Una de las más grandes estrellas del cine de los 30-40, niña prodigio, la actriz que salvó a Hollywood durante la Gran Depresión, la chavalita que alegró los corazones durante la Segunda Guerra Mundial, la adolescente que intentó enamorar a Cary Grant en "El solterón y la menor". Estas son las frases más repetidas hoy en los obituarios de Shirley Temple pero muchos olvidan (o quizás desconocen) que alargó su período de estrellato hasta principios de los 60 gracias a la televisión. "Shirley Temple's Storybook" la presentó a una nueva generación que no había visto sus películas en salas de cine aunque la conocía bien gracias a las redifusiones televisivas.
En 1958 la ABC emitió una primera serie de 16 especiales en blanco y negro, tres de ellos realizados en directo. En enero del año siguiente encargó una nueva tanda que se emitía cada 3 semanas los lunes, alternándose con la serie del Oste "Cheyenne". El programa adaptaba cuentos clásicos como "La sirenita", "La Bella y la Bestia", "Mamá Ganso", "La Bella Durmiente" o "Rapunzel" y otros más modernos como "El mago de Oz" o "Tom Sawyer".
Shirley introducía cada capítulo y lo narraba, en muchas ocasiones lo protagonizaba pero siempre ejercía un férreo control en los guiones y la dirección.
En 1960 la NBC fichó a la estrella con una oferta inmejorable: su programa (ahora rebautizado como "The Shirley Temple Show") se emitiría semanalmente ¡y en color!
Grandes estrellas del cine, el teatro y la televisión intervinieron en el programa, desde Charlton Heston a Claire Bloom (protagonista de "Candilejas") pasando por Agnes Moorehead ("Ciudadano Kane", Endora en "Embrujada"), Jonathan Winters (uno de los más geniales cómicos norteamericanos de todos los tiempos fallecido el año pasado), Martin Landau, Ray Walston ("Mi marciano favorito") o Robert Culp ("El Gran Héroe Americano"). La Temple aprovechó también para presentar a sus hijos al mundo del espectáculo aunque posteriormente ninguno continuó el camino materno.
Los episodios varían su duración de los 25 a los 55 minutos y probaron diferentes formatos, desde el más teatral al más televisivo, desde los musicales estilo Broadway hasta las marionetas (en el caso de la bella adaptación de "Winnie the Pooh") e introdujeron al público norteamericano personajes europeos como "Pippi Calzaslargas" o "Madeline".
El show fue cancelado en 1961 y Temple se retiró gradualmente de la escena (ahora sí) para centrarse más en la política, apoyando a Nixon y ejerciendo ella misma de portavoz en la ONU.
He aquí imágenes de la última etapa de su programa:
Me decepciona que en un blog con el signo de éste se mitifique a una tipa como ésta, que era una republicana de lo más ultra, representante en el extranjero de los crímenes de su país. Anda y que descanse en paz.
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