Nos ha refrescado la memoria televisiva de los 80 y los 90, ha buceado en las hemerotecas incansablemente para recordar aquello que se había olvidado sobre el "Un, dos, tres" y ahora nos descubre que en la tele ha habido muchos más muñecos de los que pensamos. El vallisoletano Miguel Herrero publica nuevo libro con Diábolo que reivindica a creadores de ilusiones como Herta Frankel o Alejandro Milán.
- Esta vez el reto que te has impuesto ha sido aún mayor porque sobre este tema no se había escrito antes así que has tenido que crear tú mismo la base documental.
Efectivamente, el hecho de que existiera tan poca información acerca del mundo de los muñecos de la tele, especialmente de los que han surgido de manos españolas, fue motivador a la hora de hacer un homenaje a tantos profesionales que se han dedicado a tan noble oficio. He tenido que indagar mucho para localizar a los responsables de cada muñeco y hacer labores de investigación para descubrir datos de algunos de ellos ya que ni en una hemeroteca tan amplia como Internet hay apenas historial de ello.
- Creo que te ha sorprendido descubrir la cantidad de muñecos que han pasado por nuestra tele, no pensabas inicialmente que fueran tantos.
En origen pensaba que la historia de la tele se contaría en unos cincuenta muñecos pero la lista fue engordando cada vez que le daba un buen repaso a mis revistas o vídeos. El ordenarlos por fechas y temáticas me sorprendió enormemente. No solo superaban las doscientas piezas sino que podrían aumentar aún más si tenemos en cuenta ejemplos muy pasajeros o puntuales. Habiendo cerrado la edición en enero, aún he localizado más nombres. Los muñecos han tenido una presencia fundamental en programas infantiles, musicales, concursos y en la publicidad. Y me maravilla la cantidad de criaturas que se han visto en otros países y de los que nunca nos han ofrecido imágenes aquí, propuestas muy originales y de todo tipo.
Don Procopio, la marioneta de la Televisión Escolar creada por Alejandro Milán |
- Los muñecos están presentes desde las primeras etapas de TVE aunque la falta de imágenes los hayan proscrito al olvido.
Lamentablemente la historia de la televisión se reescribe en base a los documentos que se hayan conservado. Hay muchos programas que prácticamente quedan fuera de los espacios de archivo porque no ha quedado ninguna grabación, por lo que puede considerarse que van quedando en el olvido "Gran parada", "La unión hace la fuerza" o "Reina por un día" al no haber imágenes que ofrecer. De otros que no fueron relevantes sí quedan y parece que eso les sirva para considerarlos éxitos cuando tal vez no lo fueron. En este caso "muñequil" sólo los más mayores recordarán al pequeño Pedrito Corchea que acompañaba al violinista Walter, a la mascota del programa de Torrebruno "Concertino" o al estático don Decibelio. Igualmente sólo se conserva un NODO de la TV Escolar para poder disfrutar del Don Procopio que instruía a los más peques, una simpática marioneta.
"Fantasía", programa de éxito en las noches de principios de los 60 |
- En los primeros sesenta incluso hubo programas de marionetas en prime-time (Fantasía y Ventana mágica)-
Eso es. Muy bien documentado, como siempre, en este blog y gracias a las fotografías de "Tele Radio", una joya que sirve para ver en fotos aquello que se ha perdido para siempre. Sin las fotos sería un leve recuerdo para los memoriones. El inicio de la televisión en nuestro país tenía un carácter de sala de fiestas nocturna en la que mostrar aquellos shows limitados a las personas que vivieran en las grandes ciudades y con buen poder adquisitivo. En cualquier pueblo al que llegara la tele, ver a unas marionetas hablando con el presentador u ofreciendo un espectáculo se convertía en un acontecimiento para acompañar ballets, actuaciones musicales o números de magia. "Fantasía" y "Ventana mágica" fueron muy elaborados y allanaron el terreno para los espacios que vinieron después en ese género.
- De esa primera época tenemos que destacar sin duda alguna a Herta Frankel por su longevidad en antena y por el impacto que tuvo.
Sin duda, una de las grandes artistas de este país en los 60 fue Herta Frankel. Sus actuaciones con la perrita Marilín y su numerosa familia de trapo se hicieron un hueco muy importante en el corazón de los españoles de aquella época, que disfrutaron de espacios como "Fiesta con nosotros" o la gran serie de la ratita Violeta, "El país de la fantasía". Herta tenía la gran habilidad de no mover la boca mientras charlaba con sus personajes, siendo muy realista. No sólo los más pequeños creían que estaban viendo a un ser vivo sino que los papás disfrutaban igualmente con esa perrita debido al buen acabado del muñeco. Es un punto importante en la valoración de cada personaje que sale en el libro el considerar si estaba bien hecho o si se notaba que era un trozo de trapo. Los de Herta eran de calidad y el libro quiere ser un homenaje a aquellos Vieneses que tanto alegraron a nuestros padres y abuelos.
- Es curioso el caso de Topo Gigio, presente desde los 60 y popular en los 90 de nuevo.
El topito ha vivido tres fases en la historia de nuestra tele. En los 60 fue popularísimo en los shows de prime time hablando con las presentadoras de la época, al igual que hacía en países de todo el mundo, donde charlaba con presentadores de la talla de Ed Sullivan o Raffaella Carrá. En los 70 se fue alejando su recuerdo pero Enrique y Ana cantaron algún tema con él y volvió a ganarse el cariño de los peques por su aspecto tan simpático, chaparrito, orejudo, tímido pero muy "salao". Los 80 fueron la década de muchos personajes de producción propia en TVE y seres de calidad como "los Fraguel" pero la llegada de las privadas nos devolvió al topo con doble ración. Principalmente por el "Xuxa Park" de la brasileña Xuxa, a la que siempre pedía un besito de buenas noches, e incluso con una serie de dibujos animados igualmente en Telecinco. Por lo que no se descarta una cuarta vuelta por todo lo alto.
Torrebruno y Sonia Martínez con Paco Micro, otra creación de Milán |
- En tu libro también destacas la trayectoria de algunos creadores de muñecos como Alejandro Milán o Don Redondón...
Alejandro Milán fue parte de mi motivación para hacer este libro. El haberle conocido a través de Facebook me ha hecho querer saber más acerca del responsable de personajes como Horacio Pinchadiscos, los Electroduendes o Paco Micro. Es un hombre maravilloso, amable, cariñoso e ingenioso. Ya desde los tiempos pretéritos de la tele estaba trabajando para los peques. El mencionado don Procopio, las mascotas de "La casa del reloj" o los presentadores de "El espejo mágico". Pero lo curioso es que además de otros, como la yegua de "Al galope", surgían nombres y nombres que también le correspondían y que ni él mismo recordaba haberlos hecho, como el MIM con el que hablaba Isabel Gemio, Garbí, en "Los sabios". Don Redondón fue otro ilustre de nuestra tele, habitual en infantiles de Torrebruno o con marionetas para "El mundo de la música". Se hizo muy popular. Y también fue importante, Talio, Natalio Rodríguez, con muchos personajes para programas como "La mansión de los Plaff" o para la ventrílocua Mari Carmen.
- Los 80 fueron una época dorada para los muñecos televisivos con Espinete a la cabeza y todos sus sucesores o primos.
Espinete puede ser el gran nombre de esta historia. Tiene un magnífico acabado, mucho más bonito que el pariente israelita de aspecto menos "bonito". Bien es cierto que hasta el modelo que todos asociamos con Espinete hubo varios más que no tenían tan buen acabado, especialmente el que se usó para el programa piloto de nuestro "Barrio Sésamo". Chelo Vivares fue el remate con su voz y sus gestos. Caponata, Bluki, Petete o Yupi son dignos nombres en la historia de los infantiles, que resultaban creíbles y divertidos. En los 80 se fue perfeccionando el género, con programas en forma de series en el que los pedagogos ejercían su labor con eficacia, con tramas muy simpáticas, buen elenco de actores rodeándoles y cancioncillas que se han conservado en la memoria.
- En esa época había espacio para muñecos "alternativos" como los míticos Electroduendes.
Los Electroduendes son un caso muy especial, porque siendo muñecos, en principio destinados al público infantil, se ganaron el cariño de los adolescentes de la movida, riendo con sus ocurrencias, amparadas en un lenguaje muy enrollado. Los más pequeños apenas entendíamos lo que decían la bruja Avería y sus amigos-enemigos pero su estrafalario aspecto y sus movimientos bruscos nos resultaban muy atractivos. Incluso el decorado que los rodeaba, tan tecnológico y televisivo. Curiosamente "La bola de cristal" tuvo varias etapas también y cuando se politizaron al extremo perdieron bastante gracia, además del cambio de aspecto, demasiado estilizado para su grotesca apariencia inicial. Lolo Rico recuperó la idea para dos producciones posteriores, "Detrás de la puerta", con los Detritus campando en la basura, que emitió Telemadrid, y "Los Bu", del programa "¿Quieres que te lo cuente?" que duraron solo unas emisiones en 1992. Sería una gran idea recuperar a los Electroduendes para alguna serie o como homenaje con algunos especiales, ya que aún viven algunos de sus actores de doblaje.
- Mención especial merece, obviamente, Jim Henson.
Jim Henson es el dios de esta historia. Un compañero de editorial ya escribió un gran libro sobre la historia de ese creador de Muppets por lo que yo me he limitado a contar levemente cómo llegaron los Teleñecos a nuestra tele, en origen conocidos como "los Chifloteleñecos". El show de la rana Gustavo gustó mucho a los pequeños pero no demasiado a los adultos de finales de los 70, por lo que se les dejó de ver de manera regular, salvo en algún especial. Con su salto al cine cambiaron la pequeña por la gran pantalla pero Canal Plus y A3 nos los recuperaron en los 90 con famosos de la época para jugar en sus sketches. Henson nos dio series tan dignas como "Los Fraguel" o "El cuentacuentos". Ya fallecido nos dejó en legado la gran "Dinosaurios", con ese Pequesaurio que le pegaba al padre bajo el grito de "tú no mami". Es un nombre a reivindicar que también nos regaló un personaje en exclusiva para TVE, el Pepe Soplillo de "El kiosco", que aún en diciembre pasado, a días de morir, el propio Ramón Pradera, director de aquel programa, me comentaba lo mucho que le costó conseguir convencer a Henson que le hiciera un muñeco para un programa que no era de su Compañía.
- Y también explicas la intrahistoria de producciones patrias como Yupi y Los Aurones.
"Los mundos de Yupi" bebía directamente de la etapa de Espinete en "Barrio Sésamo" puesto que el director era el mismo, el plató donde se grababa se renovó, el equipo era el mismo y muchas tramas se parecían. A ello se debe que haya una especie de competencia entre Yupi y Espinete pero lo cierto es que con Yupi se quiso liberar del alto coste que había que pagar a los propietarios de la marca "Barrio Sésamo" haciendo algo muy similar. Pero Yupi fue una especie de "Star Trek" infantil, muy interesante en sus dos etapas, con muchos actores puntuales que luego han hecho gran carrera, como Penélope Cruz o Roberto Álvarez, y que yo también reivindico. "Los Aurones" fue un trabajo largo y costoso que Josep Viciana realizó con gran talento, con pocos medios pero con mucha ilusión. Pese a que tenga detractores y admiradores por igual, la serie permanece en lugar de honor de programas recordados de los 80, con sintonía, Poti Poti y marionetas transformadas en frutas al grito de "zas, zas, lanzarayos" como ejemplos.
- Otro apartado especial en tu libro es para los ventrílocuos.
Muchos han sido los ventrílocuos que se han asomado a nuestras pantallas pero pocos los que han sido capaces de ganarse el cariño para sus "hijos". Me he encontrado con muchos que no mueven la boca pero cuyos guiones son muy pobres y no producen nada de gracia. Esa labor no es válida. Tener una habilidad, la de hablar con el vientre, pero no tener improvisación ni gracia fue la tumba para la mayor parte de ellos. Sin embargo, José Luis Moreno y Mari Carmen han sobresalido de manera destacable. En el caso de Mari Carmen, pese a mover los labios, sus guiones siempre han sido muy divertidos, su improvisación ha sido perfecta, consiguiendo la carcajada general en shows en directo y galas. Doña Rogelia, Macario, Nikol y Rockefeller son nombres principales en el libro, muy queridos aún. Moreno venía de familia de ventrílocuos y su tío, el señor Wences, es todo un tótem en Estados Unidos. Muchos lectores se van a sorprender con su historia, el desconocer que un señor de Salamanca tiene una calle en Nueva York y fuese admirado por gente como Jim Henson.
- También recuperas los títeres satíricos nacidos tras el éxito internacional de Spitting Image.
Los Spitting Image son parte de la cultura popular de los años 80. Es difícil explicar la tele de la época sin nombrar aquellos personajes que satirizaban a políticos, famosos y monarquía de una manera descarnada. En España hubo un primer intento en "La bola de cristal" aunque Lolo Rico no consiguió sacar adelante a unos Spitting españoles, "los Pepones". Fueron los Muñegotes de "¿Pero esto qué es?" los primeros en reírse de los políticos españoles, incluso compitiendo con los "Guguqús" en Telecinco, a quienes ponían voz Cruz y Raya. La moda de estas criaturas hizo que Canal Plus triunfara por completo con sus guiñoles de "Lo más plus", luego independizados. El programa tenía mucho trabajo detrás, como me comentaban dos de sus manipuladoras. Fueron tremendamente populares en nuestro país, acaparando portadas de revistas y periódicos y haciendo muy entrañable a Hilario Pino con su saludo de "buenas noches, a todos todos".
- Dos producciones USA de esa época tienen finales terribles que quizás los espectadores hayan olvidado: Alf y Dinosaurios.
Es curioso cómo los guionistas a veces le dan un final traumático a producciones que en principio no parece que encuadraran en sus tramas. ALF terminó siendo pillado por las autoridades y los Dinosaurios se enfrentaban a su terrible sino con la congelación del planeta Tierra. Si ya nos machacaron el corazoncito con el último capítulo de "David el gnomo", estos dos ejemplos nos acabaron por rematar. En cualquier caso se trata de dos series "de primera", por las que no pasa el tiempo. Están muy bien realizadas y sus muñecos podrían volver perfectamente a la actualidad si se hiciera un buena serie o tv movie.
- Hoy en día casi nos tenemos que conformar exclusivamente con Los Lunnis.
Hay muñecos en el programa más visto de la tele, "El hormiguero". Trancas y Barrancas son dignas herederas de tanto muñeco del pasado. Pero también podemos ver muñecos cada dos por tres en anuncios de televisión o acompañando a Arguiñano. En verdad, "Los Lunnis" es la única gran producción con numerosos muñecos, los más duraderos de toda la historia de nuestra tele. Hay un equipo detrás estupendo y han conseguido crear toda una factoría. El hecho de que en 2005 en su telediario "TeleLunnis" hablaran de tipos de bodas y trataran la boda gay da cuenta del buen trabajo que han realizado.
- El repaso es enorme pero seguro que, conociendo a los nostálgicos televisivos, ya ha habido quien se ha quejado de la ausencia de su personaje favorito.
En este caso he trabajado mucho para que no se quedara ningún ejemplo fuera. Bien es cierto que en 60 años de televisión ha habido tantos ejemplos de muñecos que se puede haber quedado alguno fuera que haya estado poco tiempo en emisión. Los payasos de la tele sacaron alguno que otro pero es imposible mostrar incluso a los que menos aparecieran. Ya lo hago con nombres como el Boinas de "No te lo pierdas", el Pegote de "El show de la Primera" o el pajarraco de "En la naturaleza". Igualmente en publicidad habría decenas de ejemplos más que Mimosín, los Pelochos, el conejito de Duracell o el Pipo de Ausonia. Casos como el Hambrosio de Danio, de Danone, duraron tan poco que no podían restar protagonismo al resto.
- Confiesa, ya estás trabajando en otro libro. Sé que no vas a decir sobre qué pero tus lectores fieles merecen alguna pista.
Pues la colección de libros retrotelevisivos puede quedar mucho más completa si pensamos en precuelas más que en secuelas, por lo que, tomando como idea la cronología de "Star Wars", hay muchos títulos televisivos que podrían quedar perfectos si enlazamos con la tele que abrió mi faceta de escritor. Más allá de los 80 hubo televisión...
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