martes, 25 de marzo de 2025

El año en que nacimos

Hace 40 años, en 1985, TVE pensó que con la Democracia ya asentada (eso creíamos entonces) era momento de mirar atrás con otros ojos, no con una serie documental como la que ya se estaba preparando y que se estrenaría un par de años más tarde, "España en guerra", u otras similares sino a través de un programa de entretenimiento. "El año en que nacimos" fue un concurso de la Segunda Cadena con dirección y realización Josep M. Vidal del que hoy apenas queda rastro, ni siquiera en la Wikipedia o en la poderosa base de datos audiovisual IMDB. 

Decorado sencillo para un concurso modesto. A la izquierda el presentador, a la derecha la concursante

La idea estaba clara, cada semana se recordaría un año y todas las preguntas del juego versarían sobre lo sucedido en esos 365 días del pasado reciente. Los concursantes tenían que haber nacido ese año en concreto, era una condición sine qua non. Hay que tener en cuenta que por entonces la única forma de documentarse era a través de enciclopedias, libros o, si había suerte en tu ciudad, en hemerotecas. Por supuesto también estaba la memoria viva, la que correspondía a la tradición oral, lo que contaban padres y abuelos. 

Los rótulos electrónicos parecen hoy simplones pero en 1985 eran una innovación técnica

Dos guionistas se encargaban de un guión en el que las doce preguntas sobre el periodo al que dedicaban cada emisión servían de excusa para recordarlo, por eso las materias eran muy variadas: política, economía, deportes, moda, ciencia, arte, cultura... Cada incógnita iba acompañada de material gráfico y sonoro proveniente del archivo de RNE, TVE y NODO. Antes de comenzar el concurso propiamente dicho se emitía un reportaje de unos cinco minutos que resumía, brevemente, el año. En realidad, el concurso era una excusa para ir tejiendo un hilo que recorría lo más destacado de ese intervalo de tiempo. Cada acierto suponía 25.000 pesetazas o sea que si acertaban todas se llevaban 300.000 del ala. Además, gracias a la colaboración de la revista "Tele Radio", podían llevarse una estancia de fin de semana en un Parador Nacional. 

La orquesta del programa

Otra parte especialmente interesante era la de los testimonios, protagonistas de la noticia del ayer que acudían al plató o bien expertos en el asunto a tratar y que aportaban una visión mas cercana al asunto. Por ejemplo, para hablar del nacimiento de la propia tele en 1956 acudió al plató la locutora pionera Blanca Álvarez. La música de aquellos momentos pretéritos también estaba presente a través del archivo o con una orquesta en directo. De vez en cuando se incluían otras soluciones estéticas para ilustrar los temas en cuestión, como un desfile de modas. 

Jordi Dauder en la portada de "TP"

Para presentarlo no se optó por un profesional del género concursero, ni siquiera por un presentador o presentadora.  El elegido fue el actor Jordi Dauder, prácticamente desconocido a nivel nacional pero que en Cataluña tenía un nombre como actor de teatro y, sobre todo, por ser fundador de la librería Leviatán, coordinador de la revista literaria "Quimera" y por su actividad política en la Liga Comunista Revolucionaria. No sería hasta el año siguiente que comenzaríamos a escuchar su portentosa voz en el doblaje de personajes secundarios de la serie "Se ha escrito un crimen". En esa tarea fue adquiriendo reputación al mismo tiempo que en el teatro y, más adelante, en cine y TV. Su papel en "Nissaga de poder" en TV3 le convirtió en un personaje tremendamente popular en Cataluña y poco a poco llegaron roles más destacados y premios como el Goya en 2008 por "Camino" o el Gaudí de Honor dos años más tarde. Con este programa consiguió ser portada de la revista "TP", un gran honor en esa época. Dauder falleció prematuramente en 2011. 

Jordi Dauder en su única incursión como presentador en TVE

"El año en que nacimos" nació con una caducidad marcada. Si a su corta andadura (aunque estuviera prevista), añadimos su difusión en la Segunda Cadena (con bastante menos calado que su hermana mayor) quizás entendamos que haya quedado arrinconado en el recuerdo, algo tristemente irónico para un programa que, precisamente, se dedicaba a recuperar del olvido tiempos pasados. 

domingo, 9 de marzo de 2025

Gente menuda

El Capitán ajusta los esquíes a uno de los niños de "Gente menuda"

 A finales del verano de 1959, apenas un mes después del inicio de las emisiones desde los estudios de Miramar en Barcelona, comienza "Gente menuda", el primer programa infantil de los domingos realizado desde allí para toda España, inaugurando una franja que continuaría con firma catalana varias temporadas. Sería este un comienzo tímido, siguiendo el canon iniciado en el Paseo de la Habana con Boliche y Chapinete unos años antes, dos actores interpretaban a unos personajes que eran amigos de las criaturas que visitaban el plató. El Capitán comandaba este espacio, un marinero retirado con largas patillas, gorra y pipa que cumplía con el estereotipo del oficio en los tebeos y el cine y que, unos años más adelante, perpetuaría Jacques Cousteau con sus documentales submarinos (aunque él en vez de gorra de plato llevara gorro de lana rojo). El Capitán (en mayúsculas porque así era conocido, no tenía nombre ni apellido) era secundado por su fiel Cachalote "quien, habiendo servido durante años a su superior, al retirarse éste del servicio activo decidió acompañarle en el definitivo barco carenado en Miramar" (revista Tele Radio nº 107). 

Demostración de armónica en "Gente menuda" en 1960

Al principio se realizó en los jardines de los estudios de Miramar aprovechando su magnífica ubicación con vistas al Mediterráneo (aunque aquellas vetustas cámaras apenas podían captar algo más que una insinuación de ese magnífico decorado natural) pero con la llegada del otoño se trasladó a un pequeño plató. El programa era, ¡cómo no!, bastante divulgativo. El Capitán, gracias a su experiencia como viajero, les daba lecciones sobre geografía, mecánica, deportes y hasta de teatro o historia. El buen hombre sabía de todo y estaba al día de la última tecnología, tanto como para hacer una demostración práctica del funcionamiento del Sputnik con un juguete de propulsión manual. También incluía las aventuras de Pepito Plumilla, "el príncipe salvador", representadas en un pequeño guiñol, nada que ver con la perfección técnica que después demostraría la gran Herta Frankel en los mismos estudios. Además, los niños que acudían al programa podían mostrar sus talentos: desde pequeñas bailarinas, a jovencísimos músicos. Me atrevo a aventurar que, posiblemente, la parte preferida de la audiencia desde casa era la serie norteamericana Rin Tin Tin (patrocinada por Nestlé, otro clásico) que formaba parte del programa. Comenzaba el reinado infantil de este avispado perro que vivía junto al niño Rusty en un puesto de la Caballería de EE.UU durante los tiempos del Lejano Oeste.

"Gente menuda" se mantuvo en antena hasta febrero de 1960, cuando fue relevada por "Tío Vivo" (que tuvo como primera estrella a Carpanta en su traslación de los tebeos a la pantalla, serie de la que hemos hablado aquí). En 1985 TVE retomó el título para otro programa infantil que tampoco tuvo larga vida. No obstante, el primer "Gente menuda" ostenta el honor de ser pionero y eso no es poca cosa, oigan.

viernes, 28 de febrero de 2025

"Contigo", music hall en la TVE de 1988

Heather Parisi y Pedro Rollán

"Contigo" era un espectáculo a la antigua, un programa emitido en 1988, realizado con medios y estética de esa época pero con una fórmula basada en el music hall de toda la vida. Enrique Martí Maqueda era el ideador de este formato y fue su director y realizador con su habitual destreza en la planificación de cámaras. Si en los 70 había innovado en muchos de los números de "La hora de Raffaella Carrà" (ese juego de espejos en "Rumore, rumore") y había afianzado a Bárbara Rey como estrella en "Palmarés", ahora nos ofrecía un programa más pausado y, desde luego, mucho más clásico en todos los sentidos... o casi.

Digo casi porque en "Contigo" el cuerpo de la mujer tenía un protagonismo exagerado, como en cualquier music hall por otro lado. No es que en "Palmarés" Martí Maqueda se cortara mucho, de hecho fue bastante audaz en la colocación de cámaras para sacar provecho de la espectacularidad del cuerpo de Bárbara, pero ahora, a finales de los ochenta, no había que disimular... y desde luego no lo hizo. Grandes vedettes fueron copresentadoras del programa y, desde luego, tenían más protagonismo que el presentador "oficial", Pedro Rollán que provenía de Radio Jerez y, aparentemente, fue fichado por consejo de Norma Duval. Posteriormente sería una de las caras de TVE Andalucía aunque su verdadera etapa de estrellato sería gracias a Tele 5 en los primeros 90. Reaparecería en TVE como actor en "Hostal Royal Manzanares" y a finales de los noventa se convertiría en el tercer presentador de "Lo que necesitas es amor" en Antena 3. 

Norma Duval acaparó la deseada (entonces) portada de "TP" para anunciar el estreno del programa. Intervino en el show con sus números y colaborando con Rollán en las presentaciones durante cinco semanas, tantas como la norteamericana afincada en Italia Heather Parisi (que después se haría más popular en los primeros tiempos de Tele 5 gracias a "Vip Noche"). Estelle Daniel colaboró en tres programas y Mia Patterson, Sara Sanders y Gabriela fueron estrellas por una noche. Por cierto, Norma se lesionó durante la grabación de un baile y tras recibir los cuidados médicos correspondientes, reemprendió su trabajo dejando al equipo sorprendido por su profesionalidad. Los coreógrafos eran los prestigiosos Gino Landi y Franco Misseria. El toque italiano era más que evidente y así los españoles se pudieron hacer una idea de como eran los musicales en la RAI o, incluso, en el Canale 5 de Berlusconi. 

El programa se ubicaban en la misma franja que el "Viaje con nosotros" y los medios aseguraban que venía para "calmar la tempestad provocada por Gurruchaga" con un espacio de variedades al uso. Se grabó íntegramente en el Casino de Palma de Mallorca. Paloma San Basilio, Al Bano y Romina Powers, Miguel Bosé, José Luis Perales, Luis Aguilé, Tino Casal, Giorgie Dann fueron algunos de los cantantes invitados y el humor corrió a cargo de Tip, Julio Sabala y Miguel Caiceo, entre otros. Mención especial, en el aspecto humorístico, merecen las intervenciones de Loles León, Chari Moreno y José Manuel Parada interpretando a trabajadores de la sala: cerillera, encargados del guardarropía... Conviene reseñar que los guiones eran nada menos que de Yolanda García Serrano y Juan Luis Iborra que, en aquel momento, estaban en racha de éxitos con varias comedias cinematográficas. Su emisión ocupó todo el verano y se extendió hasta las primeras semanas de octubre. 

jueves, 13 de febrero de 2025

Informe Semanal: 75 años de radio

El estudio principal de la Cadena SER en 1999, imágenes grabadas para "Informe Semanal"

El 14 de noviembre de 1999 se cumplían 75 años de la primera emisión radiofónica en España y la noche anterior, sábado, el veterano "Informe Semanal" dedicaba su primer reportaje a esta efeméride con la intervención de varios clásicos del medio como Antonio Calderón, Matías Prats, Vicente Marco o Juana Ginzo y un repaso que hoy resulta especialmente interesante por los profesionales que estaban en boga en ese momento. El programa empezaba más tarde de lo que era habitual por culpa de un partido amistoso entre la Selección Española contra la de Brasil (que se saldó con un empate). Baltasar Magro, su director y presentador, anunciaba ese primer informe dedicado a las estrellas de la radio y a un medio "directo, tremendamente evocador y repleto de buenas e intensas historias." El guión era de Juan Antonio Tirado y la realización de Juan José Mardones. 

Iñaki Gabilondo, estrella de la radio matinal con su "Hoy por hoy" en 1999

Unas palabras del Señor Casamajor daban inicio al reportaje. Aseguraba el eterno cómplice de Xavier Sardà (primero en "La bisagra" de RNE y después en "La ventana" de la SER) que gracias a la radio su mujer comenzó a escucharle, a tenerle más en cuenta. Y es que, efectivamente, el micrófono convierte en relevantes las palabras cotidianas, esa es parte de su magia. "El siglo es viejo pero la radio, a sus 75 años, rebosa juventud. Hoy las grandes voces radiofónicas han pasado de rostros anónimos como antaño a convertirse en caras familiares", decía la voz en off de Tirado, "la radio es palabra y música, sonidos y silencios pero es, sobre todo, un poderoso artefacto para la imaginación". Abundaba al respecto el maestro Iñaki Gabilondo, líder indiscutible con su "Hoy por hoy" en la Cadena SER desde hacía ya unos años: "La radio, hasta que la información fue posible, se convirtió en un formidable vehículo para la excitación de la imaginación. Una radio muy elaborada donde, ya que la realidad estaba prohibida, estaba obligada a hacernos soñar. Cuando por fin llegó la información, llegó la oportunidad de entrar en la realidad y lo hizo de tal manera que ha olvidado su capacidad de evocación". 

Juana Ginzo, protagonista de centenares de seriales radiofónicos durante más de 30 años

Desde los 40 y hasta bien entrados los 60, los seriales eran la punta de lanza de esa invitación a soñar, a despegarse del día a día (en general bastante duro) aunque fuera con desgracias ajenas como las de "Ama Rosa". Juana Ginzo, precisamente protagonista de aquella "novela" y de tantísimas otras, reflexionaba sobre el pasado y el presente del medio: "Había dos fórmulas, la de Antonio Calderón y la convencional y, llegado cierto momento, la radio se estanca. En vez de optar por la de Calderón se sigue por la convencional y en esas estamos". Calderón fue director de la SER, impulsor del Teatro del Aire y de un primer intento de información con "Matinal SER" y más tarde de "Hora 25". Con 84 años, el verdadero innovador de nuestra radio intervenía también en este reportaje. 

Matías Prats recordando su (perdida) retransmisión del Mundial de Brasil de 1950

A punto de cumplir 86 lúcidos años Matías Prats recreaba para las cámaras de "Informe Semanal" el mítico gol de Zarra  en el Mundial de Brasil de 1950 contra Inglaterra. Había pasado casi medio siglo pero el maestro lo narraba con la misma pasión. Pasión que cada fin de semana se vivía (y se vive) en el "Carrusel deportivo" de La SER. Vicente Marco lo dirigió durante décadas pero recordaba aquí que el verdadero inventor fue Bobby Deglané que, eso sí, después lo dejó en sus manos. 

José María García en la COPE

Ha pasado un cuarto de siglo y las imágenes grabadas entonces para ese homenaje son hoy una joyita del Archivo de RTVE. Se vivía entonces uno de los momentos álgidos de la encarnizada lucha entre José María García desde la COPE y José Ramón de la Morena desde la SER. García aseguraba no considerarse un revolucionario pero, al mismo tiempo, sí que creía que con su llegada a la SER en los 70 cambiaron las cosas: "había mucha información en la radio deportiva pero poca opinión". Por cierto, aquel día el vehemente comunicador cumplía 56 años y la cámara situada a su espalda nos permitía ver la plantilla manual con la que trabajaba cada domingo en "Supergarcía" para tener siempre a la vista qué partidos se jugaban, dónde, quién arbitraba... 

"El larguero" de la SER con José Ramón de la Morena al frente

"El último boom de la radio deportiva es José Ramón de la Morena quien ha superado los lenguajes épico y dramático y ha introducido el espíritu de la comedia" decía Juan Antonio Tirado en la locución. El estudio de la SER en Gran Vía es muy diferente al que hoy podemos ver en la retransmisión en streaming de sus grandes programas. Todavía había ceniceros junto a los micrófonos. José Ramón llevaba ya unos años ganando a su excompañero y competidor y explicaba su filosofía: "Por la noche la gente se acuesta con muchísimos problemas y yo no tengo derecho a amargarle la vida". No pasaría mucho tiempo hasta que esa pelea entre ambos les arrastró a un lenguaje lleno de bilis mutua. 

Martín Ferrand, creador del fundamental "Hora 25"

Los "Diarios hablados" de RNE, "El Parte" para todo el mundo, habían sido obligatorios hasta 1977 pero en 1972 la Cadena SER bajo la batuta del ya mencionado Antonio Calderón puso en antena "Hora 25", dirigido por Manuel Martín Ferrand. "Fue un programa rompedor, la radio estaba vacía de contenidos a partir de las seis o siete de la tarde y,  por otra parte, la pretransición hacía que la sociedad demandara contenidos informativos de otro orden. Por todo eso planteamos y pusimos en marcha "Hora 25" donde la información llegaba a la gente cuando caducaba la TV, a eso de las 23.30". Era denominado un programa de "asuntos actuales" porque no se le permitía anunciarse como "informativo" pero fue la primera rendija por la que se colaron noticias no adulteradas por el tamiz del Franquismo. 

"La linterna" dirigida por Jiménez Losantos en la COPE

"La radio que tantos acontecimientos históricos ha recogido es, sin embargo y sobre todo, el mejor termómetro del día a día, el que toma el pulso a la vida cotidiana y retrata las costumbres de cada época. Un espejo en el que se mira la sociedad y se reconoce." Las palabras de Tirado siguen siendo ciertas y Eduardo Sotillos aludía a ese fenómeno propiamente español de la credibilidad del medio que hace que cuando sucede algo importante la gente siga acudiendo al dial para enterarse de qué pasa. En aquel final de década, la tertulia, género iniciado por Ferrari en los 80, era uno de los géneros en auge. 

Carlos Herrera en la mañanas de RNE

Jiménez Losantos dirigía en ese momento "La linterna" en un pequeño estudio de la COPE, bien distinto del que hoy usa Carlos Herrera que en ese momento se había incorporado a las mañanas de RNE, "todo un acontecimiento" según Tirado. "La radio es indestructible" afirmaba Herrera desde el estudio de Sevilla y en eso no le quitamos la razón. 

Julia Otero recién "desempleada" de Onda Cero, uno de los grandes fallos de la historia de nuestra radio

También se destacaba el nuevo papel de la mujer como reflejo de la sociedad. Concha García Campoy hablaba de esa rápida evolución, "es inminente que haya una mujer en la mañana y poco a poco la gente lo va aceptando". Aún tendrían que pasar unos años para que esa predicción se cumpliera pero ahora ya es una realidad más que asentada. Precisamente Julia Otero era una estrella de la radio vespertina pero en aquel noviembre de 1999 estaba "fuera de onda". Con la llegada de la nueva temporada (y de Telefónica al accionariado) Onda Cero había decidido no renovar su exitoso programa por "elitista" (curiosa contradicción, ser elitista y líder de audiencia) y la había sustituido, en una decisión incomprensible y muy criticada, por Marta Robles. "Informe Semanal" la incluía en este repaso por las referencias radiofónicas con toda justicia y ella declaraba: "Creo que hay que apostar por una radio que no tenga miedo a pensar, a diferenciarse de los demás, que salga un poco de la tendencia homogeneizadora que todos trabajamos, que no tenga miedo a buscar estilos diferentes, una radio plural". 

Luis del Olmo en su eterno "Protagonistas", en 1999 aún en Onda Cero

Justo después aparecía Luis del Olmo, que seguía inasequible al desaliento desde los micrófonos de Onda Cero. Unos años más tarde sería él quien le daría la oportunidad a Julia de regresar a primera línea radiofónica como presentadora de un tramo de "Protagonistas" (ya en Punto Radio) y anunciada sucesora del maestro. La sustitución oficial no se produjo porque Del Olmo posponía continuamente su retirada. El inventor de los magazines matinales, tal y como los conocemos hoy, aseguraba que esa había sido una verdadera revolución:  "La radio ha vuelto a soñar".

Si el reportaje había comenzado con un personaje de ficción (como supimos años después) finalizaba con otro, Manolito Gafotas. Elvira Lindo había creado a este niño insolente pero tierno en su etapa en RNE pero cuando alcanzó la verdadera fama fue en "A vivir que son dos días", el espacio matinal de fin de semana de la SER en la época de Fernando Delgado. En 1994 había debutado editorialmente y en ese mismo 1999 en el cine. Ya era una estrella global que podía permitirse cerrar así este tributo: "El futuro me chupa un pie porque lo tengo todo pensado. Yo cuando tenga la edad penal, así como en el 2015, voy a ser Director General de la Radio y voy a presentar yo todos los programas, desde por la mañana. Luego voy a quitar a todos los contertulios de la actualidad y voy a poner a mis amigos, solamente gente de Carabanchel Alto". Algo de eso ha sucedido aunque no haya sido con Manolito al frente. A pesar de las mil vicisitudes que la han asolado, la radio es aún mágica y un gran aliado (que no lo contrario) de la televisión, medios que se retroalimentan mutuamente desde hace décadas en una relación de respeto... o así debería de ser.

lunes, 27 de enero de 2025

Derecho a discrepar

"Derecho a discrepar", debate en el prime time de TVE1 en 1988

El 14 de enero de 1988 el programa "Debate" dirigido y presentado por Victoria Prego mutaba en un sucesor del mismo género, equipo de redacción y franja de emisión, jueves a eso de las 22.15 h. Había unas cuantas similitudes pero también muchas diferencias. A partir de ese momento recibiría el título de "Derecho a discrepar" y suponía el regreso a TVE de Miguel Ángel Gozalo que a mediados de los setenta había conseguido cierta relevancia televisiva con el innovador informativo de la Segunda Cadena, "Redacción Noche". Aparentemente Prego abandonaba el formato por cansancio pero posiblemente había algo más. Dos hechos nos sirven como pistas de esa hipótesis: el programa pasaba a depender de Informativos tras las fricciones con el equipo de Programas y se "despolitizaba" según su nuevo director "para no agotar al espectador".

Victoria Prego en su "Debate"

En esta nueva etapa se tocarían más temas sociales y culturales, sin que ello fuera óbice para que la política también estuviera presente. "Debate" había sustituido en cierto modo a "La clave" aunque su ubicación en TVE1 hacía que se enfocara a un público aparentemente más popular y, según los directivos de la época, menos "elitista" que el del programa de José Luis Balbín. Sorprende esa calificación teniendo en cuenta no sólo el prestigio sino también la audiencia que llegó a conseguir aquel mítico espacio desde la humilde atalaya de La Segunda. El caso es que Prego consiguió cifras nada despreciables a pesar de que, precisamente desde su hermana pequeña, "Jueves Cine" hiciera mucha pupa. Gozalo se enfrentaba, pues, a un reto difícil tras el año en antena de su antecesora. 

Miguel Ángel Gozalo en "Derecho a discrepar"

Para empezar, la escenografía cambiaba radicalmente, dominada por un ciclorama negro, unos paneles azules y con una mesa protagonista, a diferencia de "Debate" donde los invitados estaban situados de manera muy similar a "La clave" y sólo con unas mesitas supletorias a los lados. El tono también era distinto, marcado por el estilo personal de dos presentadores muy diferentes. Victoria Prego no huía de los enfrentamientos pero tampoco los buscaba, Miguel Ángel Gozalo quería un ambiente de tertulia radiofónica cordial... si bien es cierto que a veces los ánimos se calentaban.

Gozalo (de espaldas) dirige la conversación en "Derecho a discrepar"

Lorca fue el centro del primer coloquio y en semanas siguientes se habló de impuestos religiosos, las relaciones entre España y EE.UU., el mecenazgo olímpico, las relaciones entre judíos y palestinos, la participación de la mujer en política... Temas realmente interesantes que continuaban una vez apagadas las cámaras en un coloquio posterior en RNE abierto a la opinión del oyente. Todo iba razonablemente bien hasta que en febrero del año siguiente el director-presentador es destituido del programa porque, según la directiva de RTVE, en un programa sobre el respeto a la intimidad de los famosos había transgredido precisamente la privacidad de Miguel Boyer. En junio una sentencia obligaba a la Casa a restituir al periodista a su puesto porque consideraba el despido nulo lo que, además, suponía que se le abonara el sueldo de esos meses. La clave (nunca mejor dicho) es que hubo una fórmula en el despido que no era la adecuada puesto que, supuestamente, finalizaban "los cometidos específicos para los que fue contratados" pero como el programa siguió en emisión con Anna Castells al frente se demostraba que eso era una excusa. TVE acató la sentencia pero Gozalo no tuvo tiempo de volver al plató porque el espacio había acabado y no regresó a antena. Desde luego hizo honor a su título y hubo muchas discrepancias, incluso fuera de cámara. 

miércoles, 15 de enero de 2025

La revista musical española en TV

Esperanza Roy en "La Comedia Musical Española" de Fernando García de la Vega

La Revista, en mayúsculas, es un género de la comedia musical española que triunfó en los escenarios desde principios del siglo XX hasta los ochenta. Argumentos divertidos, música muy pegadiza y, sobre todo, mujeres espectaculares ataviadas con estilimos imposibles son los tópicos más habituales para referirnos a títulos emblemáticos como "Cinco minutos nada menos", "Las Leandras" o "El águila de fuego". Nombres como el de Celia Gámez son puro icono de la escena patria (aunque ella fuera argentina) y muchas de las canciones de las obras más populares siguen siendo tarareadas por nuestros abuelos, quizás también por nuestros padres y, si me apuran, hasta por nosotros mismos (aunque no tengamos ni idea de dónde provienen). Hoy está casi olvidado pero el experto en teatro frívolo español Juan José Montijano se ha empeñado en dejar documentados algunos de sus hallazgos en el libro "Gracias por venir. La revista musical en el cine y la televisión." editado por Diábolo. La relación de nuestra televisión con la Revista no es tan intensa como podría parecer a priori, reflexionamos sobre ello con el autor de este pormenorizado estudio. 

- Es significativo que la Revista fuera el único género "patrio" del que TVE no se aprovechara desde sus inicios a pesar de su popularidad. Mientras que la zarzuela (e incluso la ópera), por no hablar del teatro, los sainetes, etc... eran parte habitual de la programación desde finales de los 50, de la Revista ni mú. ¿Demasiado atrevida? Entiendo que era imposible llevar a las espectaculares chicas a un plató donde se exigía el chal para evitar escotes pero ¿sabes si en algún momento se planteó hacer versiones menos "descocadas" para las cámaras? 

El teatro ha estado presente en la programación de TVE desde sus inicios y el género lírico, también. En los años sesenta comenzaron a emitirse programas musicales e incluso grabaciones de obras teatrales líricas de las que no se conserva grabación alguna, entre ellas, algunos títulos de revista como "Yola" o "Si Fausto fuera Faustina" llevados a cabo por Fernando García de la Vega de los que sólo nos queda su testimonio y la reseña de su emisión en revistas especializadas. Desde entonces, el ente público pareció olvidarse de la revista aunque no de sus intérpretes, pues Celia Gámez grabó para TVE la comedia musical "Sombrero de paja" (no se conserva tampoco) o programas especiales como "Ésta es su vida"; pero no sería hasta 1985 en que la revista tuviera su hueco en la parrilla del ente público. ¿Los motivos? Quizá la censura, quizá el puritanismo de la época, quizá el subjetivismo de sus programadores. 

"Luna de miel en El Cairo" con Teresa Rabal

- Como ya apuntas, el primer programa propiamente sobre el género es de 1985 y fue Fernando García de la Vega, precisamente el autor del prólogo, quien lo llevo a cabo. ¿Era "La Comedia Musical Española" un empeño del propio director? 

Sí. Fernando ya había tocado a la zarzuela en su mítica "Antología" y al cuplé en "Divertido siglo". Ahora tocaba dedicarle un hueco a la revista aunque en los citados programas ya había insertado también algunos números del género. En principio el programa iba a tener más ediciones, pero se acordó llegar a 12 iniciales y, al año siguiente, otra tanda de 12. Pero entró Pilar Miró...

"Las Leandras" protagonizada por Paloma San Basilio

- Aquellas adaptaciones supusieron un enorme esfuerzo de preproducción, ¿cómo fue ese proceso de búsqueda de libretos, partituras, etc? 

Fernando se encargó de bucear en los archivos públicos de la SGAE y en los privados de múltiples compositores o libretistas que por entonces aún proseguían con vida como el del médico Luis Fernando Alvarez Pérez Miravete "Arturo Rigel", autor junto a Ramos de Castro de "La hechicera en palacio" y "El águila de fuego". Ambas revistas, con abundantes números musicales (la última concretamente 25), tuvieron que ser adaptadas en libreto y recortar acontecimientos y escenas para adecuarlos al metraje de hora y media previsto para cada uno de los programas.

Paco Valladares y Concha Velasco en "La hechicera en Palacio"

- García de la Vega quiso contar con unos repartos espectaculares, ¿qué destacarías de aquellos elencos?

 Muy especialmente la enorme versatilidad escénica de muchos de ellos, provenientes, en su inmensa mayoría de la revista, lo que les hacía indudablemente aptos para el programa. Además, el buen ojo clínico de García de la Vega hizo que artistas como Massiel, María Mendiola o Teresa Rabal, quienes nunca habían realizado hasta entonces espectáculos de revista, demostrasen sus cualidades para la misma. 

- Técnicamente también fue muy innovador, ¿el chroma key fue decisivo para poder afrontar una producción de este tamaño? 

Por supuesto, así como los mastodónticos decorados que se levantaron. Hay que tener en cuenta que revistas como "Luna de miel en El Cairo" tenía partes que transcurrían a bordo de un barco o en Egipto por no hablar de "Las leandras" en un teatro, "El águila de fuego" en un bosque, "La cuarta de A. Polo" en el desierto... Trasladar aquellos exóticos parajes al lenguaje televisivo era enormemente costoso, por lo que se decidió por dicha técnica para abaratar los costes. 

Concha Velasco en "El águila de fuego"

- ¿Cómo respondieron público y crítica a este programa? 

En principio bien, si bien hubo múltiples críticas porque si al teatro se le quita público se pierde parte de  su magia, y más si es revista donde la reciprocidad con aquel era fundamental. También Concha Velasco recibió sus críticas pues acababa de terminar "Teresa de Jesús" cuando acometió la grabación de "El águila de fuego". La gente no pensaba que una actriz ha de ser versátil y heterogénea y acometer cualquier papel que se le ponga por delante. La pena fue que no hubo más programas y se echaron de menos títulos inolvidables como "La Blanca doble", "Yola", "S.E. la Embajadora"... y otros tantos que ya se estaban preparando para su grabación pero... cambió la dirección del ente. Pero el público reaccionó favorablemente y aún se le recuerda con enorme cariño y nostalgia. 

- Tenemos que esperar otros diez años para encontrar otro programa específico sobre el género, este titulado directamente "La Revista" y producido por J.L. Moreno. ¿Era el momento adecuado para rescatarlo? 

En un momento de cambio político en España, coincidió precisamente el trasvase de papeles de la nueva dirección de RTVE, lo que convino en un nuevo contrato para José Luis Moreno quien decidió rescatar títulos de revista y hacer un gran programa habida cuenta de que por entonces ya habían desaparecido los espacios dramáticos en el ente público. Fue una gran idea aunque en su praxis no resultó lo suficientemente atractiva. Sí, para el público, pues a la vista está que se emitieron nada menos que 30 programas. La guerra de las audiencias con las privadas no le benefició a esta nueva serie sobre la revista si bien tras ser emitida después de "Hostal Royal Manzanares", remontó en audiencia. Siempre es adecuado emitir teatro en televisión en cualquiera de sus parcelas. 

Escena de "Cinco minutos nada menos" para "La Revista"

- En este caso se contó con unos medios espectaculares pero no se tuvo mucho cuidado en el respeto a las propias obras... 

Ese fue uno de los errores en esta serie. Cambios de libretos, números musicales que no aparecían en la obra, nuevos títulos escritos expresamente para la serie por los sobrinos de Moreno... No hacía falta. El canon de libretos revisteriles es inmenso y muchos títulos pudieron haberse rescatado entonces. Tampoco ayudó el "tatachunda", es decir, las nuevas orquestaciones de muchos de los números musicales que vieron acrecentados sus ritmos.

- Algo que a ti te rechina especialmente es que, a pesar de tener cuerpo de baile, gigantesco decorado y medios prescindieron de la apoteosis final.

Efectivamente, en no pocos títulos emitidos el apoteosis final consistía en salir a escena y saludar, cuando a esta forma de espectáculo si le quitas el apoteosis se queda cojo. Como cojo quedaron todos los títulos emitidos cuando, mientras salían los intérpretes, se sobreimpresionaban los títulos de crédito sin que pudiéramos disfrutar de aquellos. Un error garrafal, sin lugar a dudas. 

Lina Morgan en "Vaya par de gemelas", récord de audiencia de 1983

- Amén de estos dos espacios concretos, desde los 80 la Revista y la Comedia Musical tuvieron presencia en la programación. Sería imperdonable no recordar las retransmisiones desde La Latina de varias obras protagonizadas por Lina Morgan. El éxito fue indudable pero ¿era la mejor forma de presentar el género en televisión? 

No sé si la mejor pero de lo que no cabe la menor duda es de que a todas las personas que no podían viajar a Madrid les enseñó el buen hacer interpretativo de su máxima baluarte. Emitir teatro por televisión es un intento de educación maravilloso. Son lenguajes diferentes pero la grabación de una obra con público permite observar reacciones que no podríamos ver en obras sin aquel. Fue un gran acierto haberlo hecho. 

- A lo largo de sus muchas temporadas el mítico "Un, dos, tres" también tocó el género, ¿se notaba en Chicho un respeto especial hacia la Revista? 

Sin lugar a dudas. Chicho venía de una familia de cómicos de la legua y él amaba el teatro. Fue director, autor e intérprete teatral y eso se nota en los montajes finales del mítico concurso. Amante además del musical en todas sus vertientes, zarzuela, ópera, opereta, revista, cuplé, sainete lírico... Hoy en día gracias al archivo de RTVE podemos disfrutar de muchos de sus programas donde, si bien es cierto que recicla mucho, nos permite observar el amor que tenía hacia el mundo del espectáculo. 

Sara Montiel, estrella de "Ven al Paralelo" en La 2

- Es justo mencionar también el programa "Ven al Paralelo", a mayor gloria de Sara Montiel. ¿Qué aspectos de la Revista estaban presentes en él? 

Por lo pronto que estaba grabado en un teatro de revista del Paralelo barcelonés como el Teatro Arnau y, en segundo lugar muchas de las atracciones y números insertos en el mismo. Fue un magnífico programa que contó con algunas intervenciones de intérpretes de revista como Joan Gimeno, Lita Claver, los hermanos Calatrava y otros tantos. Un programa de music-hall que debería ser repuesto en RTVE-Play para poder disfrutar de él en su totalidad. 

- Hay una rara avis en 1993, la "Gran Gala de la Revista. Homenaje a Celia Gámez"? ¿Tiene algo que ver el fichaje de Concha Velasco por la cadena en esa época? 

Por supuesto. Concha, muy amiga de Fernández Montesinos y gran amiga de Celia intervino como gran maestra de ceremonias en esta maravillosa gala, pues nadie se acordó de homenajear a la extinta estrella bonaerense tras un año de su fallecimiento. La gala, además de reunir a grandes amigos de Celia como Pedro Osinaga, Pedrito Cano, Licia Calderón o Arturo Rigel, contó con la intervención de artistas que trabajaron en sus filas y representaciones de algunas de sus grandes producciones. Fue repetida un año más tarde y hoy en día el espectador puede hacerse una idea de cómo fue la revista y de cómo debería montarse un espectáculo de estas características, pues la fastuosidad, el buen ritmo, el color, la soberbia y respetuosa orquestación y la impecable intervención de todos los artistas permite ver la buena mano de Fernández Montesinos quien, además, había dirigido y escrito una obra para Celia en los años sesenta. 

- ¿Sería muy insensato adaptar hoy Comedias Musicales a la televisión?

¿Por qué no? Sería una forma maravillosa de educar a esta generación de cristal, de dar oportunidad a veteranos intérpretes hoy olvidados y a nuevos a la par de dar a conocer la impresionante nómina lírica de nuestro país. Ojalá pudiese ser así, pero la televisión pública de nuestro país está muy politizada y las privadas perdieron el esplendor de sus inicios. 


La retransmisión de "Vaya par de gemelas" para TVE está disponible en la web del Archivo RTVE

La serie "La comedia musical española" podéis verla al completo pinchando aquí

De "Ven al Paralelo" hay, por ahora, tres programas publicados en Archivo RTVE. 

De "La Revista" de José Luis Moreno se ha publicado en esa misma web "Cinco minutos nada menos".

martes, 7 de enero de 2025

Los Wuzzles y los Osos Gummi, las primeras series de Disney

Aunque parezca increíble, hubo un tiempo en que la todopoderosa Disney no producía series animadas para televisión. Es cierto que Walt Disney había abrazado el medio desde los cincuenta (con el "Mickey Mouse Club"), sobre todo como una forma relativamente sencilla y barata de producir contenido a cambio de suculentos ingresos que se podían reinvertir directamente en su sueño más costoso: el primer parque Disneyland. Fue en 1984 cuando el nuevo CEO (máximo responsable de la estrategia de la empresa) Michael Eisner decidió expandir la marca a otros campos y la televisión llevaba muchos años demandando sus servicios. Se creó el Disney Television Animation encaminado a crear directamente para las grandes cadenas o para la sindicación y también para nutrir al nuevo canal inaugurado en 1983 para el cable, Disney Channel. Las dos primeras series que se produjeron no corrieron la misma suerte y es que, sorprendentemente, se estrenaron el mismo día, a la misma hora en dos canales distintos. 

Los Wuzzles es la menos recordada de ambas, sobre todo porque sólo tuvo una temporada. Se estrenó el sábado 14 de diciembre de 1985 a las 8.30 de la mañana en la CBS. En esa década todavía era importantísimo el bloque matinal sabatino, ahí era donde se estrenaban los grandes productos televisivos infantiles y la permanencia era un lujo que sólo unas cuantas tenían la suerte de alcanzar. La de Disney no lo consiguió a pesar de que tuvo buenas audiencias. Tras 13 capítulos fue cancelada el 7 de diciembre pero enseguida vino la ABC al rescate y la repuso en la temporada siguiente pero media hora antes para no competir con el otro producto Disney en antena. A TVE llegó a la tarde de los sábados en 1986, cuando ya era un éxito en Reino Unido. Estos seres híbridos de dos animales vivían en la isla de Wuz y enseguida tuvieron productos de merchandising en el mercado: cartas, juegos, libros y, por supuesto, peluches. Si en lo más oculto de vuestro cerebro resuenan nombres como Abeleón, Focalce, Hiponeja, Cangufante, Osaposa o Monorrino ahora ya sabéis de dónde vienen.

El caso de los Osos Gummi tiene el mismo origen pero muy distinto final. Su estreno el mismo día a la misma hora que sus hermanos de estudio pero en la NBC fue un éxito que la cadena quiso mimar y proteger hasta que en la quinta temporada fue adquirida por la ABC, que siempre estaba al quite. Su última temporada se emitió de forma sindicada dentro del programa "The Disney Afternoon". Su andadura original finalizó el 22 de febrero de 1991, las reposiciones son incontables y desde hace poco se puede ver también en la plataforma Disney Plus (no así Los Wuzzles). En TVE pudimos disfrutarlos a partir de 1987 y, junto a "Patoaventuras" (que llegó un par de años más tarde pero en la franja de sobremesa antes de "Sesión de Tarde"), fue una avanzadilla del "Club Disney" en 1990 y del resto de series del Disney Television Animation que se incluyeron en ese macroprograma: "Chip y Chop, rescatadores", "Los aventureros del aire" o "El Pato Darwin". 

Parece ser que la idea inicial fue del propio jefazo Michael Eisner al ver que su hijo pedía las famosas gominolas con forma de osito. Hasta ahí su idea. Pidió a sus creativos que idearan un programa con "eso"... y así fue. Tras varios conceptos fallidos se aceptó esa idea de unos ositos que vivían en una Edad Media fantasiosa en la que los humanos los han convertido en leyenda. Un chaval que cree en ellos los encuentra de forma casual y surge una amistad entrañable en la que se protegen mutuamente. Los ositos, por cierto, son los últimos herederos de una antigua civilización muy avanzada con grandes conocimientos de tecnología (se nota por sus instalaciones) y magia. Además, tienen un secreto que les permite dar enormes saltos: el jugo de la gummibaya que debe ser protegido de los humanos a los que daba una fuerza sobrehumana (aunque de rápida caducidad, como la poción mágica de Panoramix). En nuestro país no se emitió al completo pero su tiempo en las tardes sabatinas de la tele (antes de la llegada de las privadas) fue suficiente para que nos aprendiéramos su canción: "¡Osos sooon! Que afrontan sin vacilación, aventuras sin comparación, ¡los osos Gummi son!".