Enero de 1962. Mina es una de las grandes estrellas de la canción en Europa, es requerida por todas las televisiones del continente y es capaz de interpretar temas en español y francés para contentar a sus fans en esos países. En TVE había debutado el verano del año anterior en el programa "Gran Parada", el gran espacio de variedades de la Casa. El éxito fue enorme y por eso fue contratada de nuevo para actuar ante el público del Teatro del Fomento de las Artes, alquilado para realizar programas de mayor envergadura, como éste. Mina acababa de regresar de América. En los países latinos había intervenido en todos los grandes programas y en Norteamérica había practicado el turismo según confesaba al periodista Mariano R. Villén de la revista "TeleRadio". En Venezuela había pasado un tiempo y había aprendido español, según aseguraba no sólo para cantar sino porque "me es simpático".
Aprovechando sus conocimientos del idioma ese sábado cantaría dos temas en español. En total interpretaría cinco canciones, las otras tres en italiano. La expectativa era máxima y los fotógrafos acudieron a su ensayo en el que lucía jersey amplio, pantalones negros ajustados y botas cortas. Para su actuación en directo llevaría un traje negro de lentejuelas, de esos que daban muy bien en la pantalla en blanco y negro, simple pero efectivo. Mina era joven pero una veterana televisiva así que sabía muy bien cómo cuidar su imagen. Estaba inmersa en la primera etapa de su larga y prolífica carrera, una época directamente ligada a la televisión donde tendría sus propios programas o presentaría títulos míticos de la RAI como "Canzoníssima" o "Milleluci" (junto a Raffaella Carrà, por cierto). Nada que ver con la actualidad donde sigue lanzando discos desde la tranquilidad de su hogar, totalmente alejada de los medios, de conciertos, de giras, casi enclaustrada.
En "Gran Parada" Mina volvió a llamar la atención, tanto del público presente en el Teatro como de la audiencia en casa, los siguientes días muchos de ellos enviarían cartas a TVE o "TeleRadio" para felicitar a la cadena por el fichaje de la italiana para ese programa y solicitando su regreso pronto. Esa petición no pudo ser satisfecha pronto porque justo después de esta actuación Mina regresó a Roma para presentar varios espacios televisivos, después a Viena y Mónaco para grabar discos y posteriormente a Japón para rodar su primera película, según contaba a la prensa de la época. Los espectadores tendrían que esperar hasta junio de 1963 para volver a verla en nuestra tele pero esta vez sería desde los estudios de Barcelona y en el programa "Amigos del martes", la competencia de "Gran Parada".
Por cierto, ese mismo sábado que Mina actuaba ante las cámaras de TVE, los italianos estaban viéndola en "Studio Uno" de la RAI. Allí ya estaba normalizado el uso del "video-tape" y había grabado su intervención justo antes de llegar a Madrid.
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