En 1973 Antonio Mercero todavía seguía dirigiendo la popularísima "Crónicas de un pueblo" pero el triunfo internacional de su mediometraje "La cabina" le iba a permitir liberarse definitivamente de aquel encargo de endulzar la cucharada semanal del Fuero de los Españoles, el verdadero objetivo de aquella serie: formar con la excusa del entretenimiento. Si bien la angustiosa historia protagonizada por López Vázquez se había estrenado en España el año anterior, fue al siguiente cuando comenzó su carrera en televisiones y certámenes extranjeros que culminaría con el primer Emmy para nuestro país. Aquel verano fue intenso para el director porque lo dedicaría a rodar su siguiente especial dedicado a recorrer festivales en la famosa "Operación Premio" (una estrategia para demostrar fuera que aquí no había dictadura y que existía libertad de expresión). "Los pajaritos" se estrenaría el 21 de enero de 1974 y según explicaba el propio realizador a "TeleRadio" durante el rodaje: "El guión surgió hace ya mucho tiempo pero hasta hace poco no fue elegido por TVE entre varios proyectos que les presenté. Unos en colaboración con José Luis Garci (con el que había escrito "La cabina" y con el que volvería a trabajar en "La Gioconda está triste") y otros exclusivamente míos, como este. Lo escribí hacia el 69 o el 70, ahora he tenido que remozarlo, sobre todo en el sentido de darle una mayor fuerza crítica al problema de la contaminación"
El propio Mercero explicaba a los medios qué se contaba en aquel cortometraje de apenas 36 minutos: "Es la historia de una ciudad envuelta en la polución atmosférica. La película comienza con el hecho irrevocable de la muerte de unos pájaros. Es un poco ciencia-ficción pero con base tan real que es posible lo vivamos a la vuelta de unos años. Digamos que el problema central es, repito, la contaminación y que, a causa de ella, los pajaritos están en trance de desaparecer. Para la trama argumental tenemos a dos viejecitos que, cada uno por su cuenta, han decidido salvar la vida de un pájaro. Las aventuras y las desventuras se suceden entre lo cómico y la ternura, es un poco la línea de Tati, a base de gags."
Aunque pensemos que la preocupación por el medio ambiente es algo reciente, en aquellos inicios de la década de los setenta era titular constante de los medios, eso sí, todavía no se sospechaba nada del cambio climático. Por eso no es de extrañar que algunos periodistas en la jornada de puertas abiertas durante la grabación le acusaran de usar casi un tópico para ganarse al público, de escoger un asunto muy cómodo para la demagogia: "Es un tema trillado, no desaparecido. Se ve cuáles son sus causas y sus efectos. Lo que hago aquí no es una crítica a un ente abstracto sino a unas causas concretas que lo crean. Y si, al decirme lo de cómodo quieres decir oportunista, creo que no. Es un problema actual, vigente, es estar al día y me parece algo importante. Podría ser más científico, más serio... pero con el humor se puede ser más inteligente y más profundo que con el drama. A través de una línea cómica se pueden decir muchas cosas. Sí, de acuerdo, es una envoltura amable y poética pero con una daga escondida... si se empieza a pensar en lo que dice". Quién iba a decir entonces que al final ese supuesto oportunismo iba a convertir a "Los pajaritos" en una historia de actualidad.
El reparto estaba encabezado por dos secundarios habituales del cine, el teatro y la televisión, los extraordinarios Julia Caba Alba y José Orjas. Para ella era su primer trabajo como cabeza de cartel en una pieza televisiva o cinematográfica: "Es que mi trabajo no es de protagonista, no, por mi tipo, por... otras muchas cosas" decía a "TeleRadio" y reconocía que además: "tiene muchas dificultades, tengo que montar en bicicleta, hacer de paquete en una moto, saltar de ahí a un 600... pero es muy divertido". Esta magnífica (y siempre divertida) actriz se mostraba totalmente concienciada con el ecologismo latente en esta peliculita: "Es que antes daba gusto mirar al cielo, ¡ojalá no veamos nunca morir a los pajaritos porque, si ese día llega también veríamos morir a los niños!". El elenco se completaba con otros eficaces actores como José Franco, Blaki o Roberto Cruz en pequeños papeles. La música del siempre brillante Carmelo Bernaola recalcaba los momentos más emotivos. No sería la única vez que Mercero recurriría a este compositor, la sintonía de "Verano azul" también es suya.
Mercero no tuvo ningún problema en hacerse él mismo un spoiler décadas antes de que la palabrita se pusiera de moda: "El desenlace es un tanto amargo. Yo no doy ninguna solución porque pienso que no tengo por qué darla, que no es mi misión, no soy ni un político ni un científico. La película termina con la idea de los viejecitos a una ciudad maravillosa, donde no existen esos problemas. Se van subidos por una grúa... Para un problema real, una solución poética". Y esto lo dijo 6 meses antes de que se emitiera, que conste. Curioso resulta que Hitchcock tampoco quisiera dar una solución a otro film de nombre similar...
La crítica fue positiva, quizás por el prestigio que había alcanzado el director con su trabajo anterior, si bien este dramático no tenía la misma garra que "La Cabina". El diario ABC fue uno de los más entusiastas: "Desarrolla un mundo entrañable con pulso firmísimo en el que laten vivencias concretas y específicas. El horroroso porvenir de la Humanidad que se contamina no tiene en este relato tintes sombríos ni patéticos aunque lo patético está bajo la anécdota porque Mercero ha querido, y ha sabido, buscar contrapuntos optimistas que descargan la tensión y animan la esperanza. Viejos y niños, tan queridos por Mercero y a los que sabe dirigir con especiales resultados, componen el friso más humano de Los pajaritos en el que hay, de paso y como fundamento a la vez, censura contra el aspecto caótico y frío del mundo del progreso".
"Los pajaritos" hizo el recorrido habitual de los especiales de TVE por concursos y se llevó el Premio Especial de la UNDA en XIV Festival Internacional de Montecarlo y y el Cino del Duca a su realizador en Milán. TVE la repuso cuatro años más tarde dentro del espacio "TV en el recuerdo" y los espectadores la colocaron en lo alto del panel de aceptación con una nota del 7,4. Más recientemente la hemos podido ver en Canal Nostalgia y en el espacio de la 2 "Singular.es".
Lo de "endulzar la cucharada del Fuero de los Españoles" es una estupidez. El Fuero de los Españoles era un conjunto de leyes justas que hacían mucho bien al ciudadano español, y "Crónicas de un pueblo" era una serie estupenda y llena de valores positivos. El autor de este artículo no sabe lo que dice.
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