Aquel domingo de 1984 en el que "Candy Candy" llegó a nuestras vidas ya habían pasado cinco años desde que la serie finalizara en su emisión original en la televisión japonesa TV Asahi. 115 episodios de algo menos de media hora producidos por la poderosa Toei Animation que se habían estrenado en 1976, prácticamente un año después de ser publicado por primera vez como un manga creado por dos mujeres que a España había llegado a través de la revista "Lily" de editorial Bruguera. Del éxito mundial del anime, del enfado irreconciliable entre sus autoras que impide nuevos proyectos, de la evolución del personaje y su impacto en nuestro país nos habla José Antonio Godoy en el libro "Candy Candy. Más bonita cuando sonríe" editado por Diábolo. Con él nos hemos sumergido en la nostalgia.
- Cuando "Candy Candy" comenzó a emitirse en TVE los domingos por la tarde no éramos conscientes del fenómeno previo, aquí llegó como un anime dulzón, que eso ya era una novedad en sí, pero desconocíamos su origen..¿Cómo fue recibida en principio en nuestro país?
Para mi resulta algo complicado recordar en aquel momento cómo se vivió pues era muy pequeño, apenas tenía cuatro años, pero imagino que para todas las muchachas que ya leían sus aventuras en la desaparecida revista "Lily" (enfocada al sector femenino) sería todo un acontecimiento ver a sus personajes en movimiento. Ahora muchos la recordamos con nostalgia y en el imaginario colectivo queda como aquella serie de la muchacha que lloraba en todo momento. Es cierto que en aquella época se desconocían los orígenes de las producciones que veíamos o se trataban de colaboraciones entre dos países como, por ejemplo, "La Abeja Maya" entre Japón y Alemania. Pocos sabíamos que nos estaban llegando series desde Japón.
- En su momento hubo críticas que consideraban que aquello era un culebrón lacrimógeno no apto para la infancia.
Quizás pase desapercibido para mí que hubiera críticas en aquel momento más allá de que algunos muchachos la vieran como algo demasiado cursi. También, sin llegar a ser crítica, mi recuerdo y cómo la describía era exactamente como un culebrón en dibujos animados. Más aún con la muerte a caballo de unos de sus personajes principales que nos dejó a todos realmente impactados y es cuando vemos a Candy totalmente destrozada y llorando.
- El personaje de Candy tenía una larga historia antes de llegar a España y era el resultado del encuentro entre dos autoras que fue muy fructífero.
Hubo mucho trabajo detrás de la historia y del personaje de Candy. Los directivos de Kodansha vieron lo popular que se hizo Heidi (con otras narrativas de la época) y querían conseguir un éxito igual con un producto original para publicarlo en su revista "Nakayoshi" que pudiera no solo ser disfrutada por las más pequeñas si no también por sus madres, uniendo ambas generaciones. Con esta idea, y algunas obras bajo el brazo, como Ana de Tejas Verdes, se pusieron en contacto con la afamada mangaka Yumiko Igarashi para realizar esta nueva obra. Igarashi tenía experiencia en dibujar ambientes de otros países y sus personajes eran carismáticos y la gente los adoraba. La autora a cargo de los pinceles tenía algunas influencias como el clásico de Louisa M. Alcott "Ocho Primos" y su secuela "Rosa en Flor". De ahí se extrajeron ideas como las familias por clanes, el atuendo de los primos escoceses con su Kilt y sus gaitas o la tragedia que acontece a caballo. A la ecuación se les unió Keiko Nagita, por aquel entonces bajo el nombre de Kyoko Mizuki, que como guionista tuvo el trabajo de dar forma a todas estas premisas y desarrollarlas y sumó conceptos de una de sus obras favoritas, "Papa Piernaslargas". Podemos apreciarlo cuando Candy es adoptada por los Ardlay y mandada a estudiar a Inglaterra. Sin mencionar también que ambas obras comparten un final muy similar.
- Una de las cuestiones que tiene importancia en tu libro es el litigio entre las ellas que impide, por ahora, cualquier nuevo proyecto. ¿Qué pasó realmente?
Las dos autoras hicieron muy buen tándem bajo las directrices de Kodansha y trabajaron largo tiempo juntas hasta que finalmente, tras 20 años de contrato con Kodansha, la editorial decide otorgarle los derechos a ambas autoras y quitarse del medio después de que ellas les pidieran rescindir el contrato. Igarashi quería seguir haciendo cosas con Candy pero "Nakayoshi" ya no era la publicación más adecuada. Por ello tocó las puertas de otra editorial con la que volver a publicar la obra pero más allá de esto, lo que querían era una continuación con un tono más adulto. Sin embargo, la negativa de Keiko Nagita seguir escribiendo para Candy dio como resultado que ambas quedaran sin contratos, algo que desembocó después en problemas judiciales y el enfado entre ellas. Por eso Candy no puede republicarse.
Este tema es bastante complejo y hasta hace poco no he sido capaz de arrojar un poco de luz al asunto, porque no lo entendía muy bien. Yumiko Igarashi seguía triunfando con sus obras pero no dejaban de ofrecerle cosas relacionadas con la imagen de Candy. Como ella era parte de la creación y además fue la dibujante de los personajes pensó que en ningún momento tendría que remunerar a su compañera por ello. Tras un contrato para un fotomatón con imágenes de Candy y varios juguetes más, Nagita se asoció a otro autor, Man Izawa del manga Lady Gerogie, para demandarla. Entre idas y venidas resumamos en que la corte dictaminó como obra original el manuscrito de la escritora, estipulando que todo lo demás es un producto derivado. Aunque ambas tienen el mismo poder sobre la obra, que Nagita sea la que tenga la última palabra enfadó de por vida a Yumiko Igarashi.
- Volviendo a la serie, a España llegó en 1984, cinco años después de su final en Japón. ¿Cómo se distribuyó esa emisión en TVE? ¿Pudimos verla completa?
He de suponer que nos llegaría por medio de nuestras hermanas Francia e Italia que ya la retransmitían desde 1980. Antiguamente las series se adquirían en tandas de episodios y no completa. TVE, viendo el éxito en los comics y los otros países, emitió la primera temporada y la repitió bastante hasta que consiguió las siguientes. En total pudimos ver 51 episodios. Se desconoce por qué TVE no continuó la serie o, por lo menos, no he llegado a resolver el misterio por mí mismo. Algunas voces dicen que fue debido a que el comic dejó de publicarse, tras cerrar Bruguera, y no quisieron seguir retransmitiéndola. Es una lástima porque no tenemos en castellano esta emblemática serie de Candy Candy al completo.
- ¿Se ha podido ver íntegra en alguna de sus emisiones en otros canales del país?
Sí, es una suerte porque tanto la autonómicas de Cataluña y Galicia la emitieron al completo, con un gran doblaje, alrededor del año 97. Hace poco conseguí tener la versión en catalán completa y actualmente me están pasando la versión gallega. Tras estas emisiones llegó la hecatombe del litigio y fastidió futuras negociaciones.
- ¿Cuáles son las principales diferencias entre la serie y el manga?
La serie animada estaba más enfocada al público infantil, suavizando algunos pasajes del manga y añadiendo a un singular compañero de viaje, el mapache Klin. De hecho hay pocas imágenes realizadas por Yumiko Igarashi donde aparezca el animalillo. A pesar de que, tanto el manga como el anime, no tienen fechas concretas sí se sabe que la línea temporal es diferente. En las páginas del manga Candy conoce al Príncipe de la Colina a los seis años mientras que en el anime es a los 12. En el manga, Terry se pierde en la bebida haciendo que su talento se vea perjudicado trabajando en teatros ambulantes, hay una escena desgarradora en la que Candy lo encuentra borracho, en cambio en la animación fue llevado de forma diferente con una conversación entre él y Albert, donde Terry decide que debe seguir con su vida así como Candy se recompuso de la suya cuando la despidieron del hospital. En el anime hay un añadido, que suele ocurrir cuando la producción pisa la publicación del manga, y es la parte en la que Candy marcha a trabajar de enfermera a las minas, resultando una trama algo lenta y tediosa. Al final manga y anime se reencuentran, con algunas libertades, situando de forma diferente la cronología de los actos pero con el mismo final.
- En tu volumen haces una mención especial al doblaje original al castellano y es que para quienes la vieron en los ochenta esas voces han quedado impregnadas en la memoria.
Este apartado, aunque rematado por mí, se lo debo a mi amigo Andrés con quien iba a realizar el libro pero nuestros horarios y trabajos fueron incompatibles, como suele pasar hoy en día. El doblaje da un duro golpe en nuestra nostalgia ya que son todas las voces que recordamos de cuando éramos pequeños y las tenemos grabadas a fuego en la memoria, exactamente. Una lástima que Vicky Martínez (voz de Candy) se retirara de los doblajes. Su voz es una de las más carismáticas y con mayor personalidad, junto con la de Heidi (Selica Torcal), del panorama español.
- El éxito en su emisión original en nuestro país se refleja en todos los productos derivados que aparecieron.
Aunque hubo muchos productos (cromos, tebeos, cuentos, manga, VHS, figuras de PVC, chicles…) el hecho de que se retransmitiera años después de su éxito en Europa hizo que, desafortunadamente, no nos llegara aún más merchandising. Hay que tener en cuenta que Italia tenía sus propios productos basados en Candy y que en Francia realizaron hasta una colección de novelas juveniles sobre ella.
- ¿De qué manera te "afectó" aquella emisión en TVE? ¿Por qué te has convertido en un especialista en el personaje?
No diría que me he vuelto especialista en Candy, seguramente hay fans que aun saben mucho más y hasta te analizan cada palabra del manga o la novela. Tuve un flechazo enfermizo desde pequeño y ello me ha llevado a seguir con esta pasión latente hasta nuestros días. Tengo escritos desde los inicios de internet con información de la obra, con ideas sobre qué podría pasar, traducciones incorrectas de la época, paginas escaneadas del final del manga o el primer tomo impreso que un amigo me envió por correspondencia... Al ver tan de pequeño la serie, quieras o no, te ves influenciado por los acontecimientos de la historia que luego, sin querer, trasladas a tu propia vida. Quizás esto se vea como algo que roza lo extraño pero así fue. Candy era como verse uno mismo en la pantalla. Esa pequeña que corría por la colina con los pies descalzos, que saltaba de rama en rama, que no hacía mucho caso a sus mayores… ¡¡¡ese era yo!!! Un niño que con dos años se recorrió solo la ciudad para ir a casa de su abuela o que, actualmente, disfrute viendo las acrobacias que hacen los expertos del parkour, por aquello de ir de rama en rama ja, ja, ja…
El que me conoce sabe que Candy está en mí, es algo indivisible, Yo soy para Candy lo que Candy es para mí. Llevaba toda la vida esperando que publicaran un libro como este sobre ella sin saber que el autor de esa obra sería yo mismo.
La mayor parte de las imágenes han sido cedidas por J. A. Godoy.