miércoles, 27 de agosto de 2025

Luis López Doy, elegancia tras las cámaras

Luis López Doy (a la derecha) con Elisenda Roca y Joan Ramón Mainat en la presentación a la prensa de "Cifras y letras". Foto Gabriel Sendra @arxiusendra

En el estreno de "Cifras y letras" con Elisenda Roca en La 2 en 1991 había algo que llamaba la atención desde el primer vistazo: la estética del programa no encajaba con la de un modesto concurso diario. El decorado de Luis Gracia, la iluminación y ese plano inicial con una grúa que ya era toda una declaración de intenciones. El responsable de todo eso era su director y realizador, Luis López Doy, un veterano de TVE que comenzó su carrera en los setenta en los estudios de Miramar en Barcelona y que luego se convertiría en un indispensable de aquella fábrica de sueños que sería Sant Cugat. Hoy me he enterado de su muerte el pasado día 24 de agosto. Ha sido el fotógrafo Gabriel Sendra quien me ha informado, compartieron muchas grabaciones tanto en exteriores como en plató. "Una gran persona" así lo ha definido. 

López Doy (a la derecha) controlando el encuadre de un reportaje de "Giravolt" en los 70. 
Foto Gabriel Sendra @arxiusendra

Tenía 80 años pero su legado de elegancia televisiva sigue vivo en la memoria de muchos espectadores (un servidor, por ejemplo) y, por supuesto de sus compañeros. Se fogueó en los setenta realizando reportajes para el "Informe Semanal" del circuito catalán de TVE, "Giravolt" y no tardó mucho en firmar como realizador en algunos de los programas señeros de esa década como el deportivo "Sobre el terreno" o el largo magazine "Cosas" que se realizaba en dúplex Barcelona-Madrid. 

Revisando el guión antes de grabar un capítulo de "Gaudiana".
Foto cedida por Museo RTVE en Barcelona.

En su currículum se acumulan cientos de créditos (literalmente) bien como realizador en espacios divulgativos, documentales, de reportajes como "Primer mundo", "Història de l'esport català", "Impactos" o la primera temporada del "Negro sobre blanco" de Sánchez Dragó cuando se emitía desde Barcelona, bien como director-realizador en "Clar y català", "Reflexións fi de sigle", "Historias de niños"... También probó la ficción, incluso como guionista en algún capítulo de "Teatro Catalán" a principios de los setenta cuando, con Franco vivo, el título era en castellano aunque la obra se emitiera en catalán... 

Comprobando el plano del travelling para "Gaudiana". 
Foto cedida por Museo RTVE en Barcelona.

Demostró también su eficacia en retransmisiones de conciertos, cabalgatas y en especiales musicales como el de los 25 años de Núria Feliu en la música ("Núria a la carta", 1990). Uno de sus últimos programas en TVE fue el documental "Gaudiana" sobre la obra de Gaudí y su legado. Carme Páez dirigió en 2002 esta serie para conmemorar el centenario del arquitecto y Luis realizó varios de los capítulos dejando su impronta: elegantes travellings, un inteligente y medido uso de la grúa... Posiblemente esa fue una de las lecciones que enseñó a sus alumnos de la ESCAC (Escola Superior de Cinema i Audiovisuals de Catalunya): cómo aprovechar los medios de los que dispones sin hacer alarde de ello y usarlos al servicio de la narrativa. 

El equipo de "Cifras y letras" tras recibir el premio TP. López Doy está a la derecha de Elisenda (visión del espectador). Foto Gabriel Sendra @arxiusendra

Volviendo a "Cifras y letras", sería injusto asegurar que este fue su gran programa pero también lo sería que no destacáramos su labor en un espacio que no era una simple adaptación de un clásico francés sino que era, con todo mérito, una versión propia, mejorada y ampliada, de un formato que en su base ya era perfecto. López Doy añadió calidez al programa, personalidad. Diariamente una palabra era la protagonista, la música cambiaba en cada emisión... esos aspectos convertían al concurso en algo así como un pequeño magazine cultural. ¡Y qué decir de la realización! Es difícil alcanzar tal grado de elegancia con sólo cuatro cámaras (una de ellas montada en una grúa) y con la grabación de varios programas en una sola jornada pero Luis lo hacía y cada prueba era "adornada" (no se me ocurre mejor calificativo) con elegantes travellings que se fundían entre sí al ritmo de la música. Impecable, un trabajo imposible de mejorar. 

Ha fallecido un artesano de nuestra televisión pero nuestra televisión no se ha acordado de él. Nosotros, los espectadores, sí. Sus compañeros también. 

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