Abriendo las puertas del plató

Hace casi 53 años que una carta de ajuste muy similar a ésta (en realidad la de arriba es la que inauguró las emisiones de la 2ª cadena o UHF) daba la bienvenida a los escasísimos espectadores que tenían la suerte de poseer un televisor en aquella España en sepia. Hoy el medio televisivo está plenamente asentado en todos los hogares y se ha convertido en algo imprescindible para muchos que no entienden el ocio de otra forma. Sin embargo la televisión es un medio de consumo rápido y nos olvidamos de sus profesionales, programas, decorados, músicas y cabeceras con una facilidad y rapidez pasmosas. El cometido de este blog no es otro que recordar, a través de fotos y algún video, a aquellos pioneros, formatos, estéticas, momentos que un día formaron parte de nuestra vida. Sin más pretensión, no se trata de hacer una historia de la televisión, sólo de reivindicar que el pasado no era tan gris como nos lo pintaban y que todavía hay mucho que aprender de nuestros predecesores, de hecho sólo es necesario encender la tele para comprender que necesitamos un reseteo inmediato.
Entre aquellos pioneros que ya pululaban por el Paseo de la Habana el día de la inauguración estaba Jesús Álvarez, padre del Jesús Álvarez presentador de los deportes en el TD. Provenía de la radio, militar de formación, hombre de sempiterna sonrisa y profesional todoterreno que tan pronto te presentaba el Parte como te hacía una retransmisión o te conducía un programa espectáculo. De su buen hacer apenas queda constancia en los archivos porque murió a principios de los 70 (dicen que de una enfermedad derivada de las radiaciones que emanaban las cámaras primigenias).
Aquel primer día no podían faltar los Coros y Danzas de la Sección Femenina (esos junto con los de Tres de Castilla eran de los habituales en la TVE inicial).
Y aunque el 28 de octubre de 1.956 no estaba allí siempre se la recordará como la primera presentadora. Aquí vemos a Laurita Valenzuela presumiendo de la primera unidad móvil.