domingo, 31 de enero de 2016

Adiós a Sir Terry Wogan


El irlandés que triunfó en Reino Unido, el animador de la radio matinal durante casi 40 años, el entrevistador impertinente al que todo se le perdonaba cuando sonreía con complicidad, la voz de Eurovisión durante más de tres décadas. Terry Wogan, Sir con todos los honores, ha fallecido a los 77 años tras una breve lucha contra el cáncer. Los espectadores británicos sospechaban algo cuando en diciembre no presentó, por primera vez desde su creación, la gala benéfica "Children in Need" y disculpó su ausencia a través de un mensaje grabado en el que explicaba que se estaba recuperando de una operación inesperada.

 

Su primer y gran amor fue la radio, ya desde los inicios de su carrera en los servicios informativos de la radio irlandesa y más adelante como uno de los miembros originales de la revolución de la Radio 1 de la BBC aunque adquiriría su fama y popularidad en Radio 2, también de la emisora pública. Su magazine despertador llegó a tener 8 millones de oyentes diarios y durante una breve etapa se emitió simultáneamente en televisión. 


Su llegada a la BBC no auguraba tanto éxito como el que tuvo, su primera colaboración como presentador fue con la retransmisión del concurso nacional de baile "Come Dancing" aunque ya había narrado el festival de Eurovisión tres años antes. Aquel programa no era para él a pesar de que se mantuvo hasta 1979 en su puesto. Demasiado serio, demasiado formal para su manera natural de entender la comunicación. Fue precisamente en aquel 79 cuando tuvo su verdadera oportunidad al ser elegido para un concurso de lo más estúpido, "Blankety Blank". Su relación con el panel de famosos que ayudaba (o todo lo contrario) a los participantes fue la que le "soltó" definitivamente. Su ironía casi caústica magnetizó a la audiencia. En 1983 lo abandonó (siento sustituido por un humorista mucho más famoso que él, lo que indica la fortaleza que había alcanzado el programita y la necesidad de buscar un sucesor potente) para dedicarse en cuerpo y alma a su otro gran proyecto (con permiso de la radio), el talk show que llevaba su propio apellido.


Lo que había comenzado el año anterior como un programa semanal de entrevistas a famosos de promoción se alzó como uno de los espacios más vistos y amplió su periodicidad a tres veces por semana. Todos los actores, músicos, escritores,o deportistas que tenían algo que decir se sentaron en su sofá durante los 10 años que se mantuvo en antena ininterrumpidamente, con constantes vueltas a la parrilla, algunas incluso para revisitar viejas conversaciones con sus interlocutores ante él.


En 1980 lanzó una iniciativa benéfica que se convirtió en un clásico en la BBC (uno más), "Children in Need", dedicada, como su propio nombre indica, a los niños en dificultades. Todavía sigue en antena cada Navidad y ésta fue la primera en la que, como decíamos al principio, Sir Terry no pudo acudir. Apenas un mes antes había abandonado su programa radiofónico debido a la enfermedad (aunque no se explicitó la razón real). Entonces se despidió de sus oyentes agradeciéndoles su amistad.

 

El festival de Eurovisión también es una constante en su carrera. En eterna rivalidad con Uribarri por conseguir el récord de retransmisiones, Wogan estuvo de forma intermitente desde principios de los 70 hasta 2008 cuando pasó el relevo a Graham Norton harto del juego político en las votaciones y del ninguneo a la candidatura británica en la última década. Además de narrarlo para la radio y la tele, presentó las preselecciones en más de veinte ocasiones y también el propio festival en 1998, el año de Dana International. Tan querido como odiado en esta labor, sus comentarios sardónicos y su manía de tapar la canción con sus chanzas fueron sus sellos personales en algo tan impersonal como Eurovisión. 
   Wogan siguió en activo hasta casi el final, no sólo en radio sino en televisión donde en los últimos meses se pudo ver el documental viajero-gastronómico "Terry and Mason's Great Food Trip" donde se le veía físicamente débil y torpe aunque con su voz y humor intactos. 
   El director general de la BBC, Tony Hall, ha definido hoy a este comunicador como "un verdadero tesoro nacional" y ese es el sentimiento generalizado entre sus compañeros y admiradores. 

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