domingo, 22 de agosto de 2021

No nos moverán


En pleno invierno de 1982, en concreto el 24 de enero, TVE emite el décimo sexto capítulo de una serie canicular, "Verano azul". Es la ficción que está teniendo más éxito de la temporada y los jefes aún no podían imaginar que se convertiría en un clásico repetido hasta la saciedad. Aquel episodio sería especial porque incluía una secuencia icónica no sólo de esta producción sino de nuestra televisión: la del "No nos moverán". Resumen rápido: una constructora ha conseguido hacerse con las tierras que rodean al barco de Chanquete, "La Dorada", su hogar. El viejo pescador se niega a vender y recibe constantes amenazas incluso de algunos vecinos que temen que si no accede a las ofertas de la promotora, ellos se queden también sin negocio. En un ardid extremo, la constructora envía excavadoras para demoler "accidentalemente" la embarcación aprovechando la ausencia del entrañable vejete y obligarle así a vender su terreno. Sin embargo, allí está la pandilla y también Julia, la pintora, para defender la nave. Como Julia es una artista multifacética, además de pintar, toca la guitarra y canta y se le ocurre versionar un famoso himno para detener a las amenazantes máquinas. Seguro que recordáis la letra, animaos:
"No, no, no nos moverán
No, no no nos moverán
Porque en el barco tiene él su nido
No nos moverán
Del barco de Chanquete, no nos moverán
Porque este barco es toda su vida
No nos moverán."


Curiosamente esta canción nos había dejado otro momento histórico en nuestra televisión y este se produjo en directo. 15 de noviembre de 1977, Florida Park. Todo preparado para un nuevo programa del popularísimo "Esta noche fiesta" de José María Íñigo. Boney M era la gran estrella de la noche. Entre el público el cantante y actor Leiff Garrett (famoso por la serie "Tres en la carretera" y que poco después despuntaría como ídolo teen con sus canciones y meneos en "Aplauso") y el prestigioso comunicador Félix Rodríguez de la Fuente que no se cortaría en moverse al ritmo del mítico cuarteto "Four Tops", pionerísimos del sonido Motown. Pero además de estos dos grupos, el equipo de producción del astuto Íñigo había conseguido algo impensable dos años antes: traerse a España a Joan Baez. Aprovechando que tenía unos conciertos en Barcelona, aceptó la invitación de TVE y debutó ante nuestras cámaras. 


La cantante y activista neoyorquina acudió al escenario de la sala de fiestas del Retiro madrileño sin alharacas, como si fuera a uno de sus conciertos contra la guerra del Vietnam o cualquier otra injusticia, sin darle importancia a que el público estaba cómodamente sentado y con copas en la mano, los hombres con traje y las mujeres con vestidos de noche. Joan llevaba una camisa clara (difícil de saber si color crema teniendo en cuenta la imagen de vídeo), pañuelo al cuello, pantalones de gaucho y botas de caña alta. Pelo corto, despeinado, poco maquillaje. Como único acompañamiento musical a su potente voz, una guitarra.  El maestro Íñigo la presentó así: "Después del espectáculo de Boney M y los Four Tops había que ser muy estrella para venir a cerrar el programa de esta noche y hoy la tenemos aquí (...) Joan Baez es más que una cantante, es todo un símbolo, es parte de la historia, una de esas piedras de la historia de la música, de la historia de nuestro tiempo, diría yo. Es la primera vez que viene a España (...) es una mujer encantadora, realmente amable, muy cordial, se esfuerza en hablar español siempre que puede, lo intenta, es una mujer con unas ganas de complacer (...) Lo importante es que está aquí y está aquí para ustedes".


"Quiero hablar español pero... no tengo los verbos, no tengo vocabulario pero tengo el espíritu" decía Joan antes de iniciar su breve recital ante las cámaras con, no podía ser de otra manera, "Blowing in the Wind" seguido de "Imagine" y "Let it be". De repente, volvió a acercarse al micrófono para hablar y decir algo que, según Íñigo, no estaba previsto: "Quiero dedicar una canción a una mujer muy fuerte, con un corazón grande. Ideas un poco diferentes de las mías pero... I like her very much,". Se refería a la Pasionaria. Miembro del Partido Comunista desde el principio y por el que fue elegida diputada en las elecciones de febrero de 1936, había regresado en mayo a España tras la legalización el 9 de abril del PCE. Su nombre se pronunciaba todavía poco en la tele y en un programa espectáculo nadie había osado hacerlo hasta ese momento. Estábamos en plena Transición, un período lleno de ilusiones y valentía pero también con un equilibrio muy débil, fácil de romper. El presentador y director de "Esta noche fiesta" tragó saliva porque no sabía si eso podía traer consecuencias. Un aplauso breve se produjo tras las palabras de Baez que se multiplicó al finalizar la canción. Decenas de claveles fueron lanzados al escenario mientras se escuchaba "Bravo" y "Guapa". Aquella canción que nació como espiritual negro en el XIX y que había sido escuchado durante nuestra Guerra Civil y el golpe de estado de Chile de 1973 adquiría ahora un nuevo significado. 
   Unos días después Íñigo se encontró en un acto con el entonces Rey Juan Carlos I que se acercó a él y le preguntó: ¿Ha pasado algo después de lo del otro día?" refiriéndose a las palabras de Baez. "No, Majestad, no por ahora...". Quién les iba a decir que unos años después un grupo de chavales de vacaciones en Nerja defenderían los derechos de un amigo al ritmo de "No nos moverán". 

El capítulo de "Verano azul" podéis verlo aquí y la entrega de "Esta noche fiesta" con Joan Baez pinchando aquí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario