1977, nada menos que 21 años tuvieron que esperar los sordos de España para poder informarse a través de la televisión. Países como EEUU, Gran Bretaña y Suecia nos llevaban lustros de ventaja pero al menos había llegado su momento. Con la apertura de los servicios informativos en general en una TVE que todavía se desprendía a manotazos de la censura, se percibió la necesidad de abrir una ventana a aquellos que vivían en "el mundo del silencio" pero que no por ello dejaban de ver la televisión.
Dos profesores de colegios para sordos, Antonio Gutiérrez y Antonio Cecilia, inauguraron la emisión acompañados de varias locutoras que hablaban lengua de signos: Conchita Martínez, Margarita Sastre, Mariquilla Porrua, Conchita Rin y una más que se hizo popular en los 90 y que se responsabilizaría del siguiente informativo específico para sordos: María José Aristizábal.
Juan Julio Baona dirigía y Sabino Arnáiz le secundaba en este programa que se emitía los domingos a las 9.30, un horario poco favorecedor pero que, al menos, les permitía estar presentes en una programación, que no estaba pensada para ellos, décadas tendrían que pasar para los subtítulos se normalizaran.
El programa contaba con dos partes bien diferenciadas, en la primera se resumían las noticias nacionales e internacionales traducidas en plató por los presentadores, se prestaba una especial atención (como es lógico) a aquellas que les afectaban directamente.
En la segunda se adoptaba un formato más informal para incluir entrevistas y un debate rodado en soporte cinematográfico en exteriores y que después era traducido en estudio. Las entrevistas estaban directamente relacionadas con la problemática de los afectados por discapacidad auditiva; el presidente de la Asociación de Padres y Amigos de Sordos para hablar de un congreso celebrado en Francia al que había asistido, el inventor de un despertador para sordos, la autora de una tesis sobre la captación estética en el sordociego, son algunos ejemplos.También se incluía una sección de ayuda para padres de niños sordos.
Como los presentadores no eran profesionales televisivos el programa requería largas grabaciones. La dirección exigía una gran sensibilidad hacia este problema y los técnicos mostraban su paciencia con estos compañeros pioneros en la información para sordos.
"Hablamos" se mantuvo en antena hasta 1984. Tan sólo los Avances presentados por Adela Cantalapiedra y María José Aristizábal a finales de los 80 (tan parodiados por Martes y 13) informaban en lengua de signos (en realidad lenguaje bimodal, es decir, traducción directa del lenguaje para oyentes) y no sería hasta 1997 que la propia Aristizábal recuperaría un formato destinado exclusivamente a ellos, "En otras palabras".
Sin ánimo de incordiar: ¿qué tiene que ver la censura con la carencia de un espacio para los sordos?
ResponderEliminarNo hay incordio, tranquilo. No he dicho que la censura impidiera un telediario para sordos antes del 77 sino que la apertura en general de los informativos permitió que se percibieran otras necesidades que antes ni siquiera se intuían. Esa apertura vino dada por la llegada de la democracia y el fin de la censura pero los pasos eran lentos.
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