martes, 14 de julio de 2020

90 años de la primera ficción televisiva de Europa

El 14 de julio de 1930 la BBC emitió su primera ficción televisiva, "The Man with the Flower in His Mouth". Teniendo en cuenta que era la única cadena en toda Europa (Alemania comenzaría sus emisiones cinco años más tarde) éste es considerado el primer dramático televisivo europeo... pero no del mundo. "The Queen's Messenger" ostenta ese honor, emitida el 11 de septiembre de 1928 en la emisora X2XAD de Schenectady (Nueva York) adaptaba un texto sobre espías de Harley Manners. En ambos casos, no obstante, fueron emisiones experimentales, ninguna de las dos cadenas emitía de forma regular y el número de espectadores casi se podía contar con los dedos de dos manos (quizás podemos sumar los de los pies si me apuráis). La neoyorquina contó con tres cámaras, todo un lujo, pero la británica se tuvo que conformar con sólo una, lo que hizo agudizar el ingenio del realizador y el productor.  


BBC Radio había alcanzado prestigio pero también no pocas críticas por su excesivo formalismo y el uso de un acento casi académico. A finales de la década de los veinte había comenzado a ensayar con diversos sistemas televisivos pero de forma casi anecdótica. Cuando aquel día de julio un pequeñísimo grupo de espectadores, entre los que se encontraba el Primer Ministro Ramsay MacDonald, estaba dispuesto para ver qué era aquello de la "ficción televisiva", nadie estaba seguro de que ese invento pudiera tener futuro. Pero en el minúsculo estudio preparado en las oficinas de la compañía de John Logie Baird en el 133 de Long Acre, Londres, un pequeño grupo de valientes pioneros se preparaba, con tanta ilusión como nervios, para representar en directo y a la hora del té el drama de Luigi Pirandello "El hombre con una flor en su boca". 


Cualquiera que se acercara a esa habitación donde se apiñaban los tres actores, el director, el productor, el narrador y varias personas más que se encargaban de cuestiones técnicas, se sorprendería. Y no por el ajetreo y los nervios, ni por el tablero de ajedrez que se deslizaba sobre un tablero para separar las escenas, ni por los expresionistas dibujos de C.R. Nevinson para representar los escenarios... lo que más llamaría la atención sería el ridículo maquillaje: amarillo para la cara, azul para los labios. El sistema televisivo del pionero Baird, elegido temporalmente por la BBC para estos experimentos, disponía sólo de 30 líneas de imagen así que los actores debían ir pintados de esa manera para que el espectador pudiera distinguir sus rasgos. Ahora haced un esfuerzo y pensad que hasta hace bien poco se usaba el sistema de 625 líneas en nuestros televisores y entenderéis que para ver aquello, la escasa audiencia tenía que prestar mucha, mucha atención. 
   Los actores Earl Grey y Lionel Millard, con la participación de Gladys Young, fueron dirigidos por Val Gielgud, director de los dramas radiofónicos, y Lance Sieveking, también productor. La brevedad del texto y la sencillez de su puesta en escena fueron las razones para su elección. Tan sólo se podía ver el rostro de un actor así que se iban turnando en la única silla disponible y un tablero de ajedrez separaba sus largos parlamentos. A pesar de lo precario del asunto, los periodistas y personalidades invitadas a presenciar el evento lo calificaron de éxito. 

   Por supuesto no se conserva grabación pero en 1967 un técnico de Granada TV realizó una recreación con una réplica del sistema Baird que él mismo había reconstruido. Parte de estas imágenes se usaron para un documental sobre la historia del medio. Unos años más tarde la propia BBC reunió a los supervivientes para explicar cómo se realizó la hazaña. 

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