lunes, 31 de diciembre de 2018

Señoras y Señores: ¡Feliz Nochevieja!


A las 21.30 de la noche del 31 de diciembre de 1974 comenzaba en la Primera Cadena un especial que se alargaría hasta las 2.30 de la madrugada plagado de estrellas nacionales e internacionales de la música y unos cuantos humoristas que por entonces eran los más requeridos no sólo por la tele sino también por las salas de fiestas de boato y lujo. "Señoras y Señores: ¡Feliz Nochevieja!" era una entrega excepcional del programa sabatino en el que se alternaban semanalmente en la dirección y realización José María Quero y Valerio Lazarov con dos estilos muy distintos. Sería el segundo el elegido para comandar esta entrega festiva. 


A diferencia de otras emisiones únicas dirigidas por el rumano, esta vez no habría ningún hilo conductor argumental que sirviera de excusa para las actuaciones: "Por supuesto que no. La dirección de Televisión Española dispuso que estos especiales no se saliesen de la línea habitual de "Señoras y Señores" y como el mío nunca ha tenido argumento, el de Nochevieja sigue esta misma línea" declaraba a la revista TeleRadio. Las presentadoras serían las habituales, Ángela Carrasco, Sharine, María José Cantudo y Victoria Vera en sustitución de Blanca Estrada. La actriz musa de la Transición estaba encantada con su participación a tenor de sus palabras a la revista mencionada: "Contentísima. Y como me lo vais a preguntar, os diré que es verdad, me hice la cirugía estética de la nariz y también dos películas. Si bien el ser actriz es lo que más me gusta y donde me encuentro más identificada, también el baile me encanta, pues estudié ballet durante varios años y así en el programa de fin de año no sólo actúo como presentadora (sic) sino que también bailaré temas tan conocidos como "Cabaret" y "Hello Dolly!"". Como veis, no necesitaba entrevistador, ella misma se contestaba a preguntas no formuladas. 


Este programa incluía felicitaciones a cámara de algunos de los artistas más conocidos del momento como Lola Flores, Karina, Lina Morgan o Andrés Pajares. Grabadas en un ciclorama totalmente vacío de atrezzo, estas brevísimas intervenciones han sido reutilizadas hasta la saciedad posteriormente. Todos ellos actuaban pero es que la lista de invitados es increíble... e interminable. Mocedades, Fórmula V, Elsa Baeza, Bruno Lomas, Dolores Vargas "La Terremoto", Luis Aguilé, Los Diablos, Los Mismos, Juanito Valderrama y Dolores Abril, Rumba 3, Arena Caliente... y humoristas como Fernando Esteso, Mari Carmen y sus muñecos, Tony Leblanc, Pepe Darosa...


Bien es sabido que Lazarov era un trabajador estajanovista, incansable, exigente... Las grabaciones de este especial comenzaron el 25 de noviembre y finalizaron el 16 de diciembre, después llegaron las jornadas de montaje y revisión. Un mes de trabajo para un programa en color, aunque pocos lo vieron así porque hasta el final de esa década no empezó a generalizarse la emisión en este sistema y hasta bien entrados los 80 no todo el mundo tenía una tele con colorines en casa. Fórmula V (en la foto superior) tardó nada menos que dos días en grabar sus tres canciones, no es extraño entonces que Bruno Lomas se considerara afortunado por haber ocupado sólo cinco horas para sus dos temas. 


Pero además de estos artistas nacionales que ocupaban los primeros puestos de las listas de éxitos había dos estrellas internacionales indiscutibles que también intervendrían en este programa: Tom Jones y Engelbert Humperdinck. Ambos eran rivales por entonces (o más bien querían que lo fueran), tenían una poderosa voz y eran atractivos. Con estilos bien diferenciados habían llevado carreras paralelas aunque Jones aventajaba a su supuesto competidor en éxitos. No coincidieron en los platós de TVE (hubiera sido un puntazo verlos brindar juntos) pero ambos se mostraron encantados ante la prensa por el trato exquisito recibido. Se ve que a ellos no les sorprendía lo de grabar horas y horas.
Valerio Lazarov volvería a dirigir y realizar la Nochevieja de TVE en los años siguientes aunque ya sin la fórmula de "Señoras y Señores". Lo que no varió fue ese espíritu de fiesta, jolgorio y multitudes con el ballet Zoom como animadores epilépticos, un sello lazaroviano para los fines de año setenteros. 

lunes, 24 de diciembre de 2018

Mazapán


Las Navidades de 1984 nos trajeron un curioso regalo televisivo a los infantes que vestíamos con colores chillones y calcetines blancos. Mientras nos apartábamos el peinado de bacinilla de los ojos veíamos que desde el primer día de vacaciones la tele conectaba con un sitio llamado Juvenalia que a los de Madrid les sonaría mucho pero que a los de provincias nos sonaba a Disneylandia a la española. Desde el Pabellón XII de IFEMA en la Casa de Campo se emitía en directo "Mazapán", un macroespacio infantil que ocupaba las mañanas desde las 11.30 hasta la 13.30. Presentado por Teresa Rabal con la colaboración de históricos del género infantil televisivo como María Luisa Seco o Torrebruno, este programa era una especie de guardería en la que se desarrollaban diferentes talleres ante las cámaras, desde papiroflexia a expresión dramática pasando por ecología o las recurridas (y temidas) manualidades. Vamos, un "Art Attack" patrio 20 años antes de que la Disney lo convirtiera en franquicia internacional. 


Una de las secciones fijas del programa fue la "conexión" con "El laboratorio rosa", un espacio de Radio Cadena Española que por primera vez se presentaba ante las cámaras. Rosa Otero, también presentadora de "Dabadabadá", comandaba esta parte en la que se contaba con un artista invitado de gran popularidad como Andrés Pajares. También acudían grupos musicales de moda, personajes infantiles de la tele como Espinete y el panadero Chema y se interpretaban sketches con más o menos gracia. Aquel batiburrillo de contenidos dejaba a los chavales con una sensación rara, por una parte parecía la retransmisión de la clase de pretecnología de don Manolo, por otro la oportunidad de reutilizar gags muy manidos ante un público situado en graderíos que no parecían muy consistentes. Vamos, una especie de festival de fin de curso donde el cartón piedra se notaba más que nunca. Aún así, tened en cuenta que sólo había una canal y medio y que aquello era lo único que íbamos a poder ver por la mañana así que si vivías en una zona de frío invernal, mejor que asumieras que tu diversión audiovisual iba a ser esa. Afortunadamente, a media mañana se daba paso a una película y ahí, la cosa cambiaba. Además de versiones japonesas de clásicos como "Mujercitas", pudimos ver por primera vez la bellísima versión en stop-motion de "El viento entre los sauces" (novela de Kenneth Grahame publicada originalmente en Gran Bretaña en 1908) estrenada en la ITV inglesa un año antes. En definitiva, "Mazapán" no pasó a los anales como un gran programa infantil pero al menos se aprovechó el stand de 1.200  de TVE en Juvenalia y además tenía la emoción de ser un programa en directo. 


viernes, 21 de diciembre de 2018

Raíces


Mucho antes de que se normalizara la recogida etnográfica de viejas músicas y bailes en asociaciones folklóricas ahí estaban las cámaras de TVE comandadas por un director concienciado con la recuperación de las tradiciones culturales del país. El programa tenía un nombre sencillo, directo: "Raíces" y su responsable era Manuel Garrido Palacios, un onubense que durante más de una década recorrió España de punta a punta en incensante búsqueda de aquellos que todavía recordaban costumbres y cánticos que corrían el riesgo de desaparecer. Desde que en 1970 su película "Alosno" funcionara como piloto y convenciera a los jefes de la tele de entonces de la necesidad de documentar fílmicamente una España olvidada, consiguió que le asignaran un pequeño equipo para comenzar a rodar. En 1972 comenzó la emisión regular de "Raíces" y se mantuvo nada menos que once años en antena. En octubre de 1977 explicaba a la revista "TeleRadio" la misión que se había encomendado a sí mismo: "Toda una forma de vida en la que se encuentran las raíces de toda nuestra civilización, se nos está yendo de las manos y con él nuestra posibilidad de identificarnos a nosotros mismos. No está perdido irremisiblemente porque la generación de nuestros abuelos aún tiene en su mente esa cultura. Hay mucho de esa cultura que debe ser transmitdo para que nuestra generación recupere sus señas de identidad. Puede que dé la impresión de que "Raíces" es un programa aséptico pero no lo es en absoluto. No sólo mostramos las cosas, intentamos recuperarlas y estamos recibiendo pruebas de que algo se consigue".

Manuel Garrido Palacios en pleno rodaje

El formato no tenía mucho misterio, cada semana se centraba en una zona concreta donde sus habitantes más longevos eran entrevistados y se mostraba al espectador bailes y canciones. En algunos episodios, sin embargo, se hacía una comparación entre las distintas maneras de interpretar un mismo género musical como la Jota en lugares muy alejados entre sí o ritos como las bodas y sus diferencias según la localidad: "Si esto tiene algún secreto, que no creo que lo tenga, es el ir al pueblo como uno más, sin aires de yo soy, tú eres. Porque el pueblo cierra la boca y lo que suelta va filtrado. Quizá el haber nacido en el pueblo, haber trabajado desde muy pequeño y estar en continuo contacto con artesanos y trabajadores, me dé ese pasaporte a la intimidad" decía Garrido Palacios en julio de 1978 en la revista oficial de TVE. "Nos quedan muy pocos años. Tan sólo una generación que se nos está yendo recuerda y puede transmitirnos todo este increíble material humano. Hay que activar esta labor y, en ella, afortunadamente, está colaborando mucha gente en todos los medios. La prensa y la radio lo hacen muy activamente y el apoyo que están prestando a "Raíces" es muy positivo"


Aunque comenzó tímidamente durante la última y convulsa etapa del franquismo, fue en la Transición cuando crítica y público se dieron cuenta de la joyita que se escondía en la parrilla. El tipo de programación que se estaba realizando en aquel momento, que incluía muchos debates y entrevistas a aquellos que antes no tenían voz, hizo que un documental rodado en cine destacara aún más y una vez que la audiencia se fijó en aquel espacio, se identificó y reconoció a los suyos, a sus padres, abuelos, vecinos... El propio director reconocía en agosto de 1976 que los tres primeros años habían sido un ensayo "fuimos perfilando tanto la idea como el equipo hasta saber qué era lo que queríamos". En aquel momento llevaba varios meses grabando y tenía nada menos que 30 capítulos en reserva. Aquella temporada que comenzó en septiembre fue su consagración definitiva. De hecho consiguió el primer premio en el Festival Mundial Arpa de Oro de Dublín al año siguiente, un certamen en el que años antes había conseguido una mención, en ambos casos con reportajes sobre La Alberca. 
"Raíces" se mantuvo en la cadena hasta 1983 y consiguió multitud de premios más, tanto nacionales como internacionales, incluido el Ondas. En plena Movida desapareció pero su autor siguió investigando a través de las cámaras en otros títulos como "La duna móvil" y también como escritor. Hoy tenemos la posibilidad de recuperar esos excepcionales documentos gracias a la web Archivo RTVE.


martes, 11 de diciembre de 2018

Kiko Ledgard y Paca Gabaldón llegan a "300 Millones"


En mayo de 1979 "300 millones", aquel programa que se realizaba en España para su exportación directa a los países de habla hispana (de ahí el título, porque se suponía que ese era el número potencial de espectadores), pasaba a emitirse los lunes por la noche. Ese paso de la medianoche de los domingos al horario estelar del inicio de la semana traía implícitos varios cambios. En primer lugar, mayor presupuesto porque al que ya tenía se le sumaba el que se destinaba al programa musical de esa franja. Se anunciaba que el nuevo presentador sería la mayor estrella de los espacios de entretenimiento en esa temporada, Kiko Ledgard, libre del compromiso con el "Un, dos, tres" que había finalizado temporada. 


Pero el famoso comunicador necesitaba compañía porque él se encargaría fundamentalmente, además de ejercer de anfitrión, del concurso que se incorporaba al programa en un esfuerzo por hacerlo más popular y satisfacer al público español (no tanto al americano). Durante varios días el realizador Enrique Martí Maqueda dirigió las pruebas a las aspirantes en el propio plató del espacio, ese tan sencillo pero al mismo tiempo reconocible, aunque sólo fuera porque el título quedaba bien a la vista. Las dos favoritas eran Paula Gardoqui, que ya había triunfado en los infantiles desde los tiempos de "La casa del reloj" y que en aquel momento presentaba con Torrebruno "El recreo", y Paca Gabaldón, que ya había gustado (y mucho) en "625 líneas". 


También se presentaron a las pruebas dos ex azafatas del "Sumarísimo" de Valerio Lazarov, Silvia Aguilar (en la foto junto a Martí Maqueda) y Sara Mora. Según contaba a finales de mes la revista "TeleRadio", la primera estuvo "aceptable" mientras que la segunda "con muchos nervios, acabó por renunciar a la plaza". Además hubo dos muchachas desconocidas, Laura y Azucena, que "estuvieron muy bien aunque se las notaba falta de tablas". 


Entre las pruebas a las que se las sometió se incluía realizar una entrevista a compañeras de la Casa como Mayra Gómez Kemp que, seguramente, podía empatizar perfectamente con ellas y, por lo tanto, ayudarlas a dominarse y demostrar su valía profesional. Finalmente la elegida fue Paca, que no sólo tenía experiencia como presentadora sino que además ya era una actriz con unas cuantas películas en su currículum. 


Una vez solucionado el tema de quién pondría la cara, quedaba uno más importante, remozar una estructura anquilosada que su director, J.J. Marroquí,  justificaba diciendo que "se trata de un programa concebido fundamentalmente para América y, por tanto, al gusto americano, ritmo distinto para permitir mayor número de cuñas publicitarias, etc.  Previendo la emisión del programa para la noche de los lunes y no para la madrugada del domingo y convirtiéndose así en un programa de potencial audiencia masiva es de esperar que, sin desatender a los espectadores americanos, contente a los españoles". 
Aquella etapa en realidad duró poco, apenas unos meses. Después Gustavo Pérez Puig tomaría las riendas y llegaría Pepe Domingo Castaño al estudio... pero esa es otra historia.

jueves, 6 de diciembre de 2018

Las locutoras debaten sobre la Constitución


Ahí están, son cinco de las locutoras y presentadoras más famosas de los setenta. De izquierda a derecha: Marisa Abad, Isabel Tenaille, Rosa María Mateo, Jana Escribano e Isabel Bauzá y casi siguiendo ese mismo orden, de la frescura de la recién llegada a la serenidad de la más veterana. Todas eran popularísimas en 1978, Bauzá en plantilla desde 1959, Abad desde 1975 tras algunas colaboraciones un par de años antes. No era habitual que aparecieran en pantalla todas a la vez, de hecho, era algo inaudito. El 1 de diciembre de ese 1978, y sin previo aviso al espectador, se emite un programa sin título en el que intervienen todas. 


Rosa María Mateo, una de las comunicadoras más prestigiosas del momento gracias a su paso por "Informe Semanal" y el Telediario, da la bienvenida a la audiencia explicando por qué se han reunido todas en un discreto decorado. La semana anterior Joaquín Soler Serrano había moderado un coloquio sobre la Constitución con algunos de los más reconocidos rostros de TVE, Hermida, Martín Ferrand, de la Quadra, Macía y Rodríguez de la Fuente. Ninguna mujer intervino en aquel debate y fue el propio Hermida el que confesó en antena que aquello le parecía discriminatorio. Una semana después Rosa María se presentaba diciendo: "Vamos a hablar a nivel personal y vamos a hablar como mujeres que trabajan y como mujeres que a la vez son amas de casa. Todas estamos casadas, todas llevamos una casa y la vez trabajamos. No va a ser una conversación ni erudita, quizá ni brillante y por supuesto lo que sí aseguramos es que no somos conocedoras del tema, vamos a, informalmente, hablar de esta "cosa", de este libro que es la Constitución que vamos a tener que ir a votar el 6 de diciembre".


En realidad, según me contaba hace tiempo Isabel Bauzá, todo se organizó de manera precipitada, esa misma mañana el jefe les dijo que por la tarde grabarían un especial sobre la Constitución. Hubo una merienda en la que ellas mismas coordinaron cómo llevarían a cabo este improvisado programa. Se trataba de explicar al espectador qué era aquel librito que supuestamente todos deberían tener en casa puesto que había sido enviado por el propio Gobierno para que lo estudiaran antes de votar en el referéndum. Posiblemente los directivos pensaban que la mejor forma de dirigirse a las mujeres era organizar otra charla pero sólo con locutoras. Y para no esconder el enfado por haberlas obviado en el primer especial, el tema escogido para iniciar la tertulia fue el machismo "le vamos a perdonar a TVE que fueran machistas el jueves anterior" decía con sorna la Mateo. Isabel Tenaille abría fuego asegurando que el artículo sobre la sucesión de la Corona era claramente excluyente aunque Jana Escribano respondía que al menos no era como la ley Sálica, en este caso "sólo" se ponía al hombre por encima de la mujer pero no la olvidaba directamente. Breve silencio y todas confirman que efectivamente eso también es machista.


Siguiente tema:  el Consenso. Isabel Bauzá afirma que eso, sin duda, es lo mejor de esta Constitución aunque también lo peor para algunas formaciones que sentían que  habían tenido que ceder en algunas de sus ideas base; Mateo responde inmediatamente que ceder es la única forma de llegar a vivir de forma armónica. Entre risas lo comparan como un matrimonio avenido "difícil pero posible" remata Bauzá. Y ya que se habla de casamiento... pasemos al divorcio. Marisa afirma que por fin habrá igualdad, "la mujer ya no debe obedecer al hombre". La posibilidad de una ruptura del santo matrimonio sin todas las dificultades que tenían hasta ese momento las hacía libres. No obviaban la polémica que estaba trayendo ese artículo, algunas asociaciones católicas estaban presionando para que se votara en contra del texto. Nuestras locutoras templaban gaitas diciendo que la existencia de esa ley no obligaba a nadie a divorciarse y que esa decisión dependerá de la libertad de conciencia y religión de cada ciudadano. 


Mateo iba repartiendo turnos y abriendo nuevas conversaciones con mucha naturalidad. Cada vez que se abordaba una cuestión una de ellas leía a cámara el artículo correspondiente. Estaba claro que aquel coloquio era totalmente divulgativo, se daba por supuesto que muchos españoles no habían leído la Constitución con calma o, incluso, que no comprendía bien sus palabras. El derecho a una vejez digna, a una enseñanza pública, obligatoria y gratuita, el feminismo... Durante 36 minutos, estas presentadoras, que hoy serían consideradas "prescriptoras" para una parte amplia de la población, desgranaron buena parte de un texto que hoy vuelve a estar a debate. 
"No sé si lo hemos hecho bien (...) La convivencia pacífica entre todos los españoles de todas las ideologías y creencias, esperamos que se pueda conseguir una vez refrendemos la Constitución el próximo día 6 (...) Les rogamos nos perdonen si en algún momento les hemos molestado" eran las palabras de despedida de Rosa María Mateo. Y, efectivamente, España votó sí.

Podéis verlo pinchando aquí

domingo, 2 de diciembre de 2018

Tariro Tariro


Era un martes 18 de octubre de 1988. Las 21.15 de la noche, en aquella época el Telediario se emitía a las 20.30 h. Se había anunciado a bombo y platillo: La Trinca estrenaba un innovador programa de humor. En realidad los catalanes sabían que no era tan novedoso puesto que dos años antes habían visto la primera versión de este espacio, "No passa res!". Aquel espectáculo en el que se combinaba humor, música y entrevistas a personajes muy populares había llamado la atención de los directivos de TVE que querían buscar un relevo al iconoclasta y transgresor "Viaje con nosotros" que tantas alegrías (y disgustos) había traído a la tele pública la temporada anterior. El trío humorístico-musical compuesto por Josep María Mainat, Toni Cruz y Miquel Angel Pascual llevaba dos décadas pisando los escenarios con sus irreverentes canciones y ya se había iniciado en la producción y dirección de programas televisivos tras la fundación de su productora Gestmusic (hoy en manos de otros accionistas). El invento que traían ahora a nivel nacional se llamaba "Tariro Tariro". "Queremos que el programa sea eso, un juego de picardía, de doble intención, un strip-tease mental" aseguraban a "La Vanguardia". 


En las entrevistas a la prensa aquellos días no ocultaban que el formato sería similar al que habían hecho para Cataluña pero habría ligeros ajustes como la supresión de la actuación musical de grupos invitados. La música corría enteramente de su parte... y de los propios protagonistas semanales que harían de todo y es que ahí radicaba el gran atractivo de este show, los convidados al plató intervenían en sketches, cantaban lo que nunca habían cantado, eran sometidos a torturas si era necesario... todo con su entera complicidad y eso sí que era una novedad para el espectador. Ver a Julia Otero cantar en una barca mientras las olas (y hasta pescados voladores) la azotaban, a Manuel Fraga bailando el pasodoble que el propio trío había compuesto para él, a Mayra Gómez Kemp pasando las más complicadas pruebas del "Un, dos, tres" (en realidad para algunas como la del toro mecánico se usó una doble), al ministro de defensa Narcís Serra tocando el piano, a Bertín Osborne vestido de Tarzán derribando una pared, a Concha Velasco redoblando (con mucha mala leche) fragmentos de sus películas de los sesenta o a Lola Flores aumentando el ritmo del machacado en un mortero cuando le preguntaban por la Pantoja sorprendía a un televidente que estaba resabiado y necesitaba un revulsivo. Si por algo destaca "Tariro Tariro" es por la cantidad inagotable de momentazos que dejó en el archivo. 


El otro punto fuerte del espectáculo eran los sketches, grabados previamente durante un par de meses. Varios personajes se hicieron popularísimos aquella temporada, especialmente la familia que parodiaba a la propia audiencia y los trogloditas que cada semana presumían de invento ante una espectacular cavernícola que les bajaba de la burra al grito de "Tontícolas" explicándoles que aquello ya existía. El final sería imposible de emitir hoy porque finalizaba con una violación grupal. Mercè Aránega y Carme Conesa, entre otras actrices, les acompañaban.


Para este programa se había construido cerca de los estudios de TVE en Sant Cugat del Vallès un pabellón hinchable en el que cada semana se acomodaban unos 400 espectadores. En cada emisión, los humoristas observaban todo desde la cúpula atreviéndose incluso a autocriticarse con dureza. El programa se emitió hasta el 25 de abril de 1989 y finalizó con un especial resumen aunque también tuvo su propia versión veraniega con un refrito de los mejores de sketches.

Las  fotos 1 y 3 son de Gabriel Sendra @arxiusendra. Todos los derechos reservados

domingo, 25 de noviembre de 2018

Mariscal y "Juego de Niños"


No es habitual que un programa televisivo emitido hace más de treinta años sea noticia pero eso ha sucedido estos días con "Juego de niños", aquel espacio en el teníamos que acertar de qué hablaban los niños. Aquella idea que llegó a nuestra tele en 1988 procedente de EEUU y que por entonces ya se emitía también en Reino Unido y la República Federal Alemana, fue fagocitada y deconstruida por el genial y soñador Miquel Obiols y creció hasta hacerse tan mediterránea que el formato original quedaba muy desdibujado. Ahora vuelve a la palestra porque se anuncia su más que posible regreso a TVE aunque no sería la primera vez que salta la liebre y después nos quedamos con las ganas. 


Sería un doble regreso a la cadena pública: el del concurso y el de Xavier Sardà (¿quizás vuelva también Obiols y sería triple?). El programa comenzó en sus primeras dos temporadas presentado por sendas actrices, Amparo Soler Leal y Tina Sáinz y antes que el capitán de "Crónicas Marcianas" estuvo al frente Ignacio Salas en su única infidelidad ante las cámaras hacia Guillermo Salas. Fue a partir de la tercera temporada, la de Salas precisamente, cuando un nuevo ingrediente hizo al espacio aún más diferencial con respecto al original: los diseños de Javier Mariscal. En plena etapa de fama internacional gracias a la presentación en 1989 de la mascota de los Juegos Olímpicos de Barcelona 92, Mariscal aceptó la propuesta de encargarse de darle un nuevo aspecto al decorado. Si bien de la escenografía se encargaría, como lo hacía desde el inicio, Paco Justel, un veterano de la Casa, en los créditos quedaba bien claro que el "Diseño" lo firmaba el creador de Cobi. Eso nos hace pensar que mientras Mariscal presentaba bocetos, Justel los convertía en algo corpóreo, ajustando esas ideas a la realidad y necesidades de un plató. 


Quizás sea más recordado el de la época Sardà, posiblemente porque fue el último y el que estuvo más tiempo en antena (1990-92), pero mi decorado favorito fue el de la etapa comandada en pantalla por Ignacio Salas (1989-90), que representaba un aula con un precioso mapamundi como fondo del presentador y que incluía un montón de cachivaches sobre la mesa y el suelo que nos trasladaban a ese mundo onírico que unía a la perfección las obras de Miquel Obiols y Mariscal. No olvidemos que el director y realizador había despuntado en TVE Catalunya con el infantil "Terra d'Escudella" y más tarde con "Planeta Imaginari" que pasó a emitirse en todo el país, "Planeta Imaginario", con sus desbordantes sueños visuales. "Pinnic" y su etapa en Canal Plus con el infantil "P+o-xo:" y "El juego de las lunas" demuestran que su imaginación es inagotable. 
Por todo esto reivindico que el tan cacareado fichaje de Sardà no sea único y que también se recupere al director original y al diseñador. Ah, por si os lo preguntabais, el famoso Gallifante, la mascota del programa, no es una idea de Mariscal, sino de un niño y del propio Obiols.  

Fotografías de Gabriel Sendra @arxiusendra. Todos los derechos reservados.

domingo, 18 de noviembre de 2018

La inauguración del Estudio 3 de TVE


En 1962 los estudios de Prado del Rey estaban en construcción así que los esforzados profesionales de TVE hacían lo que podían en el minúsculo plató del Paseo de la Habana. Aunque en esa época ya era habitual realizar programas espectáculo en el salón de actos del Instituto del Fomento de las Artes (caso del popular "Gran Parada"), era evidente que las necesidades de los realizadores y decoradores habían variado mucho desde 1956, año del inicio de emisiones regulares. Los espectadores eran ya más exigentes y las horas de programación se habían ampliado, por lo tanto era fundamental tener un plató en condiciones y que fuera versátil para poder albergar un musical, un dramático o un espacio infantil. Fue en ese momento cuando se llegó un acuerdo con Sevilla Films para alquilar su Estudio 3 y con ese mismo nombre (como si ya dispusieran de otros dos propios) fue presentado a la audiencia en un espectacular programa inaugural.


"Por primera vez en la historia de la televisión europea el circo, con su colosal bagaje de artistas y animales amaestrados, ha entrado en los estudios de una emisora para introducir en miles y miles de hogares españoles el mayor espectáculo del mundo a través de la pequeña pantalla" glosaba rimbombante la revista "TeleRadio" un par de semanas después. Fue el domingo 4 de febrero de 1962. El programa era "Silla de pista", un infantil presentado por Boliche y Chapinete con la ayuda del director de orquesta "Papá Garzón", que se mantendría en antena toda la temporada. Según la publicación oficial de TVE: "Hasta el domingo las cámaras de televisión de diversos países, entre ellos el nuestro, habían acudido en múltiples ocasiones a la pista brillante y un tanto mágica de diferentes circos pero en esta ocasión fueron sus componentes los que se trasladaron con todo su arte y alegría al nuevo y extraordinario Estudio 3 de Televisión Española, en el que, sin regatear esfuerzos, se instaló una fabulosa pista de trece metros de diámetro, rodeada por enormes "panós" de más de siete metros de altura". 


Para este primer día en el nuevo plató se invitó a reconocidos artistas circenses que desfilaron desde el Circo Price por las principales calles madrileñas hasta las instalaciones de Sevilla Films. Esa cabalgata fue filmada por una cámara de cine para ofrecer imágenes grabadas en un reportaje posterior. Fernando García de la Vega realizó en directo el programa especial presentado por Emilio Laguna, actor que en aquel momento había adquirido gran popularidad por sus intervenciones en el humorístico "La Tortuga Perezosa" y en "Teatro de la Zarzuela". Poco después "Estudio 3" sería el título de un espacio semanal de formato abierto en el que se presentaban "grandes eventos televisivos", desde un musical a una adaptación teatral. Fue en ese contenedor donde debutó uno de nuestros más grandes creadores, Chicho Ibáñez Serrador, pero esa es otra historia. 

lunes, 12 de noviembre de 2018

El día que Julia Otero vio su pasado... y su futuro


En este elegante decorado ideado por Juli Pérez-Catala se desarrollaba cada semana "Un tomb per la vida" en TV3 entre 1993 y 1994. Su creador y presentador, Joaquim María Puyal era un comunicador bien conocido por los catalanes desde que a mediados de los setenta se estrenara como el primero en narrar en catalán para la radio un partido del Barça. En este programa de la autonómica se ofrecía lo que prometía el título, un paseo por la vida de personas de la talla de Johan Cruyff, Terenci Moix o Vázquez Montalbán. 


A estas alturas de su carrera Puyal atesoraba ya unos cuantos éxitos televisivos frente a las cámaras desde su debut en 1977 en el "Vostè pregunta" de TVE Catalunya. A nivel nacional no alcanzaría el mismo éxito con su "Mano a mano" en el 81 o su efímero paso por el "Buenas noches" del que sólo copresentaría una emisión junto a Mercedes Milá. Su fichaje por TV3 en el 85 le reconcilió con su público y "Vostè jutja" o "La vida en un xip" sí convencieron a la audiencia. El espacio que hoy nos ocupa fue su (incompresible) despedida como presentador televisivo. 


En su segunda temporada recibió como invitada a una compañera que había triunfado en TVE y también en TV3, Julia Otero. En aquel momento estaba centrada en su programa vespertino en Onda Cero tras una intensa etapa televisiva que le había llevado desde sus inicios en "Una historia particular" en el circuito catalán de TVE en 1987 hasta su brutal acogida nacional con el "3x4" que le permitió abordar proyectos más personales como "La Luna" o "La Ronda". Aquel día Julia debió de tomar buena nota de lo que pasaba en el plató, de cómo Puyal la iba sorprendiendo al recordar su vida y su carrera.


No sólo rememoró su pasado, sin saberlo también estaba vislumbrando su futuro porque en la siguiente temporada volvió a los platós de TVE en Sant Cugat del Vallés para presentar la versión nacional de "Un tomb per la vida", "Un paseo por el tiempo". El propio Puyal ejercía de productor ejecutivo a través de su recién creada productora y Julia, además de conducir el repaso vital del invitado, era la editora. De este programa sólo se realizaron 14 entregas, las prometidas por el creador en su presentación, ni una más... ni una menos. 

miércoles, 7 de noviembre de 2018

Informativos de la 2, un romance intermitente


El 13 noviembre de 1974 se produce un acontecimiento en la todavía breve historia de la Segunda Cadena de TVE, nace su primer informativo diario que recibe un nombre que no deja lugar a la confusión: "Noticias en la Segunda". Se estaba viviendo una importante apertura en la prensa durante la etapa de Pío Cabanillas como ministro de Información y Turismo y de Juan José Rosón en la dirección de RTVE, etapa que después resultó ser efímera pero gracias a eso se abrió una brecha en el UHF, "el canalillo", ese que todavía no llegaba a toda la población. Hasta entonces no tenía telediarios propios, sólo contaban con la repetición de la segunda edición del de la Primera. Aprovechando esa audiencia minoritaria pero también mucho más "exigente", Luis Tomás Melgar creó un formato totalmente novedoso en fondo y forma: "Como primer objetivo se pretendía que este informativo pudiera competir con los telediarios del Primer Programa, a través de un nuevo estilo, una nueva manera de dar  la información del día, que potenciara al máximo la presencia de los periodistas en la imagen (cada redactor explicaba y comentaba en pantalla su propia noticia elaborada), todo ello con una realización muy cuidada, parecida más a la realización de un dramático (movilidad de la cámara hacia cada uno de los redactores o personas que intervenían en el programa) que a la de un telediario convencional. El tono era eminentemente coloquial. Desde el punto de vista formal se renovó el esquema tradicional de los telediarios con la incorporación de reporteros, completado con la introducción del sonido ambiente en las filmaciones. Por lo que respecta al contenido temático, el tope o techo era el que marcaba la Ley de Prensa vigente en aquellos momentos. Temas tan poco tratados y desconocidos hasta entonces como los relacionados con la calidad de vida, problemas ciudadanos, medio ambiente, etc. eran abordados por este informativo." Así contaba la revista TeleRadio en 1979 cómo era aquel noticiario presentado desde un decorado que fue apodado como "la bañera" y que supuso la primera vez ante las cámaras de Joaquín Arozamena, Matías Prats, Victoria Prego y Juan Restrepo, entre otros. No es la primera vez que hablamos de él aquí porque realmente supuso un cambio brutal. Tanto que después los TD oficiales asumieron muchas de sus novedades y hoy nos parecen algo tan inherente al género como el mapa-mundi en sus cabeceras. Para seguir con las innovaciones, queda para la historia que este fue el primer informativo realizado en color desde los entonces recién inaugurados estudios 10 y 11, destinados para tal fin y hoy clausurados por aluminosis. 


Con tal prometedor comienzo todo hacía pensar que la cadena seguiría siendo un oasis de libertad para la información y un taller para probar nuevas fórmulas que siguieran renovando el género... pero no. A finales de 1975 se produce un cambio en la dirección y se opta por un tratamiento más formal. Es decir, se produce la primera involución, aquella reforma se paraliza justo en los inicios de la Transición, período de ajustamiento en todos los órdenes de la vida española que, como en este caso, se saldó con un paso atrás. Tras ese período de transición dirigido por un Joaquín Arozamena que intenta salvar los trastos y no deshacer el camino iniciado, comienza en 1976 una nueva etapa en los informativos de la Segunda. Miguel Ángel Gozalo toma las riendas de "Redacción Noche" (al que también hemos dedicado un post previamente) que con su hora y cuarto se convierte más en un magazine que en un informativo al uso. A eso obligaba la larga duración y los pocos medios que tenía. "Ante la escasez, imaginación" debió pensar Gozalo e incluyó entrevistas, coloquios y hasta actuaciones musicales además de un amplio equipo de locutores que daban las noticias sin demasiada pompa en un set que simulaba una redacción. "Establecería una diferencia fundamental que viene marcada por el tono. Un tono más coloquial, menos rígido. Queremos que el cine, la imagen, sea lo mejor posible. Cuando no hay imágenes las sustituimos por la cordialidad. Huimos de la solemnidad. Estamos aquí para contar lo que pasa y lo hacemos de la manera más sencilla " declaraba el director por aquella época a "TeleRadio". 


Hasta principios del 79 estuvo Gozalo al frente, en ese momento toma el relevo, de nuevo, Joaquín Arozamena que afronta una considerable rebaja en el tiempo: "Redacción de Noche dura ahora sólo media hora pero sigue manteniendo todas las fórmulas de su origen: periodistas que comentan ellos mismos las noticias, invitados..." aclaraba en febrero de aquel año a la mencionaba revista (órgano oficial de TVE) aludiendo de forma bastante clara al primer noticiario del que él también había sido miembro fundador y del que todavía se mantenía parte del equipo original y ahí seguiría hasta principios de la década siguiente. El nuevo editor-presentador se negaba a pensar que su menor difusión los convertía en secundarios: "Nosotros pensamos que nuestra labor no es esta de complementar sino que debemos competir con los informativos de la Primera y dar así opciones al espectador. Tratamos de ser el Informativo de la Segunda, para la gente que sintoniza la Segunda. La Segunda es una elección totalmente voluntaria y por ello goza de una audiencia menor pero más selectiva, que se siente más identificada con el programa que ve y le presta mayor atención. El espectador de la Segunda se siente parte de una minoría que elige conscientemente. Esta es la gran ventaja del Segundo Programa". aseguraba en 1980. En aquel momento habían cambiado algunos de los locutores y encontramos ante las cámaras a Isabel Tenaille marcando continuidad con respecto a la etapa anterior y a Flores Guirao, José Antonio Cebas y Manolo Portillo como nuevas incorporaciones. Otros pioneros como Prego y Restrepo ocupan ahora puestos en redacción o se lanzan a la calle como reporteros.
   Don Joaquín sería el rey de las noticias de la 2 durante esa década. Vivió muchas etapas, volvería a tener 45 minutos de antena y más tarde incluso menos de media hora. Su hora de inicio se retrasaría por el fútbol o el baloncesto o incluso se cancelaría su emisión sin previo aviso. Cambió varias veces el nombre, a veces con títulos tan ambiguos como "Agenda informativa" pero los espectadores de la 2 sabían que si querían enterarse de las noticias de una forma clara, debían buscar su bigote. De hecho, el único que informó del golpe de Estado el mismo día y en directo fue nuestro admirado amigo por un hecho bien simple: estaba en antena en aquel momento. 


Y si Arozamena fue el rey durante los 80, cedería el trono a finales de la década a otro veterano de la información de la Casa tal y como se decía en una absurda promoción de los informativos de TVE que comparaba a los presentadores con los Intocables de Eliot Ness. Tom había debutado en la tele precisamente el mismo año que las "Noticias en la Segunda". Provenía de RNE y desde el principio ocupó puestos de responsabilidad en los Telediarios. Cuando se le adjudicó encabezar el único noticiario de la 2 se venía de una etapa de silencio informativo en la cadena. "Noticias 2" consiguió llamar la atención del espectador por la simpatía de su responsable, por contar cosas que no aparecían en el Telediario oficial y por un horario, las 22 h, en el que no tenía que competir con su hermano mayor. El éxito fue inesperado para los jefazos y sus audiencias, aunque modestas, superaban la media. Como premio se le dio un programa de entrevistas mensual, "Primera Fila", y a principios de los noventa pasó a "primera división" para ocuparse de la Tercera Edición del TD (la que se emitía a partir de la medianoche). 


El "ascenso" de Martín Benítez a la cadena mayor deja a la 2 totalmente descabezada en cuanto a la información diaria. Se prueban diferentes fórmulas pero ninguna destaca demasiado porque en general son simples repeticiones o piezas reeditadas de los informativos de la Primera. Hubo pildoritas bajo el simple nombre de "Noticias" leídas con mucho ritmo por locutores como Marisa Naranjo y Manolo Portillo o intentos más o menos serios como "Redacción de la 2" en 1991 con Carmen G. Bonet o Juan Manuel Fernández desde el set de los avances informativos (lo cual ya nos daba una idea bastante clara de lo poco que se preocupaban los directivos por este asunto). En 1992 José Antonio Martínez Soler dirige "El informe del día" presentado Inka Martí (del que, cómo no, también hemos hablado aquí). En definitiva, se produce un significativo parón no sólo en cuanto a la periodicidad sino, sobre todo, en la ambición por hacer informativos diferentes... y diferenciales. 


Y una vez más, tras una larga travesía por el desierto, llega la sorpresa. El 7 de noviembre de 1994 se estrena "La 2 Noticias". Quizás por indiferencia o por todo lo contrario (¡quién sabe!) se permite a un equipo mínimo hacer algo distinto. Tan poco confiaban en ellos que ni siquiera se pensó que se debía conservar aquel primer día de un nuevo informativo, no hay copia en los Archivos de aquel programa histórico. Aquellos directivos no se podían imaginar que el trío formado por Fran Llorente (editor), Lorenzo Milá (presentador) y Fernando Navarrete (realizador) iba a revolucionar la forma de presentar las noticias tal y como habían hecho sus predecesores 20 años antes. Como de este noticiario hemos hablado en unas cuantas ocasiones no quiero repetirme pero hoy debemos celebrar que tras un par de meses fuera de pantalla vuelva con Paula Sáinz Pardo como conductora. Deseamos mucha suerte al equipo de un clásico que regresa a un horario muy similar al que tuvo en sus inicios y que al menos será fijo y no algo perdido entre la medianoche y la madrugada. Seguro que la fiel audiencia de la 2 lo agradece.


jueves, 1 de noviembre de 2018

Don Juan 1963


1 de noviembre y Don Juan están unidos indefectiblemente en el mundo teatral español. Desde que TVE asentó sus espacios dramáticos en la parrilla, esa tradición se traspasó directamente a la pequeña pantalla, de eso hemos hablado aquí en varias ocasiones. Hoy nos centramos en la versión realizada en 1963, considerada la primera superproducción destinada a adaptar el clásico de José Zorrilla. Recordemos que la cadena había tardado tres años en presentar su primera traslación de forma muy modesta y casi improvisada, protagonizada por Valeriano Andrés (tenéis aquí más información). También hemos hablado de la de 1962 con José María Seone al frente que aunque ya implicaba una tremenda evolución no fue tan mimada como esta que nos ocupa hoy. 


Ismael Merlo, actor teatral de prestigio y éxito desde que debutara en las tablas en 1934 y en el cine en el 41 fue su protagonista. También era pionero de TVE en la que trabajaba con cierta asiduidad desde su inauguración. El director y realizador de esta emisión excepcional, Gustavo Pérez Puig, tenía muy claro que "puede hacer un Don Juan fenomenal porque da el tipo: un hombre ya maduro, ducho en ardides y en lides y lleno de brío y simpatía, de todo eso que necesita tener un auténtico Don Juan", tal como aseguraba a la revista TeleRadio en el número correspondiente al día del estreno. 


Maite Blasco había obtenido un gran éxito personal televisivo precisamente con este director en "Tres sombreros de copa". Decía Pérez Puig: "Fue una revelación. Puede ahora revalidar aquel éxito con una interpretación perfecta de Doña Inés: romántica y humana". El tercero en discordia era Juanjo Menéndez, presentado "como una colaboración especial para TVE" que según el realizador "no será el clásico Ciutti, más parecido a un tenor cómico que a otra cosa, sino a un personaje realmente encarnado por un actor capaz de sacarle toda su gracia, su nobleza y su fidelidad. El resto del reparto no estaba formado por secundarios precisamente, muchos de ellos ya conocían la obra a la perfección por tenerla en su repertorio e incluso varios ya habían participado en las adaptaciones anteriores de TVE o lo harían posteriormente. El ya mencionado Valeriano Andrés, el primer Don Juan de nuestra tele, era aquí Don Luis Mejía, Maruchi Fresno (su Doña Inés) la Abadesa. Fernando Guillén que en 1966 sería Mejía y en el 73 el mismísimo Tenorio, encarnaba ahora al Capitán Centellas. Y destaquemos, por último, a un joven Sancho Gracia en el rol de Avellaneda que a finales de los 90 sería el protagonista de la versión del Teatro Español dirigida por... ¡Pérez Puig!


Cuando antes decía que esta fue considerada una superproducción no lo decía en vano, no se realizó desde el minúsculo estudio del Paseo de la Habana (todavía no se había inaugurado Prado del Rey) sino en el Estudio 3 de Sevilla Films que era el que se utilizaba para grandes programas o eventos especiales. Un centenar de profesionales se dedicó durante semanas a preparar la obra, desde los ensayos actorales en los huecos de las apretadas agendas de unos intérpretes pluriempleados en cine, teatro y otros proyectos en TVE hasta la fabricación de los decorados diseñados por Bernardo Ballester e iluminados por César Fraile. Pérez Puig había decidido respetar la versión original,sin los cortes habituales (y necesarios) que solía tener una tele prehistórica y afirmaba que no por eso iba a resultar lenta o pesada: "Todo el último acto, el más peligroso por lo que tiene de fantástico, y que en teatro suele quedar ridículo, se beneficiará totalmente de la técnica y del trucaje de la televisión. Es precisamente en este último acto donde yo espero no añadir nada fundamental sino redondear una versión realmente televisiva". Traducción: por primera vez se utilizarían efectos especiales y eso que en un escenario puede resultar "falso", en el primer plano de la cámara sorprendía a un espectador semi-virgen y muy agradecido. 
   Otra curiosidad: aquel "Don Juan" no se emitió el 1 de noviembre, como mandaba la tradición, sino el domingo 27 de octubre. Eso tenía su explicación: fue incluido en el espacio "Gran Teatro" que se emitía los últimos domingos de cada mes y aquel año el Día de Todos los Santos coincidía un viernes. Por cierto, según cuentan las crónicas, el equipo al completo irrumpió en aplausos al final. Algunos trabajadores llevaban 24 horas sin dormir preparando el excepcional suceso y la emoción tras un trabajo bien hecho se desbocó. Por supuesto no se conservan imágenes porque se emitió en directo y las fotos que hoy presentamos aquí se hicieron directamente a un monitor. 

domingo, 28 de octubre de 2018

V Aniversario de TVE


El 28 de octubre de 1961 TVE celebraba el V aniversario del inicio de sus emisiones regulares aunque ellos preferían decir que, en realidad, era el III. Se consideraba que los dos primeros años habían sido experimentales y que no fue hasta 1959 cuando comenzó la "etapa de expansión con el ambicioso proyecto de cubrir lo antes posible la totalidad de la superficie de España". Hay que tener en cuenta que al principio sólo se veía en un área muy determinada de Madrid y que hasta que no se inauguró la antena del Tibidabo en Barcelona no se podía plantear siquiera la posibilidad de extender la difusión del canal. No era el único cumpleaños, la revista "TeleRadio", publicación oficial de la Casa, llegaba a los 200 números y lo conmemoraban con una portada a todo color con algunas de las estrellas femeninas de la época. Actrices como María José Alfonso o Elena María Tejeiro, la estrella de "Escala en HI-FI" Rosa Álvarez o la locutora y presentadora Isabel Bauzá posaban con ejemplares históricos. 


En 1962 TVE emite programas tan populares como los espectáculos "Gran Parada" desde Madrid y "Amigos del martes" desde Barcelona, series de Jaime de Armiñán y Adolfo Marsillach, espacios dramáticos como "Gran Teatro" o "Teatro de la Ópera", humorísticos como "La tortuga perezosa", concursos como "Ayer noticia, hoy dinero" y los divulgativos "Escuela TV", "Universidad TV" y "Por tierras de España". David Cubedo, Jesús Álvarez y Eduardo Sancho estaban al frente de las tres ediciones del Telediario y Boliche era el héroe de los niños con "Chavales". Aquel 28 de octubre era sábado y en el horario nocturno la programación habitual incluía la serie "¡Silencio... se rueda", la acerada crítica de Marsillach al mundo del cine, "Es broma" con el cómico Cassen y "Hoy", un espacio sobre localidades españolas, su geografía, su gastronomía, sus costumbres y gentes. Sin embargo, aquel día se anunciaba un programa "Extraordinario" de 45 minutos para festejar tan magna fecha para la propia tele. 


De aquel especial no tenemos más información que la que aparecía en la propia revista un par de semanas después. A las diez y media de la mañana la jornada había comenzado  con una misa oficiada por el "ilustrísimo señor don Salvador Muñoz Iglesias" en el plató número 1 de los Estudios de Madrid, lo que no nos aclara si se refería a las instalaciones del Paseo de la Habana o a las que se alquilaban en Sevilla Films. La presencia del director de programas, el jefe de personal y los colaboradores que venían enchufados por el Régimen le dio cierta solemnidad al asunto. De la emisión nocturna ni mu. 


En aquel mismo número se ofrecían unos datos que hoy son oro puro para los investigadores y documentalistas. Se aseguraba que "potencialmente" 22 millones de españoles podían ver TVE. En aquel momento un 73% del territorio nacional estaba cubierto. "A este resultado se ha llegado contra las dificultades de la escasez de créditos e incluso de la compleja orografía española, nada propicia a la propagación de la televisión. Pero había que demostrar la eficacia de este servicio público y se quemaron etapas e incluso no se aseguraron de primer intento los enlaces porque lo importante era servir aunque fuere con deficiencias. Ahí está el enlace Madrid-Barcelona que, en sus principios, sufrió bastantes cortes y hoy es un modelo de regularidad y seguridad. Gracias a una empresa audaz, como la instalación del complejo emisor de las Dos Castillas, a 2.400 metros de altura, se puede cubrir de un solo golpe una gran parte de España, prácticamente de Norte a Sur, desde Palencia hasta Jaén" afirmaba triunfante el texto. En definitiva, esa ampliación de la cobertura supuso pasar de 180.000 televisores en el 59 a 420.000 en octubre del 61. Se calculaba que dos millones de espectadores veían a diario la programación y unos ocho se plantaban ante un monitor (donde fuera) en "las grandes retransmisiones de carácter político, informativo o deportivo y en los programas que cada vez con mayor frecuencia llegan por los canales de Eurovisión". Además de dar cuenta de la creación de empleo y fortalecimiento de la industria audiovisual en general (sobre todo las empresas publicitarias), se presumía de las horas de emisión: "TVE tiene hoy uno de los índices más altos de Europa, más o menos a la altura de Francia y muy poco por debajo de Gran Bretaña e Italia y a gran distancia, por supuesto, de los restantes países europeos. En octubre de 1959, TVE dio 161 horas de programas, en octubre de 1961 ofreció 266 horas". Tengamos en cuenta que para llevar a cabo tamaño esfuerzo se empeñaban diariamente 408 empleados (contando a todo quisqui, desde el máximo directivo hasta el último subalterno). Una tele realizada con muy pocos medios, sí, posiblemente con una calidad dudosa, también, pero con una gran ilusión.