Manolo Beltrán es un cuarentón famoso por su programa televisivo "El humor es algo maravilloso". Separado desde hace doce años, mantiene una relación más bien distante con sus dos hijos y aparentemente cordial con su ex mujer, casada de nuevo y con un hijo de 8 años fruto de ese matrimonio. Cierto día, Manolo recibe la visita inesperada de su padre, que tres décadas atrás había ido a buscar tabaco para no volver hasta ahora. Ese mismo día le informan del fallecimiento en un accidente de tráfico de su ex y su esposo así que de repente se encuentra con la obligación (al menos moral) de hacerse cargo de sus hijos y del hermanastro de estos que, además, es autista y, por lo tanto, incapaz de mostrar ningún tipo de emoción ante el suceso. Este es el punto de partida de "Gatos en el tejado" una serie dirigida por Alfonso Ungría estrenada el 7 de septiembre de 1988 a las 21.15 h antes del popular contenedor "Viernes Cine".
Su protagonista es José Sacristán, poco habitual de la tele hasta aquel momento aunque en los 90 protagonizaría un sonado éxito con "¿Quién da la vez?" en Antena 3 (y un sonoro fracaso en la temporada siguiente con "Éste es mi barrio"). Un extraordinario elenco le acompaña en esta serie de 13 capítulos en el que destaca Alberto Closas como su retornado padre, Emma Cohen en el papel de representante, Gabino Diego y Beatriz Santana como sus hijos, Julieta Serrano como asistente y Ferrán Rañé en el rol de guionista. El jovencísimo Francisco Valero encarnaba al hijastro y compartiría escenas y tramas con Sacristán de mucha ternura.
Aunque en algún sitio se puede leer que esta es la primera "dramedia" de la ficción española el dato no sólo no es exacto sino que además olvida a otras series tan importantes como "Anillos de oro" o "Segunda enseñanza" (ambas con guión de Ana Diosdado que también fue su protagonista) donde el drama y la comedia se entremezclaban a la perfección, como en la vida real. No obstante, "Gatos en el tejado" es una serie muy destacable por varias razones: el regreso a TVE de Sacristán y Ungría, el guión de Joaquín Oristrell que crea una historia original, divertida pero con un punto realista y además que consiguió familiarizar al espectador con un concepto que después se haría muy popular gracias a "El club de la comedia" pero que entonces era algo totalmente inédito en nuestras pantallas: la stand up comedy, que era la profesión del protagonista. Además fue una de las poquísimas ficciones estrenadas en nuestra tele en 1988, un año especialmente escaso en este género. Fue bien recibida por la crítica y se llevó tres TP de Oro (Mejor serie nacional, actor para Sacristán y actriz para Cohen) y un Fotogramas de Plata para el protagonista además de dos nominaciones para Closas y Rañé. Quizás la breve cosecha tiene algo que ver con tanto galardón, no lo niego, pero lo cierto es que todos ellos realizan un trabajo extraordinario. A pesar de ser la verdadera apuesta de aquella temporada en cuanto a series y que tuvo una audiencia considerable, no ha permanecido en el recuerdo, posiblemente porque no ha sido repuesta. Eso sí, la tenemos al completo en la web del Archivo RTVE.
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