domingo, 20 de septiembre de 2020

La accidentada inauguración del 44º Festival de Cine de San Sebastián

La 44ª edición del Festival de Cine de San Sebastián se iniciaba el 19 de septiembre de 1996. Canal Plus emitiría la ceremonia de apertura en directo, por eso su magazine "Lo + Plus" había comenzado un poco antes y duraría menos de lo habitual. Ese año el programa había trasladado su plató a la ciudad (como ya hemos contado aquí), la cadena se había volcado en la promoción del veterano certamen cinematográfico y sus cámaras se repartían por los puntos de interés. Máximo Pradera y Fernando Schwartz cedían la palabra a Ana García-Siñeriz, encargada de los estrenos y noticias del séptimo arte en el propio espacio y presentadora de "Magacine", para introducir a los espectadores en la transmisión. Allí estaba ella, en la primera planta del Teatro Victoria Eugenia, cerca de los palcos donde se habían instalado varias cámaras. Lo que no se podía imaginar es que, apenas unos minutos después, la señal tendría que irse a negro. 

La ceremonia estaba presentada por los actores Rosana Pastor y Nancho Novo (en plena fama ambos) y la periodista Edurne Ormazabal, clásica del festival y que, tres años más tarde, sustituiría en la retransmisión de los Oscar a la Siñeriz por su baja maternal. Entre la audiencia estaban presentes Diego Galán, director del festival; el alcalde de la ciudad, Odón Elorza; el lendakari José Antonio Ardanza y la ministra de cultura, Esperanza Aguirre. Los conductores del acto daban paso al homenaje al director Eloy de la Iglesia, al que se le dedicaba una retrospectiva y... zas, el protocolo se fue a la porra. 

Apenas le dio tiempo al famoso creador a iniciar su discurso cuando el espectador televisivo comenzó a escuchar unos ruidos lejanos, el realizador pinchó un plano general y vimos que unos manifestantes habían invadido el escenario con unas pancartas. Era difícil leer lo que aparecía escrito en ellas pero lo que sí quedaba claro es que el público del teatro no apoyaba aquella protesta. Se escuchaban pitadas, pateos y unos gritos que, desde casa, parecían decir "¡Fuera, fuera!".


Primer plano de Eloy de la Iglesia desconcertado y mirando hacia los regidores entre bambalinas, como preguntando qué debía hacer. En esa imagen se colaban los intrusos y, de repente, imagen en negro con el logo de Canal Plus (una C acompañada del signo +, muy discreto, apenas visible) en la parte superior izquierda unos segundos y, a continuación, promociones de las películas programadas para los próximos días durante varios minutos. Vuelve la señal de la ceremonia y, de nuevo, se recibe al director reconocido con un aplauso atronador. Sus primeras palabras fueron "Me va saliendo mejor, ¿no?" con las que consiguió romper la tensión previa. Tuvimos que esperar a los informativos para saber qué había sucedido y, al día siguiente, la prensa lo explicaba pero brevemente. Decía el diario "ABC" que la fiesta había sido "únicamente interrumpida por la presencia de un grupo de apoyo a los presos etarras que hicieron el más grande de los ridículos al subir con sus pancartas y octavillas al escenario e intentar boicotear el acto". En aquellos años noventa esto no era raro y los medios intentaban no permitir la publicidad de la banda terrorista o la difusión de sus "reclamaciones", de ahí que evitaran explayarse sobre lo había sucedido al retomar la retransmisión. Posiblemente a Eloy, uno de los más afamados representantes del "cine quinqui" de los 80 y autor siempre atento a las marginalidades, este altercado le podría inspirar un nuevo film.

2 comentarios:

  1. Interesante. Eso sí, no es Nacho Novo, es Nancho (de Venancio).

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    1. ¡Vaya lapsus! Gracias por el aviso, ya está corregido. Saludos.

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