Se cumplen 10 años del estreno de la (hasta ahora) última etapa del "Un, dos, tres", esa que añadió la coletilla "¡a leer esta vez!". El viernes 9 de enero de 2004 a las 22h los espectadores de la Primera sonreían al ver del nuevo a la Ruperta que esta vez saltaba de libro en libro en la cabecera. Un espectacular decorado construido en los Estudios Buñuel daba una grata bienvenida al nuevo presentador, Luis Larrodera, rebautizado por Chicho como "Luis Roderas" ante los continuos equívocos que provocaba su desconocido apellido en la prensa cuando el director anunció su fichaje.
El formato añadía algunas novedades, la fundamental el fomento por la lectura, cada programa se dedicaría a un título clásico de la literatura universal que previamente se había puesto a la venta en una edición especial de Planeta. Eso sí, las azafatas seguían ahí, impertérritas con sus enormes gafas setenteras. Evidentemente era una nueva formación pero se mantenía la belleza, la simpatía y cierta espontaneidad imprescindible para que el gran Chicho se fijara en ellas en el multitudinario casting. Una de ellas se casó posteriormente con el presentador.
Los Tacañones no tenían sentido en esta nueva versión así que homenajeando al clásico de Ray Bradbury "Farenheit 451" la parte negativa era una brigada de bomberos pirómanos de libros comandado por MacPhantom, un humorista de Paramount Comedy que no funcionó y fue sustituido semanas más tarde.
La tanda de preguntas alcanzó picos del 60% de audiencia, la expectativa ante la vuelta del concurso era enorme y se saldó con una media del 46,2% en aquella primera emisión, es decir, más de 6 millones de espectadores durante las más de 2 horas y media de programa.
Sin embargo también hubo decepciones, la mayor fue la provocada por la supresión de la eliminatoria con pruebas físicas (que volvería pero con una prueba patrocinada) reconvertida en una parte de preguntas relacionadas exclusivamente con el libro de la semana. Las azafatas de aquella parte ya lo habían sido en los 90 y con el paso de las semanas volverían a formar parte del equipo central en los números musicales.
Aquel primer programa estuvo dedicado, cómo no, a "Las mil y una noches", un clásico en los comienzos de temporada del "Un, dos, tres". El decorado representaba una bulliciosa calle de Bagdad, zoco incluido. Chicho dirigía cada parte de la grabación aunque delegó la realización en la que había sido su ayudante en etapas anteriores, Marisa Paniagua.
La subasta nos trajo unas cuantas sorpresas, por ejemplo la aparición de Santiago Segura. Nuevos humoristas y actores como Rosario Pardo, Asunción Embuena (la presentadora de "El Semáforo") o Dani Martínez se unían a Manolo Sarria (el miembro superviviente del Dúo Sacapuntas). Sin embargo al final todo parecía salir de los 80, incluso había una nueva Bombi. Hubo un continuo esfuerzo por modernizar el elenco con gente de la talla de Llum Barrera, Eduardo Aldán o Quique San Francisco.
Más invitados de excepción: Chenoa, que estaba promocionando su nuevo disco interpretó uno de sus temas más populares vestida de odalisca y con arreglos claramente arábigos. No se había anunciado en las notas de prensa y fue otro de esos "toques Chicho" que demostraban que su instinto televisivo no estaba tan agotado como algunos predecían.
Y se produjo un reencuentro, el de Juan Tamariz con su primer programa de éxito. Aunque ya había intervenido en "El recreo" de Torrebruno a principio de los 70, fue su papel de Tacañón en la etapa del 76 la que le hizo popular para el gran público. Posteriormente acudiría a la llamada de Ibáñez Serrador unas cuantas veces pero ya como estrella internacional de la magia. Por eso su apoyo en este retorno a la programación era tan significativo.
"Un, dos, tres... ¡a leer esta vez!" comenzaba muy bien. Luis demostraba ser una excelente elección, las preguntas seguían funcionando como un tiro y la subasta, a pesar de su duración excesiva (mal que ya había aquejado a las temporadas de los años 90) tuvo momentos brillantes... pero también había ciertos fallos que contribuyeron a que la audiencia fuera bajando poco a poco. Los motivos de su precipitado final y la baja audiencia con la que terminó deberán ser analizados en otro momento, hoy celebramos su comienzo que sirvió para que una nueva generación conociera el programa más mítico de la historia de TVE.
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