Siglo XIX, dos mujeres emparentadas por sus matrimonios viven en la alta sociedad española pero desde dos situaciones bien distintas. La Condesa Catalina se casa a los 16 años con un hombre mayor y acaudalado que muere pronto dejando una viuda rica, joven y muy atractiva que comenzará a disfrutar de la vida con intensidad hasta que se enamora de Carlos, un hombre casado. Elvira también es viuda y joven pero está arruinada. A pesar de eso vive por encima de sus posibilidades, aprovechándose, en parte, de la excelente posición de su amiga y confidente.
En mayo de 1976 el espacio "Novela" programó "Dos mujeres", basada en la obra de Gertrudis Gómez de Avellaneda. Pedro Gil Paradela se encargó de esta adaptación dirigida y realizada por Vicente Amadeo y protagonizada por Victoria Vera (Catalina) y Conchita Cuetos (Elvira).
Con la pulcritud habitual en aquellos dramáticos en ambientación, escenografía, vestuario y maquillaje, llegó a los espectadores esta novela adelantada a su tiempo, casi desconocida para el gran público y que supone un fiel reflejo de una sociedad que vivía de las apariencias y donde la crítica a estas costumbres está implícita en la trama.
Victoria Vera ya era por entonces una actriz conocida. Había presentado "Señoras y señores" un par de años antes (con otra nariz) y había conseguido desprenderse de ese rol frívolo para conseguir papeles destacados en televisión en obras como "Entre visillos", "Diario de una institutriz" o "La verdadera vida de Catania Catania". En aquel momento era sonado su desnudo en el teatro con el texto de Antonio Gala "¿Por qué corres, Ulises?". Sobre su papel en esta serie declaraba entonces al periodista Manuel Martín: "Contribuirá a que haya un determinado número de personas que me conozcan como actriz. Por otra parte, considero justo decir que es un personaje maravilloso, uno de los más bonitos y con mayores aptitudes que he interpretado en TVE". Todavía le quedaba un largo recorrido y su serie más exitosa, "Cañas y barro" en 1978.
Concha Cuetos (por entonces todavía era llamada "Conchita") ya era una veterana en televisión, había sido pionera de "Escala en HI-FI" pero en esos 70 no se prodigaba demasiado en la pequeña pantalla. Su anterior intervención había sido en "Curva peligrosa" dirigida por Manuel Ripoll, su marido, un año antes. Sobre este paréntesis respondía en la revista "TeleRadio": "Reconozco que no practico las relaciones públicas. Es una esclavitud que no estoy dispuesta a admitir con nadie, porque no me siento con fuerzas para andar prodigándome por ahí cuando estar con mi familia. Tal vez ésta sea la madre del cordero".
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