lunes, 18 de abril de 2011

Plató Vacío

Hace años el estío significaba el descanso de los programas que nos habían deleitado (o no) el resto de las estaciones y la llegada de otros supuestamente más refrescantes y frivolones. En algunos casos se intentaba probar la viabilidad de nuevos formatos que, si conseguían una audiencia estimable, eran renovados en otoño. El martes 22 de julio de 1986 comenzó un programa que se alargó hasta final de año y que pretendía ser algo novedoso dentro del manido género de los programas nocturnos de entrevista y música. "Plató Vacío" estaba realizado por Miquel Fortuny y se emitía desde los estudios de Sant Cugat del Vallés.
Para presentar este programa estrella para la noche de los martes se apostó por una cara nueva, la jovencísima Cristina Morató que tenía experiencia como redactora en otros programas pero que nunca se había puesto delante de una cámara. Sorprendetemente su naturalidad fue uno de los alicientes de este espacio en el que se combinaban entrevistas a personajes anónimos y populares, música y actuaciones visuales.
El nombre del programa se debía a que prácticamente no había decorado, tan sólo unos tubos luminosos, y eran los invitados los encargados de llenar ese espacio vacío al inicio de cada emisión.
El programa no continuó en 1987 pero a Cristina Morató, afortunadamente, no la perdimos de vista, fue chica Hermida en "A mi manera" (1989-90) y co-presentó "Esta es su casa" con la Campos (1990-91). Memorable fue su contribución canora a capella en el primer Telepasión (en la sala de guardia de informativos tarareando el Tico-tico de Carmen Miranda que se fue transformando en pieza operística mientras Julia Otero explicaba las ventajas de este servicio permanente).
Ahora sus libros sobre mujeres admirables son un éxito y yo me pregunto ¡por qué no un programa para la Morató!

1 comentario:

  1. Plató vacío era un programa que te soprendía cada edición, yo recuerdo en uno que metieron un elefante junto a la Morató, jaja, qué peligro!. Si se echa en falta hace tiempo que le he perdido la pista, una lástima.

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