
Hace dos días celebrábamos el aniversario del inicio de las emisiones regulares de TVE y hoy es de justicia hablar de una de las pioneras aunque ese día no estaba allí, de hecho, Blanquita Álvarez (así se le llamaba entonces) ingresó el 2 de febrero de 1.957 proveniente de la Escuela de Periodismo. En TVE se convirtió en una cara popular, el contrapunto perfecto a Laurita Valenzuela, la otra fémina de la casa: una morena, la otra rubia, una más recatada y la otra más alocada... Laurita se fue a hacer cine pronto y Blanquita permaneció en el Ente hasta su retiro y no sólo hizo pantalla, fue una de las primeras mujeres en ocupar cargos directivos.

A pesar de que siempre se dice que estuvo en el Telediario de 1.958 a 1.970 no es cierto, ella misma me la aclaró en una entrevista en el año 97, nunca presentó noticias a pesar de su formación como periodista, pero sí hizo una labor divulgativa en programas de todo tipo.

Blanquita también presentó programas musicales como "Aeropuerto Telefunken" (en aquella época los programas de variedades recibían el nombre de sus patrocinadores) o "Walter y sus cien mil melodías", un programa del que guardaba un gran recuerdo, quizás porque fue el primer gran formato en el que intervino. Es curioso como, a pesar de los años, todavía tenía grabada en su memoria la primera sensación al visitar el Paseo de la Habana, le sorprendió que hubiera tantos decorados, ella esperaba algo más casero.
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Blanca se mantuvo en activo hasta los 90 aunque sus últimos programas en pantalla fueron en los 70, fue pionera también en los programas médicos (Consulte a su médico, 1.968) y de consumo (Nivel de vida, 1.968-70).
Pero Blanquita no sólo era presentadora, bajo su mandato en el Departamento de Infantiles se emitieron algunos de los mejores y fue la encargada de importar formatos como "Barrio Sésamo". En 1.992 se encargó de la producción de las pruebas de balonmano y gimnasia rítmica de las Olimpíadas.
En 2.000 falleció pero sigue siendo una figura a recordar y reinvidicar.