En la anterior entrada hablábamos del programa de debate "Su turno" que se emitió los domingos por la noche en la Primera desde 1981 a 1983 dirigido y presentado por Jesús Hermida... bueno, no siempre. Hubo un día en el que el periodista saludó a los espectadores desde un lugar distinto al habitual, los más fieles sabían que ese fondo no era el del moderador.
Se abrió el plano mientras Hermida hablaba explicando por qué se encontraba en el lugar de los contertulios acompañado de Elisenda Nadal (directora de "Fotogramas") y Jorge Verstrynge. Había una razón: ese día de 1983 se trataba el tema de "La fama" en el programa y como le interesaba especialmente había decidido intervenir como tertuliano y dejar su papel de presentador al que él consideraba un maestro.
Victoriano Fernández Asís, del que ya hemos hablado aquí, pionero de los debates en la tele, se tomó con su habitual retranca gallega la tarea y, si no me equivoco, ésta fue su última experiencia como presentador.
En el bando contrario, Joaquín Arozamena, Pedro J. Ramírez y Eduardo Torres Dulce. El humor de don Victoriano contagió a todo el mundo y la tertulia transcurrió en un ambiente bastante divertido a pesar de que algunos intentaran teorizar profundamente sobre el asunto.
Una emisión especial para un debate de éxito que casi siempre provocaba polémica por eso de que no estábamos acostumbrados a expresar nuestras opiniones en público, demasiados años de censura.
En la anterior entrada hablábamos del programa de debate "Su turno" que se emitió los domingos por la noche en la Primera desde 1981 a 1983 dirigido y presentado por Jesús Hermida... bueno, no siempre. Hubo un día en el que el periodista saludó a los espectadores desde un lugar distinto al habitual, los más fieles sabían que ese fondo no era el del moderador.
Se abrió el plano mientras Hermida hablaba explicando por qué se encontraba en el lugar de los contertulios acompañado de Elisenda Nadal (directora de "Fotogramas") y Jorge Verstrynge. Había una razón: ese día de 1983 se trataba el tema de "La fama" en el programa y como le interesaba especialmente había decidido intervenir como tertuliano y dejar su papel de presentador al que él consideraba un maestro.
Victoriano Fernández Asís, del que ya hemos hablado aquí, pionero de los debates en la tele, se tomó con su habitual retranca gallega la tarea y, si no me equivoco, ésta fue su última experiencia como presentador.
En el bando contrario, Joaquín Arozamena, Pedro J. Ramírez y Eduardo Torres Dulce. El humor de don Victoriano contagió a todo el mundo y la tertulia transcurrió en un ambiente bastante divertido a pesar de que algunos intentaran teorizar profundamente sobre el asunto.
Una emisión especial para un debate de éxito que casi siempre provocaba polémica por eso de que no estábamos acostumbrados a expresar nuestras opiniones en público, demasiados años de censura.
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