Concurso

Ahora que estamos en pleno verano, poco a poco os iréis de vacaciones y la audiencia de este blog comenzará a disminuir así que os propongo un concurso para agradeceros vuestra atención, visitas y comentarios todos estos meses. El regalo será un dvd de lo más nostálgico.
Vamos a ello: esta multitudinaria foto retrata al amplio equipo de un programa vespertino muy popular que tuvo dos presentadores en etapas sucesivas. Lo que queremos saber es:
- El título del programa
- Los dos presentadores titulares
- Y he aquí el verdadero juego: el mayor número de personas que podáis identificar en la foto, os aseguro que con cierta facilidad podéis encontrar a varias presentadoras muy conocidas.

Para ver la foto más grande sólo tenéis que pinchar en ella y si no es suficiente podéis copiarla y ampliarla con cualquier programa de visión de imágenes.

Las respuestas tendréis que escribirlas aquí el sábado entre las 11 y las 15h, mientras tanto podéis ir haciendo comentarios o preguntando cosillas que puedan serviros de pista aunque advierto que yo seré un Don Cicuta eh. Se llevará el premio quien conteste a todas las preguntas correctamente e incluya un mayor número de personas reconocidas en la foto.

Adiós a Peter Falk, alias Colombo

Ha desaparecido otra de las grandes figuras del párnaso televisivo, el inefable teniente Colombo ha abandonado su versión carnal para ser, a partir de ahora, simplemente un ente de la pantalla, el actor que lo encarnaba (aquí el verbo "interpretar" se queda corto) ha fallecido a consecuencia de las complicaciones provocadas por al Alzheimer que padecía desde hace años. Peter Falk, en realidad, es mucho más que un teniente de la tele, por mucho que éste le haya marcado mundialmente. Comenzó en la interpretación tarde, a los 29 años, después de haber sido cocinero en un barco mercante y director de análisis de la Oficina Presupuestaria de Conéctica, ahí es nada.
Antes de llegar al cine probó en todos los escenarios del Off Broadway hasta que su papel secundario en "El sindicato del crimen" le reportó una nominación al Oscar que repitió con la película "Un gángster para un milagro" de Capra.
En febrero de 1968 la NBC presentó una tv movie protagonizada por el teniendo Columbo (no sé por qué aquí le cambiaron el nombre) y fue tal el éxito que se encargó otra que se emitiría dos años después, es esa segunda la que se considera el piloto de la serie que se permaneció en antena hasta 1978 de forma periódica y alternándose cada semana con otras como "Kojak". Steven Spielberg fue uno de los realizadores de las primeras temporadas.
Ese hombrecillo aparentemente despistado, con una gabardina arrugada y una corbata a medio anudar, que siempre aludía a su esposa y que preguntaba lo más importante justo antes de salir por la puerta le dió fama mundial y prestigio en la profesión, consiguió 5 Emmys y un Globo de Oro. A principios de los 90 volvió a producirse de forma intermitente la serie y de nuevo se emitió en medio mundo y se repitieron las nominaciones.
Falk, entre ambas tandas de capítulos, había aprovechado el tiempo trabajando en cine con Casavettes y Wenders, entre otros. Su valía interpretativa queda fuera de toda duda y su capacidad para crear un tipo eterno fue excepcional.

Vicente Vallés en 1988

Lo de Vicente Vallés es un pacto con el diablo, muchos se preguntan si realmente se tiñe el pelo de blanco para parecer mayor porque, reconozcámoslo, su cara de niño apenas ha cambiado desde los tiempos de "La mirada crítica" o los informativos de fin de semana de Telecinco.
Este madrileño comenzó su carrera en la cadena SER y ya en 1987 se incorporó a la sección de deportes de TVE donde presentó el programa nocturno "Teledeporte" en el verano de 1988, precisamente la imagen superior pertenece a aquella etapa. Un año después formó parte del equipo fundador de los noticiarios de Telemadrid donde ejerció cargos de gran responsabilidad hasta 1994, fecha en la que fue fichado por la cadena amiga.
Tres años más tarde sería nombrado subdirector de informativos y permanecería en ese puesto hasta su partida al Canal 24h en 2008 donde repite cargo y además lo compagina con el de director y presentador de "La noche en 24 horas", el programa de análisis que ha conseguido incrementar su audiencia considerablemente en estos años.
Por cierto, nació en 1963, ya podéis calcular su edad.

Un millón para el mejor... ¡en color!

De ciertos programas estamos acostumbrados a ver siempre las mismas imágenes y en blanco y negro así que descubrir una fotografía en color de un espacio tan célebre como "Un millón para el mejor" sorprende. Habitualmente nos ponen las mismas imágenes de NO-DO cuando en algún programa nostálgico se habla de esta creación de Fernando García de la Vega presentada en 1968 por Joaquín Prat y en el 69 por José Luis Pécker pero existen al menos dos emisiones. En esta instantánea distinguimos no sólo a su primer anfitrión sino también a una de sus concursantes más célebres, Rosa Zumárraga y resulta curioso descubrir qué colores se escondían en ese sencillo decorado que siempre hemos visto en tonos grises y negros. En aquellos años 60 / 70 los decoradores tenían que estar en continua conversación con los realizadores para saber qué tonos eran necesarios realmente para conseguir el blanco y negro adecuado. Toda una labor de alquimia técnica.

Hablando claro

En el Día del Español qué mejor que recordar un formato que pretendía potenciar el uso correcto de la lengua, un concurso que estuvo nada menos que cinco años en antena (1987-92), "Hablando claro". Basado en un formato de la RAI, "Parola mía", que había comenzado 2 años antes y que sigue en antena, este programa semanal contaba con el asesoramiento y colaboración de la RAE.
Salvador Valdés ("La aventura del saber") comenzó su carrera como presentador en este programa en el que se permaneció dos años acompañado de otras presentadoras en etapas sucesivas. Su primera "partenaire" fue la recordada Inka Martí que al año voló para emprender proyectos profesionales más ambiciosos.
La sucedió Teresa Castanedo, excelente profesional que más tarde co-presentaría la primera edición del Telediario junto a Luis Mariñas hasta que fue fichada por Telemadrid, cadena en la que se encargaría de sus Telenoticias durante tres lustros.
Para sustituirla se eligió a una antigua concursante, Ana García Siñeriz, que aprovechó muy bien esta gran oportunidad para ser fichada por Canal Plus ya en sus comienzos. Allí presentaría informativos, programas cinematográficos ("Primer Plano") y retransmitiría los Oscar aunque será más recordada por su trabajo en "Lo + Plus". Posteriormente en Cuatro se encargaría de "Channel nº4" junto a Boris Izaguirre y más recientemente de "Matinal Cuatro".
Aún hubo tiempo para otra presentadora, Cristina Marcos entre 1990 y 1992 y sí, estoy hablando de la actriz.
En cuanto a la mecánica, dos concursantes se enfrentaban cada semana a distintas pruebas para demostrar su conocimiento del español. De la corrección se encargaba un miembro de la RAE, los primeros años Francisco Rico y más tarde otros que mejoraron su imagen de contable de Hacienda.

Hablando claro - Primer programa de la segunda temporada

Queen for a day

Si "Reina por un día" fue un exitazo a mediados de los 60 en nuestro país, su versión original lo fue aún mucho más aunque con ciertas variantes que ya adelantábamos ayer. Hoy toca hablar de "Queen for a day", un formato que inició su andadura en la radio en 1945 y que saltó a la televisión en 1956. Durante un tiempo se realizaron emisiones simultáneas para ambos medios pero a partir del 57 se centraron en esa pantallita que ya era indispensable en los hogares norteamericanos.
El presentador Jack Bailey se hizo popularísimo con este reality en el que cada día varias mujeres competían entre sí para contar la historia más dramática y así conseguir el premio, habitualmente ayuda médica o electrodomésticos que hicieran su vida más fácil.
Las mujeres eran seleccionadas entre el público asistente e indefectiblemente estaban viviendo situaciones difíciles. Esta competición de la desgracia consiguió tal éxito en la NBC que se pasó de los 30 minutos de las primeras temporadas a los 45 de las siguientes y se batió el récord publicitario de aquella franja al pagarse 4.000 dólares por minuto de spot durante la emisión del programa.
Eso contribuyó a que los premios fueran creciendo poco a poco y junto a las necesidades de las participantes se fueron añadiendo extras como cocinas automáticas o viajes.
El clímax llegaba con la elección de la más desgraciada de las concursantes que era elegida por medio del "aplausómetro", por eso era fundamental empatizar con el público presente en el estudio.
El programa se emitió en la NBC hasta 1960, año en que se pasó a la ABC donde se mantuvo hasta 1964. En 1969 se emitió una nueva versión con otro presentador y de forma sindicada que sólo duró un año.
Como véis existen diferencias sustanciales entre la versión española y la americana (curioso que llegara a España justo cuando finalizaba en EE.UU.). Aunque ambas parten del uso y abuso de dramas ajenos allí las mujeres competían en directo mientras en que aquí se anunciaban al final de cada programa las 3 seleccionadas y se explicaba por qué se elegía a la protagonista de la semana siguiente. En el programa correspondiente se hablaría de su historia y se cumpliría su sueño.

Reina por un día

Ya en 1964 TVE se atrevió con un género hoy indispensable en cualquier televisión comercial, el reality. "Reina por un día" era un concurso en el que el público elegía a la mujer que debía ser homenajeada en el programa. Habitualmente eran protagonistas de historias duras, lacrimógenas, con las que empatizaban las espectadoras de la época. Si se conservara algún programa comprobaríamos que para buena parte de la población la postguerra no había finalizado en 1952. Los dramas que se intuían bajo esas historias nos hablan de pobreza, enfermedad, maltrato, injusticias...
Pero el día del programa todo daba igual porque conseguían lo que prometía el título, ser reinas por un día, sus deseos se cumplían mientras estaban en el plató y los presentadores Mario Cabré y José Luis Barcelona eran los encargados de hacerles sentirse especiales al menos una vez en su vida.
El torero-comunicador y el locutor todoterreno consiguieron su mayor éxito en la tele sesentera con esta adaptación de un programa norteamericano, "Queen for a day". En EEUU la emisión era diaria, aquí semanal. Allá era matinal y aquí de prime-time. También en el tratamiento de los temas había diferencias, el director de la versión patria, Eugenio Pena, no quiso ahondar en el morbo ni en sentimentalismos exagerados para atraer a la audiencia.
El programa se mantuvo en antena hasta 1966 y durante una temporada se fue de gira por teatros de provincias, como si de un espectáculo se tratase. Allí se elegía a la reina del pueblo y se le regalaba una batería de cocina para hacer más fácil su día a día.

Balcón del Mediterráneo

"Buenas tardes desde el balcón del Mediterráneo" estas fueron las primerísimas palabras pronunciadas por José Luis Barcelona para los espectadores de TVE desde el centro de producción de Barcelona (disculpen la reiteración, es inevitable), el segundo de nuestra tele tras el del Paseo de la Habana. De esta forma se inauguraba la señal desde Cataluña. La emisión se realizó en exteriores, desde los jardines del palacete de Miramar, reformado en su interior para albergar los estudios y la redacción y más tarde reconvertido en hotel.
Fue el 14 de julio de 1959 y la voz del entrañable Barcelona resonaba en aquellos primigenios televisores, sólo la voz porque para aquel primer programa no prestó su imagen, fue una retransmisión de los distintos actos preparados para aquella fecha, algunos bailes regionales, una demostración del cuerpo de Bomberos de la ciudad y otras bellas estampas.
Por supuesto no se conserva nada de aquel día, sólo fotografías como estas. José Luis Barcelona repitió la jugada 50 años después pero esta vez mostrando también su cara y recordando exactamente las mismas palabras que pronunciara en la primera ocasión. Fue un momento emocionante.

Julio César de Pedro Amalio López

El 24 de noviembre de 1965 los espectadores de la Primera veían este rótulo que daba inicio a una gran producción de la serie "Estudio 1". La tragedia de William Shakespeare había sido adaptada por el director y realizador Pedro Amalio López.
En el celebérrimo plató de Prado del Rey se recrearon los diversos ambientes de la Roma de la época de César y se contrataron decenas de extras para hacer más creíble el asunto. A diferencia de otros montajes mucho más oscuros éste destacaba por la claridad de la escenografía.
Se tuvo que confeccionar vestuario exprofeso para este dramático. Los figurines intentaban ser fieles a la imagen que el espectador tenía de los romanos debida, principalmente, a otras adaptaciones hollywoodienses o a los entrañables peplum facturados en Cinecittá.
El genial Ismael Merlo encarnaba a César, que a pesar del título de la obra, no es el protagonista sino el desencadenante de todo lo que viene a continuación. Su asesinato, realizado casi con una sola cámara, destaca por su intensidad.

A partir de ahí son Luis Prendes y Rafael Navarro quienes toman el protagonismo en sus papeles de Bruto y Casio respectivamente. En un alarde de ambición las cámaras salieron a la sierra madrileña para grabar varias escenas con caballos, infantería y tiendas de campaña incluídas.
Una superproducción que dejó a los espectadores perplejos y a la crítica más que satisfecha.

Andy Williams en La hora de Raffaella

En 1976 Raffaella Carrá estaba triunfando en nuestro país con "La hora de...", un espectáculo que desde el año anterior había alternado anfitriones de primera línea como Julio Iglesias, Gloria Gaynor o Johnny Halliday. Cada semana uno de ellos presentaba un show con grandes invitados, excepcionalmente alguno de ellos repitió, como Raphael, pero lo de Raffaella fue increíble, se la contrató para 4 programas. No me quiero extender en esto porque próximamente hablaremos con más detalle del tema, sirva esto para enmarcar el tema que hoy nos ocupa, la actuación de unos de los grandes crooners de los 60 y los 70 en EE.UU. en este espacio.
Andy Williams, del que ya hemos hablado aquí en varias ocasiones, había triunfado en Norteamérica con sus shows en la NBC así que su llegada a TVE tenía que ser anunciada como un acontecimiento porque realmente lo era. El escenógrafo J. Pérez Muñoz preparó un decorado en el que se le daba la bienvenida al artista.
En realidad Andy no era conocido en España y si fue contratado se debió a que su compañía discográfica, CBS Records, era la misma que la de Raffaella así que todo vino en un pack. Gracias a eso los espectadores de la época pudieron disfrutar de la aterciopelada voz del cantante.
Raffaella compartió plano con él y podemos decir que TVE tiene en su archivo esta imagen histórica de dos grandes estrellas de público distinto y de países diferentes pero que compartían triunfo televisivo-musical.
Antes de despedirse Williams cantó su versión del "Gloria, Gloria, Aleluya" involucrando al público español en un momento un poco delirante. El realizador Enrique Martí Maqueda puso su elegancia visual al servicio de este gran artista.

Pilar Miró

Pocas figuras televisivas generaron (y generan, supongo) tanta controversia como Pilar Miró, en su día fue querida y odiada, admirada y vilipendiada. Hoy nos queda su obra y el poso del tiempo permite ver que fue una incomprendida y que su trabajo fue impecable, repito: IM-PE-CA-BLE.
A principios de los 60 se presentó en el Paseo de la Habana para solicitar empleo en aquella incipiente televisión y ni siquiera ella sabía explicar por qué hicieron caso a una jovencita sin experiencia. El caso es que comenzó trabajando de auxiliar de redacción y pasó por todos los departamentos hasta llegar a realización. Mientras aprendía con la práctica se licenció en Periodismo y Derecho y se graduó en la Escuela Oficial de Cine.
Ya a finales de los 60 Pilar había sido protagonista de varios reportajes de revistas como "Tele Radio", no en vano era la primera realizadora de la Casa. Sus órdenes se oyeron en platós de musicales, dramáticos, divulgativos... pero a ella lo que le interesaba realmente era el cine. Sus dos primeras películas, "La petición" (1976) y "El crimen de Cuenca" (1979) se estrenaron con polémica y con la segunda estuvo a punto de ir a la cárcel y ser sometida a un juicio militar (¡siendo civil y por una película en una España post-franquista!) pero eso no la amilanó y siguió adelante, incluso se convirtió en Directora General de Cinematografía en 1982. Su política en el cargo incluyó un aumento de la calidad de la producción y la presencia de España en festivales internaciones además de un Oscar para "Volver a empezar" pero también supuso una disminución en la cantidad.
Entre 1986 y 1989 fue Directora General de RTVE, durante su estancia se produjeron programas valientes e innovadores y se consiguió que algunos de los grandes se acercaran a un medio que consideraban demasiado popular. Sin embargo, tantas buenas intenciones chocaron con el asunto de unos vestidos comprados con partidas del Ente para actos, festivales y encuentros a los que la Miró acudía en representación del medio. Tres años de juicio político y popular para que al final la Fiscal retirara la acusación al darse cuenta de que estaba siendo utilizada políticamente por la facción guerrista del PSOE para castigar a una mujer que no había hecho nada más que actuar con libertad en su trabajo, sin escuchar a nadie.
Vuelta al cine para redimirse y un éxito inesperado como "El Perro del Hortelano" la colocaron otra vez donde se merecía. En 1995 y en 1997 realizó las bodas de las Infantas Elena y Cristina, casi como si de una película se tratara. Tan intenso fue su trabajo en la segunda que murió pocos días después. Se nos fue una mujer valiente a la que el viernes recordaron en el programa "Imprescindibles" de la 2. Para los que no pudieron verlo, aquí tenéis otra oportunidad.

Victoriano Fernández Asís, el hombre al que no se le resistía un ministro

Entre aquellos primeros periodistas que poblaron el Paseo de la Habana destaca el único que realizaba entrevistas y moderaba debates con una pasión y vehemencia que lo alejaban del encorsetamiento de sus compañeros Jesús Álvarez y David Cubedo, que se limitaban a informar (dentro de un orden) desde la mesa del Telediario. Su nombre, Victoriano Fernández Asís, es sinónimo para algunos de afección al régimen, craso error que sólo podríamos demostrar con las imágenes de aquellos programas, desgraciadamente como en aquellos años heroícos no existía el sistema de grabación sólo podemos remitirnos a los testimonios de aquellos que trabajaron con él y que nos ofrecen una mínima fiabilidad. Cierto que don Victoriano entrevistó a todos los gerifaltes de la dictadura pero eso no significa que les dorara la píldora, de hecho su inteligencia y retranca conseguía ponerlos contra las cuerdas sin que muchos fueran conscientes de los aprietos en los que les metía.
Hasta los setenta dirigió debates bajo diversos nombres como "Foro TV", "Rueda de prensa", "Tribuna TV" o "Llamada al diálogo". En una entrevista realizada por José Miguel Contreras en 1986 para "El País", Asís reflexionaba sobre la evolución de los políticos ante la televisión de esta manera: "hace años estaban menos ahormados, aunque hoy no dicen cosas más importantes que hace 30 años. Antes la disciplina política era muy fuerte, pero ahora esta disciplina sigue pesando mucho sobre los líderes cuando aparecen en radio o televisión".
Como buen gallego, a este periodista le gustaban los aforismos y en esa misma entrevista decía que "hay que tener verdadero talento para perder dinero con una emisora de televisión" aunque me quedo con éste: "Si los programas son tan malos y ganamos tanto dinero, para qué vamos a perturbarnos haciéndolos mejores".