viernes, 23 de julio de 2010

Torrebruno y los medios de transporte

El título de esta entrada suena raro, lo sé, pero también resulta curioso que nuestro nunca bien ponderado Torrebruno presentara dos programas con título de transporte. ¿Había alguna confabulación en TVE para incitar a los niños a su uso diario? Comencemos por el principio, entre 1975 y 1977 Torrebruno se encargó de "La guagua" que, por si acaso alguien no lo sabe, es como se llama al autobús en Las Canarias.
El título tendría sentido si el programa se emitiera sólo en las Islas pero no, se podía ver en todo el territorio nacional. Allí estaba Torrebruno interpretando a Rocky Capuchetto acompañado de Manuel de la Rosa (Don Redondón), Paula Gardoki (Linda) y Raquel Rojo (Fermina).
Se emitía los sábados por la mañana y durante sus dos horas de duración la famosa Guagua nos traía a chavales de cualquier parte de España que mostraban sus habilidades. Además, Torrebruno cantaba, organizaba concursos... en fin, el típico magazine infantil de los 70. Pero aquí no acaba la cosa...
Una vez finalizado el ciclo de "La guagua" a Torrebruno se le asigna otro espacio de similar duración y mismo horario, "El Recreo" que se mantuvo dos temporadas en antena, 1977-78. Pues bien, cuando terminó éste Torrebruno, que ya estaba anclado en los sábados por la mañana, comienza ¡"La locomotora"!
Básicamente era lo mismo que La Guagua pero con una sola copresentadora (Inmaculada Sanz como "Polvorilla") y producido en color. Otra vez juegos, concursos, niños demostrando que sabían cantar y bailar...
Éste sólo se mantuvo una temporada en antena, los siguientes se mantendrían más tiempo en la parrilla. Pero otro dato a tener en cuenta, Torrebruno era conocido como Rocky Vaporetto en La locomotora, de nuevo el mismo nombre y un apellido con dos T... ¿sospechoso?



1 comentario:

  1. A mí el comecaminos, el programita ese con un autobús que tuvo Clan y luego TVE durante un tiempo, me parecía un intento de copia de estos programas, aunque en versión descafeinada. yyy torrebruno, qué grande y qué injustamente olvidado.

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