoy vemos en este tipo de programas lo probó antes Steve, fue él y su equipo quien puso en marcha una forma de hacer tele que en nuestro país hoy podemos ver en un access prime time alargado hasta el punto de que ya no hay prime time tal y como lo conocíamos. Esa "guerra abierta" entre el veterano "El Hormiguero" y el recién llegado a la palestra de la tele abierta "La Revuelta" (espoleada fundamentalmente por los medios) nos sirve para comprobar que Allen fue el pionero.


Si os cuesta creer que un señor podía ser tan trasgresor hace siete décadas como Broncano hoy o tan creativo como Motos en sus mejores tiempos, agárrame el cubata (a mí en realidad esta expresión no me encaja porque soy abstemio). Aclaremos antes que Steve Allen había iniciado el programa en 1953 pero sólo para Nueva York y que se mantuvo en el "Tonight" hasta enero del 57 pero después volvería al formato una y otra vez en otras cadenas y en sindicación con el título de "The Steve Allen Show" y algún añadido puntual del patrocinador de turno, además combinaba sus espacios diarios con otros semanales de gran formato. Pues bien, él ya  llegaba en ciclomotor (sin casco entonces) en una de las cabeceras de sus programas tal y como después lo hizo Carlos Herrera en Canal Sur y La Uno o como hace Broncano ahora pero corriendo o en bici. 


El saludo inicial, el baile mientras suena la orquesta, los gestos a la audiencia en casa... todo esa liturgia no la inventó Allen pero sí que la enriqueció y estableció como norma para los late del futuro. Su patada a cámara fue uno de sus sellos. Hablando de orquestas, eso de convertir al director de la suya en un personaje más y hacer de la música parte indispensable del show sí que tiene su firma. Si bien es cierto que todos los programas tenían orquesta, orquestina, cuarteto o trío, no es casual que Steve fuera él mismo un prolífico compositor y un consumado pianista. Ante cualquier eventualidad, ausencia de un invitado o, simplemente, porque le apetecía Steve se acercaba al piano y era capaz de improvisar con sus músicos una canción ad hoc. 


Steve era, ante todo, humorista. Así comenzó su carrera en la radio y ese fue siempre el pilar sobre el que asentó sus proyectos, incluso los divulgativos (como "Meeting of Minds" en la pública PBS). Fue un absoluto genio de la improvisación aunque llegara a su vida de forma absolutamente casual. El día que Doris Day no pudo acudir a su programa de radio fue un momento decisivo. Tenía que cubrir aquella hora en directo como fuera y se acercó a la gente presente en el auditorio (la mayoría de los programas de radio se hacían cara al público) y jugar con ella. Así nació una nueva forma de humor que trasladó al "Tonight" llevándolo incluso más allá, saliendo a la calle con una cámara ligera (una auténtica innovación) para hacer lo que hoy hace Jorge Ponce, jugar con el ciudadano, conseguir la risa cómplice a través de conversaciones en las que se roza la vergüenza de la víctima pero sin escarnio. 

El humor impregnaba el programa desde el principio, Steve formó su propia troupe de actores que interpretaba sketches en directo y si algo fallaba se incorporaba a la acción, un bigote que se despega, un forillo que se cae, un artilugio que deja de funcionar... la improvisación se unía al guión y surgía la magia. Prácticamente todos los actores de esa pequeña compañía continuaron su carrera en cine, televisión y teatro y es que Steve tenía un excelente ojo para sus colaboradores. Eso sí, cada vez que el "jefe" volvía a la tele con un proyecto, volvían a unirse, habían creado una auténtica amistad.

Esa capacidad para encontrar gente con talento la extendía a los invitados. No sólo acudían a su llamada las grandes estrellas del espectáculo, él invitaba a artistas de la disidencia y la contracultura. Era tan valiente como para llevar al estudio a Jack Kerouac, máximo representante de la Beat Generation, a leer su obra, a Bob Dylan a cantar en directo o a Frank Zappa (años antes de The Mothers of Invention) a "tocar la bicicleta". Además sabía ver qué famosos eran buenos "contadores de anécdotas" y los invitaba periódicamente para regocijo de la audiencia. Fue, por tanto, el primero en tener famosos como colaboradores al estilo Antonio Resines con Broncano o Motos. Esas charlas eran pura irreverencia, no había nada preestablecido y las respuestas, a veces, sorprendían al propio invitado por su audacia, Steve era capaz de sacar lo mejor de ellos. 

Por último, los experimentos. Steve incorporó la locura visual a los platós o a sus exteriores, desde sumergirse en un tanque de gelatina, convertirse en una bolsa de té humana con ayuda de una grúa que lo suspendía en el aire, luchar en barro con una campeona nacional o colocar una cámara oculta para conocer la reacción de gente de la calle ante situaciones inesperadas. En ocasiones conseguía la risa histérica del público de forma mucho más modesta: telefoneaba en directo al azar y llevaba al límite a quien respondiera con una conversación surrealista... Además siempre tenía en cuenta cómo veía el espectador el programa en su casa y usaba la técnica en su provecho: chroma-key, retroproyecciones, espejos en el frontal del teclado del piano para favorecer que el realizador captara sus manos tocando... Fue un innovador en fondo y forma.

Estos son sólo algunos ejemplos. Teniendo en cuenta que hasta finales de los ochenta seguía teniendo programas diarios en radio y que se mantuvo en activo hasta su muerte en 2000 es fácil comprender que sus aportaciones son tantas como sus años de carrera. En definitiva, lo que hoy se hace en el late en EE.UU y aquí en el access se lo debemos, sin ninguna duda, al primero de todos, al auténtico pionero: Steve Allen. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario