El 24 de noviembre de 1965 los espectadores de la Primera veían este rótulo que daba inicio a una gran producción de la serie "Estudio 1". La tragedia de William Shakespeare había sido adaptada por el director y realizador Pedro Amalio López.
En el celebérrimo plató de Prado del Rey se recrearon los diversos ambientes de la Roma de la época de César y se contrataron decenas de extras para hacer más creíble el asunto. A diferencia de otros montajes mucho más oscuros éste destacaba por la claridad de la escenografía.
Se tuvo que confeccionar vestuario exprofeso para este dramático. Los figurines intentaban ser fieles a la imagen que el espectador tenía de los romanos debida, principalmente, a otras adaptaciones hollywoodienses o a los entrañables peplum facturados en Cinecittá.
El genial Ismael Merlo encarnaba a César, que a pesar del título de la obra, no es el protagonista sino el desencadenante de todo lo que viene a continuación. Su asesinato, realizado casi con una sola cámara, destaca por su intensidad.
A partir de ahí son Luis Prendes y Rafael Navarro quienes toman el protagonismo en sus papeles de Bruto y Casio respectivamente. En un alarde de ambición las cámaras salieron a la sierra madrileña para grabar varias escenas con caballos, infantería y tiendas de campaña incluídas.
Una superproducción que dejó a los espectadores perplejos y a la crítica más que satisfecha.
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