viernes, 12 de septiembre de 2025

Sherlock Holmes y la TV

La primera serie sobre Holmes fue realizada por la BBC en 1951

Arthur Conan Doyle no podía imaginar que el personaje protagonista de su historia "Estudio en escarlata", aparecida en una revista navideña en 1887, iba a convertirse en uno de los más famosos de la historia de la literatura y el más adaptado a la pantalla. Si Basil Rathbone y Nigel Bruce reinaron en el cine (catorce películas y una serie radiofónica entre 1939 y 1946), en la TV Jeremy Brett es considerado el Holmes definitivo. Javier Jiménez Barco ha analizado en su segundo volumen dedicado al detective de Baker Street (de nuevo publicado por Diábolo) sus apariciones en el teatro, la radio, el séptimo arte, la pequeña pantalla, el cómic y los videojuegos. Hablamos con él sobre el abultado currículum del detective privado y su eterno cómplice, el doctor Watson, en la televisión. 

- Holmes ya era un personaje popularísimo cuando la TV dio sus primeros pasos. No sólo por la obra original de Conan Doyle sino también por sus adaptaciones en teatro, cine y radio. Hasta que llegó la primera "serie" basada en sus aventuras hubo varios acercamientos aislados ya desde finales de los 30...

Así es. Aunque debemos tener en cuenta que esos primeros intentos televisivos nada tenían que ver con las mega producciones que se llevan a cabo en la actualidad. Durante los primeros años de la televisión, las series eran poco más que breves obras teatro emitidas en directo. Y el primer Holmes televisivo no fue una excepción. Se trataba de una adaptación del cuento "The Three Garridebs", realizado desde unos estudios en el edificio Radio City de Nueva York. Lo emitió la NBC el 27 de noviembre de 1937 y el actor Louis Hector, que había dado voz a Sherlock Holmes en la radio, fue el encargado de interpretar al personaje. Esta primera adaptación televisiva, aunque rudimentaria, estaba hecha con mucho mimo. Había dos cámaras, nada menos, algo inusitado para la época y, aunque los decorados eran minúsculos (habían representado cinco o seis escenarios diferentes en un espacio muy pequeño), el equipo había rodado previamente una serie de escenas con Holmes y Watson viajando en un coche de caballos, y emplearon esas imágenes en los cambios de escena. Las siguientes apariciones televisivas tuvieron lugar más de una década después, con "The Adventure of the Speckled Band" (con Alan Napier como Holmes), emitida por la NBC el 25 de marzo de 1949, y que intentó ser el episodio piloto de una posible serie dedicada al detective. Por último, se produjeron un par de intentos más en 1951, con John Longden, (en "The Man Who Disappeared" emitido en marzo de 1951) y con Andrew Osborn (en "The Adventure of the Mazarin Stone", en julio de 1951), pero ninguno llegó a cuajar.

- Es lógico que corresponda a la británica BBC el honor de haber puesto en marcha la primera serie, aunque fuera breve. ¿Cómo se recibió aquella adaptación protagonizada por Alan Wheatley?

La recepción fue más tibia de lo que uno pudiera augurar, quizá por el aspecto juvenil del Sherlock Holmes de Alan Wheatley, que encantó al público más joven, pero desagradó a los lectores más convencionales del detective de Baker Street (años después sucedería lo mismo con la serie de Ronald Howard). De hecho, el propio Wheatley detestaba al personaje, al que consideraba un pedante insufrible. No obstante, y a pesar de todo, la miniserie fue un hito. Emitir seis adaptaciones de relatos canónicos de Sherlock Holmes durante seis semanas consecutivas abrió la puerta a todo lo que habría de venir después.

Ronald Howard en la adaptación de EE.UU. en 1954

- Los norteamericanos se lo tomaron más en serio muy poco después con una serie más larga ¿rodada en estudios de París?

Sí, y resulta curioso, porque el público estadounidense recibió mejor que el británico a ese nuevo Holmes tan juvenil y simpaticote que interpretaba Ronald Howard. La serie comenzó a emitirse en octubre de 1954, y se exportó a otros países, donde su éxito se consolidó. Si la miniserie de Wheatley había llegado a hacer seis episodios, esta llegó a los treinta y nueve. Aunque, tal como solía ser el estilo americano, la mayoría de las historias eran de nueva factura. Es decir, solo adaptaron siete historias del canon sherlockiano, creando guiones nuevos para los treinta y dos episodios restantes. La idea de rodar esta serie en París, aunque pueda parecer extraña, se debía sobre todo a la necesidad de reducir costes, dado que rodar en Londres les habría supuesto un gasto excesivo. París no solo era más barato por entonces; además, podían aprovechar los estudios que la cadena norteamericana compartía con otras locales, y, a la hora de rodar exteriores, podían encontrar una serie de localizaciones victorianas que la mayoría de los espectadores no serían capaces de identificar con la capital francesa.

- No quiero pasar por alto la despedida del gran Basil Rathbone como Holmes precisamente en TV aunque fuera como un episodio sin continuidad dentro de la serie "Suspense"...

Es una auténtica pena, porque ese episodio se emitió en directo y, en la actualidad, no se conserva copia alguna y eso que algunos episodios de "Suspense" han sido recuperados pues tuvieron la suerte de ser grabados en su momento... pero la pieza de Rathbone, su última interpretación como Sherlock Holmes, se ha perdido. Curiosamente, aunque el libreto adaptaba un relato, sabemos que no se trató de uno canónico, sino que adaptó uno de los pastiches autorizados escritos por Adrian Conan Doyle (el hijo del creador de Holmes) con la ayuda de John Dickson Carr. Resulta una tortura pensar que se emitió algo tan interesante y que, en la actualidad, no tengamos forma de disfrutarlo.

Douglas Wilmer y Nigel Stock en 1964

- En la década de los 50 hay varios intentos más de trasladar a Holmes a la pequeña pantalla en varios países, pero tendríamos que esperar a 1964 para hablar de una versión más digna. ¿Qué aportó aquel proyecto de la BBC?

Bueno, para empezar, aportó seriedad y calidad. Los intentos alemanes y polacos de esos años distaban mucho de resultar perfectos. Y esa primera temporada del "Sherlock Holmes" de la BBC, además de adaptar trece historias canónicas, presentó a un Watson mítico (Nigel Stock) y a un Holmes (Douglas Wilmer) que mostraba la parte más oscura y desagradable del personaje, apartándose un poco de la imagen plana de las encarnaciones anteriores. Por desgracia, la producción era un desastre, y los guiones no solían estar a la altura, por lo que el propio Wilmer se veía obligado a rescribirlos casi todos, tomando como guía los escritos de Conan Doyle. Al final de esa primera temporada acabó tan agotado que renunció al personaje.

Peter Cushing en la portada de "Radio Times" anunciando la primera serie en color sobre Holmes

- Hubo que esperar un tiempo para la segunda temporada y llegó con dos grandes novedades: el regreso de Peter Cushing al personaje y el color.

Para muchos, esa segunda temporada, estrenada tres años después de la anteriores de lo mejor que se ha emitido sobre el detective, excluyendo, claro está, a la posterior serie producida por Granada TV con Jeremy Brett. Pero son muchos los aficionados que quedaron enamorados de la interpretación de Cushing en la versión de la Hammer de "El Sabueso de los Baskerville" (que, por cierto, también fue el primer largometraje cinematográfico de Holmes a color). Cuando la BBC fichó a Cushing para que sustituyera a Wilmer en la segunda temporada, los espectadores no podían estar más felices. Cuando se dijo que mantenían a Nigel Stock como Watson, también se alegraron. Pero cuando se emitió el primer episodio y resultó que era a todo color, la satisfacción fue completa. Por desgracia, los problemas de guion y producción seguían estando ahí, y el pobre Cushing hubo de hacer frente a los mismos problemas que tanto habían desgastado a Wilmer en la anterior temporada.

Patrick Macnee y Roger Moore en la película para la NBC de 1976 "Sherlock Holmes en Nueva York"

- Durante los 70 hubo un sinfín de adaptaciones en forma de TV Movies, la mayoría protagonizadas por grandes actores de Hollywood en horas bajas. El atractivo de Holmes para un actor es evidente pero... ¿estaban todos a la altura?

Bueno, esto es, claro está, un tema personal de los gustos de cada cual. Lo que sí podemos decir es que, en todos los casos, los intérpretes, como tales, llevaron a cabo un trabajo actoral digno y competente. Pero no todos tenían la presencia adecuada para Sherlock Holmes. Stewart Granger, por ejemplo, además de bastante grueso a esas alturas, tenía el pelo completamente blanco a sus 59 años y no daba el papel. El Holmes de Leonard Nimoy fue más un gag que un episodio holmesiano propiamente dicho. Y el de Roger Moore es, seguramente, el que más vergüenza ajena da en la actualidad. Sin duda, su telefilme "Sherlock Holmes in New York" de 1976 es, con mucho, el que ha envejecido peor.

- Es muy interesante descubrir en tu libro que, amén de alemanes e italianos, los rusos han tenido siempre un especial apego a los caracteres creados por Doyle...

Sí, siempre. Desde la época del teatro y, después, con la aparición del cine mudo, Sherlock Holmes parecía poseer algo que encandilaba a la audiencia rusa. Incluso en la actualidad han producido una serie moderna mostrando a un Holmes joven y atractivo en la Rusia de finales del S. XIX, a donde debe viajar en pos de Moriarty. No obstante, la serie más recordada de la televisión rusa acerca del detective la protagonizó Vasily Livanov y comenzó a emitirse a partir de 1980. No se trató de una serie como tal, sino de varias películas de una hora y cuarto, a razón de unas tres al año, que adaptaban (en ocasiones muy libremente) los textos canónicos de Doyle. Todo era ligeramente diferente, pero, cosa curiosa, todo funcionaba a la perfección. De algún modo, estas películas de Livanov y Vitaly Solomin (su Watson) lograron capturar a la perfección la esencia del personaje. Animo a quien no las haya visto a que las busque en Youtube. Aunque al principio resulta tremendamente extraño oír hablar en ruso a los actores (se pueden poner subtítulos al castellano, obviamente), al final no puede uno evitar meterse de lleno en los episodios.

Jeremy Brett y David Burke en la serie de la británica ITV de 1984 a 1994

- Llegamos a la joya de la corona, el Holmes de Jeremy Brett. ¿Por qué es considerada la mejor adaptación?

La serie de Brett para Granada TV (como productora y franquicia de la privada ITV) supuso un hito en su día, y no es para menos. Brett habían interpretado a Watson en el teatro (junto a un maduro Charlton Heston como Holmes) y, como intérprete teatral, se tomó extremadamente en serio al personaje. Se convirtió en él. No era solo que la serie adaptara con bastante fidelidad (casi) todo el canon sherlockiano (le faltaron muy pocos episodios para completarlo), sino que Jeremy Brett se estudió con minucioso detalle los textos de Doyle para reproducir cada pequeño gesto involuntario del personaje, cada pequeña peculiaridad, guiño o manía. Cuando uno ve un episodio de esa serie tiene la sensación de estar viendo la opción más parecida a lo original que nadie podría realizar. Esa autenticidad y ese completismo no tienen precio.

El innovador "Sherlock" protagonizado por B. Cumberbatch y M. Freeman para la BBC entre 2010-17

- Muchos consideran el "Sherlock" protagonizado por Cumberbatch y Freeman otra excelente adaptación a pesar de que son trasladados a la actualidad. ¿Cómo consiguieron sus creadores modernizar las historias sin cabrear a los fans?

Es curioso, sí, porque lo cambian absolutamente todo, pero, en esencia, todo está ahí. Y a los fans del personaje nos encantó. La clave, supongo, está en el hecho de que los showrunners Gatiss y Moffat no solo conocían a fondo al personaje y su mundo, sino que lo adoraban. Toda saga es susceptible de ser cambiada, adaptada o incluso parodiada, siempre que se todo ello se haga desde el conocimiento y el cariño. Los guionistas imaginaron cómo serían Holmes y Watson si se conocieran y comenzaran sus aventuras en pleno Siglo XXI y llevaron a cabo un verdadero encaje de bolillos para trasladar a la actualidad todo lo que era esencial en la saga literaria. Las historias están plagadas de guiños y referencias para los muy cafeteros, demostrando que Gatiss y Moffat sabían exactamente de lo que estaban hablando. De modo que los fans, al ver a esas nuevas versiones, reconocían perfectamente a los personajes, por muchos cambios sin importancia que pudieran tener. La esencia estaba allí, y de un modo respetuoso. Añade a eso la excelente interpretación y el carisma de Cumberbatch y Freeman y tendrás la pieza que faltaba para un éxito seguro.

Ilustración basada en la serie de Miyazaki

- Hay, además, decenas de series basadas en el universo holmesiano y sus personajes (algunas muy recientes) pero me gustaría destacar la versión animada dirigida (en principio) por el genial Miyazaki. ¿Crees que consiguió atraer a aquella chavalada de los ochenta a la obra original?

Sin duda, para muchos fue su primer Holmes. A mí, concretamente, me pilló ya algo crecido. Aunque adolescente, ya no tenía edad para esos dibujos. Pero, entre mi círculo de amigos sherlockianos (y pertenezco a varias de dichas asociaciones), ese Holmes perruno de Miyazaki fue su puerta de entrada al universo holmesiano. Y es muy curioso, porque esas primeras representaciones visuales que recibimos en la infancia de algunos personajes icónicos se quedan grabadas en nuestra mente para siempre. Hace pocos años, un amigo mío se leyó por fin "Los Tres Mosqueteros" de Dumas, tras mucha insistencia por mi parte. Por supuesto, le encantó, pero me dijo que, en todo momento, no podía evitar imaginarse a los personajes como "D'Artacán y los Mosqueperros" que, durante su infancia, habían sido su primer contacto con esa maravillosa saga de aventuras. No me cabe duda de que con el simpático e imaginativo Holmes de Miyazaki le sucede lo mismo a muchísima gente.

- Por último, como experto en Sherlock, ¿qué debe tener una adaptación para mantenerse fiel al espíritu Doyliano y atraer a nuevas audiencias?

A riesgo de repetir lo que comentaba cuando hablábamos del Sherlock de Cumberbatch (o de Gatiss y Moffat) resulta imperativo que el guionista (o los guionistas) conozcan a la perfección la obra original y entiendan a fondo su esencia. A partir de ahí, cualquier cambio que se puedan ver obligados a hacer, se hará con tino, conocimiento y buen gusto. Una vez resuelto eso, la clave, como sucede siempre con una nueva serie, estará en un buen guion y unos buenos intérpretes. Si la historia es buena, está bien contada, y los intérpretes poseen el carisma adecuado para conectar con la audiencia, muy mala suerte tendrá que tener la serie para no triunfar.

jueves, 4 de septiembre de 2025

De cuando "Saber y ganar" estuvo en un gran plató

"Saber y ganar" en el Estudio 6 en 2009.
Foto Nicolás Albéndiz Museo RTVE. Todos los derechos reservados.

"Saber y ganar" ha estrenado nuevo decorado de Raquel Ibort y Carlos Justel y línea gŕafica. Eso es noticia porque desde 2014 se mantenía el diseñado por Cesc Calafell y más aún teniendo en cuenta que la inauguración de esta escenografía se produjo anoche, en prime time, en La 2. No es la primera vez que el veterano concurso se escapa de su horario habitual, tal y contamos aquí hace un tiempo, en mayo de 2007 se organizó un especial nocturno por el décimo aniversario con actuación incluida de, entre otros, Jarabe de Palo. Este cambio estético me ha hecho recordar una foto del archivo personal de Nicolás Albéndiz, quien fuera realizador del programa entre 2005 y 2023. La imagen que veis arriba corresponde al 6 de marzo de 2009 y es el tercer decorado, hasta ese momento todos diseñados por Luis Gracia. El asunto más curioso de esa fotografía es que permite ver la famosa escenografía de las letras (insisto, tercera variación de la misma idea) en un plató mucho más grande de lo habitual. Efectivamente, durante unos meses "Saber y ganar" se realizó desde el Estudio 6 del centro de producción de Sant Cugat del Vallès, el de mayor amplitud. Allí, por ejemplo, se hacía "¡Mira quién baila!". 

El primer decorado en el Estudio 3.
Foto de Gabriel Sendra @arxiusendra. Todos los derechos reservados.

En sus inicios en 1997 el programa estaba ubicado en el mucho más modesto Estudio 3 y a lo largo de sus 28 años de historia ha pasado por casi todos los platós de Sant Cugat excepto el 1, que durante años estaba destinado al informativo (ahora se realiza desde el 2) y el 5 (otro de "los grandes"). Si viajamos en el tiempo diez años podemos comparar las dimensiones del 3 y el 6. En esta instantánea de Gabriel Sendra, que corresponde a la grabación del especial por el segundo aniversario, se percibe perfectamente la escasa distancia entre los atriles y las letras y entre éstas y el fondo.

El anterior decorado en el Estudio 4 en noviembre de 2022, en plena celebración de su 25º aniversario.
Foto Alejandro Macías. Todos los derechos reservados.

Desde hace más de una década está asentadísimo en el Estudio 4 hasta el punto de que en julio de 2023 cambió su nombre por el de "Plató Sergi Schaaff", su creador y director hasta su muerte en enero de aquel mismo año. Ayer me contaba Nicolás que cuando realizar en los estudios más pequeños suponía un gran inconveniente para los iluminadores por distintas razones: las letras estaban más pegadas al ciclorama (la tela del fondo) y hacían sombras y, por otro lado, la iluminación de presentador y concursantes es más cenital así que hay que tener cuidado para que tanto los focos frontales como los de contraluz no hagan reflejos o sombras poco favorecedoras o antinaturales. Es evidente, por añadidura, que si el espacio es considerable las cámaras se pueden alejar más y aportar mayor profundidad de campo. En todo caso, aquel efímero paso por el gran Estudio 6 nos deja hoy una preciosa foto como recuerdo que permite valorar la elegancia discreta del decorado diseñado por Gracia. 

miércoles, 27 de agosto de 2025

Luis López Doy, elegancia tras las cámaras

Luis López Doy (a la derecha) con Elisenda Roca y Joan Ramón Mainat en la presentación a la prensa de "Cifras y letras". Foto Gabriel Sendra @arxiusendra

En el estreno de "Cifras y letras" con Elisenda Roca en La 2 en 1991 había algo que llamaba la atención desde el primer vistazo: la estética del programa no encajaba con la de un modesto concurso diario. El decorado de Luis Gracia, la iluminación y ese plano inicial con una grúa que ya era toda una declaración de intenciones. El responsable de todo eso era su director y realizador, Luis López Doy, un veterano de TVE que comenzó su carrera en los setenta en los estudios de Miramar en Barcelona y que luego se convertiría en un indispensable de aquella fábrica de sueños que sería Sant Cugat. Hoy me he enterado de su muerte el pasado día 24 de agosto. Ha sido el fotógrafo Gabriel Sendra quien me ha informado, compartieron muchas grabaciones tanto en exteriores como en plató. "Una gran persona" así lo ha definido. 

López Doy (a la derecha) controlando el encuadre de un reportaje de "Giravolt" en los 70. 
Foto Gabriel Sendra @arxiusendra

Tenía 80 años pero su legado de elegancia televisiva sigue vivo en la memoria de muchos espectadores (un servidor, por ejemplo) y, por supuesto de sus compañeros. Se fogueó en los setenta realizando reportajes para el "Informe Semanal" del circuito catalán de TVE, "Giravolt" y no tardó mucho en firmar como realizador en algunos de los programas señeros de esa década como el deportivo "Sobre el terreno" o el largo magazine "Cosas" que se realizaba en dúplex Barcelona-Madrid. 

Revisando el guión antes de grabar un capítulo de "Gaudiana".
Foto cedida por Museo RTVE en Barcelona.

En su currículum se acumulan cientos de créditos (literalmente) bien como realizador en espacios divulgativos, documentales, de reportajes como "Primer mundo", "Història de l'esport català", "Impactos" o la primera temporada del "Negro sobre blanco" de Sánchez Dragó cuando se emitía desde Barcelona, bien como director-realizador en "Clar y català", "Reflexións fi de sigle", "Historias de niños"... También probó la ficción, incluso como guionista en algún capítulo de "Teatro Catalán" a principios de los setenta cuando, con Franco vivo, el título era en castellano aunque la obra se emitiera en catalán... 

Comprobando el plano del travelling para "Gaudiana". 
Foto cedida por Museo RTVE en Barcelona.

Demostró también su eficacia en retransmisiones de conciertos, cabalgatas y en especiales musicales como el de los 25 años de Núria Feliu en la música ("Núria a la carta", 1990). Uno de sus últimos programas en TVE fue el documental "Gaudiana" sobre la obra de Gaudí y su legado. Carme Páez dirigió en 2002 esta serie para conmemorar el centenario del arquitecto y Luis realizó varios de los capítulos dejando su impronta: elegantes travellings, un inteligente y medido uso de la grúa... Posiblemente esa fue una de las lecciones que enseñó a sus alumnos de la ESCAC (Escola Superior de Cinema i Audiovisuals de Catalunya): cómo aprovechar los medios de los que dispones sin hacer alarde de ello y usarlos al servicio de la narrativa. 

El equipo de "Cifras y letras" tras recibir el premio TP. López Doy está a la derecha de Elisenda (visión del espectador). Foto Gabriel Sendra @arxiusendra

Volviendo a "Cifras y letras", sería injusto asegurar que este fue su gran programa pero también lo sería que no destacáramos su labor en un espacio que no era una simple adaptación de un clásico francés sino que era, con todo mérito, una versión propia, mejorada y ampliada, de un formato que en su base ya era perfecto. López Doy añadió calidez al programa, personalidad. Diariamente una palabra era la protagonista, la música cambiaba en cada emisión... esos aspectos convertían al concurso en algo así como un pequeño magazine cultural. ¡Y qué decir de la realización! Es difícil alcanzar tal grado de elegancia con sólo cuatro cámaras (una de ellas montada en una grúa) y con la grabación de varios programas en una sola jornada pero Luis lo hacía y cada prueba era "adornada" (no se me ocurre mejor calificativo) con elegantes travellings que se fundían entre sí al ritmo de la música. Impecable, un trabajo imposible de mejorar. 

Ha fallecido un artesano de nuestra televisión pero nuestra televisión no se ha acordado de él. Nosotros, los espectadores, sí. Sus compañeros también. 

domingo, 17 de agosto de 2025

Crucero 59

Los Llopis en su intervención en el programa "Crucero 59"

El verano de 1959 tendría dos hitos en la incipiente TVE. La inauguración el 14 de julio de los estudios de Miramar en Barcelona y el programa estelar de los sábados que se alargaría hasta mediados de septiembre. El 4 de julio se estrenaba "Crucero 59" que, en realidad, era la versión estival de "Club del sábado", el precedente de "Gran Parada" que sería el primer musical de verdadero impacto de nuestra tele, resultado de los "ensayos" que habían supuesto sus antecedentes. "Gran Parada" llegaría en noviembre con mucho más presupuesto y grandes estrellas pero, mientras tanto, aquel verano en el que la tele llegaría también a la Ciudad Condal y, por lo tanto, ampliaba su cobertura ampliamente, los espectadores no se quedaron huérfanos del entretenimiento sabatino. 

Los actores Mario Moreno, Mary González, Elena María Tejeiro y Joaquín Pamplona con el guionista y realizador Fernando García de la Vega (en el centro).

"Crucero 59" (a veces referido como "Crucero de verano") seguía la estela del modesto pero meritorio "Club del sábado" aunque con una innovación narrativa: sería "un viaje alrededor del mundo con orquestas y atracciones" (así se anunciaba en la revista "Tele Radio"). Al igual que su predecesor no tenía presentadores; cuatro personajes servirían para unir las actuaciones de las que ellos mismos eran espectadores durante el periplo a bordo del barco Estrella del Pacífico. Elena María Tejeiro, Mary González, Mario Moreno y Joaquín Pamplona eran pasajeras y tripulación respectivamente de este crucero de ficción que nos iría relatando sus aventuras durante dos meses y medio de puerto en puerto donde se encontrarían con cantantes de renombre, orquestas de éxito y atracciones visuales. Tenía cierto parecido con "Aeropuerto Telefunken" (1958) con la diferencia de que en ese caso eran los artistas los que llegaban al aeródromo. 

Mario Moreno, Elena Mª Tejeiro y Joaquín Pamplona en la primera entrega de "Crucero 59"

Elena María Tejeiro sería la que más rendimiento sacaría al viaje tal y como reconocía en una entrevista en 1972 a Antonio Hernáez: "Los cuatro nos hicimos bastante populares, en fin, todo lo popular que en aquella época te hacía Televisión puesto que no se veía en toda España y, además, la gente se empezaba a comprar su receptor como si fuera un artículo de lujo, que lo era. Es muy distinto de ahora que más o menos todo el mundo tiene su aparato de televisión (...) Para el cine tuve varias ofertas y es que el programa realmente consiguió bastante popularidad."

Luana Sacconi y Enrico Carboni

En el programa de estreno actuaron la cantante Elder Barber (argentina afincada en Madrid famosa por "Una casita en Canadá"), la orquesta de Vicente Crespo, los "fantasistas" Ruby y Charles Vlaat (es decir, un número visual) y los bailarines Ivan-Duo. En las siguientes semanas amenizarían el crucero televisivo la cantante francesa Elizabeth Gay, la italiana Luana Sacconi acompañada por Enrico Carboni, el trío Marthy, los bailarines Les Norton, el ballet francés de Baby Damase, la vedette y actriz argentina Perla Cristal, Ray Lewis, el cuarteto Los Llopis y Los Machucambos, entre otros. 

Los bailarines Les Norton

El guión y la realización corría a cargo de Fernando García de la Vega, que ya se había ocupado de "Club del sábado". Pionero de TVE, fue inventor de formatos tan importantes en su época como "Escala en HI-FI", "Un millón para el mejor" o "Galas del sábado" pero también dirigió y realizó series de aventuras para niños, magazines y lo que le ponían por delante. Una de las soluciones estéticas ideadas por García de la Venga para este proyecto tenía especial mérito y encajaba con la narrativa del programa, como cada sábado recalaba en un puerto la escenografía representaba la ciudad en cuestión. Eran decorados sencillos, las estrecheces del estudio del Paseo de la Habana y el escaso presupuesto obligaban a ello, pero en ocasiones optaban por grafismos estilizados que eran un acierto. 

Cada sábado a las 22.30 el programa llegó a los espectadores de Madrid, Zaragoza, Barcelona y sus alrededores sin grandes problemas pero precisamente el último día, el 19 de septiembre, hubo un gran problema... que contaremos próximamente. 


Fotos Bariego

martes, 5 de agosto de 2025

Candy Candy

Aquel domingo de 1984 en el que "Candy Candy" llegó a nuestras vidas ya habían pasado cinco años desde que la serie finalizara en su emisión original en la televisión japonesa TV Asahi. 115 episodios de algo menos de media hora producidos por la poderosa Toei Animation que se habían estrenado en 1976, prácticamente un año después de ser publicado por primera vez como un manga creado por dos mujeres que a España había llegado a través de la revista "Lily" de editorial Bruguera. Del éxito mundial del anime, del enfado irreconciliable entre sus autoras que impide nuevos proyectos, de la evolución del personaje y su impacto en nuestro país nos habla José Antonio Godoy en el libro "Candy Candy. Más bonita cuando sonríe" editado por Diábolo. Con él nos hemos sumergido en la nostalgia. 

- Cuando "Candy Candy" comenzó a emitirse en TVE los domingos por la tarde no éramos conscientes del fenómeno previo, aquí llegó como un anime dulzón, que eso ya era una novedad en sí, pero desconocíamos su origen..¿Cómo fue recibida en principio en nuestro país?

Para mi resulta algo complicado recordar en aquel momento cómo se vivió pues era muy pequeño, apenas tenía cuatro años, pero imagino que para todas las muchachas que ya leían sus aventuras en la desaparecida revista "Lily" (enfocada al sector femenino) sería todo un acontecimiento ver a sus personajes en movimiento. Ahora muchos la recordamos con nostalgia y en el imaginario colectivo queda como aquella serie de la muchacha que lloraba en todo momento. Es cierto que en aquella época se desconocían los orígenes de las producciones que veíamos o se trataban de colaboraciones entre dos países como, por ejemplo, "La Abeja Maya" entre Japón y Alemania. Pocos sabíamos que nos estaban llegando series desde Japón. 

- En su momento hubo críticas que consideraban que aquello era un culebrón lacrimógeno no apto para la infancia.

Quizás pase desapercibido para mí que hubiera críticas en aquel momento más allá de que algunos muchachos la vieran como algo demasiado cursi. También, sin llegar a ser crítica, mi recuerdo y cómo la describía era exactamente como un culebrón en dibujos animados. Más aún con la muerte a caballo de unos de sus personajes principales que nos dejó a todos realmente impactados y es cuando vemos a Candy totalmente destrozada y llorando. 

- El personaje de Candy tenía una larga historia antes de llegar a España y era el resultado del encuentro entre dos autoras que fue muy fructífero.

Hubo mucho trabajo detrás de la historia y del personaje de Candy. Los directivos de Kodansha vieron lo popular que se hizo Heidi (con otras narrativas de la época) y querían conseguir un éxito igual con un producto original para publicarlo en su revista "Nakayoshi" que pudiera no solo ser disfrutada por las más pequeñas si no también por sus madres, uniendo ambas generaciones. Con esta idea, y algunas obras bajo el brazo, como Ana de Tejas Verdes, se pusieron en contacto con la afamada mangaka Yumiko Igarashi para realizar esta nueva obra. Igarashi tenía experiencia en dibujar ambientes de otros países y sus personajes eran carismáticos y la gente los adoraba. La autora a cargo de los pinceles tenía algunas influencias como el clásico de Louisa M. Alcott "Ocho Primos" y su secuela "Rosa en Flor". De ahí se extrajeron ideas como las familias por clanes, el atuendo de los primos escoceses con su Kilt y sus gaitas o la tragedia que acontece a caballo. A la ecuación se les unió Keiko Nagita, por aquel entonces bajo el nombre de Kyoko Mizuki, que como guionista tuvo el trabajo de dar forma a todas estas premisas y desarrollarlas y sumó conceptos de una de sus obras favoritas, "Papa Piernaslargas". Podemos apreciarlo cuando Candy es adoptada por los Ardlay y mandada a estudiar a Inglaterra. Sin mencionar también que ambas obras comparten un final muy similar. 

- Una de las cuestiones que tiene importancia en tu libro es el litigio entre las ellas que impide, por ahora, cualquier nuevo proyecto. ¿Qué pasó realmente?

Las dos autoras hicieron muy buen tándem bajo las directrices de Kodansha y trabajaron largo tiempo juntas hasta que finalmente, tras 20 años de contrato con Kodansha, la editorial decide otorgarle los derechos a ambas autoras y quitarse del medio después de que ellas les pidieran rescindir el contrato. Igarashi quería seguir haciendo cosas con Candy pero "Nakayoshi" ya no era la publicación más adecuada. Por ello tocó las puertas de otra editorial con la que volver a publicar la obra pero más allá de esto, lo que querían era una continuación con un tono más adulto. Sin embargo, la negativa de Keiko Nagita seguir escribiendo para Candy dio como resultado que ambas quedaran sin contratos, algo que desembocó después en problemas judiciales y el enfado entre ellas. Por eso Candy no puede republicarse. 

Este tema es bastante complejo y  hasta hace poco no he sido capaz de arrojar un poco de luz al asunto, porque no lo entendía muy bien. Yumiko Igarashi seguía triunfando con sus obras pero no dejaban de  ofrecerle cosas relacionadas con la imagen de Candy. Como ella era parte de la creación y además fue la dibujante de los personajes  pensó que en ningún momento tendría que remunerar a su compañera por ello. Tras un contrato para un fotomatón con imágenes de Candy y varios juguetes más, Nagita se asoció a otro autor, Man Izawa del manga Lady Gerogie, para demandarla. Entre idas y venidas resumamos en que la corte dictaminó como obra original el manuscrito de la escritora, estipulando que todo lo demás es un producto derivado. Aunque ambas tienen el mismo poder sobre la obra, que Nagita sea la que tenga la última palabra enfadó de por vida a Yumiko Igarashi. 

- Volviendo a la serie, a España llegó en 1984, cinco años después de su final en Japón. ¿Cómo se distribuyó esa emisión en TVE? ¿Pudimos verla completa?

He de suponer que nos llegaría por medio de nuestras hermanas Francia e Italia que ya la retransmitían desde 1980. Antiguamente las series se adquirían en tandas de episodios y no completa. TVE, viendo el éxito en los comics y los otros países, emitió la primera temporada y la repitió bastante hasta que consiguió las siguientes. En total pudimos ver 51 episodios. Se desconoce por qué TVE no continuó la serie o, por lo menos, no he llegado a resolver el misterio por mí mismo. Algunas voces dicen que fue debido a que el comic dejó de publicarse, tras cerrar Bruguera, y no quisieron seguir retransmitiéndola. Es una lástima porque no tenemos en castellano esta emblemática serie de Candy Candy al completo. 

- ¿Se ha podido ver íntegra en alguna de sus emisiones en otros canales del país? 

Sí, es una suerte porque tanto la autonómicas de Cataluña y Galicia la emitieron al completo, con un gran doblaje, alrededor del año 97. Hace poco conseguí tener la versión en catalán completa y actualmente me están pasando la versión gallega. Tras estas emisiones llegó la hecatombe del litigio y fastidió futuras negociaciones. 

- ¿Cuáles son las principales diferencias entre la serie y el manga?

La serie animada estaba más enfocada al público infantil, suavizando algunos pasajes del manga y añadiendo a un singular compañero de viaje, el mapache Klin. De hecho hay pocas imágenes realizadas por Yumiko Igarashi donde aparezca el animalillo. A pesar de que, tanto el manga como el anime, no tienen fechas concretas sí se sabe que la línea temporal es diferente. En las páginas del manga Candy conoce al Príncipe de la Colina a los seis años mientras que en el anime es a los 12. En el manga, Terry se pierde en la bebida haciendo que su talento se vea perjudicado trabajando en teatros ambulantes, hay una escena desgarradora en la que Candy lo encuentra borracho, en cambio en la animación fue llevado de forma diferente con una conversación entre él y Albert, donde Terry decide que debe seguir con su vida así como Candy se recompuso de la suya cuando la despidieron del hospital. En el anime hay un añadido, que suele ocurrir cuando la producción pisa la publicación del manga, y es la parte en la que Candy marcha a trabajar de enfermera a las minas, resultando una trama algo lenta y tediosa. Al final manga y anime se reencuentran, con algunas libertades, situando de forma diferente la cronología de los actos pero con el mismo final. 

- En tu volumen haces una mención especial al doblaje original al castellano y es que para quienes la vieron en los ochenta esas voces han quedado impregnadas en la memoria.

Este apartado, aunque rematado por mí, se lo debo a mi amigo Andrés con quien iba a  realizar el libro pero nuestros horarios y trabajos fueron incompatibles, como suele pasar hoy en día. El doblaje da un duro golpe en nuestra nostalgia ya que son todas las voces que recordamos de cuando éramos pequeños y las tenemos grabadas a fuego en la memoria, exactamente. Una lástima que Vicky Martínez (voz de Candy) se retirara de los doblajes. Su voz es una de las más carismáticas y con mayor personalidad, junto con la de Heidi (Selica Torcal), del panorama español. 

- El éxito en su emisión original en nuestro país se refleja en todos los productos derivados que aparecieron.

Aunque hubo muchos productos (cromos, tebeos, cuentos, manga, VHS, figuras de PVC, chicles…) el hecho de que se retransmitiera años después de su éxito en Europa hizo que, desafortunadamente, no nos llegara aún más merchandising. Hay que tener en cuenta que Italia tenía sus propios productos basados en Candy y que en Francia realizaron hasta una colección de novelas juveniles sobre ella. 

- ¿De qué manera te "afectó" aquella emisión en TVE? ¿Por qué te has convertido en un especialista en el personaje?

No diría que me he vuelto especialista en Candy, seguramente hay fans que aun saben mucho más y hasta te analizan cada palabra del manga o la novela. Tuve un flechazo enfermizo desde pequeño y ello me ha llevado a seguir con esta pasión latente hasta nuestros días. Tengo escritos desde los inicios de internet con información de la obra, con ideas sobre qué podría pasar, traducciones incorrectas de la época, paginas escaneadas del final del manga o el primer tomo impreso que un amigo me envió por correspondencia... Al ver tan de pequeño la serie, quieras o no, te ves influenciado por los acontecimientos de la historia que luego, sin querer, trasladas a tu propia vida. Quizás esto se vea como algo que roza lo extraño pero así fue. Candy era como verse uno mismo en la pantalla. Esa pequeña que corría por la colina con los pies descalzos, que saltaba de rama en rama, que no hacía mucho caso a sus mayores… ¡¡¡ese era yo!!! Un niño que con dos años se recorrió solo la ciudad para ir a casa de su abuela o que, actualmente, disfrute viendo las acrobacias que hacen los expertos del parkour, por aquello de ir de rama en rama ja, ja, ja… 

El que me conoce sabe que Candy está en mí, es algo indivisible, Yo soy para Candy lo que Candy es para mí. Llevaba toda la vida esperando que publicaran un libro como este sobre ella sin saber que el autor de esa obra sería yo mismo. 


La mayor parte de las imágenes han sido cedidas por J. A. Godoy. 

miércoles, 23 de julio de 2025

Los veranos viajeros de "Estudio Abierto"

Raf Vallone entrevistado por Íñigo en el Palacio de la Diputación de Barcelona (actual Generalitat).
Fotografía de Gabriel Sendra. Todos los derechos reservados. 

Hay capítulos de la historia de TVE que están olvidados a pesar de que en su día tuvieran una gran popularidad. Son esos momentos los que me gusta especialmente rescatar en este blog y hoy toca desempolvar una historia que cumple ahora 55 años y de la que no se habla simplemente porque  (hasta donde yo sé) no se conserva ninguna grabación. En los veranos de 1970 y 1971 el programa "Estudio Abierto" realizó sus programas de verano en localizaciones en exteriores. Gracias a unas magníficas fotos de Gabriel Sendra, digitalizadas recientemente por Nicolás Albéndiz para el Museo de RTVE en Sant Cugat, podemos hacernos una idea de cómo eran aquellos programas y del dispositivo técnico que se montaba. Los negativos de estas instantáneas han permanecido ocultos desde 1971, tan sólo alguna de ellas se había publicado en su día pero hoy, gracias a la generosidad de su autor, las disfrutamos en exclusiva para este blog. 

Una cantante en el Patio de los Naranjos en 1971.
Fotografía de Gabriel Sendra. Todos los derechos reservados. 

"Estudio Abierto" era el programa más seguido, con mucha diferencia, de la Segunda Cadena de TVE. La idea de mezclar entrevistas y música en directo y en un tono mucho más informal del que era norma en la tele patria de aquellos tiempos fue del argentino Solly Wolodarsky que recluto a José María Íñigo en los pasillos de TVE donde llevaba un tiempo copresentando "Ritmo 70" con Pepe Palau. Se había fijado en él para su nuevo proyecto y no sólo por aquel trabajo sino por su experiencia previa como DJ en la Cadena SER y su fama como crítico musical implacable. A pesar de su juventud tenía experiencia, había visto cómo se hacía televisión en el extranjero durante su etapa transmitiendo para España desde la BBC... Solly tuvo buen ojo. Realizaba el francés Pierre Baldie hasta que en otoño de 1971 tomó el relevo el que era su ayudante, Fernando Navarrete que se convertiría en el socio habitual de Íñigo en sus siguientes programas ("Esta noche... fiesta", "Fantástico", el nuevo "Estudio Abierto" de los ochenta...). 

Actuación en el salón Sant Jordi de la Generalitat.
Fotografía de Gabriel Sendra. Todos los derechos reservados.

Desde septiembre a junio el programa se realizaba en el Estudio 1 de Prado del Rey con todas las comodidades que eso suponía, así que la decisión de llevárselo fuera en plena canícula, con toda la complicación técnica que eso implicaba, sonaba arriesgada. Si hoy en día sigue siendo un jaleo importante montar un set fuera de plató para emitir todo un programa en directo, imaginaos hace más de medio siglo. Pero el equipo de aquel espacio que estaba rompiendo techos desde la Segunda Cadena de TVE no se arredraba ante las dificultades. Eran jóvenes, irreverentes y querían innovar... y a buena fe que lo hicieron. 

Íñigo con algunos de sus invitados en los jardines del palacete Albéniz.
Fotografía de Gabriel Sendra. Todos los derechos reservados. 

A lo largo de la temporada regular hicieron varios experimentos, presentando algunos segmentos fuera de los estudios de Prado del Rey pero en las cercanías, a tiempo para que Íñigo pudiera llegar en coche mientras un intérprete cantaba tres o cuatro temas a lo sumo.  Tras esas pruebas, exitosas a pesar de andar siempre jugando al límite con los tiempos de traslado, se atrevieron a lanzarse definitivamente a llevar todos los bártulos a exteriores y fuera de la capital durante el estío. Una prueba de fuego fue la que se llevó a cabo desde el primer Jumbo adquirido por Iberia. La cantante francesa Nicoletta fue una de las invitadas aquel día y la visita se saldó con un mareo a pesar de que no despegaron. "Pierre se las había ingeniado para llenar de cámaras cada rincón del más grande plató móvil que hemos tenido" cuenta Íñigo en el libro homónimo del programa que publicó Ediciones 99 en 1972. 

En esta fotografía podemos ver que se usaban dos cámaras para las entrevistas. También distinguimos el atril para los rótulos, que se hacían en directo y no con tituladora electrónica.
Fotografía de Gabriel Sendra. Todos los derechos reservados. 

Uno de los secretos del éxito del espacio era la combinación de famosos, música y personajes anónimos pero peculiares. Por primera vez en la historia de nuestra televisión esas personas que en su pueblo eran catalogadas de "raras" por sus aficiones, sus talentos, sus historias... eran llevadas a un plató en directo. Eran los famosos 15 minutos de fama que (supuestamente) había pronosticado Andy Warhol para todo el mundo. "En los programas de verano, procurando no caer en el tópico folclorista, hemos buscado hombres de alguna significación en la ciudad visitada. Así hemos entrevistado a Genero Penín Valdomar, vigilante del Faro de Finisterre; a Daniel "El Guardia", camarero de la Facultad de Santiago; a don Francisco López, cuidador de unos preciosos caballos cartujanos (que, por cierto, cocearon a uno de los mozos a causa de los focos); a Joaquinito, campanero de La Giralda y Antonio, el florero más antiguo de Sevilla; al "tío Gatica", pescador más viejo de El Cabañal (Valencia), etc." (Íñigo en el libro ya citado). Hubo, sin embargo, una emisión sin entrevistas, la emitida desde el Parque de Atracciones de Madrid con motivo de la Primera Muestra de la Canción del Verano en 1970. 

Los Mustang actuando para "Estudio Abierto" desde el exterior del palacete Albéniz.
Fotografía de Gabriel Sendra. Todos los derechos reservados. 

La complejidad de realizar un programa como "Estudio Abierto", siempre en directo, se multiplicaba en exteriores. Hasta el viaje era una aventura, tal y como contaba el comunicador en el libro al que hemos aludido anteriormente: "Uno de los viajes a Santiago fue catastrófico. En la agencia se habían equivocado y cuando llegamos al aeropuerto nos encontramos que el avión había salido media hora antes. Los de Iberia comprendieron nuestro apuro y nos embarcaron en un avión que iba a La Coruña (sic), un avión de la compañía Spantax. De hélice. Antiguo. Lento". Total, que casi no llegan para el directo pero a cambio de tanta confusión y nerviosismo descubrieron que el piloto era una piloto, la única mujer en líneas comerciales españolas. Aquel día no pudo asistir al programa a pesar de los intentos del equipo pero ya la habían fichado y acudió en otra ocasión. Su nombre, para la historia, es Bettina Kadner. 

Entrevistas en una de las salas de la actual Generalitat con dos Mossos con el traje histórico y, en primer término, el atril con los rótulos y las fotos que ilustraban algunas de las charlas.
Fotografía de Gabriel Sendra. Todos los derechos reservados. 

Desde Barcelona se realizaron, como mínimo, dos programas en 1971 y a ellos pertenecen las fotos que ofrecemos en primicia gracias al fotógrafo Gabriel Sendra, y a quien las ha recuperado, Nicolás Albéndiz. Una de las entregas se realizó desde el entonces Palacio de la Diputación que hoy es el edificio de la Generalitat, no olvidemos que durante el Franquismo esta institución fue abolida. Las entrevistas se produjeron en sus espectaculares interiores y las actuaciones se dividían entre el Salón de Sant Jordi y el Patio de los Naranjos. Eso suponía un obstáculo más porque impedía usar todas las cámaras al mismo tiempo por la imposiblidad de un traslado rápido de una ubicación a otra. Entre los invitados de aquel día reconocemos a la entrañable actriz y vedette humorística catalana Mary Santpere y el actor italiano Raf Vallone. En una de las fotos también aparecen dos Mossos d'Esquadra con el traje histórico que hoy es el de gala, tal y como nos apunta el historiador del arte y escritor Roger Bastida. Él mismo nos llama la atención sobre unas pinturas del salón Sant Jordi que precisamente el verano pasado fueron eliminadas por "españolistas". 

Fotografía de Gabriel Sendra. Todos los derechos reservados. 

El otro programa desde la Ciudad Condal del que tenemos constancia gracias al testimonio gráfico aportado por Sendra se emitió desde el palacete Albéniz el 2 julio de 1971. Cuenta José María Íñigo en su libro que estuvo a punto de no realizarse ante la negativa de un sargento a permitirles el acceso porque se estaban entrenando unos corredores de moto. En este caso todo el programa se realizó en el exterior, tanto las charlas como la parte musical aunque en sets diferentes. Los famosísimos Mustang interpretaron varias canciones con la fuente de fondo.

Aquellos programas veraniegos mantuvieron el interés de "Estudio Abierto" en "temporada baja". No sólo no había descanso para el equipo sino que, por añadidura, tenían que redoblar sus esfuerzos para viajar con la unidad móvil, montar equipos en las localizaciones, tirar cables, colocar focos... Es una pena que aún no haya aparecido ninguna grabación de aquellas emisiones (nunca debemos de perder la esperanza) pero hoy recuperamos aquí su pequeña historia con el atractivo de unas fotos inéditas. 

Nota: Las fotografías no pueden ser usadas en otros medios sin expreso consentimiento del autor. 

lunes, 14 de julio de 2025

25 años de "Gran Splash", el concurso de las piscinas de Barcelona

Hubo un tiempo, no tan lejano, en el que la tele se refrescaba en verano. Salía del sofocante calor de los platós de TV (y de sus congelantes e incontrolables aires acondicionados) para reubicar sus programas en exteriores. Además, se daba descanso a los magazines para ofrecer programas infantiles y juveniles aprovechando que el colegio y el instituto habían acabado. Era una época en la que el concepto de "campamento urbano" no existía así que la tele, a ciertas horas, ayudaba a mantener a las criaturas tranquilas. Este verano se cumplen 25 años del estreno de "Gran Splash", un concurso para la chavalada de entre 13 y 16 años que transcurría en una piscina. Lo de "Splash" y las piscinas os sonará quizás de algún reality más reciente... pero esa es otra historia. 


El nadador David Meca era el anfitrión de este juego. En realidad él controlaba muy bien lo de las cámaras porque desde niño, además de sus durísimos entrenamientos, participaba en anuncios. Más adelante, también intervendría en algunas películas y tuvo la fortuna de aparecer en la ambiciosa serie "Las aventuras del joven Indiana Jones" (emitida en Antena 3 como ya contamos aquí) con un personaje episódico. Cuando se estrenó el programa ya había conseguido varias medallas en competiciones internacionales y parece que "Gran Splash" le dio suerte porque en el Campeonato Mundial de Aguas Abiertas celebrado entre el 29 de octubre y el 4 de noviembre en Honolulu consiguió, entre otras, la medalla de oro en la prueba de 10 km masculino además de la plata en las de 5 y 25 km. También se había hecho un nombre por superar retos aparentemente imposibles como nadar desde la isla de Alcatraz hasta la bahía de San Francisco atado con grilletes en unas aguas donde hay tiburones. En definitiva, la elección de Meca parecía tener cierta lógica... aunque a él apenas le vieŕamos zambullirse en la piscina.


Sin embargo Leticia Sabater no estaba tan de acuerdo con esa decisión. En octubre de 2001 me contó que todavía estaba muy cabreada con TVE por haberla dejado "tirada". Estaba en plena gira de "El mago de Oz" (lo habéis adivinado, ella era Dorothy), una obra que le había salvado del paro tras la cancelación de "Con mucha marcha" (1996-2000) en La 2 y la promesa incumplida de presentar "Gran Splash". Polémica aparte (que no tuvo mucho recorrido en su momento), Meca estaba acompañado del actor y DJ Miguel Ángel Ripeu, hoy conocido por sus imitaciones en "Polònia" o sus personajes de "Late Motiv" pero que en aquel 2000 venía del "Barrio Sésamo" realizado en los estudios de Sant Cugat durante cuatro años y donde interpretaba a Suleimán, el frutero. 


Este concurso se emitía los sábados en La Primera a eso de las 10.15 h tras el "TPH Club" con el mítico SupereÑe (con la voz del gran Rafael Turia) y las series "Las tres mellizas", "Detective Bogey" (ambas producciones españolas, por cierto), "Spiderman", "La novia de Drácula" y "Digimon". Se había grabado en las piscinas municipales de Barcelona, aquellas que acogieron las pruebas de saltos de los JJOO de Barcelona 92 y que ofrecían una imagen de fondo de la ciudad que fue una auténtica campaña de publicidad mundial. 


Todas las pruebas transcurrían en la piscina, algunas en la superficie y otras en el interior. Cámaras submarinas permitían seguir la acción con bastante nitidez. El realizador era Ricardo Giménez Roig y estaba producido por BRB Internacional, la compañía de animación responsable de "La vuelta al mundo de Willy Fogg", "David el Gnomo" y "D'Artacán y los Mosqueperros", entre otras, pero que también había producido a principios de los ochenta el concurso "Los sabios". El encargado de la producción ejecutiva por TVE fue Salvador Fabregat, un especialista en infantiles que falleció prematuramente en 2016. El formato se había estrenado tres años antes con el nombre de "Get Wet" en la televisión escocesa.
"Gran Splash" formó parte de la programación veraniega de 2000, una de las últimas temporadas en que la infancia y la juventud aún tuvieron cierto protagonismo en julio y agosto.