El Capitán ajusta los esquíes a uno de los niños de "Gente menuda" |
A finales del verano de 1959, apenas un mes después del inicio de las emisiones desde los estudios de Miramar en Barcelona, comienza "Gente menuda", el primer programa infantil de los domingos realizado desde allí para toda España, inaugurando una franja que continuaría con firma catalana varias temporadas. Sería este un comienzo tímido, siguiendo el canon iniciado en el Paseo de la Habana con Boliche y Chapinete unos años antes, dos actores interpretaban a unos personajes que eran amigos de las criaturas que visitaban el plató. El Capitán comandaba este espacio, un marinero retirado con largas patillas, gorra y pipa que cumplía con el estereotipo del oficio en los tebeos y el cine y que, unos años más adelante, perpetuaría Jacques Cousteau con sus documentales submarinos (aunque él en vez de gorra de plato llevara gorro de lana rojo). El Capitán (en mayúsculas porque así era conocido, no tenía nombre ni apellido) era secundado por su fiel Cachalote "quien, habiendo servido durante años a su superior, al retirarse éste del servicio activo decidió acompañarle en el definitivo barco carenado en Miramar" (revista Tele Radio nº 107).
Demostración de armónica en "Gente menuda" en 1960 |
Al principio se realizó en los jardines de los estudios de Miramar aprovechando su magnífica ubicación con vistas al Mediterráneo (aunque aquellas vetustas cámaras apenas podían captar algo más que una insinuación de ese magnífico decorado natural) pero con la llegada del otoño se trasladó a un pequeño plató. El programa era, ¡cómo no!, bastante divulgativo. El Capitán, gracias a su experiencia como viajero, les daba lecciones sobre geografía, mecánica, deportes y hasta de teatro o historia. El buen hombre sabía de todo y estaba al día de la última tecnología, tanto como para hacer una demostración práctica del funcionamiento del Sputnik con un juguete de propulsión manual. También incluía las aventuras de Pepito Plumilla, "el príncipe salvador", representadas en un pequeño guiñol, nada que ver con la perfección técnica que después demostraría la gran Herta Frankel en los mismos estudios. Además, los niños que acudían al programa podían mostrar sus talentos: desde pequeñas bailarinas, a jovencísimos músicos. Me atrevo a aventurar que, posiblemente, la parte preferida de la audiencia desde casa era la serie norteamericana Rin Tin Tin (patrocinada por Nestlé, otro clásico) que formaba parte del programa. Comenzaba el reinado infantil de este avispado perro que vivía junto al niño Rusty en un puesto de la Caballería de EE.UU durante los tiempos del Lejano Oeste.
"Gente menuda" se mantuvo en antena hasta febrero de 1960, cuando fue relevada por "Tío Vivo" (que tuvo como primera estrella a Carpanta en su traslación de los tebeos a la pantalla, serie de la que hemos hablado aquí). En 1985 TVE retomó el título para otro programa infantil que tampoco tuvo larga vida. No obstante, el primer "Gente menuda" ostenta el honor de ser pionero y eso no es poca cosa, oigan.
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