domingo, 4 de octubre de 2020

El destino en sus manos


Miércoles, 26 de abril de 1995. La Primera estrena a las 22.45 H un programa innovador, el primer fiction-show español. Una mezcla arriesgada en plena época de competencia con las cadenas privadas y con una lucha encarnizada por la audiencia que no permitía mucho experimento. No obstante, aquella temporada la pública quiso desmarcarse de temporadas anteriores y puso en su parrilla programas dignos de una tele pública, como "Un paseo por el tiempo" presentado por Julia Otero los jueves. El día anterior otra gran comunicadora radiofónica se encargaba de la apuesta más audaz: "El destino en sus manos".


¿Y qué era eso de un fiction-show? Una mezcla entre programa de entrenimiento y una ficción y eso no quiere decir que lo que pasara en el debate del plató estuviera guionizado. El espacio incluía una serie titulada "Mar de dudas" que finalizaba con opciones. Posteriormente, los invitados discutían sobre el disyuntiva de cada semana para ayudar a los espectadores a elegir una u otra. Era la audiencia la que decidía a través de llamadas telefónicas el devenir de la historia. 


La serie podía haber sido independiente, atención: su director era Manuel Gómez Pereira (con éxitos a sus espaldas como "¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo?", "Todos los hombres son iguales" o "Boca a boca", que daba nombre a la productora del programa) y el guión era de Joaquín Oristrell (Goya por "Todos los hombres son iguales" y actual jefe de guión de "Cuéntame cómo paso"). El reparto estaba encabezado por una extraordinaria Cristina Marcos y la acompañaban, entre otros, Chema Muñoz, Toni Cantó, Fernando Guillén Cuervo y Candela Peña. Entre los secundarios merecen mención aparte unas magníficas Gloria Muñoz y Elvira Mínguez. Las tramas se desarrollaban en un centro de planificación familiar, lo que daba pie a tratar temas sociales polémicos. De ahí que cada episodio planteara un dilema moral. 


Gemma Nierga era por entonces una gran promesa que había demostrado su valía en radio y televisión en Cataluña. El año anterior, su "Hablar por hablar" había comenzado a emitirse en todo el país desde la Cadena SER (se inició en las emisoras catalanas) y contaba con una amplia experiencia en TV3 así que sabía cómo moverse en un plató y, desde luego, cómo moderar un debate. Además de manejar los tiempos de los cuatro invitados que defendían una u otra alternativa, se acercaba al público para pulsar su opinión. Nierga siempre ha sabido escuchar, ante un micrófono o con cámaras de testigo, y esa es una de sus grandes virtudes, por eso era perfecta para este formato. 


Los contertulios (que también podríamos llamar defensores y fiscales porque asumían su papel con entusiasmo) eran muy conocidos y provenían de campos tan diferentes como el cine, el periodismo, la política o la psicología. Podemos destacar a Javier Bardem, Antonio Resines, Charo López, María Barranco, Adolfo Marsillach, Mónica Randall, Chicho Ibáñez Serrador, Carmen Rigalt, Lorenzo Milá, Xavier Sardà, Ana Botella o Luis Rojas Marcos. En la última emisión fueron los protagonistas de la serie los que acudieron como invitados. 


En el propio decorado se ubicaba una centralita de llamadas (ignoro si era de pega o realmente funcionaba) para contabilizar los votos que se iban recibiendo decidiendo hacia dónde debía ir la serie y he ahí la parte innovadora que quizás no se supo entender en su momento. Por primera vez el espectador podía jugar en la tele a eso de "Elige tu propio aventura", una especie de juego de rol en directo que, teniendo en cuenta, los temas que se tocaban (malos tratos, embarazos no deseados, violaciones, relación entre una alumna y su profesor...) podían interesar a un público heterogéneo y ese poder de decisión atraería aún más a la audiencia. Un chico y una chica eran los portavoces de cada una de las elecciones e informaban de cómo se podían poner en contacto con el programa, del coste de la llamada (55 pesetas por minuto) y la evolución de la encuesta. ¿Reconocéis al muchacho? Efectivamente, es el actor Ernesto Alterio que aquel año había debutado en el cine con pequeños papeles en películas como "Belmonte" o "Morirás en Chafarinas". 


En fin, que todo pintaba bien, era una apuesta atrevida pero no suicida. Sin embargo, no funcionó. En su estreno no llegó a los dos millones de espectadores a pesar de ir precedidos por el programa de "Martes y 13" (más de cinco millones). En las siguientes semanas no consiguieron remontar pero se emitieron los trece capítulos contratados y la serie pudo tener un final. A toro pasado, varios responsables analizaron el fracaso (de audiencia) en el Anuario de GECA. Según Joaquín Oristrell: "No era un programa para prime-time porque nosotros pensábamos que eso exige más biquinis, más faldas, más concursos (...) En todos los casos, la televisión pública debería poner en este horario programas que alimenten el cerebro del espectador. Hay muchos días en la semana, un día podemos alimentar más el cerebro y otro la barriga pero este tipo de programas debe tener su hueco en las televisiones y más en las públicas".


Gemma Nierga asumía que quizás habían sido demasiado optimistas pero defendía el trabajo realizado por el equipo: "Con el programa se pretendía que los espectadores pensaran durante un par de horas. No era sólo un programa de entretenimiento, quizás pedía un poco de esfuerzo por parte del espectador (...) Los temas se han tratado con seriedad, nunca se ha hecho espectáculo ni argumentos fáciles. Hemos preferido la calidad, que los cuatro invitados del debate fuesen interesantes y entendiesen del tema que tratábamos". Desde TVE no había mucha autocrítica, más bien se echaban balones fuera, lo que no le resta razón al razonamiento de la productora delegada, Inés Rodríguez: "No estoy satisfecha con los resultados porque merecía tener más audiencia, ha sido un proyecto en el que ha trabajado mucha gente y en el que se ha apostado fuerte. Creo que debería funcionar porque es interesante y creo que no ha funcionado porque tenemos un país con un nivel intelectual y cultural bastante bajo y la gente prefiere ver otro tipo de cosas que no tienen la mínima trascendencia."
   Parece ser que la serie fue remontada, con los finales que había ido decidiendo el espectador, para volver a emitirla y darle así una nueva oportunidad pero de ese proyecto nunca más se supo. Lo que no se puede negar es el valor de pionero de "El destino en sus manos", puesto que se ganó con todos los honores si bien no obtuviera el respaldo popular. 

   Se puede ver el programa completo en la web del Archivo de RTVE:

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