Vista general del London Stadium en los primeros minutos de la retransmisión de la BBC |
Londres, capital de Reino Unido. 27 de julio de 2012. Después de años de preparación, expectativas y muchas incógnitas el Estadio Olímpico se prepara para la inauguración de sus Juegos Olímpicos. Una hora un tanto extraña para los ingleses, las 21 h pero había sido una exigencia del director para aprovechar la nocturnidad como elemento clave de la dirección de fotografía. En realidad, esa era la hora fijada para la "ceremonia artística" pero a las 20.12 (coincidiendo con el año) los Red Arrows (el equipo acrobático de la Royal Air Force) sobrevolaron el Estadio para dar paso a un concierto en Hyde Park. Volvamos al London Stadium, ¿qué habrán preparado los ingleses? Se había dado por sentado que sería imposible superar la ceremonia anterior, la de Pekín 2008, la más costosa hasta su momento y considerada como una de las mejores (sino la mejor) de la historia. ¿Intentarían competir contra ese recuerdo unánime? ¿Se atreverían a intentar superarlo? Desde las primeras ruedas de prensa el comité organizador había sido humilde: su presupuesto sería muy inferior con lo que sería imposible aspirar a la escala china.
Niños entrenados especialmente para no asustarse cuando estallaban los globos de la cuenta atrás |
Sin embargo, los británicos se habían guardado varios ases en la manga: su cultura (literatura, música, cine, moda...) había generado cientos de iconos muy reconocibles en todo el mundo. Para amalgamar una mezcla que fuera un canto a la historia del país y, al mismo tiempo, emocionara al resto del orbe contrataron a un cineasta singular con una carrera tan independiente como exitosa y que tenía muchas razones personales para involucrarse a tope: Danny Boyle. El director de "Trainspotting", "La playa", "28 días después" y "Slumdog Millionaire" reconoció su afición desde niño a los JJOO y, además, el 27 de julio ¡era el cumpleaños de su padre! Se rodeó de un gran equipo artístico: su compañero de profesión Stephen Daldry ("Billy Elliot"), Mark Fisher (diseñador de las escenografías de conciertos míticos que también había trabajado en las ceremonias de Pekín) y Hamish Hamilton (director de los Oscar y los MTV Awards), entre otros.
Tan sólo 5 días después de ganar el Tour B. Wiggins da el campanazo en los JJ. OO. |
La ceremonia constaba de cinco "cuadros escénicos", el primero de ellos "Isles of Wonder". Tras un corto filmado que partía del nacimiento del río Támesis para llegar a la propia capital y su Estadio, la cuenta atrás con globos que estallaban .El grito emocionado de la multitud allí congregada recibía al reciente ganador del Tour de Francia (Bradley Wiggins) que dio inicio oficial tañendo la campana "más grande del mundo" según presumían y forjada, por supuesto, en el país. Enseguida veíamos una pequeña aldea rural que se transformaría ante nuestros ojos para explicar cómo la revolución industrial hizo cambiar el país y su paisaje.
Branagh en la piel del ingeniero Kingdom Brunel observa satisfecho la industrialización |
Los verdes campos agrícolas y ganaderos se hacían grises mientras las torres industriales medraban rápidamente, ahí comenzaba el "Pandemonium". El actor, guionista y director Kenneth Branagh interpretaba a Isambard Kingdom Brunel, ingeniero creador de barcos de vapor, puentes, líneas férreas y considerado uno de los británicos más importantes de todos los tiempos. El recorrido histórico continuaba por las dos guerras mundiales (con homenaje a los soldados británicos fallecidos), el sufragismo, el comienzo de la inmigración y llegaba hasta los años 60 con los Beatles a punto de invadir EE.UU.
Pompa y circunstancia, Bond acompaña a la Reina hasta el Estadio |
En el siguiente segmento, "Happy and Glorious", es cuando se emite uno de los cortos más recordados del evento, la secuencia en la que el actor Daniel Craig en su papel de James Bond acude a Buckingham para escoltar nada menos que a la mismísima Reina Isabel II hasta el Estadio. Un helicóptero los traslada hasta allí y aterrizan, literalmente, saltando en paracaídas. Una vez más, la flema y la ironía británicas como marca registrada de la que participa hasta la sacrosanta (para ellos) Realeza. A continuación la bandera británica es izada por miembros de las Fuerzas Armadas.
Una cohorte de Mary Poppins acude al rescate de los niños |
"Second to the right and straight till the morning" es la dirección del País de Nunca Jamás según las someras indicaciones de Peter Pan en la inmortal obra de J.M Barrie y ese era el título de la tercera secuencia de la ceremonia con homenaje directo a las obras infantiles provenientes de Reino Unido que han poblado los sueños de niños de todo el mundo, desde el eterno infante volador hasta Harry Potter, desde Alicia hasta Mary Poppins y con villanos como Cruella de Vil y el innombrable Lord Voldemort alentando a las criaturas que se esconden en los armarios y bajo la cama y que atrapan niños bajo la inquietante banda sonora de Tubular Bells con el propio Mike Oldfield sobre el escenario. Pero también era un tributo al NHS, el servicio británico de salud. No es casual esta unión porque hay que recordar que Barrie cedió los derechos de su obra al Great Ormond Streed Hospital, el primero infantil del país, también representado en la gala con personal y varios niños pacientes.
A Mr. Bean le aburre Vangelis |
En esta misma parte se incluía otro de los momentos más celebrados, la reaparición de Mr. Bean nada menos que como teclista de la Orquesta Sinfónica de Londres dirigida por Sir Simon Rattle que interpretaría la banda sonora de Vangelis para la película "Carros de fuego". Sin embargo, la responsabilidad del desastroso personaje se limitaba a tocar la misma nota una y otra vez, algo tan aburrido que le lleva a soñar que él mismo protagoniza la famosísima carrera en la playa del film y resulta ganador. El talento mímico de Rowan Atkinson quedo, una vez más, demostrado. Por cierto, no olvidemos que la primera vez que el humor formó parte de una ceremonia olímpica fue en 1992. Sí, la actuación de los Tricicle en los JJ.OO. de Barcelona fue pionera y si la organización no se hubiera atrevido quizás este número de Bean no hubiera sido posible veinte años más tarde.
El hombre del tiempo de la BBC anuncia nubarrones sobre el estadio pero la previsión falla |
La última de las secuencias artísticas comenzaba con una madre llegando con su hijo a casa mientras sonaban varios temas muy reconocibles para los británicos... y también para el resto del mundo. Esta pieza sería un continuum de referencias pop porque la amplia familia que habita una casa en medio del estadio sirve de excusa para recodar música inglesa del último medio siglo. Además, esos temazos constituyen la banda sonora de una historia de amor entre dos adolescentes que surge en medio de la fiesta gracias a la pérdida de un móvil.
El momento en el que la familia Alcántara "irrumpe" en el London Stadium |
Al mismo tiempo, sobre la fachada de la casa se proyectan breves escenas de películas, programas de TV y series. La gran sorpresa para la audiencia española aparece cuando distinguimos a la familia Alcántara en esas imágenes, escuchamos claramente a Herminia criticando la minifalda de Inés y luego, a toda pantalla, vemos a Antonio aseverando "Hay modas y modas". No sólo fue un reconocimiento a la ficción española, es que después supimos que ¡Danny Boyle conocía la serie!
Pau Gasol como abanderado de la delegación española |
Finalizaba la representación cultural para iniciar los momentos imprescindibles en todas las ceremonias de apertura: el desfile de los deportistas, el izado de la bandera olímpica y el encendido del pebetero. El futbolista David Beckham tripulaba una lancha por el Támesis encabezada por una compañera de disciplina: Jade Bailey que portaba la antorcha olímpica. Las delegaciones de deportistas recorrían el Estadio de nuevo al ritmo de música británica. En el caso de España Pau Gasol portaba el estandarte y nuestros deportistas demostraron ser de los más animados parándose ante cada cámara para saludar, incluso ralentizando el desfile, lo que parecía divertir a los comentaristas de la BBC. También pudimos ver a la entonces Reina Sofía y al embajador de España en R.U. Federico Trillo saludando efusivamente al equipo patrio.
¿Elliot y E.T.? ¿Un bicivolador? No, una bicicleta con alas de paloma pacífica. |
La banda de Sheffield Arctic Monkeys puso el broche al recorrido y se atrevió con una versión del "Come Together" de The Beatles que acompañaba a unos ciclistas con alas que simbolizaban la paz. Una de ellas incluso voló, lo que nos remitía a E.T. aunque no fuera esa la intención. A continuación los inevitables discursos oficiales y la Reina inauguraba los Juegos.
Sally Becker, Marina Silva, Shami Chakrabarti, Leymah Gbowee, Haile Gebrselassie, Doreen Lawrence, Ban Ki-moon y Daniel Barenboim portan la bandera |
Eso daba paso al portado de la bandera olímpica, en este caso, ocho personas que encarnaban los valores olímpicos y con prestigio internacional, desde el secretario general de la ONU Ban Ki-moon al pianista y director de orquesta israelí-palestino-español Daniel Barenboim (seis años antes de las acusaciones de maltrato por parte de varios músicos).
Los representantes de los valores olímpicos se detienen respetuosos ante Ali que la toca para que prosiga el camino hasta el asta. |
Un momento tremendamente emotivo fue la parada ante el boxeador Muhammad Ali que había encendido el pebetero en Atlanta 96 y que ya estaba muy afectado por el Parkinson. La enseña fue izada, de nuevo, por las Fuerzas Armadas.
Callum Airlie, Aidan Reynolds, Adelle Tracey, Jordan Duckitt, Desiree Henry, Katie Kirk y Cameron MacRitchie abrazan a sus "nominadores", dos generaciones unidas por el fuego olímpico. |
La antorcha ya había llegado al estadio gracias al remero multipremiado en cinco juegos consecutivos Steve Redgrave. Allí se produjo un relevo que ejemplificaba el lema de los Juegos de ese año, "Inspire a Generation". Siete deportistas muy jóvenes elegidos por otros olímpicos británicos veteranos portaban la llama hasta que se encontraban con sus "seleccionadores" para fundirse en un abrazo antes de encender el resto de antorchas.
Esos siete fuegos iluminarían un original y bellísimo pebetero diseñado por Charles Heatherwick. Este diseñador y arquitecto es famoso por el uso de materiales no convencionales y no decepcionó. La construcción estaba formada por pétalos que representaban a cada nación participante y que al encenderse se iban levantando hasta crear una gran flor como alegoría, de nuevo, de la paz. Por cierto, se anunció que al finalizar los Juegos cada país se llevaría un pétalo, ignoro si se cumplió la promesa y dónde está el nuestro.
McCartney en pleno éxtasis tras interpretar a coro con miles de personas "Hey Jude" |
El fin de fiesta estuvo a cargo de Sir Paul McCartney, por eso decía antes que los Arctick se "habían atrevido" a interpretar una pieza del grupo más famoso del mundo ante la presencia (aún sorpresa) de uno de sus miembros. El cantante y compositor se lanzó con la canción "The End" del disco "Abbey Road" y el mítico "Hey Jude" del que TODO el estadio se convirtió en emocionante coro.
El bello pebetero diseñado por Charles Heatherwick |
A grandes rasgos estos fueron los grandes momentos de una ceremonia de más de tres horas realizada impecablemente por la BBC y que, a pesar de la espada de Damocles que suponía el éxito de su predecesora, alcanzó una cifra de audiencia récord en su país y EE. UU. En nuestro país más de 5,6 millones de personas la disfrutaron a través de TVE lo que la situó en la segunda ceremonia más vista hasta el momento, sólo superada por la de Barcelona 92. El minuto de oro se produjo a las 00.38 con más de 7,1 millones de espectadores. No es difícil de adivinar que coincidía con la entrada de la delegación española en el Estadio. La gala también convenció a la crítica, incluso a la británica, siempre dispuesta a la puntilla autocrítica. Esa carta de amor al país y su cultura emocionó en casa pero también fuera y no se le puede pedir más al comienzo de unos Juegos Olímpicos.
Podéis verla completa pinchando aquí.
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